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Paz y Ciencia

sábado, 27 de agosto de 2022

ESCISIÓN. TLP/BORDERLINE

 


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ESCISIÓN

La escisión (splitting) es considerada el mecanismo más primitivo existente, puesto que se pone en marcha en los primeros momentos de vida del infante humano. En estos momentos iniciales, el niño necesita separar radicalmente lo gratificante de lo frustrante para ir organizando su mundo psíquico; si no lo hace así, caerá en una situación confusional y no podrá defenderse del peligro puesto que no sabrá de dónde procede. Es una estrategia defensiva básica el ser capaz de situar con exactitud lo bueno y lo malo, lo peligroso y lo inofensivo, lo placentero y lo displacentero. De esta forma sabremos qué hacer en cada momento, de dónde viene el peligro y nos podremos preparar para ello.

Desde una perspectiva cognitiva, A. Beck (1990) y M. Linehan (1993) se refieren a la escisión como pensamiento dicotómico o pensamiento del “todo o nada”, considerándola una de las distorsiones cognitivas más frecuentes del TLP. En este sentido, el pensamiento dicotómico tiende a ver la realidad en términos de categorías mutuamente excluyentes y no en un continuo. Dicho de una forma práctica: para un paciente TLP la realidad se distribuye en blanco y negro, buenos y malos, conmigo o contra mí, todo está escindido, distribuido en dos grupos extremos sin que haya zonas intermedias. De esta forma una persona puede ser amada u odiada, pero es inconcebible que pueda ser ambas cosas, no es posible que las personas tengamos aspectos amables y bruscos, no es posible que te quiera alguien que antes te ha echado una bronca...

De esta forma la evaluación de las situaciones según términos extremos lleva a respuestas emocionales y acciones también extremas, a cambios abruptos entre estados de ánimo opuestos permitiéndoles obviar información que no pueden tolerar. En este aspecto, el pensamiento típico del sujeto límite se expresaría de la siguiente forma:

“Algunas personas son buenas y todo respecto a ellas es perfecto. Otras personas son profundamente malas y deberían ser severamente culpadas y castigadas por ello” (Mason & Kreger, 1998, p. 55).

Pero la escisión, pensamiento dicotómico o del “todo o nada”, puede manifestarse en otras conductas perfectamente reconocibles en personalidades límite:

  • Con su dificultad de integrar los aspectos placenteros y displacenteros de la persona significativa, el color del sentimiento que tenga hacia él/ella vendrá dada por la última interacción que hayan tenido: si lo último que ha hecho con su pareja fue discutir, ésta (su pareja) será un ser absolutamente despreciable (y remarcamos absolutamente porque sus afirmaciones son tajantes, sin dejar resquicios, totalitarias).
  • Cuando hay un problema sólo hay una solución y, además, ésta es inmutable. No es fácil que estas personas puedan tener diferentes puntos de vista al mismo tiempo (aunque, como veremos, la inconstancia en su vida, ideas y opiniones es otra característica crucial).
  • Los esfuerzos suelen ser de tipo extremo: no son capaces de dedicar un espacio de tiempo a cada una de las tareas o cosas que tienen entre manos, sino que acometen una abandonando por completo las demás. Si están leyendo un libro, no hacen otra cosa hasta que lo acaban, o hasta que se cruza otra tarea y dejan inacabada la anterior (que suele ser lo más frecuente).
  • El sadismo y el masoquismo, tan frecuentes en estas personas, son reflejo también de aspectos escindidos del Yo.
  • Tienen la necesidad de que la naturaleza de las relaciones que mantienen con otras personas esté extraordinariamente bien definida: o es amiga/o de otra persona, o es su amante, o su compañero/a... pero no varias cosas a la vez.
  • Es un mecanismo de defensa que les ayuda a llevar mejor (temporalmente y a corto plazo) una situación que en ese momento es intolerable para ellos. Sin embargo es un tipo de pensamiento variable, que no está presente en todo momento, poniéndose en marcha sobre todo en situaciones de activación emocional.
  • Pero esa dicotomización no está sólo dirigida hacia el mundo exterior y hacia los demás, sino que estas personas también muestran visiones contradictorias coexistentes e imágenes de sí mismas que alternan de día en día o de hora en hora: por la mañana puede sentirse la reina del Universo, por la tarde la mujer más desgraciada y más sola, todo en función de que obtenga lo que necesita de los otros ya que su identidad se fundamenta en su relación con las personas significativas.
La escisión se produciría entre áreas o parcelas psíquicas, lo que impediría que coexistan opciones diferentes y es que “dividir el mundo en bueno y malo lo hace más fácil de entender” (Mason & Kreger, 1998, p. 57).


viernes, 26 de agosto de 2022

ESTELAS PIZARNIK

 


Cenizas

La noche se astilló de estrellas
mirándome alucinada
el aire arroja odio
embellecido su rostro
con música.

Pronto nos iremos

Arcano sueño
antepasado de mi sonrisa
el mundo está demacrado
y hay candado pero no llaves
y hay pavor pero no lágrimas.

¿Qué haré conmigo?

Porque a Ti te debo lo que soy

Pero no tengo mañana

Porque a Ti te…

La noche sufre.

Cuarto solo

Si te atreves a sorprender
la verdad de esta vieja pared;
y sus fisuras, desgarraduras,
formando rostros, esfinges,
manos, clepsidras,
seguramente vendrá
una presencia para tu sed,
probablemente partirá
esta ausencia que te bebe.

Despedida

Mata su luz un fuego abandonado.
Sube su canto un pájaro enamorado.
Tantas criaturas ávidas en mi silencio
y esta pequeña lluvia que me acompaña.

Exilio

A Raúl Gustavo Aguirre

Esta manía de saberme ángel,
sin edad,
sin muerte en qué vivirme,
sin piedad por mi nombre
ni por mis huesos que lloran vagando.

¿Y quién no tiene un amor?
¿Y quién no goza entre amapolas?
¿Y quién no posee un fuego, una muerte,
un miedo, algo horrible,
aunque fuere con plumas,
aunque fuere con sonrisas?

Siniestro delirio amar a una sombra.
La sombra no muere.
Y mi amor
sólo abraza a lo que fluye
como lava del infierno:
una logia callada,
fantasmas en dulce erección.

sacerdotes de espuma,
y sobre todo ángeles,
ángeles bellos como cuchillos
que se elevan en la noche
y devastan la esperanza.

Hija del viento

Han venido.
Invaden la sangre.
Huelen a plumas,
a carencias,
a llanto.
Pero tú alimentas al miedo
y a la soledad
como a dos animales pequeños
perdidos en el desierto.

Han venido
a incendiar la edad del sueño.
Un adiós es tu vida.
Pero tú te abrazas
como la serpiente loca de movimiento
que sólo se halla a sí misma
porque no hay nadie.

Tú lloras debajo del llanto,
tú abres el cofre de tus deseos
y eres más rica que la noche.

Pero hace tanta soledad
que las palabras se suicidan.

martes, 23 de agosto de 2022

CARL ROGERS

 


Carl Rogers: Teoría Humanista

A continuación, vamos a hacer un análisis detallado de la teoría propuesta por el psicólogo estadounidense.

La teoría de Rogers puede ser definida como clínica puesto que está basada en años de experiencia con pacientes. Rogers comparte esta característica con Freud, por ejemplo, además de ser una teoría particularmente rica y madura (bien pensada) y lógicamente construida, con una aplicación amplia.

Sin embargo, no tiene nada que ver con Freud en el hecho de que  Además, tampoco tiene que ver con Freud en que la teoría de Rogers es en principio simple.

En este sentido, el principio no es solo simple, sino incluso elegante.

En toda su extensión, la teoría de Rogers está construida a partir de una sola "fuerza de vida" que llama la tendencia actualizante. Esto puede definirse como una motivación innata presente en toda forma de vida dirigida a desarrollar sus potenciales hasta el mayor límite posible. No estamos hablando aquí solamente de supervivencia: Rogers entendía que todas las criaturas persiguen hacer lo mejor de su existencia, y si fallan en su propósito, no será por falta de deseo.

Teoría de la personalidad de Carl Rogers

Rogers resume en esta gran única necesidad o motivo, todos los otros motivos que los demás teóricos mencionan. Nos pregunta, ¿por qué necesitamos agua, comida y aire?; ¿por qué buscamos amor, seguridad y un sentido de la competencia? ¿por qué, de hecho, buscamos descubrir nuevos medicamentos, inventar nuevas fuentes de energía o hacer nuevas obras artísticas?

Rogers responde: porque es propio de nuestra naturaleza como seres vivos hacer lo mejor que podamos.

Es importante en este punto tener en cuenta que a diferencia de cómo Abraham Maslow usa el término, Rogers aplica la fuerza de vida o tendencia actualizante a todas las criaturas vivientes. De hecho, algunos de sus ejemplos más tempranos ¡incluyen algas y hongos!

Pensemos detenidamente: ¿No nos sorprende ver cómo las enredaderas se buscan la vida para meterse entre las piedras, rompiendo todo a su paso; o cómo sobreviven los animales en el desierto o en el gélido polo norte, o cómo crece la hierba entre las piedras que pisamos?

sábado, 20 de agosto de 2022

A LOS PIES DEL MAESTRO

 


INSTAGRAM: @psicoletrazaragoza

Rodrigo Córdoba. www.rcordobasanz.es

En medio del fragor de la lucha,
están aquellos que esperan la Palabra del Maestro.
Atentos a la Luz Oculta, escuchando para captar su enseñanza.
Por encima de la ruidosa voz del mundo, escuchan su más leve susurro.
A través del inquieto movimiento de la multitud,
reconocen su más sutil gesto.

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El Maestro espiritual Jiddu Krishnamurti escribió A Los Pies del Maestro con sólo 15 años. En él relató todo aquello que sus propios maestros le transmitieron. Dijo que si había sido útil para él, debía serlo también para los demás.

Lo que más me impactó cuando lo leí por primera vez fue la claridad y sencillez con la que exponía uno tras otro los puntos clave y los requisitos indispensables para avanzar en el camino del autoconocimiento. Utiliza un tipo de lenguaje y expresión cercano a otros maestros como Omraam Mikhaël AïvanhovGeorge Gurdieff Siddharta Gautama.

Me atrevo a decir que es lectura imprescindible para cualquier persona con inquietud por crecer y evolucionar: Discernimiento, ausencia de deseos, conducta recta y amor son las cualidades que Krishnamurti expone y explora en su obra:

Resulta difícil para alguien como yo poder resumir con exactitud las palabras de alguien del calibre de Jiddu Krishnamurti, así que en lugar de hacerlo citaré algunas partes del libro y os animo encarecidamente a que lo leáis en cuanto consideréis que es el momento.

Es importante que cada uno haga su propia lectura y aborde aquello de acuerdo con el momento que este viviendo y cómo se sienta. Pues Krishnamurti expone ampliamente los temas que resumimos en el post.

El discernimiento es descrito por el Maestro como la facultad entre distinguir entre lo real y lo irreal, facultad que ayuda a entrar en el sendero:

Sólo dos clases de seres existen en el mundo: los que saben y los que no saben, y ese conocimiento es el que de verdad importa. La religión que un hombre práctica no es importante, así como la raza o nación a la que pertenece, lo único que verdaderamente cuenta es este conocimiento.

En verdad no tendría que ser difícil la elección entre lo recto y lo equivocado, ya que los que han decidido seguir al Maestro han tomado la resolución de obrar bien con todas sus consecuencias.

El hombre y el cuerpo son dos cosas distintas, y a menudo lo que el hombre quiere no siempre es lo que el cuerpo desea.

No mezcles tus cuerpos -mental, emocional y físico- (EGO) con tu Yo (ALMA). Cada uno de éstos tratará de ser el «yo», con el propósito de hacer lo que desea, pero tienes que conocerlos a ellos, y aceptarte a ti como su dueño.

Estudia en profundidad las leyes de la naturaleza y, cuando las hayas comprendido, pon tu vida acorde a ellas, utilizando siempre la razón y el buen sentido.

Deberás discernir entre lo verdadero y lo falso; tendrás que aprender a ser veraz en todo, tanto en el pensamiento, como en la palabra y la acción.

La ausencia de deseos es dificultosa por la identificación que solemos tomar con ellos, entendiéndolos como si fuéramos nosotros en sí mismos.

Hasta donde hemos llegado, todo es fácil y sólo es preciso que lo comprendas. Hay, sin embargo, muchos que dejan sus logros terrenales sólo con el propósito de conseguir el cielo. Tú no debes incurrir en tal error. Si ya has olvidado el yo personal, no podrás ya preocuparte de cuándo se liberará ese yo, ni qué tipo de cielo obtendrá.

No olvides que todo deseo egoísta esclaviza, por elevado que pueda parecer su objetivo.

Cuando prestes ayuda a alguien, querrás comprobar cuánto le has ayudado. Es posible que también quieras que él así lo reconozca y te guarde agradecimiento. Sin embargo esto todavía es deseo, además de falta de confianza. (…) Por consiguiente, deberás practicar el bien por amor al mismo y nunca con la esperanza de ser recompensado.

Cuídate también de algunos pequeños deseos frecuentes de la vida diaria. Jamás quieras brillar ni parecer inteligente.

No quieras hablar. Es bueno hablar poco; pero es aún mejor permanecer en silencio salvo que estés completamente seguro de que lo que dirás es verdadero, bueno y útil.

Una relación de las cualidades necesarias serían estas: saber, osar, querer, callar, y la última de estas cuatro es la más difícil de todas.

Krishnamurti nos detalla también seis reglas de conducta indispensables:

1. Dominio de sí mismo respecto a la mente.

2. Dominio de sí mismo respecto a la acción.

3. Tolerancia

4. Alegría

5. Aspiración única

6. Confianza

La última cualidad que el Maestro nos expone es el Amor, cualidad que entiende cómo imprescindible para adquirir todas las demás:

Es frecuente que el Amor se manifieste como un poderoso deseo de liberarse de la rueda de nacimientos y muertes para llegar a la unión con Dios. (…)

No se trata tanto de deseo como de VOLUNTAD, decisión, propósito.(…)

En la vida diaria, esto significa dos cosas: en primer término, que debes ser cuidadoso para no herir a ningún ser viviente, y, en segundo lugar, que estés siempre pendiente de cualquier ocasión para prestar ayuda. 

 En primer lugar, no herir de ninguna manera. Son los tres pecados que causan más daño en el mundo: murmuración, la crueldad y la superstición, puesto que constituyen pecados contra el Amor.


Nunca deberás incurrir en estos tres grandes crímenes, que son la rémora de todo progreso, puesto que son pecados contra el Amor. Pero no sólo debes abstenerte de obrar el mal. Igualmente, deberás ser activo para practicar el bien.


En tal medida, tendrás que estar lleno del intenso propósito de servicio, que deberás estar atento para prestarlo a tu alrededor, y no sólo a los hombres, sino también de los animales y plantas.


La Sabiduría te capacita para ayudar, la Voluntad que dirige la sabiduría, el Amor que inspira la voluntad. Éstas son las cualidades que debes obtener.


Doy gracias a los Maestros que han trabajado y trabajan para que el mundo se convierta algún día en lo que debe ser.

Bibliografía utilizada: J.Krishnamurti, A los pies del maestro, EDAF 1993.
Más información: Web Oficial de la Fundación Krishnamurti LatinoamericanaKrishnamurti en EspañolJ.Krishnamurti Online
Tienda online: El Jardín del Libro



 

 

 

viernes, 19 de agosto de 2022

CÁNCER / SALUD MENTAL

 



Ante la enfermedad de un ser querido, es común que los padres y otros adultos del entorno cercano se planteen muchas dudas y preguntas sobre cómo comunicarse con los niños, qué tipo de información darles y de qué manera

No hay una respuesta única a estas cuestiones ni una pauta que sea útil para todos, pero sí se pueden tener en cuenta algunas orientaciones generales que pueden servir para acompañarlos de la mejor forma posible. Los más pequeños, aunque no se les cuente lo que sucede, perciben los cambios en casa y la preocupación de sus progenitores. Pueden notar que están más nerviosos, tristes e irritables. A veces, no se les habla de la enfermedad de un ser querido con la intención de protegerles de la situación y evitarles sufrimiento. Pero sucede lo contrario: la falta de comunicación genera más sentimientos de soledad y aislamiento, el niño, incluso, puede llegar a pensar que la situación es más grave de lo que realmente es.

Recomendaciones para una buena comunicación

  • Es importante establecer una comunicación abierta desde el principio y durante todo el proceso. Es mejor ir informando progresivamente ya que, explicar todo de golpe puede ser demasiado impactante. Así también se les da tiempo a comprender e integrar toda la información y los cambios que se vayan produciendo.
  • Las noticias importantes deben darlas los progenitores, siempre y cuando se sientan capaces de controlar su propia angustia. No pasa nada por llorar delante de los hijos, al contrario, es una manera de compartir las emociones y mostrarse como modelos de expresión emocional. Pero sí es aconsejable evitar mostrar excesiva angustia, desbordamiento o afectación, porque se podrían asustar. 
  • Informar con calma y tiempo, sin prisas y en un lugar tranquilo y familiar para el menor.
  • Tratar de contestar siempre a sus cuestiones. Cuando los más pequeños preguntan lo hacen por interés, para aprender. Responder a lo que necesitan saber es la mejor manera de saber hasta qué detalles de la situación es necesario contarles. 
  • Responder con sinceridad y, si no tenemos respuesta, explicar al menor que no lo sabemos.
  • Preguntar si tienen dudas y si quieren hablar del tema.
  • Hay que tener en cuenta que cada persona, por pocos años que tenga, es diferente y tiene inquietudes distintas. Por ello, la comunicación siempre se adaptará a sus necesidades y será adecuada a su edad, capacidad y nivel de comprensión. 
  • Mantener una escucha atenta para entender qué quieren saber, sin adelantar información en exceso ni forzarlos si no están preparados.
  • Ofrecer información clara, sencilla y concreta a niños de corta edad y más detallada a los de edad más avanzada y a adolescentes.
  • Encontrar nuestra manera de comunicarnos, con naturalidad y con nuestras palabras. 
  • No mentir nunca para establecer una relación de confianza. No es necesario dar detalles si el menor no los pide.  
  • Respetar el ritmo de cada niño, dar tiempo e ir hablando cuando estén preparados y receptivos.
  • Permitir que expresen cómo se sienten y aceptar sus reacciones, sean de tristeza, enfado o rabia, cada niño o adolescente actúa según sus propias capacidades y maneras de afrontar la adversidad. Los adultos debemos acompañarlos y comprenderlos.
  • Ayudarlos a poner palabras a lo que sienten. Sobre todo con los más pequeños, que todavía no tienen recursos para identificar y comprender qué les sucede.

Recomendaciones de apoyo

Para facilitar la adaptación, se les puede ofrecer la oportunidad de visitar al familiar si está ingresado o de acompañarle a casa o incluso al hospital de día para que vea dónde recibe los tratamientos. Pero nunca forzar ni obligar a visitar o acudir al hospital si el menor no quiere. Si no desea ir, se le puede dar la opción de hacerles un dibujo, una carta o un vídeo para entregárselo al familiar enfermo de su parte

Si el ser querido está en el domicilio, es positivo permitir que el menor participe en los cuidados y rutinas diarias. Por ejemplo, si la persona enferma necesita descansar, se puede recurrir a los hijos para que le acerquen algo que necesite o le hagan compañía. De esta manera hacemos que se sientan útiles y valorados

Mantener las normas y límites de casa. Los niños siguen necesitando unas pautas que les contengan.

Intentar mantener la normalidad dentro de lo posible, favoreciendo que siga sus rutinas y sus actividades diarias

Por último, siempre que se necesite orientación o apoyo se puede solicitar atención psicológica. Es importante buscar soporte profesional en caso de dificultades de adaptación, ya sea porque el menor esté excesivamente triste, ansioso, presente problemas para dormir o para mantener el rendimiento escolar o cualquier otro síntoma que nos parezca preocupante, bien por su intensidad o por su duración en el tiempo.


 . ..mpo. 

Byung-Chul Han. Comunicación vacía y compulsiva

 


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Rodrigo Córdoba Sanz

La sociedad de la transparencia es un infierno de lo igual.

Con frecuencia un menos de saber e información produce un másLa negatividad de dejar y olvidar tiene no pocas veces un efecto productivo. La sociedad de la transparencia no permite lagunas de información ni de visión.

Transparencia y verdad no son idénticas.

En la sociedad expuesta, cada sujeto es su propio objeto de publicidad. Todo se mide en su valor de exposición. La sociedad expuesta es una sociedad pornográfica.

El imperativo de la transparencia hace sospechoso todo lo que no se somete a la visibilidad. En eso consiste su violencia.

El capitalismo agudiza el proceso pornográfico de la sociedad en cuanto lo expone todo como mercancía y lo entrega a la hipervisibilidad. Se aspira a maximizar el valor de exposición. El capitalismo no conoce ningún otro uso de la sexualidad.

Lo erótico presupone, además, la negatividad del misterio de la reconditez. No hay ninguna erótica de la transparencia. Precisamente allí donde desaparece el misterio a favor de la total exposición y del pleno desnudamiento comienza la pornografía. La dibuja una penetrante e incisiva positividad.

La sociedad de la transparencia elimina todos los rituales y ceremonias, en cuanto que estos no pueden hacerse operacionales, porque son un impedimento para la acelaración de los ciclos de la información, la comunicación y la producción.

La coacción de la transparencia destruye el aroma de las cosas, el aroma del tiempo. La transparencia no desprende aroma. La comunicación transparente, que no admite nada no definido, es obscena.

jueves, 18 de agosto de 2022

CHÖGYAN TRUNGPA RINPOCHE



El venerable Chögyam Trungpa nació en 1939 en el Tíbet oriental. A los 13 meses de edad fue reconocido como un eminente tulku o maestro realizado encarnado en la tierra. Fue el undécimo maestro del linaje de los tulku Trungpa. Una vez reconocido, inició un intenso período (casi 18 años) de aprendizaje teórico y práctico de las enseñanzas budistas. Su formación consistió en la práctica sistemática de la meditación junto a la adquisición de un conocimiento teórico profundo de la filosofía budista. También se formó en otras disciplinas como la pintura, la caligrafía y la danza. A los 8 años fue ordenado como monje novicio y más tarde fue abad supremo de los monasterios Surmang [...]

 

A los 18 años Chögyam Trungpa recibió el título de Doctor en Teología y Maestro de Estudios.

En 1959 Trungpa abandonó el Tíbet, huyendo de la invasión de los comunistas chinos, y atravesó el Himalaya durante un largo período. En ese viaje escribió una síntesis de la historia espiritual de Shambhala que, desafortunadamente, se perdió durante el accidentado trayecto. Sin embargo, años más tarde escribió una de sus obras más intersantes y fructíferas: Shambhala, la senda del guerrero. Llegó por fin a la India, donde el Dalai Lama lo nombró consejero espiritual del Young Lamas House School, en Dalhousie, India. Más tarde recibió una beca de la Fundación Spaulding para estudiar en la Universidad de Oxford, donde se licenció en Religiones Comparadas, Filosofía, Bellas Artes y también en Ikebana, el arte floral japonés. Al finalizar su larga estancia en Oxford, Trungpa Rinpoche (título honorífico que significa “valioso” o “precioso”) hizo un largo retiro solitario en el Bután, al este de la India, retiro que marcó un fuerte cambio en su estilo pedagógico.

Al regresar a Inglaterra, decidió vestir como un occidental y se casó con una joven inglesa. Juntos dejaron Gran Bretaña y se instalaron en Norteamérica en 1969. Trungpa estaba convencido de que transmitir la filosofía budista en Occidente sólo podía hacerse sin las connotaciones y adornos culturales-religiosos propios del Tíbet. Durante la década de los setenta, Trungpa Rinpoche criticó la actitud materialista y comercial que reinaba en Occidente sobre la espiritualidad, caracterizándola de “supermercado espiritual” cuando escribió su gran obra Más allá del materialismo espiritual, mostrando cómo trascender estas distorsiones mediante la sencillez, la naturalidad y la meditación. Pronto dio cientos de conferencias y seminarios sobre las enseñanzas budistas, en un inglés fluido y perfecto, tanto en América como en Europa. En 1976 creó el aprendizaje Shambhala, conocido internacionalmente, que se basa en aprender a meditar en un contexto no religioso.[...]

domingo, 14 de agosto de 2022

KRISHNAMURTI 🦉

 



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Solo sabe amar el que es capaz de morir a sí mismo. Eso es la bondad.


El miedo acaba con el amor.


El amor no puede ser buscado ni puede ser encontrado. Solo se da cuando nos liberamos del miedo.


Si queremos liberarnos del miedo debemos saber la causa del miedo.


El egoísmo es la raíz del miedo.


Solo sabe amar el que es capaz de morir a sí mismo. Eso es la bondad.


El que llora por sí mismo no puede amar. Llorar porque ha dejado de ser poderoso, quejarse de su suerte, de su entorno. Siempre usted llorando. Si comprende esto, que significa ponerse en contacto directo con ello, de la misma manera que tocaría un árbol, una columna o una mano, entonces verá que el sufrimiento es autocreado; el sufrimiento es creado por el pensamiento, cuando nos pensamos divididos de los demás.


Cuando la mente se ocupa solo de sí misma, de sus propias ambiciones, su codicia, sus temores, sus sentimientos de culpabilidad, su sufrimiento, carece de la capacidad de amar. Hay personas que mantienen aun así relaciones en las que dan y reciben muy poco. Es más fácil sentirse "bondadoso" en este tipo de relaciones que no requieren pasión, que no nos enfrentan a sacrificar el "yo". Pero en ellas siempre echan en falta la pasión, sin saber muy bien de qué hablan. Echan en falta encontrar a un otro bondadoso, un otro que no establezca límites entre sí y el otro, desean obtener esto de su pareja, pero ellos no saben ni quieren darlo. Porque, en realidad, tienen una mente dividida en sí misma: "lo mío" separado de "lo tuyo". Cuando la mente vive dividida solo hay sufrimiento. Siempre hay un sentimiento de pérdida, de neurosis, de falta, de poder obtener algo más, de insatisfacción, de que lo que se tiene no responde a las expectativas. Una mente que no es bondadosa, que está basada en la división, sufre y es incapaz de amar.


El amor no es placer, nada tienen que ver con él, porque el placer divide, la búsqueda del placer se basa en el miedo, es egoísta y nos separa del otro. En el amor no hay separación, no hay "yo" ni "otro", solo una llama sin humo.


El amor no conlleva un por qué, "Te amo por…". Si tiene una causa ya no es amor. El amor no reside es esperar obtener algo de alguien, sino en darlo.


El amor es morir a sí mismo, sacrificar todo lo que "uno" es, deprenderse de todas las imágenes de deseo que crea el pensamiento, de la dependencia al placer, de la búsqueda. Donde hay búsqueda ya no hay amor.


La vida solo es posible con amor, solo es posible muriendo a cada instante, solo es posible cuando uno elimina todas las dependencias o apegos, a la religión, a la ideología, a la familia, al matrimonio, al grupo de amistades, al entorno… Solo con el abandono total de uno mismo, puede tener lugar el amor. Porque el amor no es uno, ni es el otro. En el amor no hay división.


El amor es con-pasión y tiene su propia inteligencia, que nada tiene que ver con la racional. Solo puede surgir cuando un se despoja del resto de inteligencias. Cuando eliminamos la división. Cuando yo soy uno contigo y con todo. Nadie me hace perder, nadie me resta, nadie me quita, porque yo y tú y todo es lo mismo.

El amor y la muerte marchan juntos. El amor solo puede sentirse cuando se da esta energía de tremenda libertad que representa la muerte, el desapego a todo lo que ha creado la mente, a todos los deseos de nuestro pensamiento.

El amor es pasión. Esa increíble energía es la pasión. Un hombre que desconoce lo que es pasión , jamás conocerá el amor, pero no pasión como lujuria, deseo o placer sino la pasión que conlleva el abandono total de uno mismo.

J. krishnamurti

ALEJANDRA...

 


Alejandra Pizarnik revisitada por Luis Benítez

Uno de mis amigos de mayor edad tuvo con ella una relación sentimental: la describe como adorable, extraordinaria e insoportable. Había que turnarse para lograr que se durmiera en el departamento de la calle Charcas, en Buenos Aires, siempre aterrorizada por la posibilidad de que su madre viniera a invadir su espacio. Había que estar atento al teléfono aguardando la repetida noticia: "Alejandra se suicidó" de vuelta, hasta que un día de 1972 la casi rutinaria advertencia se volvió realidad. La conocí en el bar de la Sociedad Argentina de Escritores, ese mismo año. Fue la única vez que la vi: medía un metro y medio y no dejaba de hacer citas literarias hasta el hartazgo. Cuando murió, empezó a ser canonizada lentamente y hoy es una leyenda explotada hasta el límite: todos la trataron, todos fueron sus amigos íntimos, todos tienen la clave de su poesía. Era una poeta auténtica y le tocó la suerte que se puede esperar cuando el talento es ”reconocido”: la incorporación al panteón, previa desfiguración ritual. 


La hija del “cuentenik” de Avellaneda

Fernando es hoy un hombre que pasó de la madurez. Hace más de veinticinco años podía tomar vodka toda la noche, en su departamento del barrio de Congreso, en el centro de Buenos Aires. Tiene todavía un don, Fernando: puede uno instalarse frente a él, sintonizarlo, y escuchar por vía directa la verdad respecto de cómo era la vida literaria cuando tenía 30 años y frecuentaba a Alejandra Pizarnik.

Explicaba Fernando hace más de dos décadas, a las dos de la mañana, que su relación con Alejandra era bastante difícil. Para empezar, la Pizarnik era alguien imprevisible y muy escurridizo.

Alejandra era la hija menor de un cuentenik de Avellaneda, una ciudad pegada a la de Buenos Aires hasta el punto de parecer su misma continuación.

Esta palabra cuentenik, en yiddish, designaba a uno que vendía mercancía de puerta en puerta, en varias cuotas. Hoy ese oficio ha desaparecido, gracias a que nadie le abre la puerta a nadie en Avellaneda ni en ninguna otra parte, pero en los ´30 y en Avellaneda, eso era algo habitual. El señor Pizarnik había emigrado de la URSS buscando barrios mejores y en el exilio, lo mejor era encontrar un sitio donde la colectividad judía no fuera demasiado ultrajada.

Explicaba Fernando hace más de dos décadas, a las dos de la mañana, que su relación con Alejandra era bastante difícil. Para empezar, la Pizarnik era alguien imprevisible y muy escurridizo.

Alejandra era la hija menor de un cuentenik de Avellaneda, una ciudad pegada a la de Buenos Aires hasta el punto de parecer su misma continuación.

Esta palabra cuentenik, en yiddish, designaba a uno que vendía mercancía de puerta en puerta, en varias cuotas. Hoy ese oficio ha desaparecido, gracias a que nadie le abre la puerta a nadie en Avellaneda ni en ninguna otra parte, pero en los ´30 y en Avellaneda, eso era algo habitual. El señor Pizarnik había emigrado de la URSS buscando barrios mejores y en el exilio, lo mejor era encontrar un sitio donde la colectividad judía no fuera demasiado ultrajada.

Esa Avellaneda, donde la colectividad era lo suficientemente abundante y poderosa como para no ser molestada por las fuerzas en movimiento en el resto del mundo, era el sitio adecuado. El señor Pizarnik se estableció allí e incluso prosperó: vendiendo puerta a puerta ropa barata y manteles de ocasión, alcanzó a establecerse y hasta a comprar un departamento en la calle Lambaré, a una cuadra de la avenida Mitre, donde nació su primera hija, Miriam, que sigue casi tan pelirroja como entonces y tiene 75 años y vive en Buenos Aires. Curiosamente, apunto, la casa de Alejandra Pizarnik distaba pocas cuadras de la de la infancia de otro bienaventurado de la poesía argentina, Néstor Perlongher, hijo de un taxista de Avellaneda.

La esposa del señor Pizarnik, mientras él era tan querido y afable, demostraba un carácter hostil en general: para la época en que nació su segunda hija, Flora Alejandra, todo el barrio le temía -más o menos- hasta que la relación de esposo bien recibido/señora terrible explotó. La mujer comenzó a exacerbar su batalla contra el entorno y especialmente contra sus vecinos inmediatos, los del mismo edificio, a quienes acusó de robarles el agua a ella y a su familia, mientras unas irregularidades en el suministro del líquido municipal atormentaban a toda Avellaneda.

El reparo por lo que fueran a decir sus vecinos llevó al señor Pizarnik a poner tierra de por medio entre tanta discordia: se mudaron al cercano barrio de Barracas, a un departamento en la avenida Montes de Oca. Para ese entonces el antiguo cuentenik había prosperado bastante más, pues alquilaba algunos locales propios de la calle Vélez Sarsfield, en Avellaneda. Cuando sus inquilinos se llegaban a la casa de Montes de Oca a pagarle la renta, eran recibidos por el propietario con el dedo índice sobre los labios y una advertencia: “Shhh, hable por favor en voz baja, que Alejandrita está al lado con los profesores”. Aquel inmigrante modestamente enriquecido, así prevenía sobre molestar a su desgarbada, huraña y hasta extraña hija menor, que recibía en la habitación contigua a gente mayor que ella: poetas, narradores, ensayistas -Alejandra aún no había terminado la secundaria- que la iban formando en aquella no menos extraña afición que no terminaba de comprender: la de escribir versos.

A esas reuniones sigilosas acudía también su terapeuta desde hacía años, León Ostrov, dejándose ganar por el magnetismo de aquella adolescente que, desde entonces, quería ser poeta.

[...]

jueves, 11 de agosto de 2022

Friedrich Nietzsche


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Friedrich Nietzsche es uno de los filósofos más populares. Su figura y sus célebres sentencias —como su famoso «Dios ha muerto»— han convertido al filósofo alemán en uno de los más leídos, citados y conocidos. Su obra constituye un giro radical en la filosofía occidental y todavía hoy es necesario leerlo para comprender las claves de nuestro tiempo. ¿Cómo fue la vida de Nietzsche? ¿En qué contexto vital insertar sus obras? En este artículo, desgranamos la biografía de un filósofo atormentado por la enfermedad y la incomprensión de sus coetáneos.

El comienzo de la vida de Nietzsche

El día 15 de octubre de 1844, en un pueblo pequeño de la región de Sajonia, muy cercano a Leipzig, en la antigua Prusia (actual Alemania), Franziska Oehler da a luz a su primogénito. Tiene 18 años, y hace únicamente un año que se ha casado con su esposo, Carl Ludwig Nietzsche. Ambos provienen de familias muy religiosas, pues los dos son hijos de pastores protestantes. Ese día, el 15 de octubre de 1844, nace el primer hijo del matrimonio y al que deciden llamar Friedrich, por ser esa fecha el 49 aniversario del nacimiento del rey Federico Guillermo IV de Prusia.

Dos años después del nacimiento del que se convertirá en uno de los filósofos más importantes de nuestra historia, en 1846, Franziska y Carl Ludwig tienen un segundo bebé, esta vez una niña, a la que llaman Elisabeth. Otros dos años después —andamos ya en 1848—, nace el último hijo del matrimonio: Ludwig Joseph.

Lamentablemente, la desgracia siempre llega cuando menos se la espera. Un año más tarde del nacimiento del hijo pequeño, fallece el padre de la familia Nietzsche, Carl Ludwig Nietzsche. Friedrich Nietzsche tiene tan solo cinco años cuando su familia empieza a romperse. La educación del futuro filósofo y la de sus hermanos corre plenamente, y a partir del fallecimiento de su esposo, a cargo de su madre. Una educación que se caracterizará, principalmente, por la rigidez social y la fuerte religiosidad. En la casa de Nietzsche, Dios todavía no ha muerto.

A pesar de esta desgracia, el dolor no da tregua y se acentúa: en 1850, tras un año del fallecimiento del marido, cuando apenas empieza la familia a salir del luto, fallece el pequeño de los Nietzsche, Ludwig Joseph, con tan solo dos años de edad. Friedrich Nietzsche ha asistido en menos de dos años a la muerte de dos seres queridos y su madre, destrozada, tiene que sobreponerse al dolor para sacar adelante a sus dos hijos, Friedrich y Elisabeth.

La educación de Nietzsche, que fue muy religiosa, corrió a cargo de su madre tras el fallecimiento de su padre, pastor protestante

De esta forma, buscando ayuda entre sus parientes más cercarnos, la madre de los pequeños, Franziska, decide emigrar para apoyarse en su familia. 

«Todavía me acuerdo del último día y la última noche que pasamos allí. Al atardecer, jugué con otros niños sabiendo que esa sería la última vez. La campana vespertina extendía su melancólico tañido sobre los campos, un mate oscuro se cernía sobre la tierra, en el cielo brillaban la luna y las trémulas estrellas. No pude dormir mucho tiempo. […] En aquel momento me parecía imposible que mi hogar pudiese estar en otra parte. ¡Qué doloroso era separarse del pueblo en donde habíamos sentido tanta alegría y tanto dolor, donde quedaban las queridas tumbas del padre y del hermanito, en donde los habitantes del lugar nos habían tratado siempre con amor y amistad!».

En Naumburgo, Friedrich Nietzsche asiste primero al colegio y después a una academia privada, donde hace algunos amigos. Cuando cumple 10 años, ingresa en el Somgymnasium de Naumburgo, una antiquísima escuela cuyos primeros registros datan del siglo XI. Dos años después, cuando la vida parecía darle un respiro al joven Nietzsche, el destino le da otro revés: fallece su abuela, la madre de su madre, la que los acogió cuando huyeron de la muerte de su padre y su hermano pequeño.

Es entonces cuando Nietzsche decide refugiarse en su interior y comienza, a sus 12 años, un diario que le permita narrar su vida y dar rienda suelta a sus sentimientos. Así comienza su primera entrada:

«[26.12.1856] Por fin he decidido escribir un diario en el que confiar a la memoria todo aquello, tanto triste como alegre, que conmueva a mi corazón. Mi intención es que, pasados los años, pueda aún recordar la vida y los ajetreos de este tiempo y, en particular, los que a mí se refieren. Ojalá que esta decisión se mantenga firme aunque surjan en el camino multitud de obstáculos importantes. Y así, pues, quiero comenzar: Ahora precisamente nos encontramos en medio de las alegrías de la Navidad».

Nietzsche es apenas un adolescente, pero su prosa es apabullante y su sensibilidad es la propia de un alma adelantada a su edad. El gusto por los detalles, las descripciones riquísimas en matices o la profundidad psicológica de sus escritos permiten atisbar las enormes capacidades literarias que harán del estilo de Nietzsche un estilo único, metafórico, tremendamente alejado de la densidad y sobriedad propia de los ensayos filosóficos. Buena prueba de su dominio literario es que Nietzsche empieza a escribir poemas cuando tiene solamente 15 años:

«[10 de agosto de 1859]
Las hojas caen de los árboles,
Presas del salvaje viento;
¡En polvo se transforma
La vida con sus sueños
!».