miércoles, 4 de abril de 2012
Tomar conciencia de su propio cuerpo y relajarse
Toma de conciencia.
1. En primer lugar concentre su atención en el mundo exterior. Formule frases del tipo "Soy consciente de__" (p.ej.,Soy consciente de que por la calle están pasando coches, de que corre una brisa suave, de que el café estimula, de que los papeles se mueven, y de que la alfombra es de color azul").
2. Una vez que haya tomado conciencia de todo lo que le rodea, dirija su atención a su cuerpo y a sus sensaciones físicas, es decir, a su mundo interior, (p.ej., "Soy consciente de que tengo frío, de que siento sansación de hambre, de la tensión que siento en el cuello, en la espalda").
3. Ahora pase de un tipo a otro de conciencia (p.esj., "Soy consciente de que se me está clavando la silla en las nalgas, el colchón es suave y confortable, de que alrededor de la lámpara se forma un halo de luz, de que estoy sentado con la espalda encorvada, de que huele a las flores del salón").
4. Realizando estos ejercicios en los ratos libres, aprenderá a separar y apreciar la diferencia que existe entre su mundo interno y su mundo externo.
Exploración del cuerpo.
Cierre los ojos... Empiece por los dedos de los pies y vaya subiendo...Pregúntese a sí mismo: "¿Dónde estoy más tenso?"...Allí donde descubra un área de tensión, exagérala un poco para que pueda tomar mejor conciencia de ella...Reconozca los músculos que están tensos... Luego dígase, por ejemplo: "Estoy contrayendo los músculos del cuello... Me estoy haciendo daño" Estos creando tensión en mi organismo" Recuerde que toda la tensión muscular es autoinducida... Al llegar a este punto, piense en alguna situación que pueda estar siendo la causa de su tensión y en qué puede hacer para cambiarla.
Liberación del cuerpo.
Tiéndase en una cama dura y póngase cómodo...Deje los pies muertos que descansen a los lados del cuerpo... Cierre los ojos... Pregúntese a sí mismo si está cómodo... Puede que tenga que cambiar algo en su entorno... Piense en su respiración... Sienta cómo el aire penetra por la nariz y por la boca, llega a la laringe y baja hasta los pulmones... Concéntrese en su cuerpo y deje que cada una de sus partes se le haga consciente de forma espontánea... ¿En qué partes ha pensado en primer lugar?...¿De cuáles tiene menos consciencia?... Fíjese en qué partes siente fácilmente y en cuáles tiene poca sensibilidad... ¿Nota diferencia entre el lado derecho y el lado izquierdo de su cuerpo?...Ahora observe cualquier malestar físico que sienta en este momento... Piense en él hasta que pueda describirlo con todo detalle... Concéntrese y vea qué ocurre... El malestar puede cambiar... Permita que su cuerpo haga lo que desee... Continúe así de 5 a 10 minutos... Deje la iniciativa a su cuerpo.
Después de realizar los ejercicios anteriores, habrá empezado a reconocer los lugares del cuerpo donde experimenta mayor tensión musucular. Conforme vaya aumentando su grado de conciencia, podrá encontrar, igualmente, el modo de eliminar esta tensión que ya es capaz de descubrir. Junto con la liberación de la tensión, irá experimentando una sensación de energía y bienestar.
El cuerpo y la mente están ligados, es lo que Winnicott denomina "psiquesoma", esto lo estudia la medicina psicosomática y la psicología. Yo soy miembro de la Sociedad Española de Medicina Psicosomática y Psicoterapia. Les invito a que sigan las indicanciones. Les recomiendo, además del libro "Técnicas de Autocontrol Emocional", leer a Alexander Lowen: "Bioenergética". Otras técnicas muy eficaces son las que tienen que ver con la imaginación, con los ojos cerrados, la persona evoca una escena tranquila y en silencio imagina un paraje agradable o una situación que asocie con la relajación. Esto puede ir acompañado de la respiración diafragmática y resultar muy eficaz.
Con personas con un nivel de ansiedad medio-alto y alto estas técnias son especialmente indicadas, aunque es posible que las primeras veces no se consiga relajar la persona del todo, por ello hay que persistir y seguir luchando. Esto tiene relación con el budismo, el zen y la meditación. Son técnicas para afrontar el estrés, si frenamos el estrés y la tensión podemos hacer una profilaxis de la depresión, el insomnio, la ansiedad, contracturas musculares, etcétera.
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