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Paz y Ciencia

lunes, 22 de mayo de 2023

TRASTORNO DE PERSONALIDAD

 


@psicoletrazaragoza

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Rodrigo Córdoba Sanz 

Dice Norbert Bilbeny (catedrático y ensayista español), que la locura del que no está loco mantiene en vilo a los psiquiatras.

La locura cuerda, la que empleamos para adaptarnos a nuestro ambiente, para sobrevivir.

La cultura de supervivencia crea reglas propias de grupo, lentes mediante las cuales la vida se ve diferente.

Un psiquiatra de Río de Janeiro puede contestarte que muchos de los pacientes que él trata, chicos de la calle, habitantes de las favelas, viven en un entorno socialmente psicopático, totalmente normalizado.

 

La normalidad no es del individuo, sino de la sociedad.

Por ello, no es fácil determinar qué es una conducta normal y cuál es patológica:

¿Dónde está el límite, quién lo establece?

¿Cuántas veces ha arrojado la sociedad al campo de lo psiquiátrico todo aquello en lo que no quiere reconocerse?

 

Podemos determinar con exactitud el funcionamiento normal de un corazón, de un aparato respiratorio y digestivo, pero no el de la personalidad.

Manuel Desviat (psiquiatra español), dice lo siguiente sobre la etiología psiquiátrica:

“... puede haber una herencia maldita, una falla neurobiológica, maltrato y abuso de los padres, vulnerabilidad biológica y psicológica, pero sobre todo hay una gran incompetencia de la sociedad, una idiocia moral que no solo posibilita las conductas psicopáticas sino que las difunde y a veces convierte en modelos de consumo.”

 

Así que tengamos, por favor, mucho cuidado.

Con el trato al paciente, con los diagnósticos, con la mirada.

 

¿Cómo afrontar todo esto?

Estudiando, formándose, empatizando y queriendo escuchar y sanar.

Los trastornos de personalidad son un laberinto, con miles de entradas y salidas, con curvas y aperturas que no son lo que parecen.

sábado, 20 de mayo de 2023

Howard Gardner: 8 INTELIGENCIAS


Howard Gardner es el nombre de este pensador. El renomado psicólogo de Harvard revolucionó la concepción de inteligencia al proponer la teoría de las inteligencias múltiples.

Según Gardner, la inteligencia es un potencial biopsicológico para procesar información y resolver problemas, que puede ser activado en diferentes contextos culturales.

La teoría de Gardner describe nueve tipos de inteligencias:

1. Inteligencia Lingüística: Sensibilidad para el lenguaje hablado y escrito, habilidad para aprender idiomas y usar el lenguaje para alcanzar objetivos. Es típica en escritores y poetas.
2. Inteligencia Lógico-Matemática: Capacidad para analizar problemas lógicamente, realizar cálculos y operaciones matemáticas. Es la inteligencia de matemáticos e ingenieros.
3. Inteligencia Musical: Habilidad especial en la actuación, composición y apreciación de la música y de patrones musicales.
4. Inteligencia Espacial: Capacidad para reconocer y manipular los patrones del espacio, así como para la creación de representaciones o imágenes mentales espaciales. Es la inteligencia de los arquitectos y pintores.
5. Inteligencia Corporal-Cinestésica: Capacidad para resolver problemas o crear productos utilizando partes del cuerpo, como las manos o la boca. Es fundamental para atletas, actores y bailarines.
6. Inteligencia Interpersonal: Capacidad para comprender las intenciones, motivaciones y deseos de los demás. Es la inteligencia de los líderes, diplomáticos y profesores.
7. Inteligencia Intrapersonal: Capacidad de autoconocimiento, incluyendo la identificación de los propios sentimientos, objetivos, miedos, fortalezas y debilidades.
8. Inteligencia Naturalista: Capacidad para reconocer, categorizar y aprovechar elementos del medio ambiente. Es típica en biólogos y ecologistas.
9. Inteligencia Existencial: Capacidad para cuestionar sobre la existencia y la naturaleza del universo y de la realidad. Es común entre filósofos y líderes espirituales.

Según Gardner, cada persona posee una mezcla única de estas inteligencias, enfatizando la diversidad en la forma en que las personas adquieren y representan el conocimiento.

Esta visión ampliada de la inteligencia refuerza la importancia de valorar y cultivar estas diferentes formas de inteligencia, ya sea en la educación, liderazgo o la gestión de personas.