HÉCTOR JUAN FIORINI: “EL PSIQUISMO CREADOR”.
Colección MúsicaArteYProceso. 2007. Vitoria. (Extracto de su obra).
En la clínica somos convocados a crear. Se trata de una postura general que cabe desplegar: cuando individuos, grupos o comunidades nos consultan, no lo hacen sólo para que les digamos qué ocurre, sino también para que podamos contribuir a crear algo diferente con lo que ocurre. De ese modo, la clínica se transforma también en un espacio de creación.
Winnicott ha destacado en Realidad y Juego que el problema de la creatividad lleva a otro más amplio que es el vivir creador: “Cuando se pierde la experiencia creadora, desaparece el sentimiento de una vida real y significativa”.
Sartre dijo: “En todo padecimiento humano se encuentra oculta alguna empresa”.
Tenemos a Albers intentandotrazar relaciones acerca de esos elementos. Él está ya creando un campo entre elementos. Este campo me recuerda lo que Winnicott decía: que en el espacio intermediario entre madre e hijo, ese de los fenómenos transicionales, surgen los procesos creadores. En ese espacio intermedio, en un espacio de terceridad, es donde ocurren las producciones creadoras que relacionan, ligan y crean formas que vinculan a esos objetos que han sido convocados.
Considero formaciones de proceso terciario a estas formas de organización del pensamiento:
- que articulan y distinguen espacios de: dado, imposible y posible;
- que desorganizan formas constituidas y trabajan la reorganización de nuevas formas o nuevos sentidos;
- que convocan elementos en sus diferencias, enlazan sus oposiciones haciéndolas converger a la vez que divergen, arborizando con estas formas, redes de sentido;
- que constituyen así objetos abiertos a múltiples significaciones;
- y que hacen coexistir en ellos diferentes formas de temporalidad.
Esa fuerza de abrir camino es la que puede asumir en nosotros la pulsión creadora, si la captamos en toda su potencia, si comprendemos su capacidad de ensanchar en nuestro psiquismo espacios de trascendencia y libertad.
Fernando Pessoa, en su poema “Tabaquería”, comenzó dándonos la síntesis de esta posición que hace al sujeto creador:
No soy nada.
Nunca seré nada.
No puedo querer ser nada.
Aparte de eso, tengo en mí todos los sueños
Del mundo.
Precisamente sobre Fernando Pessoa decía Octavio Paz (“El Desconocido de Si Mismo, 1992): “Los poetas no tienen biografía. Su obra es su biografía. Pessoa quiere decir persona. Máscara, personaje de ficción, ninguno: Pessoa. Su historia podría reducirse al tránsito entre la irrealidad de su vida cotidiana y la realidad de sus ficciones…Así no es inútil recordar los hechos más salientes de su vida, a condición de saber que se trata de las huellas de una sombra. El verdadero Pessoa es otro”. Este otro es para nosotros el sujeto creador.
En un trabajo anterior (Fiorini, 1993) caracteriza un sujeto creador que podía ser pensado como sujeto de operaciones: “El sujeto de la creatividad aparece como conjunto de funciones y operaciones que comprenden, por un lado, múltiples funciones yoicas y a la vez numerosos procesos de aprendizajes en trabajos transformadores…funciones de registro, confrontación, evaluación, elaboración…que van construyendo capacidades para regular una serie de equilibrios y movimientos. Movimientos y equilibrios entre: desorganizar objetos y reorganizar objetos, entre regresiones y progresiones, entre análisis y síntesis, entre crear desorden y crear orden, entre instalar un caos y organizar un cosmos”.
Un cuadro no se acaba nunca,
Tampoco se empieza nunca,
Un cuadro es como el viento:
Algo que camina siempre
Y sin descanso
JOAN MIRÓ
Denominamos psicoanálisis abierto a una orientación de la teoría y de la práctica psicoanalíticas que coloca el encuadre, la estrategia, los recursos técnicos y sus lecturas interpretativas sobre las fuerzas en conflicto, en función de los procesos creadores comprendidos en cada una de esas instancias. Un carácter abierto del psicoanálisis que esté a la altura de los elementos que en el conflicto tienden a abrir mundos, no únicamente a cerrarlos. Carácter abierto del psicoanálisis para hacerse cargo del carácter abierto inherente al objeto y al sujeto de los procesos creadores, así como de sus procesos de pensamiento.
Fiorini (1993): “Veamos si podemos aprender a ser sensibles escultores. Permitamos que nuestro material se pueda ir modelando en el proceso mismo de enseñarnos a modelarlo”.
“El paciente, escultor de terapeutas”. Tal fue el acertado título de un panel de trabajo que nos (les) reunió en Buenos Aires, en 1992 (Jornada de Aiglé, “Confluencias y Contrastes de las Psicoterapias”). Volvimos entonces a pensar en los parámetros de la apertura modeladora.
¿Qué se crea? Primero, la experiencia de un vínculo inédito, porque este modo de vincularse que la terapia ofrece no es conocido antes ni en otros ámbitos. Pero, además, se va creando un nuevo texto. Porque esa mezcla de interpretación, desciframiento, historización que vamos haciendo sobre la vida de alguien, va modelando un nuevo tezto que no estaba escrito.
Lo sugiere François Roustang cuando dice: “Escribimos una novela y el paciente es su novelista”. El paciente y el analista van escribiendo esta especial novela que es el análisis de alguien. Esa novela no es la que estaba escrita en la vida de él, sino que se está creando, que refiere a la vida de él y que intenta acceder a la mayor verdad posible sobre partes de su vida. Sería una biografía novelada. No la escritura de una biografía, sino la biografía puesta en el interior de un nuevo texto, una novela de esa vida...Se va creando un nuevo texto y algo interesante, que es la actitud de ir escribiéndose a sí mismo.
Castoriadis cree que “es necesario romper a cualquier precio el aislamiento esquizoide en el cual se encierran los psicoanalistas”. Agregaremos que felizmente, no todos. Es necesaria la convergencia de muchas otras visiones sobre lo humano para comprender qué es lo que se pone en juego en la clínica. El estudio de los procesos creadores abre, a nuestro juicio, ese camino.
La naturaleza y la calidad de la experiencia, están determinadas con exactitud por un lugar en una escala ascendente y descendente de energías de diferentes intensidades…la ciencia no tiene aun modo de reconocer que las experiencias suben y bajan de intensidad continuamente. Hilos de Tiempo, Madrid, Siruela, 2003, pág. 86.
Peter Brook, Director inglés de teatro.
Se trata de acorralar lo fantástico en lo real, hasta realizarlo.
Cortázar.