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Paz y Ciencia

sábado, 20 de enero de 2024

Psiquiatras

 




Se va filtrando despacio en todo lo que vemos, 

en todo lo que hacemos. 

La vida adquiere, poco a poco, insidiosamente, un filtro.

Las nubes vienen hinchadas, con las tripas doloridas, 

y cuando cae la lluvia,

no conseguimos ver si va a parar algún día. 

 

Un sentimiento recorre nuestras vidas:

no es ansiedad, 

no es depresión, 

no es euforia ni inquietud. 

Es, simplemente, que estamos mal. 

 

La sociedad en la que vivimos habla, cada día, sobre salud mental; 

los conceptos son tantos que se entremezclan, 

surgen y desaparecen según se publican estudios o se desestiman investigaciones. 

Desesperanza, cansancio, estrés, preocupación, dificultad para vislumbrar el final de un sentimiento…

 

Todo este malestar tiene mucho que ver con la incapacidad de imaginar un futuro que sea realizable; 

el mundo está, casi literalmente, en llamas, 

y cada vez hay menos gente que tenga claro lo que va a ocurrir mañana. 

La esperanza para un futuro mejor se desvanece; 

lo que vendrá será siempre peor que lo que ya pasó. 

 

Ante esto, la primera respuesta de nuestra sociedad ha sido la psiquiatrización de este malestar, gracias a una miríada de técnicas terapéuticas, fármacos, disciplinas o maneras esotéricas de tratar. 

Otra opción muy difundida es la de la negación del sufrimiento individual, asociada a la llamada a la politización como respuesta única posible. 

 

Ahora. 

¿Son estas las dos únicas opciones que existen?

El problema es infinitamente complejo; ¿cuáles son sus raíces?

¿Salir de esta situación es posible? ¿Pasa por una atención individualizada o por intervenciones sociales a gran escala?

¿Qué papel juega la salud mental de cada uno, y, por tanto, de todos en general?


lunes, 23 de octubre de 2023

SÓCRATES. BREVE

 



SÓCRATES. LA DUDA COMO MÉTODO.

Este gran maestro de la filosofía y las ciencias, nació en el año 470 a.C. en la ya extinta Alopece en lo que ahora es Atenas. En el seno de una familia muy común, sin tanto renombre, donde su padre fue albañil, la cual fue la primera “profesión” del este filósofo en sus comienzos.

Eso sí, Sócrates demostró a muy corta edad, una habilidad sobresaliente para el análisis, el razonamiento y el discurso, lo que sin dudas le abrió las puertas académicas en casa de muchos grandes maestros de la antigua Grecia, como, por ejemplo: Damón, Anaxágoras o Arquelao.

De este filósofo famoso no se tienen registros literarios sobre sus aportes, ya que más que todo, su labor estuvo del lado de la ética. La cual, fue el motor que movió su vida y el área de la disciplina que más éxitos le otorgó.

Mucho de su trabajo estuvo en la difusión y la enseñanza de lo que, bajo su perspectiva filosófica, definía aspectos como el amor, la justicia, la virtud y el conocimiento mismo. Muchos historiadores coinciden en que Sócrates fue uno de los primeros pensadores en afirmar que la ignorancia era la causa de los males y los vicios en las personas.

jueves, 12 de octubre de 2023

NO-COSAS BYUNG-CHUL

 22 citas de No-cosas, de Byung-Chul Han


Muy en su línea de filósofo-cenizo, Byung-Chul Han nos muestra el vaso casi vacío: la información lo ocupa todo y, al tiempo, desnaturaliza la vida. ¿No te queda claro? 

Los impulsos de información son todo menos polos de reposo de la vida. No es posible detenerse en la información.

El «Dasein» (el término ontológico para el hombre) accede al mundo circundante por medio de las manos. Su mundo es una esfera de cosas. Pero hoy se habla de una infoesfera. Hoy estamos en una infoesfera. No manejamos las cosas que, pasivas, tenemos delante, sino que nos comunicamos e interactuamos con infómatas, los cuales actúan y reaccionan como actores. El ser humano ya no es un «Dasein», sino un «inforg» que se comunica e intercambia información.

La cama inteligente con varios sensores lleva a cabo una monitorización continua aun durante el sueño. La monitorización se introduce cada vez más en la vida cotidiana en forma de «convenience». Los infómatas, que nos ahorran mucho trabajo, resultan ser eficientes informantes, que nos vigilan y controlan. De ese modo permanecemos confinados en la infoesfera.

El rápido aumento de la entropía informativa, es decir, del caos informativo, nos sumerge en una sociedad posfáctica. Se ha nivelado la distinción entre lo verdadero y lo falso. La información circula ahora, sin referencia alguna a la realidad, en un espacio hiperreal.

Hoy corremos detrás de la información sin alcanzar un saber.

La dominación perfecta es aquella en la que todos los humanos solamente jueguen. Juvenal caracterizó con la expresión «panem et circenses» aquella sociedad romana en la que ya no era posible la acción política. La gente se calla con comida gratis y juegos espectaculares. Renta básica y juegos de ordenador serían la versión moderna de «panem et circenses».

Hoy la identidad la determina principalmente la información. Nos producimos a nosotros mismos en los medios sociales. La expresión francesa «se produire» significa ponerse en escena. Nos escenificamos a nosotros mismos. Representamos nuestra identidad.

El smartphone refuerza así el egocentrismo. Al tocar su pantalla, someto el mundo a mis necesidades. El mundo parece estar digitalmente a mi entera disposición. […] El tacto del dedo índice hace que todo sea consumible.

Percibimos la realidad a través de la pantalla. La ventana digital diluye la realidad en información, que luego registramos. No hay contacto con cosas. Se las priva de su presencia. Ya no percibimos los latidos materiales de la realidad. La percepción se torna luz incorpórea. El smartphone irrealiza el mundo.

Plataformas como Facebook o Google son los nuevos señores feudales. Incansables, labramos sus tierras y producimos datos valiosos, de los que ellos luego sacan provecho.

La posibilidad del posterior procesamiento digital debilita el vínculo con el objeto. Hace imposible el fervor por la realidad. Separada del objeto, la fotografía se torna autorreferencial. La inteligencia artificial genera una nueva realidad ampliada que no existe, una hiperrealidad que ya no guarda ninguna correspondencia con la realidad, con el objeto real. La fotografía digital es hiperreal.

El big data sugiere un conocimiento absoluto. Las cosas revelan sus correlaciones secretas. Todo se vuelve calculable, predecible y controlable. Se anuncia toda una nueva era del saber. […] Según la lógica de Hegel, la correlación representa la forma más baja de saber.

La inteligencia artificial es incapaz de pensar, porque es incapaz de «faire l’idiot». Es demasiado inteligente para ser un idiota.

La consecuencia de la marea de objetos digitales, en particular, es una pérdida del mundo. La pantalla es muy pobre en mundo y realidad. Sin nada enfrente, sin un tú, solo damos vueltas alrededor de nosotros mismos.

La realidad como información pertenece al orden del «to like», no del «to love». El «me gusta» inunda el mundo. La negatividad de lo otro es inherente a toda experiencia intensa. La positividad del like transforma el mundo en un infierno de lo igual.

Heidegger diría: la inteligencia artificial no piensa, porque no tiene manos. [..] La mano de Heidegger defiende decididamente el orden terreno frente al digital. Digital deriva de digitus, que significa «dedo». Con los dedos contamos y calculamos. Son numéricos, es decir, digitales. Heidegger distingue explícitamente la mano de los dedos.

Nos encaminamos hacia una era trans y poshumana en la que la vida humana será un puro intercambio de información. El hombre se deshace de su ser condicionado, de su facticidad, que, sin embargo, lo hace ser precisamente lo que es. El hombre procede del humus, esto es, de la tierra. La digitalización es un paso consecuente en el camino hacia la anulación de lo humano. Es probable que el futuro humano se halle preestablecido: el hombre se anula para hacerse absoluto.

Nadie escucha. Cada individuo se produce a sí mismo. El silencio no produce nada. Por eso, el capitalismo no ama el silencio. El capitalismo de la información produce la compulsión de la comunicación.

El silencio es ajeno a la información. Contradice su naturaleza. La información silenciosa es un oxímoron. La información nos roba el silencio imponiéndosenos y reclamando nuestra atención. El silencio es un fenómeno de la atención. Una atención profunda solo produce silencio. Pero la información tritura la atención.

Es preciso distinguir dos formas de potencia. La potencia positiva consiste en hacer algo. La negativa es la disposición a no hacer nada. Pero no es idéntica a la incapacidad de hacer algo. No es una negación de la potencia positiva, sino una potencia independiente. Permite que el espíritu permanezca en calma contemplativa, es decir, preste una atención profunda. Sin esta potencia negativa, caemos en la hiperactividad destructiva. Nos hundimos en el ruido. El fortalecimiento de la potencia negativa por sí solo puede restablecer el silencio. Sin embargo, la compulsión imperante de comunicación, que resulta ser una compulsión de producir, destruye deliberadamente la potencia negativa.

Ahora las cosas están casi muertas. No se utilizan, sino que se consumen. Solo el uso prolongado da un alma a las cosas.

Como cazadores de información, nos volvemos ciegos ante las cosas silenciosas y discretas.

ANHEDONIA

 


¿Sientes que has perdido la capacidad para disfrutar?, ¿has perdido la alegría? La anhedonia está caracterizada por la incapacidad de sentir placer incluso cuando se llevan a cabo actividades placenteras.

La mayoría de las personas sentimos placer al realizar actividades que nos gustan, las personas con anhedonia han perdido la capacidad para disfrutar de eso y más.


Cuando perdemos la capacidad de disfrutar, es normal que lo que hagamos llegue a perder su sentido. Pero, ¿qué es exactamente la anhedonia?, ¿qué hacer cuando has perdido la alegría? ¡Descúbrelo en este post!


Anhedonia: qué es



La anhedonia es la incapacidad de sentir placer cuando se llevan a cabo actividades placenteras. Se trata de un síntoma común de la depresión mayor y de otros trastornos mentales como la esquizofrenia, la psicosis, anorexia, entre otros.


Es importante tomar en cuenta que algunas personas también pueden experimentar anhedonia sin tener necesariamente algún trastorno mental.
Las personas que padecen anhedonia generalmente dejan de experimentar placer en todas las áreas de su vida.


Sin embargo también hay algunos casos en donde la falta de placer aparece solamente en ciertas áreas en concreto.


¿Te imaginas vivir una vida en la que no tengas la capacidad para saborear un delicioso helado o para experimentar la alegría que causa el reunirse con un gran amigo?


Una persona con anhedonia no necesariamente se siente triste pero le es difícil disfrutar de las cosas y siente muy poco placer en su vida diaria, en ocasiones ninguno en absoluto.


Y es que cuando eso sucede es un indicativo de que ha perdido el interés en todas las áreas de su vida.
Por lo que no solo no puede disfrutar de las actividades que antes le gustaban o de la compañía de personas con las que solían disfrutar, tampoco puede disfrutar de la comida y/o del sexo.

Tipos de anhedonia


La anhedonia se puede clasificar en 2 tipos, los cuales son los siguientes:

Anhedonia social: La persona que experimenta este tipo de anhedonia no siente realmente ningún tipo de placer al relacionarse con los demás.

Por lo que dejan de importarle todo tipo de relaciones interpersonales como los amigos, familia, pareja.

Es difícil que se sienta motivada y sienta realmente el deseo de pasar tiempo con ellos como antes.

Así que suele rechazar invitaciones para salir y convivir con personas cercanas o que acaba de conocer y por lo contrario, prefiere quedarse solo(a) todo o casi todo el tiempo.

Mientras más tiempo pasa sin tener este tipo de interacción con los demás, más difícil se le hace decidirse a hacerlo.

También experimenta una desconexión emocional hacia los demás y deja de experimentar emociones como el amor, la compasión, la empatía e incluso el dolor que podría provocarle la pérdida o estar en conflicto con alguna persona cercana.

Esto no significa que realmente no le importe nadie, es solo que al estar desconectado(a) emocionalmente de sus emociones.

Es como si estuviera bloqueado(a) emocionalmente y eso no le permita dejarse sentir.

Anhedonia física: La persona no disfruta de las sensaciones físicas agradables que podrían aportarle ciertas acciones o actividades.

Por ejemplo, un abrazo, comer su comida preferida, no disfruta de un buen masaje, de las relaciones sexuales y de todo lo que implique sentir alegría y placer con el contacto físico.

Cómo se siente la anhedonia: síntomas


Entre los síntomas principales de la anhedonia se encuentran los siguientes:

Falta de interés y motivación: La persona no tiene el deseo de hacer nada porque no siente que haya una relación entre realizar alguna actividad y la recompensa que esto le traerá.


Y es que nuestro cerebro siempre detecta cual va a ser la recompensa al realizar alguna actividad y al tenerla clara decide hacer algo para llegar a ella.


Por ejemplo, en el caso de pasar tiempo con los amigos lo cual podría ser una actividad agradable, la persona no relaciona esta acción con la alegría que esto le podría generar.


Otro ejemplo puede ser el recibir un masaje, la persona no percibe que la recompensa sería sentirse más tranquila y relajada más tarde.


Debido a que no se detecta la recompensa que se tendría al realizar ciertas actividades, es fácil que la persona con anhedonia no se sienta motivada a hacerlas.

Sentimientos negativos hacia uno mismo y hacia otros: Al dejar de experimentar alegría y placer en las actividades que antes le eran agradables, la persona comienza a sentirse mal con ella misma.


Probablemente también se deba a la misma confusión que le produce el desconocer de donde viene su falta de placer.


Esos sentimientos pueden experimentarse hacia las demás personas ya que se les relaciona con la falta de interés.


Por lo que podría pensarse que la falta de interés por compartir tiempo con otra persona se deba a que hay algo mal en ella (es aburrida, no es de fiar, etc.)

    La corteza prefrontal medial actúa como tránsito para los actos placenteros y podría ser la principal responsable de que se produzca la anhedonia.


    Según las investigaciones, la principal causa de que exista esa alteración en la actividad en la corteza prefrontal podría ser genética.


  1. Antidepresivos y antipsicóticos: Irónicamente algunos medicamentos recetados para curar la depresión pueden causar anhedonia, así como el uso de antipsicóticos.


    Un ejemplo en el caso de ambos medicamentos es que la persona experimenta una disminución de la libido, entre otros efectos secundarios.


    Estos efectos secundarios hacen que la persona se mantenga emocionalmente desconectada de sus emociones.
  1. Eventos traumáticos no superados: Los eventos traumáticos, sobre todo los más recientes y que han impactado gravemente la vida de una persona pueden provocar que se termine experimentando anhedonia.


    Un ejemplo de ello sería una persona que ha sufrido una violación y esto haya provocado que el placer que sentía al tener relaciones sexuales desaparezca.


    Puede ser también que haya vivido de manera traumática la pérdida de un ser querido y al no poder soportar el dolor emocional que esta situación le provocó inconscientemente se separó de su emociones llegando a no sentir nada.

  1. Trastornos alimentarios: Algunos trastornos de la alimentación como pueden ser la bulimia y la anorexia pueden provocar que con el tiempo la persona vaya perdiendo la alegría y el interés por todo o casi todo.

  1. Enfermedades graves: Existen algunas enfermedades como la enfermedad de Parkinson en donde la persona que la padece va dejando de sentir placer por las actividades que antes le resultaban placenteras de manera progresiva.

  1. Historia de abuso o negligencia: Personas que en la infancia fueron abandonadas, maltratadas y/o abusadas.


    Al ser tanto el dolor que sentían y muy pocos los recursos que tenían en ese momento para hacerle frente que aprendieron a disociar sus emociones como una manera de lidiar con el dolor.


    Esto con el tiempo provoca que la persona se aleje cada vez más de su experiencia emocional.


    También puede ser que haya aprendido a generalizar todas las situaciones y no solo no llegue a experimentar dolor sino también emociones placenteras.

  1. Altos niveles de estrés: Cuando una persona se encuentra sometida diariamente a altos niveles de estrés.


    Ya sea por ejemplo porque tenga muchos problemas familiares, económicos, laborales, etc.


    Por lo tanto con el tiempo haya ido perdiendo la capacidad para disfrutar de la vida y sentir placer ante las actividades que antes le resultaban placenteras.


miércoles, 20 de septiembre de 2023

PAZ INTERIOR Y BUDISMO

 


La paz interior se relaciona con la calma mental. La experiencia física no determina necesariamente nuestra paz mental. Si tenemos paz mental, entonces el nivel físico no es tan importante.

Ahora, ¿desarrollamos paz interior al orar? No, en realidad no. ¿A través de entrenamiento físico? No. ¿Al obtener conocimiento? No. ¿A través de adormecer nuestras emociones? Tampoco. Sin embargo, cuando nos enfrentamos a una situación difícil: si encaramos la situación, basados en una atención plena en los beneficios y desventajas de cualquier acción posible y sus consecuencias, entonces nuestra mente no se encuentra perturbada y esto es verdadera paz interior.

Por ello, la compasión y una perspectiva realista son extremadamente importantes. Cuando actuamos en forma no realista surgen consecuencias inesperadas que traen consigo una gran cantidad de temor. En tales casos no consideramos todas las consecuencias, por lo que no nos damos cuenta ni entendemos. Nuestro temor proviene de una falta de investigación adecuada, por lo que necesitamos analizar desde las cuatro direcciones, arriba y abajo para obtener una visión completa. Siempre existe una brecha entre la realidad y la apariencia, por eso es necesario investigar desde todas las direcciones.

No es posible determinar si algo es positivo o negativo con tan sólo verlo. Cuando lo investigamos cabalmente y nos damos cuenta de la verdad acerca de algo, es cuando podemos evaluar si es positivo o negativo. Entonces, necesitamos hacer una evaluación racional de nuestra situación. Si empezamos a investigar con deseo: "Quiero este resultado, ese otro resultado", entonces nuestra investigación está sesgada. La tradición nalanda de la India dice que es necesario siempre ser escépticos e investigar objetivamente todos los temas, incluso la religión.

domingo, 17 de septiembre de 2023

ANSIEDAD Y BUDISMO

 


@psicoletrazaragoza en IG.


simple y clara: Si te encuentras con un problema del cual puedes hacer algo para cambiar, házlo. ¿Por qué preocuparse? Y si no puedes hacer nada al respecto, entonces que así sea. ¿por qué preocuparse? Las emociones, como la ansiedad, tienen dos caras. Son mensajeros; tienen algo que enseñarnos, pero rápidamente cobran fuerza y se apoderan de nosotros, ahí nos perdemos. 

Hay cierto punto en el que la excitación o los nervios se tornan en ansiedad. Ese es un punto que hay que notar. La excitación o los nervios pueden ser algo bueno. Como escritora y maestra, mi vida es un ciclo sin fin de fechas límites de entrega. A medida que me aproximo a la fecha de entrega de un artículo o el inicio de una clase, la experiencia aumenta y se intensifica. Una vez que terminé, la energía se asienta y se relaja. Me parece que este tipo de ciclo de estrés-relajación nos beneficia. Nos da un límite.

Pero la ansiedad por sí misma no nos beneficia. Entre más ansiosos y cautos nos volvemos, más atraemos el desastre. Si alguna vez te has metido al coche con un conductor nervioso, puedes recordar cuánto miedo puede causar la ansiedad. Cuando Simone Biles experimentó una ansiedad extrema en su competencia Olímpica, ella se dio cuenta cuán peligroso sería continuar en tal estado.

Así que aquí estamos. Cada uno de nosotros tenemos nuestras fuentes particulares de ansiedad. Y además de ellas, no podemos evitar ser afectados por las amenazas más grandes de la escala nacional y global.  Hay realidades de nuestro mundo que son aterradoras y perturbadoras, hay muchas cosas allá afuera que dan miedo, pero la ansiedad que resulta de ellas es nuestra. No está allá afuera, sino en nosotros. Es un hábito de reacción, uno que no ayuda y que causa mucho dolor, y nos corresponde a nosotros el trabajar con él. 

La meditación no es un asalto frontal a la ansiedad. Mientras que sí hay técnicas de meditación como la respiración consciente, que pueden ser de mucha ayuda para calmar un brote de ansiedad, la meditación no se trata realmente de arreglar cosas, de deshacerse de, o de negar cosas. Se trata de encontrar la salud y la calma en medio del mundo tal cual es, así como es. ¿Qué más podemos hacer?

 

domingo, 10 de septiembre de 2023

CONTRA LA ANSIEDAD

 



La ansiedad no es algo divertido. Quienes han sentido sus efectos lo saben bien. La persona que padece este estado experimenta una gran gama de síntomas, que van desde lo físico (como gastritis, sudoración o palpitaciones) hasta la sensación de que no tienen control sobre sus vidas ni son capaces de hacer lo que desean.

Los terapeutas están profesionalmente capacitados para enseñar a las personas ansiosas distintas herramientas para ayudarlas a sobrellevar sus síntomas. La psicóloga Anna Prudovski, directora clínica de Turning Point Psychological Services explica que existen métodos tomados de la praxis clínica para aprender a controlar la ansiedad. La doctora aclara que, con estas prácticas, el individio aprenderá que “la ansiedad no tiene que controlar su vida”.

Con algunos de los ejercicios explicados a continuación, recomendados por especialistas en el área, usted podrá empezar a lidiar en el día a día con su ansiedad, logrando sentirse cada vez mejor. Recuerde que la ansiedad es difícil de sobrellevar, pero no tiene por qué apoderarse de su vida.

Todas estas técnicas, como verá a continuación, tienen como objetivo sacar a la persona de la espiral ascendente de ansiedad y llevarla de vuelta hacia el mundo real. Practíquelas y notará una gran diferencia.

1. Sostener un cubo de hielo
Parece una sugerencia irracional, pero funciona sostener un cubo de hielo en su mano cuando tenga dificultades para controlarse. La psicoterapeuta Edie Stark explica que el cerebro opta por concentrarse en la frialdad de la mano en vez de alimentar la sensación de pánico. La incomodad ocasionada por el frío también actúa como una “distracción intencional”.

2. Nombrarla en voz alta
¿Reconoce que está empezando a sentirse atacado por los nervios? Solo dígalo: “Oh, ahí viene mi ansiedad de nuevo”. Prudovski aclara las razones de este truco: “Esto transfiere la actividad cerebral de la parte emocional del cerebro al lado del pensamiento, reduciendo así la ansiedad”. Por lo tanto, al separar la reacción ansiosa de la emoción que la genera, la ansiedad disminuye.

3. Beber algo caliente
Las razones por las que funciona este truco son similares a las del cubo de hielo. El sistema nervioso y el cerebro deben atender de inmediato a otras señales: el cambio de temperatura, la necesidad de concentrarse en el proceso de elaboración del té o el café, los sabores, olores y sensaciones que llegan al organismo y que necesitan ser identificados, todos ellos restan atención a la ansiedad. Incluso puede agregar a esta técnica una respiración controlada y acompasada entre sorbo y sorbo.

4. Oler una fragancia
La aromaterapia conoce este truco. Asociar un olor (Stark recomienda la lavanda, el eucalipto o la menta) con la relajación es una buena idea, así como llevar siempre consigo un pequeño frasco para oler cada vez que se sienta ansioso.

5. Escribir sobre la ansiedad
La doctora Sarah Allen invita a la persona con ansiedad a poner sus preocupaciones por escrito. No solo debe ser lo más específico posible en las descripciones, sino también relatar si lo que lo preocupaba ocurrió en verdad, si era tan malo como lo esperaba y lo que hizo para lidiar con el evento. “Esto lo ayuda a entender mejor su ansiedad, a distinguir entre las preocupaciones que son útiles y las que son inútiles”. De este modo podrá conocer tanto su ansiedad que finalmente logrará tenerla bajo control.

6. Investigar
Existen modos de aprender sobre la ansiedad. Leer de noche hasta la saciedad buscando sus síntomas puede que solo contribuya a ponerlo más ansioso. Pero ir aprendiendo a identificar sus síntomas físicos (la sudoración de las manos, malestares intestinales, ataques de rabia o pánico) así como las experiencias emocionales y cognitivas es positivo porque reconocer los síntomas cuando empiezan ayuda a reducir la ansiedad.

El psicólogo Fawn McNeil-Haber dice que no es inmensamente difícil comprender la ansiedad. Todo lo contrario. Y conocerla es un modo de aprender a dominarla.

7. Dedicar tiempo a la preocupación
Puede sonar paradójico, pero saber que tiene un rato de su tiempo cada día destinado única y exclusivamente a angustiarse ayuda a que esta no se dispare insistentemente. Al principio la persona deberá entrenarse para no pensar en sus preocupaciones en otros momentos del día distintos al escogido, pero progresivamente el truco funcionará. La terapeuta Allen recomienda seleccionar que el individuo escoja el momento, lugar y duración más conveniente para él. En ese tiempo podrá sentirse tan ansioso como quiera así como evaluar opciones para controlar su trastorno.

8. Alejarse un paso
En un ataque de ansiedad, salir al aire libre a tomar un descanso puede ser de ayuda pues evita la sensación de estar prisionero, lo que dispara los síntomas. Caminar y sentir el aire fresco vuelve a activar la capacidad de concentración del cerebro, según el psicoterapeuta Stark. Pero no se limita exclusivamente al exterior: caminar por los pasillos de una oficina o vivienda cumple el mismo efecto. Lo importante es alejarse unos momentos.

9. Respirar
Esta es una recomendación que incluso las abuelas hacen. La respiración es indispensable para la supervivencia y se puede controlar a voluntad. Por eso también es empleada como una herramienta de relajación efectiva. Stark describe una técnica de respiración profunda: “Inhalar a la cuenta de cinco, aguantar contando dos y exhalar a la cuenta de diez. Repitiendo el proceso le envía señales al sistema nervioso para que se relaje”.

10. Volver a la realidad
Cuando la ansiedad se apodera de su cerebro puede emplear la siguiente técnica de la doctora Crystal I. Lee para “tocar tierra”. La misma consiste en mencionar cinco cosas que vea a su alrededor, cuatro cosas que sienta en su piel, tres cosas que pueda oír donde se encuentre, dos que pueda oler en ese momento y una que tenga la posibilidad de probar. Obligar a sus sentidos y su cerebro a responder (como en los primeros cuatro trucos anteriormente descritos) trae a la persona de vuelta al presente y baja los niveles de ansiedad.

11. Ir despacio
Muchas personas ansiosas tienen la tendencia de “aumentar la velocidad” cuando se sienten ansiosos, empeorando la situación. Por ello debe aprender a “desacelerarse”. Existen avisos de relajación para el cerebro como empezar a caminar más despacio, sentarse unos minutos para buscar la calma. Esos son modos que la terapeuta Patricia A. Farrel sugiere para romper con el ciclo de la ansiedad.