PEACE

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Paz y Ciencia

domingo, 27 de abril de 2008

La Niña de los Sueños XXV

Empezaba a dudar de la previsibilidad referente a sus actuaciones en la atalaya. Tenía todos los instrumentos que necesitaba para la gran noche. El antifaz, su flauta, el vestido y las botas de montar. Por alguna extraña razón se había acostumbrada a realizar sus incursiones nocturnas con este atuendo y le proporcionaba seguridad independientemente de la temperatura. Qué frío pasó la última vez y, sin embargo, cuanto abrigo encontró en el muchacho. Tenía el estómago vacío, probablemente ahora esa carencia se hacía más notoria. Decidió resolver el problema, pensando en el muchacho, quien debía luchar con sus apetitos día tras día.
Estaban todos en la cama, se escuchaba sólo un ligero sonido de ultratumba, el ronquido de su padre, aficionado a las pipas y los tabacos exóticos. Se preparó un pequeño plato que devoró con rapidez. Satisfecha y con el tiempo persiguiéndole se preparó. Esta vez decidió salir por la puerta, como las personas normales. Se miró en el espejo y se sorprendió del aspecto cómico que daba su vestido fino lila con las botas de montar a caballo, el contraste le gustaba y le inspiraba alegría y risa. Colocó bien ajustada la flauta en el cinto y partió hacia el muro que debía sortear para alcanzar el camino de piedra blanca. Rumbo al pueblo.

miércoles, 23 de abril de 2008

La Niña de los Sueños XXIV

Entre papeles. Alguna partitura, libros, esto es, sus propias ensoñaciones Juegos de adulto había oído de los más sesudos alquimistas y alienistas. Seres enigmáticos, de vida errática, resultaban interesantes y otras un tanto traviesos. Aquellos dedicados al orden y el poder, como el Gran Jefe y otros colegas suyos veían con malos ojos los trabajos científicos de esos seres de reputación cuestionada. Ella mantenía cierta amistad con uno de ellos, que resultó ejercer como consejero de la familia, ahora sus visitas eran más esporádicas pero ambos se habían entendido muy bien siempre.
Se asomó a la ventana y le pareció ver a lo lejos, encaramado a la verja, al muchacho del Mundo Aparte. Parecía mover su brazo de un lado a otro,le hacía algún tipo de señal. Menudo lío, musitó la muchacha acongojada y emocionada sutilmente por la extravagancia y el atrevimiento. Se calzó nerviosa los zapatos, eran unos molestos zapatos rígidos, de cuero negro con un resalte en la parte del talón, le recordaban a aquella mujer que vivía cerca del Mercado, la que llamaban la Bruja, siempre rodeada de gatos, con las puertas y ventanas cerradas. Cuenta la leyenda que una vez ella tuvo mucho poder en la región de tal forma que ahora había heredado esa enorme casa, en relación a las que le rodeaban, que bastante hacían con poder dormir apiñados.
Se escurrió bajando las escaleras, presa del miedo sudaba, le latía el corazón muy rápido, tenía como un bolo en la garganta. Tenía que sortear a la Institutriz y poder alcanzar el jardín sin tener que dar explicaciones o pararse al desayuno Real y demás diligencias pertenecientes a su condición y naturaleza.
Corriendo salió de la escalera, atravesó el primer salón donde una enorme mesa reflejaba el color de una enorme araña colgada en el techo. Llegó al umbral de la puerta, en la habitación colindante podía escuchar a su padre con el señor que asesoraba sobre las empresas económicas del gobierno. Se quitó los zapatos y abrió despacito, en un instante infinito, el pomo. Y bien, siguió descalza corriendo... Se perdió entre los árboles y llegó al lugar donde el muchacho, risueño y despreocupado, le esperaba con el antifaz en la cara. Juguetón y alegre por la presencia de su pincesa dio un grito de júbilo y extendió sus brazos sobre la verja en señal de abrazo. La princesa, asustada por lo que estaba sintiendo, se dirigió a él y cerró el abrazo previamente planteado. Se juntaron sus mejillas, momento en que él se separó, le dio la prenda, alimento del enigma y se marchó corriendo tras despedirse con la mano.
La princesa pudo regresar a la habitación siguiendo el camino silencioso que le llevó al encuentro con el muchacho y el rescate del antifaz. Esa mañana fue de una sensación jubilosa, rayando la euforia y la inquietud, un rubor que de no haberlo mantenido en silencio pudiera haber temido como depravado. Sigilosamente pasó el día aprovechando la semana de huelga.

martes, 22 de abril de 2008

La Niña de los Sueños XXIII

Se dio cuenta de manera súbita, como si se cayera y rompiera en pedazos uno de esos vasos de cristal hermoso, decorado por un dorado quemado con las iniciales de la familia.
Y allí quedó cegada por el Sol que se colaba por el ventanal, era un día espléndido, su habitación le saludó completamente iluminada. Era temprano, no se oía apenas ruido, se intuía bien abajo el trajín de la cocina y la lavandería, ellos trabajaban mucho antes. Sin ellos, su hermanos, su padre y ella no podrían disfrutar de la comodidad, a veces insoportable. Llegó el día, la semana había sido aburrida, ensimismada andaba paseando por los jardines despistada procurando visualizar el momento en que volviera a subir a la atalaya para desenmascararse con la mantilla de su madre o el antifaz que diseñara ella misma. Le habían sido prohibidos los paseos a caballo. En opinión de Palacio el pueblo parecía muy alborotado y existía posibilidad de revuelta. Por esa razón tuvo que esperar pacientemente, con el único soplo de aquella noche donde el agua había cubierto el lecho de hierbas que hospedara una semana antes al muchacho del mercado y a ella misma. Meditabunda procuró sortear todo aquello que le entristecía, hizo una huelga de comida y dejó de hablar con su familia. Los otros, acostumbrados a estos repentinos e inexplicables cambios de comportamiento se lo tomaron a guasa, ella siguió dibujando en su mundo interno todo aquello que no podía ser entre esas murallas. Las rejas quedaban saltadas por su imaginación, sin embargo un profundo dolor le separaba del camino de fina piedra blanca. Parecía una hendidura, en ocasiones podía imaginar, despierta o no, quizá no hubiera demasiadas diferencias, que tras las piedras del muro había un hondo hueco, lleno de agua pútrida y animales en descomposición, con restos de animales y cuerpos humanos. Esa barrera era el límite entre una realidad que se antojaba anhelada y otra repudiada. Mientras bebía té se sentó a leer, cansada se dio cuenta que toda la inteligencia que elogiaban sus hermanos era un acicate de escepticismo y dificultad para el disfrute. Un goce tanático.

(feliz día de san jorge)

lunes, 21 de abril de 2008

Locurarte por J. Hold

LOCURARTE

La augusta icnita de Monterroso. Al insigne escritor de brevedades Augusto Monterroso le gustaban el orden y las clasificaciones, tal es así que no tiró un solo papel en su vida, por lo que su legado ocupa cinco toneladas. El creador de El dinosaurio, el célebre relato de siete palabras, (“Cuando despertó el dinosaurio todavía estaba allí”), terminó con su apacible humor considerándolo una novela. Sobre la literatura dijo: “Un libro es una conversación; un buen libro, una conversación educada”. Juan Cruz recuerda que al escritor todos sus amigos le llamaban Tito, y que en una cena le preguntó: Tito, ¿y a ti por qué te llaman Tito? Y contestó: “Es que a mis padres les daba apuro llamarme Monterroso”.

Y también cuenta que sin su mujer, Bárbara, era otro. Era un hombre melancólico, cuya tristeza trocaba en miedo ante su ausencia, ante el desamparo. Escribe: “Con ella Monterroso esperaba milagros; sin ella esperaba desastres, los temía, los vislumbraba y los contaba. Ella era su felicidad; él sólo era la amenaza de una tragedia que se ocultaba a sí mismo, detrás de unos ojos chispeantes que sobresalían de su cara oronda y como feliz..., si estaba ella”.

(Hablando de que el bebé no existe, sino la pareja de crianza, de la esposa suficientemente buena, del sostén, de sentirse vivo... de Augusto Monterroso.)

sábado, 12 de abril de 2008

Sujeto Entrañable Analista

Sujeto Entrañable Analista (SEA)

Jacques Lacan nos trajo un concepto hermoso, el Sujeto Supuesto Saber (SsS), véase por ejemplo a Jacques-Alain Miller: http://www.elp-debates.com/e-textos/nuestroSsS-JAMiller.prn.pdf

Wilfred Bion habló de trabajar “sin memoria ni deseo”, olvidar los encuentros anteriores, las estructuras latentes, los conocimientos previos. Una neutralidad ya no sólo técnica sino referente a la percepción del analista. Esto significa, en un plano más mundano y/o real, recibir la demanda percibida del paciente sin las interferencias del deseo y conocimiento del analista. A menudo vastas y bastas.

Estos son aproximaciones intelectuales a un hecho poco frecuente, que el analista-terapeuta abandone sus prejuicios y el incómodo conocimiento que supone a veces al colocar o hacer depositario de diagnósticos y, en otro orden, fantasías. Esto último entraría en aquello llamado por DWW “interpretaciones inteligentes”, interpretaciones teóricamente y técnicamente correctas (siguiendo a un modelo excluyente concreto) pero humanamente imposibles.

En la naturaleza humana cobra valor, sentido y significado el Sujeto Entrañable Analista (SEA), dicho de otra manera, con un guiño cariñoso al genial y bizarro francés: Sujeto Supuesto Sabor. Un analista que pueda ser paladeado por el analizando como un objeto bueno, que supla las fallas narcisistas. Claro que aquí estaríamos hablando seguramente de un perfil concreto de pacientes, que cubren la inmensa mayoría de la clínica, aquellos que no son sólo neuróticos ad hoc.

El Sujeto Entrañable Analista (SEA) o Sujeto Supuesto Sabor es un analista abierto, cálido, cariñoso, mece al analizando-paciente, acuna su verbo, reposa sus afectos y revierte la perspectiva lastimera. Es un analista sin estandarizar, o estandarizado pero sin normalizar dentro de un enfoque operativo distante y estrictamente intelectual.
El SEA es un analista natural y espontáneo en términos winnicottianos.

El modelo de analista estándar es, dicho en términos winnicottianos, un falso self en beneficio del verdadero self del paciente-analizando (R. Córdoba, 2007). Un sujeto engolado, como dice la RAE: 2. adj. Dicho del habla: Afectadamente grave o enfática.3. adj. Dicho de una persona: Fatua, engreída, altanera.

El SEA o Sujeto Supuesto Sabor es una persona que sabe, que siente, conoce e intenta analizar y ayudar a entender desde lo emocional hasta lo racional. Heinz Kohut habla de la idealización transmutativa, según el Analista del Self, su trabajo con pacientes narcisistas, con organización límite para Kernberg, consistiría básicamente en que introyectaran el objeto bueno del analista para suplir esa “falta básica”, tal y como diría M. Balint. Por tanto es una mirada desde el vínculo, desde la relación entre dos personas más allá de los postulados de Freud referentes a la pulsión y el énfasis kleiniano de la agresividad y la envidia como fuentes de patología.

La psicología humanista habla de la aceptación, la autenticidad, la empatía y la congruencia. Todo ello genera una atmósfera para poder pensar y sentir. El psicoanálisis elabora constantemente un modelo de trabajo para entender más allá de la relación humana. Sin embargo, tan feroces preceptos técnicos sitúan al analizando en un falso self, una forma forzada de presentación de objetos, de mostrarse ante ese otro que porta un saber que no es suficiente. Para ser un analista hay que tener una flema muy especial, un carácter analítico, moldeado en Institutos Psicoanalíticos por supervisores y analistas. Pueden recordar aquí a Charles Chaplin en Tiempos Modernos, con el trabajo en cadena. En este psicoanálisis estándar el trabajo en cadena genera analistas en serie, aquello que Sándor Ferenczi reivindica en su trabajo “La Elasticidad de la Técnica”.

El Sujeto Entrañable Analista (SEA), es una persona que se ocupa del analizando en este orden: entender, ayudar (raíz etimológica de terapia), sostener-apoyar, ser usado (que no utilizado). Mostrar los fenómenos inconscientes al analizando-paciente, que desconoce o, las más veces, desplaza de su conciencia por diversos mecanismos los contenidos frustrantes, los recuerdos.

El SEA es alguien que puede amar y ser amado, es un analista, es un terapeuta y un ciudadano libre de opinar. Es compatible la neutralidad técnica dentro de un margen de sentido común, al que hay que convocar más a menudo para el trabajo analítico. Digo esto porque la mayor parte de los pacientes que acuden en el Siglo XXI a nuestras consultas no conocen los pormenores del psicoanálisis y si lo conocen, muchas veces no lo respaldan. Avanzar es la única forma de ser una ciencia, es absurdo que la Sociedad avance en una línea y esta ciencia Médica y Humana lo haga en un sentido retroactivo, para rendir culto y homenaje a Ilustres o Figuras Relevantes en la vida formativa del analista.

El SEA es un analista desenfadado, sin complejos, sin excesiva inseguridad, desenvuelto, cómodo en su trabajo, feliz por lo que hace, realizado con su forma de ser y trabajar. Puede que esté analizado. Esto es captado por el paciente, capturado en su aparato psíquico e introyectado. Las intervenciones se hacen de inconsciente a inconsciente. También se ayuda a integrar aspectos de su discurso, de sus relaciones objetales. El instrumento es la palabra, lo frecuente (cada vez menos) es hacerlo desde un supremo intelecto SsS autoengañado hasta el Sujeto Engañado, el paciente. Esto, por mucho que nos pese es sugestión o hipnosis. En el peor de los casos persuasión.

El SEA es, el SsS es un falso self, una quimera, el analista estandarizado que no ha encontrado su forma de vivir y de analizar es un falso self, pero no la vertiente sana que todos tenemos sino potencialmente peligroso. Apurado por sus Contratransferencia Complementaria (Racker) y su Contraidentificación Proyectiva (Grinberg). Las fuentes que nutren este falso self profesional en beneficio del verdadero self del paciente son las siguientes:
Uno, la arquitectura de su deseo (J.A. Marina); dos, la relación con el mundo, la motivación que le conecta por el gusto por el trabajo analítico-psiquiátrico-psicológico (de poder, de afiliación, etc) y tres, la formación como terapeuta.








jueves, 10 de abril de 2008

La Vida es Bella. La Creatividad. Lic. Andres J. Nelken

Mientras leen este documento, verdaderamente hermoso les sugiero que escuchen esto:
LA VIDA ES BELLA. LA CREATIVIDAD


Lic. Andres J. Nelken[1]

En el juego, y sólo en él, pueden
el niño o el adulto crear y usar
toda la personalidad, y el
individuo descubre su persona
sólo cuando se muestra creador.[2]

Los que recuerden la película mencionada en el título de este trabajo, seguramente lo harán pensando en las múltiples interpretaciones que se le han dado a la misma. No me referiré al hecho artístico, que no corresponde discutir aquí, sino a un aspecto parcial de la película. En la trama, un padre hace de una tragedia inenarrable, como lo fueron los campos de concentración, una especie de juego para que su hijo sufriera lo menos posible. Muchas veces me he preguntado si el accionar del padre fue creativo, o fue meramente una mentira piadosa en aras de la salvación emocional de su hijo y de la propia. Cuando pienso en la importancia del entorno que rodea a un niño, concluyo que el padre armó una coraza protectora para que su hijo no se viera expuesto en forma cruda y directa, al horror que rodeaba a ambos.

Para ponernos de acuerdo en lo que se entiende comúnmente por creatividad, diré que María Moliner en su Diccionario de Uso del Español dice que: creativo es aquél capaz de crear, y crear es hacer que exista algo que antes no existía. Pero también ubica como sinónimos, dependiendo de las circunstancias, a: fingir, fundar ideas, imaginar, inventar, entre otros. También menciona a: sacar de la nada, producir, y lo compara con ingenio, con inventiva, etc.

Volviendo al protagonista, intuyo que aún en los peores momentos de la existencia de una persona, puede haber una mirada creativa. Una mirada personal que no necesariamente coincida con la del resto de los protagonistas de los mismos hechos. Es más, los compañeros del campo de Guido, miraban y escuchaban perplejos lo que este le hablaba al pequeño Josué. La mirada paterna, sólo tendrá un especial significado para el propio padre y por extensión a su hijo, que depende emocionalmente de aquél. Dejo adrede de lado los aspectos maníacos, negadores, y demás mecanismos defensivos que se pueden detectar en el comportamiento del protagonista, aún aquellos comportamientos a los que se podría tildar de delirantes. Si bien el padre es una persona histriónica, su comportamiento dentro del campo da cuenta del esfuerzo hecho, (por amor cuasi maternal), que es necesario desplegar para intentar salvar no sólo la vida sino la existencia emocional del hijo. Esto nos lleva a pensar que si bien es crucial el conocimiento de la realidad para el desarrollo de la persona, no deja de ser importante la capacidad de recrearla, de darle un matiz distinto, aún de recubrirla fantasiosamente, para de esta manera sobrevivir a ese holocausto personal que se vive. Winnicott habla a las claras de la importancia de la adaptación materna del 100% al principio de la existencia. Después de este estado de omnipotencia mágica para el bebe, la madre lo desilusionará amorosamente, de acuerdo a las posibilidades de este bebe. Guido, papá-mamá, le inventa una realidad adecuada a la capacidad de comprensión del niño, aún cuando el niño en más de una oportunidad mira y escucha desconfiado.

Joseph Knobel Freud en un trabajo titulado “Infancia y Creatividad” dice, citando a Anzieu que: “La creatividad se define como un conjunto de predisposiciones del carácter y del espíritu que pueden cultivarse. La primer parte de la película muestra a un Guido alegre, despreocupado y enamoradizo. Muestra en sus rasgos de carácter, la impronta de la acción creativa en cada momento. Ante cada suceso, parece tener lista la acción creativa que corresponde al estímulo, como por ejemplo, cuando conoce a su futura esposa “caída del cielo”. (en realidad cae de un granero al ser picada por una avispa, situación ésta que también es aprovechada por el pícaro Guido).

La creación consiste en inventar y componer una obra, artística o científica, que responda a dos criterios: aportar algo nuevo (producir algo que nunca haya sido hecho) y tarde o temprano ver reconocido su valor por un público. Nuestro héroe aportará todo el tiempo una mirada nueva que favorecerá la tranquilidad del hijo. Para Vigotsky (La imaginación y el arte en la Infancia”, Akal, 1990), "...existe creación no sólo allí donde se originan los acontecimientos históricos, sino también donde el ser humano imagina, combina, modifica y crea algo, por insignificante que esta novedad parezca al compararse con las realizaciones de los grandes genios." En la película, el padre inventa un juego que sólo juegan su hijo y él. Esta actitud, no sólo podría ser insignificante para los demás, sino por sobre todas las cosas, algo fuera de la razón e inimaginable, dadas las circunstancias. Al ver el niño un número tatuado en el brazo de del padre -el número de prisionero-, el padre opone a esta realidad que juzga intolerable para un niño de esa edad, y antepone la idea del “número de participante”. Es este juego, que le da una oportunidad al padre de hallar una vía imaginaria hacia la salvación de sí y de su hijo, Benigni nos muestra cómo el juego bien entendido, es la esencia de la vida. Es el hiato que separa en este caso, la vida de la muerte. (la vida de la no-vida, que significó la permanencia en los campos de concentración). Es la posibilidad de estar en esa zona intermedia, que nadie quiere poner a prueba, y que no exige comprensión, sino participación plena de los protagonistas. Es como permitirse seguir soñando, ya que no debe haber peor futuro que un futuro sin sueños. La vida carecería de sentido si no hay proyectos. Esta sería la no-vida.

Se puede afirmar sin temor al equívoco, que la creatividad constituye un tema que sobrepasa la cuestión meramente teórica. Winnicott se explayó sobre ella prácticamente a lo largo de su obra resaltando su importancia, estudiando minuciosamente sus orígenes y ligándola a distintos conceptos de relevancia dentro de su corpus teórico. No obstante, quisiera destacar, que la importancia que le asigno al estudio de la creatividad y su consecuencia -el vivir creativamente-, radica en la posibilidad de conocer los aspectos más primarios y elementales del proceso por el cual, el individuo llega a tener una vida que signifique algo para sí mismo, que tenga un sentido para él y que valga la pena ser vivida. Una vida en la que, lo que haga, exprese su ser, una vida en la cual no renuncie a su propia esencia, una vida en la que todo su potencial, sin importar cantidades, sea expresado al máximo de sus propias posibilidades.

Un poco de historia.
Periódicamente el bebe se siente empujado por sus instintos a tener experiencias paroxísticas (que tienen todas las cualidades que Freud describió respecto de la experiencia instintiva: hay un incremento de la tensión, un objeto en el cual se descargan y una acción de descarga). La madre suficientemente buena, es la que se encargará de que el bebe satisfaga no sólo sus necesidades instintivas en un 100% al principio, sino que también velará por las necesidades del yo del pequeño. ¿Qué otra cosa se pasa haciendo este padre, sabedor además de que la madre del niño no está disponible?. Al ser satisfechas esas necesidades, en el momento apropiado, es decir, colocando el objeto que satisface, en el lugar y en el momento indicados, se crea la ilusión para el bebe, de que el objeto ha nacido de su propia necesidad, es decir, ha sido creado por él. Todo el juego es presentado por el padre de manera tal, que el niño se lo termina apropiando, en un punto, hasta parece armar el juego a la par del padre. El hecho de que el mundo exista no quiere decir que el bebé no tenga que inventarlo, crearlo. No es ocioso recordar, que el mundo existe para el observador, pero no necesariamente para el bebe.

Si bien al principio la personalidad no está integrada, es importante destacar que el opuesto a la integración, no es la desintegración, sino la no integración. La posibilidad de una persona de volverse no integrado, por momentos, significa que tiene la más absoluta confianza en su entorno para hacerlo, y desde este estado de cosas, acceder a la posibilidad de poder disfrutar de lo que surja como acto creador. Esta habilidad de no integrarse, es en realidad un logro del desarrollo. Lo esencial al comienzo es, respetar el estado de no integración de la personalidad, respetar el funcionamiento informe de la persona, porque sólo desde aquí puede aparecer lo creativo, lo genuino de la persona, lo que la expresa. En este sentido, quizá la máxima expresión del poder creador de una persona, sería el juego, pero el juego que constituye un puente entre el mundo interno y el externo dentro del espacio transicional. Entonces, el fenómeno transicional es sinónimo de creación y el vivir creativamente, matriz del vivir, del ser, y de experimentar esta sensación de ser. El juego logra enriquecer la experiencia del niño, y del adulto. Al mismo tiempo, esto permite que se enriquezca la capacidad del niño de ver al mundo con toda su riqueza potencial. “El jugar es la evidencia continua de la creatividad que significa estar vivo.” (Por qué juegan los niños), (El niño y el mundo externo). Acá agregaría respecto a Josué, que el juego armado por el padre le permite experimentar un mundo propio, en realidad creado por el padre, pero que Josué hace propio.

De aquí deriva un concepto de gran importancia para la técnica analítica. El analista debe abstenerse de ser intrusivo, por varias razones. La que me interesa destacar aquí, es la que se refiere al accionar del terapeuta. Si este le comunica todo al paciente, aun cuando el paciente no está listo para escuchar, lo que se produce es un cercenamiento de la persona del paciente, o del bebe si se trata de la relación madre-hijo. El hecho de que el paciente pueda encontrar por si solo la interpretación correcta, es uno de los símbolos más acabados de la actividad creadora del paciente en la sesión. Esto será posible si el terapeuta y el setting, le ofrece la posibilidad para la experiencia informe.

Ilusión-Creatividad

La ilusión de omnipotencia del infante es el núcleo del vivir creativamente. El bebe es Dios, porque él (bebe) creó al mundo. En este período no hay ningún reconocimiento de la alteridad del objeto. Winnicott describe a este tipo de relación, en este estadío, como de objeto subjetivo: el bebe se relaciona con un objeto creado por él a la medida de sus propias necesidades, es decir para su propia satisfacción, y que además forma parte de sí mismo. Esto no podría ser de otra manera dado que sólo existe el bebe mismo. No hay diferenciación entre yo y no-yo. Y por tanto, tampoco hay reconocimiento de la realidad externa. Primero, existe la creatividad que pertenece al sentirse vivo, y el mundo es solo un mundo subjetivo (antes de encontrarse con el mundo objetivamente percibido). Así, sobre el objeto subjetivo, el niño ejercerá por primera vez su creatividad. Pero necesita que la madre propicie el inicio del uso creativo del mundo, es ella a través de su perfecta adaptación a las necesidades del pequeño, quien aumenta la posibilidad del niño de encontrar creativamente los objetos. Nace la creatividad en la creación del objeto subjetivo, en ese despliegue creador desde el principio. Nace del impulso de estar vivo, utiliza las pulsiones pero no se reduce a las pulsiones. Para Winnicott, la creatividad no tiene nada que ver con la reparación, tal como lo sostiene Klein. El chico sí instrumenta su creatividad para reparar un objeto dañado. El mismo impulso creativo que lo llevó a crear al objeto subjetivo, es el mismo impulso que lo lleva a crear al objeto transicional, que lo lleva a crear una obra de arte, etc. No deriva la creatividad de una pulsión. La primera creación del chico por lo tanto, es el objeto subjetivo.

Esto le posibilita al niño el desarrollo del sentimiento del self. El niño hace desconsideradamente con el objeto lo que le plazca, y este objeto debe sobrevivir. Entonces, en este estadío, surge una necesidad y aparece algo que lo satisface y favorece una descarga, todo dentro de un mundo creado por el niño. Objeto que luego desaparece cuando ya no es necesitado. Estas experiencias y su repetición una y otra vez, permitirán al niño la sensación de sentirse real y el vivir creativamente.
El desarrollo sano del bebe, dependerá de una madre que facilite su (del bebe) capacidad de crear el mundo. La posibilidad de presentar el objeto en el lugar y momento correctos, depende del estado de preocupación primaria de la madre. Winnicott lo describe como un estado en el que la madre está identificada con su bebe a tal punto, que descubre las necesidades del bebe en un nivel profundo, sin que el bebe tenga que enunciarlas, aún cuando fuera capaz de ello.

Esta actitud materna facilita y permite la continuidad del ser, (el going-on-being). Es imposible separar el concepto de “búsqueda del self” del de la creatividad. El bebe, que siente que su entorno le permite relajarse, y que lo sostiene adecuadamente, puede ir acumulando experiencia tras experiencia. A su vez, esta suma de experiencias, como la actividad manifestada en el juego, da por corolario, el sentimiento de ser persona. Es así como a través del proceso de integración de la personalidad, el individuo llega a actuar como una unidad, y esta unidad será fiel expresión del “yo soy”. Dice Winnicott: “A partir de esta posición, todo es creador”.
Puede ser descrito como un estado o sentimiento que aparece como resultado de la experiencia subjetiva del infante al ser cuidado por una madre suficientemente buena. Ser, está relacionado con la no integración, precursor de la posibilidad de poder relajarse y disfrutar. La capacidad de ser, deriva de la experiencia de un ambiente contenedor desde el principio. De la experiencia de ser, se puede desarrollar la capacidad de vivir creativamente y jugar (play), que son aspectos de la integración. (En el ser, dice Winnicott, está localizada la cultura). “Es importante destacar que, ser, es el principio de todo, sin lo cual, hacer, no tiene ningún significado”(3). El infante tiene desde el principio una experiencia subjetiva de su madre y de su ambiente, que Winnicott llama apercepción creativa. Esta apercepción es lo que hace que el individuo sienta que la vida vale la pena ser vivida. Es una mirada de la cual participa el mundo interior, una visión personal del mundo.
La creatividad surge desde el inicio de la vida. La existencia debe ser creativa, en el sentido de que debe surgir del despliegue de las propias potencialidades de adentro para afuera, y no de una copia o modelación por parte del medio. Por eso él habla del primer momento de omnipotencia. Cuando yo siento mi existencia, me siento siendo, es el primer paso y ejercito mi creatividad inmediatamente creando el objeto subjetivo, a partir de mi necesidad y de mi imaginación. Pero lo que hace a una existencia creativa, es que es una existencia activa, por el despliegue de las potencialidades, que son únicas, singulares. Cuando empieza la vida así, empieza de manera creativa. Ahora, la creatividad no puede ser reconocida hasta que no hay una manifestación de un objeto exterior. Entonces, en un momento dado del desarrollo, empieza a abrirse ese espacio potencial. Winnicott lo dice de distintas maneras, metafóricamente, es el espacio entre la boca y el pecho, entre la madre y el bebe.

Además de reconocer el mundo, tiene una visión personal del mismo. La percepción de los datos de la realidad es más o menos la misma en todos, aunque también hay un toque personal. Lo opuesto a esa mirada personal, es la sensación de estar “encajando” en el mundo pero sin embargo no tener un lugar propio. Esta sería la vida a través del acatamiento y la sumisión, lo que confiere a esa vida, un sentimiento de futilidad. En lugar de vivir, el individuo “dura”, sobrevive. Si hay algo que caracterizó a los campos de concentración, fue la destrucción de la vida psíquica, cuando no de la vida misma. Al “durar” no se es fiel a los propios principios de lo que uno mismo considera que debe ser su vida. Al renegar en cierta forma, del toque personal que cada individuo tiene, renuncia a la creatividad, o, renunciando a la creatividad de la que todo sujeto dispone, renuncia al toque personal. Guido, repara de alguna manera en el hijo, la destrucción de todos los sueños a que es sometido al ser tomado prisionero. Ver al hijo “triunfante” en el juego, termina siendo la única posibilidad de triunfo para él mismo. Triunfar, es conservar la esperanza, el futuro, la vida. El juego transformado en el milagro de la supervivencia.

Dentro de la teoría de la localización de la experiencia cultural, tenemos como tema central, la posibilidad del sujeto de “recordar” inconscientemente, el cuidado materno y la buena presentación del objeto en los primeros estadíos de la vida. Esta experiencia, al internalizarse crea una especie de fuente desde la cual se posibilita el vivir creativamente, (4) dando así una especial valoración a las primeras fases de la relación madre-hijo. En uno de sus últimos trabajos, “El Vivir Creativamente”, de 1970, expresó Winnicott que la vida valía la pena ser vivida, siempre y cuando la creatividad fuera parte de la experiencia del vivir individual de la persona. Porque para ser creativa una persona, debe existir y tener un sentimiento de existencia, no como un darse cuenta consciente, sino como una base desde la cual operar. De este modo, la creatividad es el hacer, que aflora del ser. En definitiva, la creatividad, es el retener, a través de la vida, algo que pertenece propiamente a la experiencia del infante: la posibilidad de crear el mundo. (5) El vivir creativamente implica para cualquier persona, encontrar que el hacer, lo que sea, refuerza el sentimiento de que estamos vivos, que somos nosotros mismos. (6) No importa si se trata de mirar un cuadro o un paisaje, uno lo puede hacer creativamente, tampoco se trata de hacer cada día una cosa diferente, ya que una rutina diaria se puede transformar en algo creativo, si somos capaces de experimentar que lo que hacemos tiene un sentido para nosotros y que nos representa. No se necesita ningún talento especial para vivir creativamente. Esto no tiene nada que ver con la creación artística. Es más, un artista puede crear una obra maravillosa para los ojos de los demás, pero puede no significar nada para el artista mismo. En realidad, desde el punto de vista de la creatividad, da lo mismo tener el impulso para crear una obra de arte, un edificio o una comida para el bebe. Lo que cuenta es el impulso creador. Quizá lo relevante sea la mirada que cada individuo tenga de la realidad exterior, es decir, que esa realidad tenga algo de su sello personal. Qué duda cabe que para Guido, la mirada sobre el campo de concentración, es su mirada única e irrepetible. Sólo le sirve a él, y a su hijo.

Para Freud, la creatividad en el adulto está relacionada con su teoría de la sublimación, y para M. Klein la creatividad está asociada con aspectos reparatorios dentro de la posición depresiva. Winnicott plantea otras raíces para la creatividad, a pesar de aceptar que “la reparación proporciona un eslabón importante entre el impulso creador y la vida que lleva el paciente. Para Winnicott, la creatividad primaria es esencialmente una fuerza innata hacia la salud. Es primaria, presexual, y está íntimamente ligada a lo que la madre le permite al bebe crear. (Haciendo las cosas de manera tal que el bebe crea que él creó al mundo) Winnicott no hace reposar la creatividad en una transformación de las pulsiones. Habla de una creatividad propia del ser humano, que no deriva de las pulsiones, aunque la energía proceda de lo pulsional El ser humano, dice Winnicott, para vivir, tiene que ser él mismo, desarrollar lo que trae en potencia, y a través de sus vivencias hacer suyo ese mundo en el que vive, transformando ese ambiente en el que vive, en un mundo particular, propio e irrepetible. Cuando hago propias las cosas del mundo que me han sido presentadas en el momento oportuno y las ubico en mi mundo, que es esa zona transicional, ese espacio potencial, las registro, y pueden servirme automáticamente en mi relación con el mundo externo. Pero si las hago mías o sea que si les otorgo un significado, un afecto especial, pasan a su vez a ser partes de mi mundo. Es decir, que de alguna manera, la creatividad será algo que revela al sujeto como tal, que lo refleja. La creatividad se expresa por el acto de estar creando y no por lo que se crea, que es un mero producto. Es importante ser creativo por ejemplo, teniendo un punto de vista diferente del mundo, aunque no sea comunicado a nadie. Por eso dice Winnicott que el paciente que se busca ya se encontró, porque uno se encuentra en la búsqueda, por que así es como está el verdadero ser en juego.

La creatividad, la felicidad, el amor, la verdad, la alegría, el saber vivir, no tienen instrucciones precisas. No hay manual de procedimientos. Se logra con la propia artesanía, con el propio tesón, que es la única y verdadera manera de lograr las metas en la vida.
http://www.youtube.com/watch?v=PFApRedU95M&NR=1 El final de la película. "Es verdad".

Bibliografía:

D.W. Winnicott. :Realidad y Juego. Granica Editor
Cap.5 La creatividad y sus orígenes.
Cap. 4 El Juego: actividad creadora y búsqueda de la persona.
Jan Abrams The.Language of Winnicott Aronson (Editor)
“Delinquency as a sign”.
“Los sueños de D.W.W.
(3) (“La madre devota ordinaria”).
(4) (Localización de la experiencia cultural)
(5) (Vivir Creativamente).
(6) (Jan Abrams) The Language of Winnicott. Creativity and the artist. Aronson (p. 112)
Alfredo Painceira. Comunicación personal.
[1] Crámer 1941 1428 Buenos Aires. Argentina – Tel.: 4-782-9583 e-mail anelken@fibertel.com.ar
[2] D.W. Winnicott. El Juego y la Búsqueda de la Persona. Realidad y Juego.. Granica Editor 1971

Sistema Inmunitario, Sistema Nervioso y Salud.

Durante las dos últimas décadas, una serie de estudios, cuyo número crece día a día, ha puesto de manifiesto la relación existente entre los sucesos estresantes y el estado de salud. En concreto, muchos de estos trabajos han intentado dilucidar los mecanismos inmunitarios influidos por el estrés. Así ha surgido la Psiconeuroinmunología, que a una los esfuerzos de médicos, biólogos y psicólogos, en la búsqueda de explicaciones objetivas para los fenómenos de inmunosupresión e inmunopotenciación, asociados a sucesos negativos de vida, depresión, situaciones estresantes, etc. Sin embargo, la relación entre los estados psicológicos, la personalidad y la enfermedad es de antiguo conocida y ha sido un tópico constante de la
sabiduría popular. El reconocimiento de la necesidad de un abordaje más amplio de la salud y la
enfermedad cuenta con una larga tradición, en la civilización occidental. Así, Platón en su famosa
admonición a los médicos afirma que “ésta es la razón por la que la cura de muchas enfermedades es desconocida para los médicos de Hellas, ya que son ignorantes con respecto a todo lo que también ha de ser estudiado: porque las partes no pueden nunca estar bien, a no ser que el todo lo esté. Este es el mayor error en el tratamiento de las enfermedades, que haya médicos que tratan el cuerpo y médicos que tratan la mente, siendo ambas inseparables”. Esta idea ha ido teniendo sus épocas oscuras y sus resurgencias, como la actual. Lo que entusiasma de un nuevo modelo biopsicosocial que tenga en cuenta la influencia que la interacción con el ambiente social (y su proceso a nivel cognitivo) pueda tener en el funcionamiento
fisiológico del individuo, es esa sensación de despertar, de ver más allá del reduccionismo mecanicista en el que la relación causa-efecto de las enfermedades infecciosas se reducía a una relación patógeno (virus, bacteria, etc.)-organismo. Tal vez, lo más importante es que sea desde la propia neuroendocrinología y de su reciente relación con la inmunología, es decir, desde la psiconeuroinmunología, de la que provengan los datos más contundentes a la hora de confirmar la relación entre las situaciones en las que interaccionamos con el ambiente, el proceso cognitivo de las mismas y el estado de la capacidad de nuestro sistema inmunitario para hacer frente al constante caudal de patógenos que cotidianamente intenta, a costa de nuestra salud, realizar su programa de vida.

La Niña de los Sueños XXII

Pues pasaban los días con el desconcierto de nuestra amiga la Princesa. Amable y valiente continuaba investigando entre sus libros furtivos, tocando el piano y mirando a través de la ventana. Un minúsculo problema surgió ante la preparación de su siguiente aparición en la atalaya del muro. No encontraba el antifaz, sospechaba que, distraida, se cayera en el claro del bosque, lugar enigmático donde conociera a su pequeño amigo del mercado. Allí le dejó ver sus ojos claros, quizá en un descuido se deslizó entre sus dedos dejándose mecer por el viento la terrible gravedad. Pues bien, planeó su próxima salida nocturna, esta vez al rescate de lo que suministraba magia a sus sueños y a los de los aldeanos, ávidos de esperanzas y justicia. Salió con sus botas de montar y un abrigo de pieles que alguna vez hubo de llevar en encuentros con otros señores y señoras de la Corte. Debajo su camisón lila y en sus pies las botas de montar, una estampa entrañable que dificultaba, no obstante, su descenso entre las enredaderas del muro de Palacio. Llovía tenuemente, hacía suficiente frío como para que la piel recubierta no fuera suficiente y para que sus piernas blancas, labradas por el ejercicio constante, elevara los poros encogíendose de frío. Y al claro llegó, con el sonido de los lobos aullando, algunos perros asustados ladraban y algún buho delataba su presencia el en bosque. No se podía ver demasiado bien, así que intentó palpar el claro con las manos, sólo rocío, nada de aquello que tan insignificante podía proporcionar la maravilla del anonimato, de la protección y de facilitar ese interjuego de ilusiones entrelazadas, desde una atalaya de altura y protección. Y regresó algo disgustada aunque imaginaba que aquel muchacho podía poseer ahora algo que en definitiva no tenía sentido, él sabía quien era ella. Rogaba que se lo devolviera a tiempo, si no fuera así puede que pudiera confeccionar algo similar con la mantilla que guardaba con profundo amor en el arcón de las cosas más bellas. Regresó, tiritando y rogando que el muchacho pudiera, desde su Mundo Aparte, traer consigo aquel objeto que representaba mucho más de lo que podía haber imaginado, el instrumento de sus sueños. Tras una fatigosa escalada, se secó y durmió placidamente.

sábado, 5 de abril de 2008

La Niña de los Sueños XXI

Disfrutando el resto del día en su dormitorio. Era grande, demasiado grande para ella, al mismo tiempo podía dar cobijo a ciertas piezas, como objetos de su mundo interno que guardaban un significado especial, probablemente no entendido si tuviera una salida a otras estancias de Palacio. Esperaba que llegara el séptimo día. Sabía que allí aguardaría el Muchacho. Su apariencia inocente y sus silencios eran suficientes para cautivarle. Por esa casa solariega era fácil aburrirse, entre tanto ella se dedicó a tocar el piano, le gustaba improvisar, pero siempre con un esquema desde donde manejarse, unas pocas pautas que proporcionaban cuerpo a su pasión en clave. A sus hermanos les gustaba escucharle aunque solían hacer bromas y risas con su gusto por la escritura, la lectura, la música y la soledad, esto último era lo que más le molestaba. Los hermanos del Palacio eran dos tipos algo mayores que ella, un año y medio le separaba del mediano y poco más de tres con el mayor. Era divertido, juntos habían jugado en el lago, en los jardines y habían aprendido las normas de esa casa y de aquellas personas de elevado linaje.
Su madre había fallecido joven, compartía con ella ese gusto por el mundo de la fantasía, su tendencia a la ensoñación, su afición a contemplar, a jugar y a querer de verdad, con el corazón en la mano. Cierto era que desde hacía unos pocos años, súbitamente no podía discernir cómo su mamá había contraído matrimonio con su padre. Un señor que parecía hablar en un lenguaje mucho más crudo, distante y seco. Su padre era una persona preocupada por el orden, la hegemonía de la realeza y dar a sus hijos una educación que heredara vía sangre y vía ambiente un espejo de su deseo, la continuidad de su legado. Allí era donde chocaban padre e hija. Por otro lado bien queridos y con momentos, ya pasados, de juego y diversión sin igual. Poco a poco su papá se centró en labores de orden y mando, estereotipadas, de otra forma, la Muchacha fue encontrando un refugio dentro de ella y se fue distanciando de los juegos de sus hermanos y quizá también de la manera de pensar, tan guiada e impuesta por los "Sagrados Preceptos de una Dama de la Realeza".
A decir verdad, tenían una posición privilegiada con relación a las gentes del Pueblo, sin embargo, su posición estaba cuestionada por los otros Jefes de regiones adyacentes. La pérdida de su madre se llevó con ella parte de la fuerza y la garra de su papá, también se perdió una persona significativa dentro de la atmósfera familiar y un reservorio de amor y sostén que hacía tambalear al Jefe, a veces arrastrado por el devastador efecto del alcohol.
Y bien, así pasó el día la Muchacha, mirando, pensando, recordando y creando un futuro más alentador, quizá pelando patatas con el Muchacho, lejos de allí, donde pudiera sentirse algo mejor.

Especializaciones de Psicoterapia en función de la estructura de personalidad.

Especializaciones de Psicoterapia en función de la estructura de personalidad

La psicoterapia comienza donde termina la eficacia del sentido común. Otto Kernberg.

Existen tantas psicoterapias como psicoterapeutas, aquí tomaremos un número reducido de ellas, todas ellas de inspiración psicoanalítica.

Otto Kernberg propone un “psicoanálisis modificado” para los pacientes con organización límite de personalidad, el perfila 3 tipos de psicoterapia, tres momentos que se relacionan inextricablemente con la estructura de personalidad, con su organización, con su capacidad reflexiva, abstracción, tendencia al “acting”, conciencia de enfermedad, entorno ambiental, familia, sintomatología y toda la constelación de referentes psicodinámicos y fenomenológicos. Para ello propone la “entrevista estructural”, que representa lo que pudiera llamarse una “segunda generación” de la previa “entrevista dinámica”[1], que reflejaba el impacto de un marco de referencia psicoanalítico en la entrevista diagnóstica de la psiquiatría descriptiva.

El tipo de psicoterapia está en función de 3 ejes propuestos por Gill (1954): a) la neutralidad técnica del analista; b) la interpretación como herramienta técnica y c) su facilitación del deasarrollo de una neurosis de transferencia plenamente desplegada y de su resolución psicoanalítica sólo por la interpretación.

Los tres tipos de psicoterapia de Kernberg, que serían el psicoanálisis (modificado para borderline, no modificado para neuróticos), la psicoterapia expresiva para borderlines con funcionamiento justamente apropiado de sus relaciones objetales y psicoterapia de apoyo para aquellos pacientes que tienen organización borderline con estructura prepsicótica, postpsicótica o psicóticos bella y angustiosamente floridos.
Existiría otra forma no determinada por el que nos acercaríamos al “case management” winnicottiano, esta cuarta implicaría hacer intervenciones por el mismo terapeuta-analista en el mundo externo del paciente. Kernberg delega estas funciones en un asistente social psiquiátrico o en un psicólogo. Consideramos que tiene un lugar suficientemente bueno como para valorar este tipo como una forma más de psicoterapia.

Como habéis podido inferir de lo leído ahora y antes, de la clínica de ahora y del pasado el psicoanálisis de diván se considera para lo neurótico, todas las demás, la amplía mayoría, tendrían modificaciones postmodernas de la primigenia idea genial de Sigmund Freud. Según Otto Kernberg se harían “cara a cara” porque de otro modo, tradicional se puede favorecer las regresiones psicóticas y despertar, por tanto reacciones paranoides, relativamente frecuentes en el océano borderline que plantea Otto Kernberg en psicoanálisis y Luigi Cancrini en Psicoterapia Sistémica de corte dinámico (Mara Selvini Palazzoli, Margaret Mahler son sus referentes teóricos).

Así pues hemos llegado a estas variaciones de la melodía principal que compuso Freud.[2]. Psicoanálisis freudiano, Psicoanálisis modificado, Psicoterapia Expresiva, Psicoterapia de Apoyo y Manejo de Caso.


Obviando el método freudiano, ampliamente tratado en la obra del propio Freud, recomiendo “Esquemas del Psicoanálisis”(1938). Empezaremos de manera sucinta con el Psicoanálisis modificado para la organización borderline que propone Otto Kernberg, centrándonos más en la Psicoterapia Expresiva y de Apoyo. Comentaremos también el “Case Management”.

Otto Kernberg expone que la contención de Bion y el sostén de Winnicott son dos aspectos fundamentales comunes a toda psicoterapia. La contención supone que el terapeuta haga de contenedor del material verbal del analizando y se le de cuerpo y forma, desnudándolo y dejándole ser y significarse; el sostén de Winnicott supone un marco de confianza, de seguridad, de soporte emocional. Por tanto son, para Kernberg dos partes complementarias, Bion desde lo cognoscitivo y Winnicott desde lo emocional. Juntos funcionan como urdimbre afectiva y espacio de seguridad para abordar el terror sin nombre. Afectos y razones quedarían abrazados cuando el analista tuviera la humildad suficiente de leer a Bion, a Winnicott y ser capaz de entrelazarlos para proveer al analizando el encuadre necesario pero no suficiente.

PSICOANÁLISIS

Dice Kernberg que la mayoría de pacientes borderline logran mejor resultado con un análisis modificado pero que existen algunos que pueden analizarse sin modificaciones de la técnica. Además del potencial “actino out” grave inicial y del grado al que hay un yo observador, quizá los criterios más importantes para saber si un paciente límite puede ser analizado son primero, el nivel al que existe integración del superyó y el grado al que las relaciones objetales han evolucionado de modo que cuando menos algunas transferencias neuróticas, avanzadas, estén disponibles. Esto descarta tendencias antisociales manifiestas. De aquí que cuando los rasgos edípicos diferenciados están fuertemente presentes desde el principio del tratamiento y están disponibles clases de transferencias integradas y realistas además de las caóticas, puede estar indicado el psicoanálisis. Este es particularmente el caso con personalidades infantiles con rasgos histéricos funcionando a un nivel límite.
El psicoanálisis es el tratamiento a elegir para los pacientes que sufren de personalidad histérica, obsesivo-compulsiva y depresivo-masoquista.
En resumen, el psicoanálisis es el tratamiento a escoger para los pacientes co organización neurótica de la personalidad, para personalidades narcisistas que no están funcionando en un nivel límite abierto, y para pacientes que manifiestan algunas estructuras histéricas e infantiles mezcladas.

PSICOTERAPIA DE EXPRESIÓN

Aquí entraré primero en describir en qué consiste la psicoterapia de expresión y después en exponer para qué momentos está indicada.
Kernberg nos explica que la regla general para la interpretación de Fenichel (1941) –proceder de la superficie a la profundidad- aplica ciertamente a los pacientes límite. Idealmente la clarificación de la realidad y la interpretación en profundo debería integrarse, pero a menudo eso no es posible.
En esencia, la neutralidad técnica, la interpretación de la transferencia, la exploración introspectiva del terapeuta de su contratransferencia, y la atención sobre las percepciones del paciente en la sesión, son herramientas técnicas íntimamente ligadas. Aquí es útil la distinción entre Contraidentifiación Proyectiva de León Grinberg y Contratransferencia Complementaria de Racker. La primera corresponde con lo que proyecta en nosotros el analizando y su posible “acting in” por el analista, la segunda corresponde con esos puntos ciegos propios de un análisis personal insuficiente por parte del analista. Sujetos falibles por tanto.
Kernberg (1975) explica que es necesario profundizar el nivel de interpretación rápidamente cuando el paciente comienza el “actino out”. Aunque hay un riesgo de intepretar más allá del nivel de comprensión emocional a la que el paciente ha llegado el tal punto.
Otro aspecto importante del análisis de transferencia de trastornos límite es la naturaleza tenue de la alianza terapéutica comparada con la de los pacientes neuróticos en psicoanálisis. La alianza terapéutica (Zetzel 1956, Greenson 1965) liga al analista con la parte observadora del yo del paciente, por limitada que esta sea, en la situación de tratamiento. En cuanto haya una parte suficientemente observadora del yo del paciente neurótica, la alianza terapéutica es algo ya dado y ordinariamente no requiere demasiada atención. En otros casos puede verse abrumada la capacidad observadora del yo del paciente.
En opinión de Kernberg, centrarse en el uso o naturaleza defensiva de las distorsiones de las percepciones del paciente, particularmente en sus distorsiones de las interpretaciones del terapeuta, es el mejor medio de reforzar el yo observador del paciente sin cambiar de un modelo esencialmente analítico. Por tanto, Kernberg considera que los mecanismos defensivos primitivos debilitan el yo.
El “insight” auténtico es una combinación de un entendimiento intelectual y emocional de las fuentes más profundas de las experiencias psíquicas de uno, acompañadas por un interés y un impulso por cambiar los aspectos patológicos de esas experiencias. Bion y Winnicott son la base de toda psicoterapia.
Es en especial importante mantener una actitud consistente de “abstinencia” –en el sentido de no ceder a las demandas del paciente por gratificación en la transferencia- sino, en vez de esto interpretar estas demandas completa y consistemente. La humanidad del terapeuta, su calidez e interés, saldrán naturalmente en su atención continua al paciente, en su trabajo con las dificultades del mismo en la transferencia, y en su capacidad para absorber, aunque sin reaccionar a las demandas que nacen de las necesidades primitivas sexuales, agresivas y de dependencia, del paciente.

La psicoterapia de expresión es el tratamiento a elección para la mayoría de los pacientes con organización límite de la personalidad, específicamente para aquellos con personalidad infantil, narcisista con rasgos límite abiertos, narcisista con condensación del self grandioso patológico con agresión, y para quienes presentan un trastorno mixto de personalidad narcisista y paranoide. La personalidad esquizoide, paranoide y sadomasoquista con una predominancia de autodestructividad y sin rasgos sádicos que amenacen la vida son otros tipos apropiados. Los pacientes con seria autodestructividad (intentos de suicidio, cortes y anorexia nerviosa) son apropiados para este tipo de trabajo analítico.
Las personalidades hipomaniacas y las “como si” con seudología fantástica, tienen un pronóstico menos prometedor para la psicoterapia de expresión, particularmente en los casos de seudología fantástica, a causa de la tendencia a mentir. Opina Kernberg.
Los pacientes candidatos a este tipo de psicoterapia deben estar dispuestos a abstenerse de drogas y alcohol, y de otras conductas físicamente autodestructivas. Por último, una inteligencia normal como prerrequisito para participar en la comunicación verbal altamente simbólica y abstracta que es parte de la psicoterapia de expresión.

El tratamiento debe realizarse con la mínima estructuración de las horas de sesión[3]. Si se da estructura externa, el tratamiento deberá realizarse por un equipo, de modo que la neutralidad técnica del terapeuta pueda mantenerse. En otras palabras, el terapeuta no debería intervenir directamente en la vida del paciente y cualquier intervención que se haga necesaria deberá ser responsabilidad del otro miembro (o miembros) del equipo.

PSICOTERAPIA DE APOYO.

Antecedentes: Schilder (1938), Levine (1942), Alexander y cols (1946); psicólogos del yo: Gill (1951), Knight (1952-1953).
Gedo (1964), de acuerdo con Grinker y cols (1961), recomendaba la psicoterapia de apoyo para pacientes “cuya capacidad integradora del yo es suficiente para tolerar la ansiedad generada por interpretaciones derivadas del inconsciente, cuyas relaciones objetales consisten predominantemente en transferencias cuya irracionalidad son incapaces de percibir, y cuya representación del self es la de un niño que carece de autonomía.
Una ventaja importante de la terapia de apoyo es que la frecuencia de las sesiones puede adaptarse, de dos a tres por semana (expresión) a una por semana, una cada dos semanas o incluso menos. Sin embargo, en tanto menos frecuentes sean las sesiones, más importante es evaluar el trabajo que el paciente realizó entre los horarios de tratamiento y lo que se ha aprendido entre sesiones. Lo más importante es que el terapeuta relacione en forma activa los contenidos de una sesión con otra. Ésta es una forma no interpretativa de trabajar con el mecanismo de escisión.
Contra lo que se suele pensar, la psicoterapia de apoyo requiere más destreza a la hora de aplicar los principios psicoanalíticos.
Aunque la interpretación de la transferencia dentro de la psicoterapia de expresión de los trastornos límite, no puede ser sistemática, la interpretación de las defensas primitivas en la interacción terapéutica debiera ser tan sistemática como sea posible.
Un último concepto erróneo es que mientras más enfermo el paciente, menos puede esperarse que participe activamente en la psicoterapia. Por lo tanto, casi por definición, los pacientes que están en psicoterapia de apoyo, no se debe esperar que se responsabilicen de sí mismos o que participen en el proceso de tratamiento. Este concepto erróneo fomenta la pasividad del paciente y da significado a los estancamientos del tratamiento.
La técnica básica del la psicoterapia de apoyo consiste en explorar las defensas primitivas del paciente en el aquí-y-ahora, con el objeto de ayudarlo a lograr control sobre sus efectos por medios no analíticos y propiciando una mejor adaptación a la realidad ayudando a darse cuenta de los efectos desorganizadores de estas operaciones defensivas.

Como regla general, la indicación de psicoterapia de apoyo es en aquellos pacientes en los que no procede o existen dificultades externas para una psicoterapia expresiva. Con pacientes con buena fuerza del yo, se indicaría la psicoterapia de apoyo sólo si el paciente carece de motivación o atención psicológica o carece de la capacidad o voluntad para participar en las dos o tres sesiones por semana que se requieren como mínimo para la psicoterapia de expresión.
Esta psicoterapia hay que distinguirla de la psicoterapia expresiva a corto plazo (Davanloo, 1980).
Está indicada en pacientes con un pasado de intervenciones previas no fructíferas, rasgos antisociales crónicamente graves, en graves patologías del carácter.
La mentira y la ganancia secundaria de la enfermedad son contraindicaciones para este tipo de tratamiento.

MANEJO DE CASOS[4]

Este tipo de aproximación psicoterápica se da en pacientes psicóticos y consiste en proveer los suficientes cambios para cubrir las necesidades del entorno del paciente.
…el manejo de casos es llevado a cabo por "manejadores", quienes a su turno mantienen un registro completo de las interacciones con anotaciones cada equis tiempo en el registro del caso mismo (Sullivan, 1981, p. 120)
Winnicott usó el término de manejo para describir las intervenciones directas con el ambiente que facilitaran la curación (healing) y la maduración de individuos perturbados, un uso claramente compatible con la práctica contemporánea del manejo de casos. Extractando experiencia de sus años de práctica pediátrica, su concepto del manejo reflejó la manera muy personal en que padres suficientemente buenos ayudan a sus hijos a adaptarse al gran ambiente externo. Haciendo esto, Winnicott fue más allá del foco clásico freudiano y kleiniano sobre los aspectos instintuales de la relación padres-hijos, examinando en cambio las menos dramáticas funciones regulatorias del quehacer parental cotidiano.
En este tipo de psicoterapia, el terapeuta podría llamarse más “intervencionista”, más “directivo”, incluso emplear puntualmente alguna técnica de modificación de conducta o de terapia familiar, por ejemplo paradójica. Otto Kernberg habla de delegar estas funciones en una enfermera psiquiátrica, asistente social u otros, Winnicott desempeñaba esa función él mismo, con “preocupación psicoterapéutica corriente”[5].
5. COMENTARIOS
Claro que aquí no figuran todas las variaciones a la melodía originaria de Freud, por ejemplo, podríamos hablar de las Consultas Terapéuticas, y eso puede demostrar que la intensidad de la psicoterapia no tiene porqué ir siempre unido a la eficacia del tratamiento. Aquellos que hayan leído los casos clásicos de Freud se habrán dado cuenta de que sus intervenciones son cortas en el tiempo y poco ortodoxas en el sentido moderno. Alguna, como la de Hans (Juanito) es un psicoanálisis vincular, familiar. Podríamos concluir, sin decir nada nuevo, que toda psicoterapia depende de tres factores, el analizando, el analista y el mundo externo. Como escribió el genial León Grinberg, “El psicoanálisis es cosa de dos”. 1996. Valencia. Promolibro.





[1] Ver Joan Coderch: Teoría y Técnica de la Psicoterapia Dinámica.
[2] Para recordar la organización límite de personalidad según Otto Kernberg: http://psicoletra.blogspot.com/2008/04/organizacin-lmite-de-personalidad.html
[3] Un ejemplo de estructuración sería el tomo II de “Diamantes en Bruto” de Dolores Mosquera. Ed. Pléyade.
[4] “Management de pacientes psicóticos basado en lo comunitarioContribuciones de Donald W. y Clare Winnicott”Joel Kanter. Psicomundo. Seminarios de Winnicott.
[5] “Preocupación Psicoterapeutica Primaria”Dr. Rafael Sibils Psicomundo. Seminarios.Psiquiatra PsicoterapeutaMiembro habilitante de A.U.D.E.P.P.

jueves, 3 de abril de 2008

León Grinberg. In Memoriam.

Aportes de León Grinberg al Psicoanálisis


por la Dra. Rebeca GRINBERG

Datos biográficos:

León Grinberg nació en Buenos Aires, el 23 de Febrero de 1921, en un hogar humilde de emigrantes procedentes de Safed, la ciudad de los cabalistas, perteneciente hoy a Israel y en aquel tiempo al imperio turco. Hijo de un maestro, la gran vocación de su vida fue enseñar, impartiendo los conocimientos con la mayor claridad posible para ser entendido.
Su madre,extraordinariamente intuitiva, le trasmitió ese don, que él aplicaría luego a su tarea. Así, aunando lo mejor de la herencia de sus padres dedicó su vida al Psicoanaálisis: a estudiarlo, vivirlo, ejercerlo y enseñarlo, enriqueciendo lo aprendido con su creatividad y experiencia.
Se graduó de Médico y luego de Psiquiatra en la Universidad de Buenos Aires. En las clases aburridas de medicina, se entretenía leyendo a Freud junto con su compañero David Liberman, con el que mantuvo luego una amistad que duró toda la vida. No sabían, a la sazón, que se acababa de fundar la Asociación Psicoanalítica Argentina, noticia con que les sorprendió un tercer compañero, enseñándoles el primer número de la Revista de Psicoanálisis: era Ludovico Rosenthal, traductor de los últimos tomos de las Obras Completas de Freud al castellano.De ahí en más, sus intereses se canalizaron hacia esa disciplina y las actividades en la joven institución argentina. Comenzó su análisis con Arnaldo Rascovsky y cuando éste emigró a Estados Unidos lo continuó con Marie Langer.
Su actuación en la institución fue tan eficaz que tiempo más tarde fue elegido, por tres veces consecutivas, su Presidente. Con los años, sus trabajos y publicaciones llegaron a ser tan numerosos que su prestigio, nacional e internacional, le llevaron a ser el primer psicoanalista latinoamericano que integró el Comité Ejecutivo de la IPA, primero como Secretario Asociado y luego como Vicepresidente.
Sus investigaciones clínicas y sus tareas en la difusión de las teorías de Freud, Klein y Bion hicieron de él un verdadero maestro. Como tal fue invitado a dictar clases, cursos y conferencias en diferentes países de América, Europa y Asia, y a participar activamente en los Congresos Latinoamericanos, Panamericanos e Internacionales (siendo el Director Científico del de 1995).
Entretanto había formado una familia de la que disfrutó mucho: se había casado con su novia de juventud, que luego fue su colega; tuvo dos hijos, Daniel y Alberto, hoy exitosos profesionales, que con el tiempo le dieron dos nietos que hicieron las delicias de sus últimos años.
En 1976 emigró a España, no sin antes haber participado en las reuniones y planes para la creación de APDEBA a la que sigue perteneciendo. En España entró por la “puerta grande”, precedido por su prestigio y por sus libros. Allí continuó su labor clínica y docente sin interrupción hasta fines de 1997. Fue entonces cuando, brusca y dolorosamente, tuvo que suspender la actividad que había constituído toda su vida, a causa de una cruel enfermedad.
Su ObraEl último libro de León Grinberg se titula “El Psicoanálisis es cosa de dos”. Este título resume su línea de investigación predominante: la relación analista-analizando, la transferencia-contratransferencia. Por supuesto que en su tan vasta producción este tema se diversifica en otros no menos importantes.
Nada mejor que saberlo de boca del propio autor . En su artículo “Pasado, presente y futuro de una trayectoria psicoanalítica” (Rev. de Psic. XXXI, 1-2, 1974) dice:

“... Desde el comienzo de mi experiencia profesional dediqué preferente atención al estudio de los procesos regresivos y mecanismos psicóticos de la mente. Trabajos sobre la melancolía, despersonalización, y los aspectos mágicos de la transferencia y contratransferencia, donde intervienen supersticiones, tabúes, y omnipotencia, fueron expresión de mis inquietudes en ese período... ...La despersonalización fue encarada no sólo como un estado de regresión psicótica , sino como una defensa contra las ansiedades persecutorias y depresivas relcionadas con fantasías transferenciales específicas y la reversibilidad de esos estados cuando su sentido era captado e interpretado......A partir de entonces me propuse estudiar exhaustivamente el funcionamiento de la Identificación Proyectiva en el interjuego de las fantasías transferenciales, desde sus niveles más primitivos a los más organizados... ...Simultáneamente seguí una línea de investigación paralela ocupándome de los efectos reales que se producen en el objeto por un uso particular de la Identificación Proyectiva en personalidades regresivas......Como resultado de estas investigaciones acuñé el término de Contraidentificación Proyectiva para denominar la respuesta específica del analista (a nivel emocional o de actuación) al tipo particular de Identificación Proyectiva utilizada por esos pacientes. Esta respuesta no debía ser confundida con las reacciones provenientes de actitudes emocionales propias del analista o remanentes neuróticos reactivados por los conflictos del paciente, que corresponderían a la Contratransferencia Complementaria descrita por Racker.
El concepto de Contraidentificación Proyectiva fue muy fructífero aunque también controversial....Otro tema muy controvertido en el seno de las sociedades psicoanalíticas era el tema de la culpa, lo que me llevó a ocuparme de los sentimientos de culpa y su relación con las vicisitudes de los procesos de duelo. Mi práctica clínica me había llevado a la convicción de la poderosa influencia que la culpa y los duelos mal elaborados tenían en el origen o agravamiento de las enfermedades mentales y físicas. ...Por otra parte, así como para los analistas que estaban más de acuerdo con las teorías kleinianas lo nuclear de todo conflicto neurótico correspondía a la negación de la culpa por las fantasías agresivas contra los objetos queridos, otros analistas pensaban que había que liberar a los pacientes de una culpa considerada negativa a la que se encontrarían sometidos en forma masoquista. Esta comprobación me hizo pensar que se trataba de dos clases distintas de culpa, que se confundían. Postulé por tanto, y describí dos tipos de sentimientos de culpa: la culpa persecutoria y la culpa depresiva, relacionadas con aspectos patológicos y normales de los duelos. La primera incluye las angustias de la posición esquizo-paranoide, mientras la segunda implica un grado mayor de madurez emocional, sentimientos de pena y preocupación por el objeto, nostalgia y deseos de reparación....
Investigando la evolución de los duelos pude descubrir que toda pérdida de objeto incluye también la pérdida de aspectos del propio self colocados en el objeto. En mi libro “Culpa y Depresión” desarrollé ese concepto de duelo por las partes perdidas del self, con las reacciones depresivas y persecutorias concomitantes. También descubrí la existencia de microduelos como fenómeno de la psicopatología de la vida cotidiana....Las fantasías contenidas en el proceso de duelo por las partes perdidas del propio self, resultaron estar conectadas con el problema de la identidad y el angustioso temor al cambio. ...La profundización en el tema, unido al interés de mi esposa, Rebe Grinberg, en los problemas de identidad en el análisis de niños, nos llevaron a publicar el libro “Identidad y Cambio” en el que planteamos nuestra concepción acerca de la adquisición del sentimiento de identidad como resultado de un proceso de interacción de tres vínculos: espacial (individuación: yo distinto del “otro”), temporal (mismidad a pesar de los cambios) y social (de pertenencia a un grupo)
....El encuadre analítico provee de un “continente” que sirve de contención y de límite para las proyecciones que vehiculizan “pedazos de identidad”. Los cuadros obsesivos y los esquizoides marcan los extremos de una gama de trastornos de identidad. Sin embargo, ciertas personalidades regresivas con trastornos de pensamiento, psicópatas con tendencia al acting out , intolerancia a la frustración y predominio del lenguaje de acción podían conservar su conexión con la realidad. Deduje que la explicación de esta paradoja residía en los niveles de mecanismos obsesivos que utilizaban, que denominé como control obsesivo realista a diferencia del control obsesivo omnipotente utilizado por las personalidades psicóticas y narcisistas. En los pacientes psicopáticos con marcada tendencia al acting out pude comprobar la utilización simultánea de ambos tipos de control obsesivo,omnipotente y realista, con lo cual logran no perder contacto con las partes proyectadas en el objeto....Precisamente el tema del acting out marcó un jalón importante en mi vida profesional porque fue el tema oficial del Congreso Psicoanalítico Internacional en Copenhague en 1967, donde había sido nombrado relator oficial junto con Anna Freud. Gran honor pero también gran responsabilidad la de presentar ideas distintas a las suyas, basadas en Klein, Bion e ideas propias. En síntesis; el acting out sería un “sueño” que no pudo ser soñado” sino que es actuado, ante la ausencia de objetos que representan a los originales, descargando en otros objetos las emociones no toleradas o, a veces, en el propio cuerpo del paciente.
En otras ocasiones es un sueño de características especiales el que tiende a liberar al individuo del incremento de tensión: son los que he llamado “sueños evacuativos”, (que sirven de “continente” para los “contenidos” intolerables), mientras que otros son sueños elaborativos con mayor tendencia a las identificaciones introyectivas y aparición de sentimientos depresivos y reparatorios
....Cuando fui invitado a colaborar en el número especial del 50º aniversario del International Journal of Psychoanalysis, tuve muy presente a Bion al escribir el artículo “Ideas nuevas. Conflicto y evolucion. ¿Qué es una idea nueva o teoría nueva? Es la que permite enfocar un problema determinado desde otro angulo que ofrece una perspectiva distinta. Es como contemplar lo ya conocido con ojos diferentes, descubriendo aspectos desconocidos...
...El genio, segun Bion, puede ser creativo o nihilista. De hecho es ambas cosas ya que sus contribuciones serán destructivas de ciertas leyes, convenciones, cultura o coherencia de algun grupo. El Establishment tiene que lograr una adecuada contención de la idea nueva, creativa o genial limitando su poder disruptivo y haciendola accesible a los miembros del grupo que no son geniales
....Mencioné también que los conflictos entre “conservadores” e “innovadores” no sólo se debían a divergencias ideológicas sino que estaban enraizados en conflictos emocionales. Esto lo había desarrollado en años anteriores, ocupándome de las relaciones entre analistas y sus motivaciones....Mientras escribo este artículo, me estoy interesando en el tema de la creatividad y el estudio de la personalidad psicótica y borderline. El acto creativo es el resultado de un proceso durante el cual el individuo debe pasar por estados de “desorganización” temporaria y ruptura de las estructuras establecidas, para reintegrarse luego de una manera diferente. Es posible que exista un trayecto común en el recorrido inicial de cada uno de ellos, pero al llegar a una “encrucijada” el camino se trifurca siguiendo distintas direcciones. Esta encrucijada estaría desencadenada por la ausencia o pérdida del objeto, que provoca respuestas diferentes en el individuo normal, en el creativo y el el psicótico, respectivamente.
...Mis proyectos para el futuro son los de continuar en una línea de investigación más sistemática de los complejos elementos que participan tanto de la personalidad psicótica como de la personalidad creativa existentes en todo individuo. Para ello procuraré abordar el estudio más exhaustivo de la teoría de la identificación (tarea ya iniciada en la actualidad), del contenido manifiesto de los sueños, por la riqueza de sus elementos diagnósticos y pronósticos, de la teoría de los mitos y de la naturaleza del “cambio catastrófico” en el proceso de la creatividad.”
Hasta aquí lo dicho por León Grinberg en 1974.Como resultado de su trabajo con un grupo de estudios sobre las ideas de Bion publicó, con dos de los integrantes de ese grupo, Elizabeth Tabak de Bianchedi y Darío Sor, el libro Introducción a las ideas de Bion.Cumplió sus proyectos como lo había deseado. En España siguió deasarrollando estas ideas, escribiendo numerosos trabajos sobre pacientes Borderline, aplicando las ideas de Bion, ampliadas con las propias. Al mismo tiempo dedicó atención al problema de las migraciones, publicando, en colaboración con Rebeca Grinberg, el libro Estudio psicoanalítico sobre la Migración y el Exilio. En los últimos años reunió todos los trabajos escritos en España en dos volumenes: Psicoanálisis Aplicado y El Psicoanálisis es Cosa de Dos.Segun un estudio bibliométrico realizado como Tesis de Doctorado en Psicología en la Universidad Complutense de Madrid por Irene Silva, titulada “La obra del Dr. León Grinberg y sus aportaciones al Psicoanálisis”, sus contribuciones más originales fueron: los conceptos de “contraidentificación proyectiva”, la diferencia entre culpa persecutoria y culpa depresiva, el duelo por el objeto y el duelo por el self, la clasificación de los sueños, la distinción entre mecanismos obsesivos realistas y omnipotentes, conceptualizaciones sobre la identificación, los trabajos sobre identidad, consideraciones específicas sobre las personalidades borderline, modificación de los significados del acting out, las variadas formas de elaboracion de las migraciones, además de aportaciones de menor envergadura sobre cefaleas, la negación en el comer compulsivo, sin excluir su delicioso trabajo sobre Cervantes y Freud, en colaboración con Juan Francisco Rodriguez y sus aportaciones sobre la comunicación no-verbal.El número total de sus publicaciones ha sido de 290, desde 1951 hasta el año 2000, y ha sido citado 545 veces en artículos de otros autores. Esto da una idea de la repercusión de sus ideas en el mundo psicoanalítico.Muchos de sus libros y trabajos han sido traducidos al inglés, francés, italiano, portugués, alemán,sueco y hasta japonés, con varias reediciones.

Breve Síntesis de sus Publicaciones(Como la lista completa sería muy extensa me limitaré a los libros y artículos más importantes)

1952. “Psicoanálisis de una melancolía ansiosa. Elaboración tardía de un duelo”.Rev.Psic.IX,1.1955. “Omnipotence, Magic and Depersonalization in the Transference”. Congr. Int. Ginebra.1956. “Sobre algunos poblemas de técnica psicoanalítica determinados por la identificación y contraidentificación proyectivas”. Rev. Psic.XIII, 4.1957. Psicoterapia del Grupo.Enfoque Psicoanalítico. (En colabor.). Buenos Aires. Paidos.1959. “Vicisitudes en las relaciones entre analistas y sus motivaciones”. Rev.Psic. XVI, 4.1960. El grupo psicológico en la terapéutica, la enseñanza y la investigación (En colab.). Buenos Aires. Nova.1961. “El individuo frente a su identidad”. Rev. Psic. XVIII, 4.1962. “On a specific aspect of countertransference due to the patient´s projective identification”Int. J. Psychoanal. XLIII, 6.1963. “Relations between Analysts”. Int.J. Psychoanl. XLIV.1964. Culpa y Depresion. Un estudio psicoanalítico. Buenos Aires. Paidos. 1ª edición.1964. “On two kins of guilt. There relation with normal and pathological aspects of mourning”: Int.J.Psychoanal.XLV, Congreso Internacional en Estocolmo y Cong.Latin. en Mexico.1966. “Relatioship between obssesive mechanisms and some ststes of self discturbance: depersonalization”. Int.J. Psycoanal. XLVII,2-3.1966. “Introducción a los últimos conceptos de Bion”. Congr. Latinoamer. en Montevideo.1967. “Aspectos regresivos y evolutivos de los mecanismos obsesivos: el control omnipotente y el control adaptativo”. Rev.Psic. XXIV, 3.1968. “Función del soñar y clasificación clínica de los sueños en el proceso analítico”. (En colab.). Rev. Psic.XXIV, 4.1968. Psicoanálisis en las Américas. El proceso psicoanalítico, transferencia y contratransferencia . Editor en colab. Buenos Aires. Paidos.1968. “On acting out and its role in the paychoanalytic process”. Ponencia oficial en el XXV Congr.Int. en Copenhague. 1970. “New Ideas: Conflict and Evolution”. Int.J. Psycoanal. 50,1. Special 50 Anniv.Issue.1971. Identidad y cambio. (En colab. Con Rebeca Grinberg). Buenos Aires. Kargieman. 1ª ed.1973. Introducción a las ideas de Bion. (En colab.con Darío Sor y Elizabeth T.de Bianchedi).Buenos Aires. Nueva Visión. 1ª edición.1975. “The Problem of Identity and the Psychoanalytic Process”. Int. Revue of Psych. I, 4.1975. Supervisión psicoanalítica. Teoría y Práctica. Buenos Aires. Paidos. 1ª edición.1976. La Teoría de la Identificación. Buenos Aires. Paidos. 1ª edición.1976. Psicoanálisis. Aspectos teóricos y clínicos. Buenos Aires. Alex Editora. 1ª edición.1977. Prácticas psicoanalíticas comparadas en las Neurosis, en las Psicosis, y en Niños y Adolescentes. (Editor). Buenos Aires. Paidos.1978. “The ‘razor´s edge’ on depression and mourning”. Int.J. Psychoanal. 591980. “A la recherche de la verité sur soi-même”. Rev. Franc. Psychanal. 2. 1983. “La psicosis desde el vértice de Bion”. Rev. Asoc. Esp. Neuropsiq., III, 8.1984. Psicoanálisis de la Migración y del Exilio.(En colab.con Rebeca Grinberg). Madrid. Alianza Editorial. 1ª edición.1984.”La influencia de Cervantes en el futuro creador del psicoanalisis” (En colab.con Juan Francisco Rodríguez). Congr. Int. en Madrid.1987.”Dreams and acting out”. Psychoanal. Quarterly, LVI,1.1989. “Diálogo imaginario con Freud acerca del Narcisismo”. Rev. Psic.Madrid. Nº Extraord.1989. Introduccion a la teoría Psicoanalítica. Editor. Madrid. Tecnipublicaciones.1990.The Goals of Psychoanalysis.Identification, Identity and Supervision. London. New York .Karnac Books.1991. “Countertransfrence and projective counteridentificaction in non-verbal communication”.Psychoanal. In Europe. Bulletin 36. And in Contemporary Psych., 31, 1. en 1995.1993. “As forças oscuras na obra de Thomas Mann” (col.con R.Grinberg).Porto Alegre.Brasil.1996. Psicoanálisis aplicado. Valencia. Editorial Promolibro.1996. EL Psicoanálisis es cosa de dos. Valencia. Editorial Promolibro.

miércoles, 2 de abril de 2008

La Niña de los Sueños XX

Al día siguiente ella miraba por la ventana, era un día soleado, pero no sabía si hacía frío o calor, no estaba segura de quien era, de que había hecho, practicamente no estaba segura de su continuidad existencial. Dudando, el ruido estorbaba su concentración. Mirar el jardín y a la lejanía el Pueblo le daba cierta sensación de comodidad. Recordaba con cariño su excursión clandestina, estaba con el camisón a mitad de mañana, había decidido no bajar a desayunar, intentando sortear a la Institutriz con un amago de catarro. Pícara ella. Sentada con las piernas dobladas sobre su pecho, agarrada y apoyada por el marco de la majestuosa vidriera que dejaba pasar los rayos de sol y se dejaba atravesar por su simple mirada. Una forma sublime y hermosa de entender que tenía un impedimento, bueno dos. Ella se sentía apresada, constreñida, obligada a llevar una rutina de Palacio asaz sombría. Alguien había visitado el Palacio, era el Conde de la Bahía de Ricort. Por lo que le conocía era un hombre malvado, muy limpio y aseado pero con afán muy particular por las mujeres, llegaba a ser pesado. Era una buena razón para estar enferma, sobre la marcha. Y bien, allí permaneció, replegada observando, en su mundo, suficiente. Un lugar de seguridad y protección, un espacio privado, inexpugnable, repleto de colores, donde todo era posible. De allí pudo sacar una imagen, de repente se sorprendió imaginando una cena con su padre, sus hermanos, la institutriz y el Muchacho del Mundo Aparte. Trazó una sonrisa en su imaginación, sintió un rubor muy excitante y se marcho a escribir, sin pluma ni papel. Se tumbo en la cama boca abajo, con los brazos extendidos y alejada de esa pompa y circunstancia de las estancias inferiores se aislo en el fabuloso mundo hermético de las ideas, como una vez Platón había imaginado La Caverna, ese fantástico lugar donde las cosas son sombras de la realidad. Qué es eso de la realidad, jugueteaba divertida, mientras la seda acariciaba su cara y se pensaba jugando bajo la mesa con el Muchacho, éste llevaba sus pantalones roídos y su camisa con olor a pescado, alrededor opulencia y apariencia. Una viñeta que le hizo disfrazar la nostalgia de querer lo imposible con una pizca de canela, un afrodisiaco natural que parecía estar ligado al Muchacho del Mercado.

martes, 1 de abril de 2008

Organización Límite de Personalidad


Organización Límite de Personalidad. Otto F. Kernberg.

En la clasificación psiquiátrica del DSM-IV-TR se recogen diez trastornos de personalidad en tres secciones: raros, excéntricos (esquizoide, esquizotípico y paranoide); dramáticos, inestables (límite, histriónico, narcisista y antisocial); ansiosos, temerosos (evitativo, obsesivo-compulsivo, dependiente).
Esta clasificación es descriptiva, por así decir, se basa en signos y síntomas, también en la psicobiografía, la historia personal y relacional del individuo.

Otto F. Kernberg, psiquiatra y psicoanalista de primera línea, autor de textos clínicos valiosos como Desórdenes Fronterizos y Narcisismo Patológico (1975), Paidós. La Teoría de las Relaciones Objetales y el Psicoanálisis Clínico (1976), Paidós. Trastornos Graves de Personalidad (1984), Manual Moderno. Nacido en Viena en 1928, Miembro de la American Psychiatric Association y ExPresidente de la Internacional Psychoanalytical Association.

Sus contribuciones son paralelas a las de Heinz Kohut y Donald W. Winnicott, teniendo como foco de su trabajo teórico y técnico la organización límite (borderline).
Su trabajo ha dejado una manera de leer la clínica de pacientes con trastornos del carácter francamente rica y útil. Además del análisis fenomenológico añade el “análisis estructural”. Este autor tiene una forma muy peculiar de entender la psicopatología borderline, incluye en este espectro trastornos de personalidad como el esquizoide, el paranoide y el narcisista que en el DSM estarían diferenciados. Para él existe una organización límite de base con estructuras distintivas.

Características Estructurales de la Organización Límite de la Personalidad.

· Síntomas descriptivos:

1. Ansiedad: los pacientes límite presentan ansiedad crónica, difusa y libre y flotante.
2. Neurosis polisintomáticas: fobias, síntomas obsesivo-compulsivos, síntomas de conversión, reacciones disociativas, hipocondriasis, tendencias paranoides.
3. Tendencias sexuales perversas polimorfas: pacientes que presentan una desviación sexual manifiesta dentro de la cual coexisten varias tendencias perversas.
4. Estructuras de personalidad prepsicótica “clásicas”:
a. Personalidad Paranoide.
b. Personalidad Esquizoide.
c. Personalidad Hipomaníaca y Ciclotímica.
5. Neurosis y adicciones por impulso: Formas de patología grave del carácter en las que la erupción repetitiva crónica de un impulso gratifica necesidades instintivas en una forma que es egodistónica aparte de los episodios “empujados por el impulso”, pero es egosintónica y en realidad muy agradable durante el episodio mismo.
6. Trastornos del Carácter de “menor nivel”: aquí incluye la patología grave del carácter típicamente representada por el caótico e impulsivo, en contraste con los tipos clásicos de reacción-formación de estructura del mismo y los caracteres más apacibles tipo “evitación”. Aquí incluiría la personalidad “como si” de H. Deutch y el “falso-self” de D.W.Winnicott.

· Carencia de una identidad integrada: El síndrome de difusión de identidad.

Clínicamente, la difusión de identidad se representa por un concepto pobremente integrado del sí mismo y de otros significantes. Un “trastorno del self” de Kohut y Winnicott.
Se refleja en la experiencia subjetiva de vacío crónico, autopercepciones contradictorias, conducta contradictoria que no puede integrarse en una forma emocionalmente significativa, y percepciones distorsionadas de los demás.
En la organización límite de la personalidad hay suficiente diferenciación de las representaciones del sí mismo y de las representaciones de objetos para permitir el mantenimiento de las fronteras del yo (cierta delimitación entre el self y el otro). En las estructuras psicóticas, en contraste, está presente una falta de diferenciación entre las representaciones del sí mismo y de los objetos. Las estructuras neuróticas las imágenes del sí mismo (“buenas” y “malas”) pueden integrarse en conceptos comprensivos de los demás, en la organización límite dicha integración falla, y tanto las representaciones del sí mismo como de los objetos permanecen como representaciones afectivo-cognoscitivas del sí mismo y de los otros, múltiples y contradictorias. Él infiere que se debe a una agresión grave temprana activada en estos pacientes.

· Mecanismos de defensa primitivos:

En la organización neurótica hay un empleo de la represión y otras operaciones defensivas de alto nivel. Las estructuras psicóticas y límite emplean el mecanismo de la escisión.
- Escisión: Probablemente la manifestación más clara es la división de los objetos externos en “completamente buenos” y “completamente malos”, con posibilidad concomitante de cambios completos, abruptos, repentinos y completos de todos los sentimientos y conceptos sobre una persona en particular. Los cognitivistas han detectado este proceso como “pensamiento dicotómico”, en blanco y negro. Los intentos por clarificar, confrontar e interpretar estos aspectos contradictorios del sí mismo y de las representaciones objetales, activan el mecanismo de escisión en la interacción del aquí-y-ahora y reflejan sus funciones en relación a la prueba de realidad (aumento o disminución) y la rigidez de los rasgos del carácter que “fijan” la escisión en problemas estables.
- Idealización Primitiva: Este mecanismo complica la tendencia a ver los objetos externos como totalmente buenos o totalmente malos, al aumentarse cualidad de “bondad” o “maldad”. La idealización primitiva crea imágenes no realistas, poderosas y completamente buenas; esto puede reflejarse en la interacción con el diagnóstico al tratarlo como una figura ideal, omnipotente, de quien el paciente depende en forma no realista.
- Formas tempranas de proyección, especialmente de identificación proyectiva: En contraste con los altos niveles de proyección, caracterizados por la atribución al otro por parte del paciente de un impulso que él ha reprimido en sí mismo, las formas primitivas de proyección, particularmente la identificación proyectiva, se caracterizan por 1) la tendencia a seguir experimentando el impulso que está siendo proyectado simultáneamente sobre la otra persona, 2) temor a la otra persona bajo la influencia de este impulso proyectado y 3) necesidad de controlar a la otra persona bajo la influencia de este mecanismo. La identificación proyectiva implica, por lo tanto, aspectos interpersonales, intrapsíquicos y de conducta.
- Negación: La negación en los pacientes límite se ejemplifica en forma típica con la negación de dos áreas de conciencia emocionalmente independientes; podríamos decir que la negación aquí sólo refuerza la escisión. El paciente se da cuenta que sus percepciones, pensamientos y sentimientos sobre sí mismo u otras personas, en un momento u otro, son opuestos por completo a los que él había tenido otras veces, pero su memoria no tiene relevancia emocional y no puede influir en la forma que siente ahora.
- Omnipotencia y devaluación: Tanto la omnipotencia como la devaluación son derivaciones de operaciones de escisión que afectan las representaciones del sí mismo y de los objetos y se representan en forma típica por la activación de estados del yo que reflejan un sí mismo grandioso, en relación con una representación de los demás despreciada y emocionalmente degradante. Las personalidades narcisistas, un subgrupo especial de organización límite de la personalidad, presentan estas operaciones defensivas en forma impactante.

· Pruebas de realidad.

La prueba de realidad se define por la capacidad de diferenciar el sí-mismo del no-sí-mismo, lo intrapsíquico de los orígenes externos de la percepción y estímulos, y la capacidad para evaluar de manera realista el contenido de nuestro propio afecto, conducta y pensamiento en términos de las normas sociales ordinarias.

· Manifestaciones no específicas de debilitación del yo.

Las manifestaciones “no específicas” de debilitación del yo incluyen la ausencia de tolerancia a la ansiedad, de control de los impulsos y de canales de sublimación desarrollados. Estas han de diferenciarse de los aspectos “específicos” de debilidad del yo: las consecuencias debilitantes del yo por la predominancia de mecanismos defensivos primitivos. La tolerancia a la ansiedad se refiere al grado al que el paciente puede tolerar una carga de tensión mayor de la que en forma habitual experimenta sin desarrollar síntomas aumentados o conducta generalmente regresiva; el control de impulsos se refiere al grado al que el paciente puede experimentar fuertes deseos instintivos o emociones fuertes sin tener que actuar sobre ellas de inmediato contra su mejor juicio e interés: la efectividad sublimatoria se refiere al grado al que al paciente puede comprometerse con valores que van más allá de sus propio interés inmediato o más allá de la autopreservación.

· Falta de integración del superyó.

Un superyó relativamente bien integrado aunque muy severo, caracteriza los tipos neuróticos de organización de la personalidad. Las organizaciones límite y psicótica reflejan deterioro en la integración del superyó y se caracterizan por precursores no integrados del mismo, particularmente representaciones primitivas de los objetos, sádicas e idealizadas. La integración del superyó puede evaluarse al estudiar el grado al que el paciente se identifica con valores éticos y tiene a la culpa normal como un regulador principal. Las regulaciones de la autoestima mediante sentimientos de culpa muy graves o los vaivenes depresivos del humor, representan una integración patológica del superyó en contraste con las funciones autocríticas moduladas y específicamente centradas del individuo normal, en términos de valores éticos.
La calidad de las relaciones objetales y del funcionamiento del superyó son probablemente los dos criterios pronósticos más importantes que se desprenden de un análisis estructural.