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Paz y Ciencia

sábado, 29 de septiembre de 2018

Trastorno Límite y conducta programada

Las conductas programadas están relacionadas directamente con los esquemas, que cubren todo el abanico de actividad personal al servicio de la emoción, el impulso y la elección. Los esquemas cognitivos encuentran a veces oposición y se ven forzados a compromisos embarazosos. Beck sugería que los trastornos de personalidad son el resultado de una interacción inadecuada y desadaptativa entre los esquemas cognitivos y los esquemas que afectan a la emoción, la motivación, la acción y el control, y que es pensamiento, emoción o conducta, que son características de los trastornos de personalidad. Esta teoría fue desarrollada en mayor profundidad por Arntz (1994) en el contexto de una estructura más rigurosa que relaciona la formulación y la evaluación de los trastornos de personalidad, sobre todo en el grupo límite/inestabilidad emocional/borderline, de la manera más eficaz.
:: Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo y Psicoterapeuta. Zaragoza (Zona Centro).
:: Teléfono: 653 379 269
:: email: rcordobasanz@gmail.com

jueves, 27 de septiembre de 2018

Qué hacer con tu hijo si eres bipolar

Cuando su hijo tenga la suficiente edad para entenderlo -14 o 15 años- usted puede hablar abiertamente sobre su enfermedad. Procure hacerlo de forma franca pero desenfadada, aceptando los cambios de tema que su hijo le proponga, es decir, ir a su ritmo. Intente no dramatizar y no caer en un tono trascendente: mucho mejor tener varias conversaciones cortas e informales que un "sermón", ya que de esta forma facilitamos la comunicación. En estas conversaciones sobre la enfermedad que usted padece puede introducir el factor de que existe una posibilidad de que él o ella sufra una enfermedad similar en el futuro, aprovechando para que pregunte y de unos consejos preventivos. Un consejo preventivo esencial es no consumir tóxicos. Debe hablar explicando que son precipitantes del trastorno, sin leyendas ni "moralinas". Otra cuestión que puede abordar es la regularidad del sueño pero sin caer en la tentación de restringir sus salidas nocturnas. Debe saber que tiene que estudiar con tiempo porque los "sprints" finales de no dormir no le convienen.
Como se ve, se trata de medidas que coinciden con el sentido común.
:: Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo y Psicoterapeuta.
:: Zaragoza (Zona Centro). Tfno.: 653379269
:: email: rcordobasanz@gmail.com

miércoles, 26 de septiembre de 2018

Rasgos de Personalidad

Beck considera que los rasgos de personalidad son estrategias evolutivas que preservan la supervivencia y la reproducción y que, por tanto, son importantes en el proceso de selección natural de Darwin. Los rasgos, según este modelo, dan lugar a comportamientos programados que implican procesos cognitivos, emocionales, motivacionales y de activación (arousal), y que desencadenan normalmente un patrón de conductas estereotipadas que fueron ventajosas desde un punto de vista biológico en sociedades primitivas.
Sin embargo, puesto que el entorno en el que se encuentran inmersos los humanos ha sufrido cambios tan drásticos durante los últimos milenios, estos comportamientos no siempre se ajustan a las demandas ambientales. Estos desajustes provocan los trastornos de personalidad, un ejemplo excelente de ajuste inadecuado entre la persona y el entorno y, especialmente, el entorno social.
:: Rodrigo Córdoba Sanz. Experto en Trastornos de Personalidad y Bipolaridad.
:: Psicólogo y Psicoterapeuta Zaragoza (Zona Centro).
:: Tfno.: 653 379 269
:: email: rcordobasanz@gmail.com

martes, 25 de septiembre de 2018

Terapia Cognitiva y Trastorno Límite TLP

Una de las diferencias fundamentales entre los trastornos de personalidad (Eje II) y los trastornos del estado mental (Eje I) es que la personalidad es más intrínseca y está mucho más arraigada, por lo que resulta más difícil entender las percepciones desadaptativas en uno mismo y el mundo; propias del modelo cognitivo, que busca metódicamente buscar sesgos. Por tanto, no es conveniente trasladar directamente las técnicas de terapia cognitiva a los trastornos de personalidad como si se tratara de otro grupo de trastornos mentales. No olvidemos que Beck, en 1967, construyó la terapia cognitiva para la depresión, luego se ha aplicado para la hipocondría, adicciones y esquizofrenia.
Otro matiz que debemos hacer es hablar de terapia cognitiva conductual porque la mayoría de terapeutas cognitivos no aceptan la distinción pura entre pensamiento y conducta, que en ocasiones se ha considerado la característica diferencial fundamental entre terapia cognitiva y terapia de conducta.
Existen otros muchos tratamientos relacionados con la terapia cognitiva de una forma más o menos estrecha; son la psicoterapia interpersonal, formas de terapia breve, terapias analíticas o casi analíticas, la terapia analítica cognitiva y la dialéctico-conductual, aunque la terapia dialéctico-conductual, a pesar de sus orígenes tiene un valor comparativo sólo especulativo con las cognitivas.
:: Rodrigo Córdoba Sanz. Experto en TLP
:: Zaragoza (Zona Centro)
:: Tfno.: 653 379 269
:: email: rcordobasanz@gmail.com

domingo, 23 de septiembre de 2018

TLP: MenteSANA


Así viven las personas con trastorno límite de la personalidad

La historia de Lucía es la del trastorno borderline: no se quiere a sí misma, se maltrata. Vive como una equilibrista, en la cuerda floja de las emociones.

Carlos Ranera

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trastorno borderline
28 de julio de 2017, 14:48 | Actualizado a 
Lucía Fronteriza camina descalza por el filo de un cuchillo. Extiende los brazos en cruz y cierra los ojos, se concentra y busca un centro de gravedad que nunca encuentra. Avanza muy lentamente sabiendo que, en cualquier momento, volverá a caer. Una y otra vez.
Descender al infierno y volver a escapar. Intentar mantener el equilibrio. Ese es el reto. De hecho, en su blog está colgada la pintura de August Macke El equilibrista.

Trastorno borderline: una historia al límite

Lucía solo tiene 19 años y ya no le gusta la vida. Está de vuelta de todo. Y lo ha probado todo. Y de todo sale, sí, pero más delgada, más triste, más vacía...
Las drogas le han permitido, dice, tomar conciencia de otras sensaciones.
El sexo, vengarse de esos hombres y mujeres que parecen algo y no son nada.
Pero ya no le sirven, ni los hombres ni las mujeres ni las drogas.
–Al final acabaré haciendo oposiciones a superviviente o impartiré un máster en emociones envasadas.
–Ingeniosa, Lucía.
– No. Soy tonta. Y borde. Ustedes, los psiquiatras, usan una palabra para nombrar lo que me pasa que empieza por borde: borderline.
–Pero…
–No me corrija, sé inglés, era un juego de palabras. En el foro corría una especie de chiste de médicos, una regla nemotécnica para recordar los tipos de trastornos de la personalidad. Ustedes clasifican los trastornos de la personalidad en tres grupos: los que acojonan o grupo A (como los paranoicos o los esquizoides), los que tocan los cojones o grupo B (histéricos, antisociales) y los acojonados o grupo C (como los evitativos).Yo pertenezco al segundo, ¿no?
–Lucía…
–Pues a mí personalmente no me hace ninguna gracia tener trastornada la personalidad. Y también me inquieta, sinceramente. Y mucho. Si solo tenemos una personalidad, y la tengo trastornada, ¿qué me depara la vida?
No quiero entrar en este juego. Pero Lucía insiste
–¿Lo sabe usted? Preferiría tener una esquizofrenia y la personalidad normal. ¿No lo entiende? La personalidad es la persona. Mi personalidad es mi persona. ¿Quién va a querer estar conmigo? ¿A qué tipo de persona podré acercarme sin miedo a que me deje en cuanto me conozca?
El TLP demonizado: guárdate tu estigma
REPARTAMOS RESPONSABILIDADES

El TLP demonizado: guárdate tu estigma

–¿Cómo han ido las clases? –intento cambiar de tercio.
–No he ido. He pasado toda la semana encerrada en mi cuarto. Todo el mundo tiene una vida. A nadie le importo. Pasan de mí hasta que monto un pollo. Entonces todo son atenciones. Al principio, claro. Pero, cariño, no te pongas así… ¿Damos un paseo? ¿Quieres una pastilla? ¿Llamamos al doctor Ranera?
–¿Y luego?
–Luego, se les acaba la paciencia y en seguida me amenazan con llamar a la policía o llevarme a urgencias. Prefiero no salir de mi cuarto. ¿Y para qué voy a ir a clase? ¡Esteticista, belleza y estética! ¿Pero usted ha visto alguna esteticista con este aspecto?
–Solo pareces cansada.
–Parezco una vaca. Y tengo el pelo reteñido y horrible. ¿Ha visto la nueva entrada de mi blog? He colgado una de las canciones de Eros Ramazzotti. ¿Lo conoce? Dice: Da tanto vértigo mirar desde aquí, viendo cómo fluye la vida y tan lejos de mí, puedo y hago volteretas suspendido en el azul.
–¿Así te sientes?
– No sé cómo me siento. Hoy me he levantado con miedo. Pero no sé a qué. Creo que tengo miedo de mí misma. Y eso me asusta. Tengo miedo de morirme.

La atracción por la muerte

Lucía Fronteriza vive de milagro, aunque no cree en nada. Vive de milagro porque se ha intentado suicidar cuatro veces: una por amor cuando tenía 16 años, otra por desamor el día de su 17 cumpleaños, una más porque su padre es un cabrón, y la última, hace unas pocas semanas, porque nadie en el mundo la quería.

Una montaña rusa de emociones la lleva y la trae sin aparente concurso de su propia voluntad. La ira, el aburrimiento y la ansiedad destruyen cualquier proyecto, cualquier plan que acaricie en la calma de la noche para el día siguiente.
–Es como si todos los días, al poner la mesa, se me cayeran dos o tres piezas de la mejor vajilla. Entonces todo el mundo me mira y sé que piensan que no valgo para nada, que no se puede confiar en mí. Pienso que están deseando acabar de comer y salir corriendo para no verme más. Entonces me siento fea, estúpida e inútil. Y no puedo evitar ir a la cocina y darme un atracón de lo que encuentro hasta vomitar. Así me tranquilizo y me siento mejor. Otras veces, ya sabe…
–¿Qué?
–Que vienen esos momentos aún más difíciles. Casi siempre preludios de un nuevo ingreso. Es cuando estoy muy angustiada. Entonces me encierro en el baño, me desnudo y me siento en el suelo. Me hago cortes con una cuchilla de afeitar que guardo en la mesilla de mi habitación. En los muslos, en los antebrazos, en las muñecas...
–¿Por qué?
–No me asusta. Me asusta más no sentir nada. Es curioso, ahora me acuerdo que de pequeña me mareaba cuando me sacaban sangre. Luego, cuando he acabado, me curo las heridas una a una, con Betadine, y me ducho. Es como un ritual, como un conjuro. ¿Usted cree que los TLP tenemos la sensibilidad al dolor anestesiada? No me lo diga, me dirá que tal vez sí y que hay un estudio…

Acariciar un recuerdo

Lucía Fronteriza se mete en la ducha. Abre el grifo del agua con la máxima potencia, esperando a que el vapor rodee y acaricie su piel y se caliente el aire. Entonces cierra los ojos y vuelve a visualizar su mejor recuerdo. Siempre con la misma intensidad, con la misma nitidez.
Una tarde tibia de primavera, en la playa larga, al atardecer, con un sol enorme y naranja apoyado en las dunas. Estaban los cuatro. Su hermano con su padre, junto a la orilla, jugando con la arena y, un poco más alejadas, ella y su madre, intentando levantar una cometa. Lucía tenía cuatro años. Llevaba un vestido blanco, de tirantes.
Casi no había gente en la playa. El mar parecía un enorme lago. Y todo olía a una mezcla de salitre y alquitrán. Entre risas, por fin lograban levantar la cometa. Lucía miraba hacia su padre, esperando que se diera cuenta de que lo había conseguido. Y su padre, desde la orilla, le sonreía y le aplaudía.
Se le hace tarde. Lucía tiene que estar a las nueve en Barcelona, en la academia de estudios profesionales del Centro Balmes, escuela de esteticistas.

TLP: síntomas y características de quien lo sufre

El Trastorno Límite de la Personalidad (TLP) es un síndrome heterogéneo, de difícil delimitación y en constante controversia. También llamado limítrofe o fronterizo, se caracteriza por una marcada inestabilidad emocional, un pensamiento extremadamente polarizado y relaciones interpersonales caóticas e intensas.
El perfil global del trastorno también incluye típicamente la alteración de la propia identidad y la autoimagen, sentimientos crónicos de vacío y aburrimiento, comportamientos de riesgo y alta impulsividad.
Sus primeras manifestaciones aparecen en la adolescencia o preadolescencia. El momento de máxima expresión se sitúa al inicio de la edad adulta. Es uno de los trastornos de la personalidad más frecuentes en los servicios de la psiquiatría pública, con una prevalencia que se sitúa en torno al 4 % de la población, con una mayor incidencia en mujeres.

El abuso de ciertas sustancias, otros trastornos psiquiátricos, así como las conductas autolesivas y los intentos de suicidio son factores que inciden significativamente en el pronóstico y curso del trastorno.
El tratamiento del TLP es un reto para la asistencia psiquiátrica comunitaria, siendo necesario en la mayoría de los casos un abordaje integral. EQUILIBRIO IMPOSIBLE


lunes, 17 de septiembre de 2018

¿Existe el Trastorno Bipolar Infantil?



Algunos pacientes que padecen un trastorno bipolar empiezan su enfermedad durante la infancia, lo cual tiene su complicación, sobre todo, porque se solapa con otros diagnósticos como el trastorno por déficit de atención con hiperactividad o los trastornos de conducta.

La inquietud de las fases maníacas resulta difícil de identificar, a veces, en niños y no pocas veces los síntomas psicóticos son tomados como fantasías del niño, y la irritabilidad se malentiende como rebeldía juvenil. Otros síntomas también frecuentes en la manía infantil, tales como la hipersexualidad son, por sus propias características, mucho más fáciles de identificar. Los niños presentan, con mayor frecuencia que los adultos, episodios mixtos (mezcla de manía y depresión) y ciclos rápidos (alternancia de fases rápidas). El tratamiento del trastorno bipolar es farmacológico y psicoanalítico, empleando técnica del juego y test proyectivos, entre otras técnicas psicodinámicas.

Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo y Psicoterapeuta. Zaragoza (Zona Centro)
Teléfono: 653 379 269
Web: www.rcordobasanz.es



miércoles, 12 de septiembre de 2018

"Tengo Trastorno Bipolar y he recibido otros diagnósticos"

Podemos confundir la enfermedad con otras, sobre todo si únicamente nos fijamos en los síntomas precedentes "de largo recorrido". Por ejemplo, si entrevistamos a un paciente y su familia y no les preguntamos si ha estado excesivamente acelerado, irritable, contento o gastando demasiado dinero, es posible que lo diagnostiquemos como "depresión unipolar" y no como bipolar. Algo ocurre con las fases maníacas, pueden parecer síntomas psicóticos de esquizofrenia. En otros casos, cuando las fluctuaciones del estado del ánimo no son muy intensas, pero sí dan lugar a alteraciones de la conducta, se puede confundir el trastorno bipolar con un trastorno de personalidad.
En ocasiones, el diagnóstico no es posible hasta fases avanzadas de la enfermedad. Una pérdida puede desencadenar una descompensación tras una ruptura sentimental en un adolescente, pasando desapercibido antes, hasta que muestre una fase maníaca.
:: Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo.
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martes, 11 de septiembre de 2018

Interpretación a la medida

La interpretación adecuada "a la medida" de cada paciente surge ya formulada, en la consciencia del psicoanalista, gracias a que sus procesos preconscientes se "permeabilizan" durante una formación psicoanalítica que jamás se interrumpe. Otras veces, y de la misma manera, lo que surge es un silencio adecuado. Cuando el psicoanalista ha aprendido a reconocer el estado en el cual ambas cosas ocurren, ha aprendido también a esperarlo, y se defiende mejor de interferencias tales como "no dejar pasar un material importante" o el temor a "dejar al paciente esperando una interpretación que no viene", que suelen perturbar el proceso.
:: Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo.
:: Zaragoza (Zona Centro)
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viernes, 7 de septiembre de 2018

Patrón estacional en Bipolaridad

Hay pacientes que tienen cierta tendencia a presentar el mismo tipo de episodio coincidiendo con una determinada estación del año. Es lo que se conoce como patrón estacional.
Generallmente se compone de depresión invernal e hipomanía/manía en verano y primavera. Esta alteración está relacionada con las horas de la luz solar. Por lo tanto, es mucho más común en países alejados del ecuador, en los que hay mucha más variación de disponibilidad solar entre verano e invierno. Este tipo de trastorno es especialmente frecuente en los países escandinavos y relativamente raro en la zona del mediterráneo.
Dado que hay un claro factor precipitante hay un tratamiento: la exposición a la luz solar imitando los rayos del sol. Se trata de la fototerapia.
:: Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo y Psicoterapeuta. Experto en Inestabilidad Emocional.
:: Zaragoza. C/ Lacarra de Miguel 27. 2C
:: Teléfono: 653 379 269
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