PEACE

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Paz y Ciencia

miércoles, 31 de diciembre de 2008

Entre Nosotros

A mitad entre tú y yo
se encuentra disipado
lo que nos acontece
brillando en el ocaso
el cielo enmudece
y entre tú y yo
la aurora y un amanecer
nos sitúa juntos
aunando esfuerzos para transformar
el viento en mecedoras
y la noche en rompeolas.

martes, 30 de diciembre de 2008

Final de Año, Jorge Luis Borges


Ni el pormenor simbólico
de reemplazar un tres por un dos
ni esa metáfora baldía
que convoca un lapso que muere y otro que surge
ni el cumplimiento de un proceso astronómico
aturden y socavan
la altiplanicie de esta noche
y nos obligan a esperar
las doce irreparables campanadas.
La causa verdadera
es la sospecha general y borrosa
del enigma del Tiempo;
es el asombro ante el milagro
de que a despecho de infinitos azares
de que a despecho de que somos
las gotas del río de Heráclito,
perdure algo en nosotros:
inmóvil.

Fervor de Buenos Aires (1923)

Lo que hay en el cielo.

Vuela y vuela lejana
surcando el cielo
un cielo de arena y sombra
que no quiere abrir
pues si abré podrá
columpiar a una niña
y acaso asustar
la niña elige que no estén
pero eso es complicado
nadie puede negar por siempre
lo que hay en el cielo.

domingo, 28 de diciembre de 2008

Los síntomas "ocultos" en el TLP

Les dejo con un buen amigo, experto en patologías del Eje II, en especial del trastorno límite y la organización borderline de personalidad. Con ustedes el Dr. Vicente Rubio Larrosa.

Los síntomas “ocultos” en el TLP.
Vicente Rubio Larrosa.
Jefe del Servicio de Psiquiatria. Unidad de Trastornos de la Personalidad. Hospital Ntra. Sra. de Gracia. Zaragoza.


“ Conocer a alguien es una empresa complicada y peligrosa cuyos resultados suelen ser bastante pobres”
Sandor Marai.




El Trastorno Limite de Personalidad (TLP) es conocido como un cuadro clínico abigarrado con una gran cantidad de matices sintomáticos que lo convierte en una de las “bestias negras” de nuestra practica clínica diaria.

En los últimos años hemos pasado de una casi inexistencia diagnostica del mismo a una autentica inflación de casos, diagnosticando como tal otras entidades clínicas por no decir otras situaciones que no son, en si mismas, patológicas como niños consentidos, maleducados, mal educados, psicópatas que no son trastorno de personalidad y todo aquella situación que aparece en nuestras consultas y que no sabemos filiar en el concreto espacio de lo categorial.

Lógicamente que lleguemos a esta situación nos ayuda la falta de un cuerpo teórico que de una respuesta ecléctica y satisfactoria a todo lo que son los trastornos de personalidad, ya que nos debatimos ambivalentemente entre una escueta concreción categorial y una prolija, cuantiosa, diversa y confusa dispersión dimensional, además los instrumentos diagnósticos, admitiendo su mejora, al ser subsidiarios de una u otra clasificación no solventan nuestras dudas, siendo sabido por todos que un psicodiagnostico mediante cualquiera de los instrumentos existentes o es ininteligible o tiene escasa aplicación practica o nos da un elenco de posibilidades diagnosticas por medio del cual etiquetamos al paciente con varios trastornos de personalidad, quedándonos tan tranquilos al decirnos que hay una gran comorbilidad intra eje II o todavía mas tranquilos, si cabe, adjudicando al paciente la tranquilizadora (para nosotros) etiqueta de “trastorno de personalidad no especificado”. Seamos sinceros a mi todo esto no me cuela.

Si nos acogemos, casi por obligación, a la clasificación DSM, tenemos que admitir que esta ha servido de utilidad como unificadora de criterios, facilita un mismo lenguaje, pero en el caso de los TP existe poca concreción, hay un gran solapamiento sintomático entre los diversos TP, genera muchos falsos positivos y además, considero, que es empobrecedor pues ignora la riqueza psicopatológica que presenta este trastorno, en definitiva resumiría que si se quiere entender y abordar clínicamente el TLP no nos podemos quedar en lo categorial.

Existe un lógico y polémico debate entre la biogenia o psicogenia del TLP, son muy numerosos los estudios que abogan por una u otra opción, de cualquier manera defender como única la existencia de una u otra es absurdo y además científicamente insostenible, es evidente que la génesis del TLP es una aglutinación de diversos factores y circunstancias genéticas, bioquímicas, neurofisiologicas y también aprendidas, trasmitidas y moduladas de una forma dinámica desde la infancia a la etapa adulta, no siendo desdeñable una vulnerabilidad en el sujeto que padece el TLP.

En la Tabla 1 diseccionamos los 9 criterios diagnósticos del TLP según el DSM IV-TR en sustrato de predominancia psicosocial o de predominancia biológica, pudiendo apreciar como hay mas criterios psicosociales que biológicos, pero en definitiva todos ellos llevan a lo que quizá mas complica la existencia de un paciente TLP; la complicación o dificultad de relación con los demás e incluso consigo mismo, que es lo mismo que “un patrón general de inestabilidad en las relaciones interpersonales, la autoimagen y la afectividad”.



Tabla 1

Sustrato psicosocial

• Esfuerzos en evitar abandono (1)
• Relaciones interpersonales inestables e intensas con alternancia entre idealización y devaluación (2)
• Alteración identidad. (3)
• Inestabilidad afectiva debido a una gran reactividad. (6)
• Sentimientos crónicos de vacío.(7)

• Ideas paranoides o síntomas disociativos transitorios relacionados con el estrés. (9).


Todos estos criterios dificultan la relación con los demás y consigo mismos.

Sustrato biológico

• Impulsividad. ¿siempre?, ¿por qué lo más habitual es que se presente en su casa o en un entorno conocido conocido?. (4)
• Conducta o ideación suicida y/o automutilante. (5)
• Ira inapropiada (8)
• Observación: los fármacos antiimpulsívos no actúan cuando estas conductas son utilizadas como chantaje o manipulación.

Todos estos criterios complican o impiden la relación con los demás o consigo mismos.


Consecuentemente nos podriamos plantear varias dudas: ¿Los criterios diagnósticos DSM son los únicos síntomas que presenta un TLP?, ¿El TLP es un trastorno de las relaciones interpersonales?, ¿podriamos denominar al TLP “trastorno relacional de la personalidad”?, ¿Con ellos?, ¿Consigo mismos?. Queda para debate.

Lo cierto es que cuando tenemos delante a un paciente con TLP vemos, notamos y sentimos que los criterios DSM se nos quedan cortos, el paciente nos desborda con una autentica catarata de sensaciones y sentimientos mucho mas ricos e ilustrativos que los criterios diagnósticos, podriamos decir que son unos síntomas que están “escondidos” y “ocultos”, no porque no sepamos que están y existen sino por que no son “oficiales” ya que no nos aparecen en las clasificaciones y evidentemente el ignorarlos nos condiciona el abordaje terapéutico del paciente.

Nuestra practica clínica en la Unidad de Trastornos de la Personalidad del Servicio de Psiquiatria del Hospital Ntra. Sra. de Gracia de Zaragoza y los muchos años dedicado a esta patología nos ha facilitado la realización de un catalogo de síntomas “escondidos” que presentan los pacientes TLP, su búsqueda y su identificación nos van a aportar una serie de recursos hacia donde orientar nuestros objetivos terapéuticos, estos síntomas los agrupamos según creemos que condicionan su relación consigo mismos o con los demás.

Tabla 2

SINTOMAS “ESCONDIDOS” CONSIGO MISMOS.

(1) AUTOENGAÑO.
(2) EL MIEDO A SÍ MISMOS.
(3) LA TOMA DE DECISIONES ERRONEAS.
(4) LOS MECANISMOS DE DEFENSA.
(5) LA INCAPACIDAD PARA ESCUCHAR.
(6) LA HERIDA NARCISISTA.
(7) EL REMORDIMIENTO Y LA CULPA.
(8) EL SINDROME DE ARROGANCIA.
(9) LA SOMATIZACION


En la Tabla 2 enumeramos una serie de situaciones que los pacientes TLP experimentan habitualmente y que se presentan, agrupadas o no, con mayor o menor intensidad, a lo largo de toda su vida y que se caracterizan por dificultar lo que podriamos llamar “relación consigo mismos”, lo que favorece su sentimiento subjetivo de abandono, el deterioro de su auto estima, el abandono de los tratamientos, justifica su ira inapropiada, la alteración de su identidad, la necesidad de autolesión, etc.



Si describimos someramente cada uno de los síntomas veremos como el AUTOENGAÑO es la manera que tienen los pacientes de negar, de no darse cuenta de la situación que viven, de desplazar el aquí y ahora de pensar que lo que hacen y lo que viven es lo bueno y lo cierto y que no les perjudica.

EL MIEDO A SI MISMOS es, por el contrario, la percepción que les da la experiencia de haberse complicado la vida, de haberla arruinado, de preguntarse como será su próxima reacción impulsiva, de que consecuencias le deparará. Este síntoma es también el resultado de integrar y vivenciar ese sentimiento crónico de vacío que les atenaza, que les lleva a no reconocerse, a sentir la angustia vital del “no ser”, a interiorizar con perplejidad y estupor el “hueco existencial” de la “nada”, la nausea sartriana y el no poder asumir el “das sein” heideggeriano.

LA TOMA DE DECISIONES ERRONEAS es una característica muy frecuente en estos pacientes y que es la que les lleva a elegir lo peor entre dos opciones, los peores amigos, el ocio más perjudicial, la peor comunicación, etc, etc.

LOS MECANISMOS DE DEFENSA ya conocidos por estar descritos en múltiples textos y artículos por muy diversos autores, siendo los mas frecuentes la negación, la proyección y el desplazamiento que repercuten sobre el paciente de una forma dañina al generar una falta de conciencia de enfermedad, una responsabilización de la enfermedad hacia otros y la creencia de que lo que hace es lo idóneo y acertado.

LA INCAPACIDAD PARA ESCUCHAR se caracteriza por esa peculiaridad del paciente TLP en no “oír” lo que se le dice, en hacer caso omiso de los consejos, pautas terapéuticas, advertencias y todo aquel mensaje inicialmente positivo que venga del exterior.

LA HERIDA NARCISISTA es la vivencia que tiene el paciente TLP en vivir la más mínima frustración como una intensa afrenta a su YO, es la vivencia subjetiva de que al “ser especiales” no se les puede llevar la contraria, están en posesión de la verdad, no cometen equivocaciones y los errores son siempre de los demás, siendo incapaces de asumir cualquier error o falta.

Contrariamente a lo que muchas veces se piensa el paciente TLP no es un paciente egosintonico, no disfruta siéndolo y es debido a que en su fuero interno, ocasionalmente pero no infrecuentemente, aparece EL REMORDIMIENTO Y LA CULPA, este síntoma es como una transitoria vivencia de realidad que repercute de forma negativa en su estado anímico al hacer un somero balance del estado en que se encuentran y enterarse de las consecuencias de sus actos, de sus conductas y de sus decisiones.

Denominamos SINDROME DE ARROGANCIA a la situación vivencial que, de alguna manera, justifica el criterio diagnostico del DSM de ira inapropiada, el paciente TLP interioriza una especie de soberbia, una estimación excesiva de sí mismo y que no es exactamente un rasgo narcisista sino la forma defensiva de justificar el rumbo calamitoso de su vida.

Por ultimo, LA SOMATIZACION es otro de los síntomas escondidos que se presenta con inusitada frecuencia, los síntomas somatomorfos son de frecuente aparición en la clínica TLP, la sensación de malestar que padecen les obliga a racionalizarla su angustia, “llenan” su sentimiento crónico de vacío mediante cefaleas tensionales, alteraciones digestivas, temblores, insomnio, astenia, taquicardias, dificultad respiratoria, etc.

Tabla 3

SINTOMAS “ESCONDIDOS” CON LOS DEMAS.


(1) LA DISCUSION DEL PEQUEÑO DETALLE.
(2) EL “OTRO” ES UN SUJETO MANIPULABLE.
(3) LA “SEDUCCION” Y EL “ENCANTO” SUPERFICIAL.
(4) EL MIEDO AL COMPROMISO.
(5) NADIE LES ENTIENDE.
(6) EL MUNDO IDEAL.



En la Tabla 3 enumeramos los síntomas ocultos que tienen que ver con su relación con el entorno que les rodea, con el cómo establecen y efectúan sus relaciones interpersonales, la aparición de uno o varios de estos síntomas y según la intensidad con la que se presentan condicionan el ser y el estar en el mundo de estos pacientes, como vivencian a quien les rodea, a su familia, a sus parejas, su medio laboral, sus relaciones sociales. Estos síntomas, en definitiva, son los responsables de la “imagen” que el paciente da al exterior y consecuentemente el exterior “devuelve” e interacciona en función de cómo es esta.

Llamamos DISCUSION DEL PEQUEÑO DETALLE a la continua perdida de energía que el paciente TLP malgasta en las discusiones con otras personas, casi siempre sus discusiones se centran en detalles sin interés, prima lo anecdótico y se desprecia lo trascendente, se orilla lo importante de la discusion, lo nuclear, para centrarse en lo circunstancial. Esto hace que el paciente y sus interlocutores inicien una escalada de tensión en su conversación, que la comunicación se distorsione hasta tal punto que al final se encuentran discutiendo por una nimiedad colateral y alejada de lo que fue el inicio de la discusion generando un aumento de la problemática y siendo incapaces de resolver nada.

El paciente TLP tiene integrado de una forma inconsciente que EL “OTRO” ES UN SUJETO MANIPULABLE, la dinámica que este establece en su relación con los demas pasa por utilizar las relaciones interpersonales como una forma de explotación, la mayoría de las veces sin un fin concreto y en muchas ocasiones con un resultado negativo, el paciente, por su victimismo, hace que los demas estén pendientes de él, los utiliza, pero al no ser una manipulación consciente y planificada puede volverse contra él, lo cual hace que su ira aparezca al no encontrar la atención y los cuidados que pretende obtener que en definitiva son el fin ultimo de esa conducta manipuladora inconsciente. El resultado positivo o negativo de esta “manipulación” hacia el otro, influye en que el paciente viva a los demas como muy buenos o muy malos y esta vivencia es lo que conforma el criterio diagnostico 2 del DSM, la alternancia extrema entre la idealización y devaluación del otro.



La mayor parte de los pacientes TLP tiene una “SEDUCCION” Y “ENCANTO”, es una capacidad inconsciente que les sirve para “enganchar” a determinadas personas, es bien sabido como estas personas tienen una innegable atracción para muchas personas, hasta bien avanzado el trastorno han dejado en el camino una legión de admiradores a pesar de haberles hecho sufrir. Este síntoma oculto explicaría la conducta de promiscuidad sexual que estos pacientes tienen cuando se une a una falta de control de impulsos. La gran cantidad de excusas, disculpas, etc, que tienen para justificar sus incumplimientos laborales sociales y personales están bañados de esta seducción, a la cual se acostumbran y cuando les falla, dada su reiteración y abuso, les provoca una terrible frustración que al no soportarla les lleva a la ira desproporcionada.

Es característico de los TLP el MIEDO AL COMPROMISO, cuando estas personas ven aparecer en su horizonte la posibilidad de una continuidad en su proyecto vital, un trabajo, una pareja estable, la continuidad en sus estudios, etc., hacen esfuerzos denodados por romper esta dinámica, se les hace imposible, diríamos que les aburre lo cotidiano, la rutina, lo normal, parece como si se negasen a que la vida les discurriera bien. Curiosamente esta situación les lleva a que su soledad vaya en aumento y aparecen los esfuerzos desesperados por no sentirse abandonados.

Una expresión que escuchamos con demasiada frecuencia a los pacientes TLP es la de que NADIE LES ENTIENDE, justifican sus conductas mas disparatadas argumentándolas como si fueran tan normales, siendo la falta de comprensión de los que les rodean lo que hace que esas conductas sean “diferentes”. Este síntoma esta cargado de victimismo y justificación, de falta de empatía ya que, curiosamente, estos pacientes difícilmente entienden o comprenden las reacciones reprobatorias de los demas hacia ellos, exigen que los demas entiendan su conducta pero no pueden entender que les censuren a sabiendas de lo negativo de su acción.

Cuando a un paciente le proponemos que imagine su futuro, en muchas ocasiones, describe un MUNDO IDEAL y fantasioso ajeno por completo a la realidad, si reflexionamos con ellos respecto a ese futuro, lógicamente, lo ven inalcanzable. Esta situación vivencial es la que les hace fracasar ya que se plantean objetivos a largo plazo e imposibles de conseguir por su falta de constancia, llevándoles seguidamente a pensar que para no conseguir lo propuesto no merece la pena seguir luchando, favoreciendo el abandono de las terapias. De ahí que sea trascendental el planificar las terapias con objetivos fácilmente alcanzables y a corto plazo.

Estos son algunos de los que denominamos sintomas ocultos, es evidente que esta elucubración, fruto de la observación clínica, no es otra cosa que un modesto borrador para profundizar en la descripción de la rica sintomatología de estos pacientes, su identificación nos ayuda a diseñar la terapia para atenuar la intensidad de los mismos, un descenso de estos sintomas ayudará a estos pacientes a reencontrarse consigo mismos y mejorar la relación interpersonal con los demas y con su entorno.

El estudio y abordaje de estos sintomas nos facilita el buscar el núcleo comportamental del paciente que no nos es proporcionado por los criterios diagnósticos categoriales.

Publicado en www.psiquiatria.com

El conflicto de Aurea

Dentro de nosotros puede haber un diálogo interno. En ese mosaico de yoes se desprenden predicados del sujeto con su cara correspondiente.
En esa transacción se producen disonancias feroces, allí radica parte de una identidad difuminada.
Pongamos el ejemplo de una mujer que tiene esa forma de disociación o sujeto dividido como diría el buen Norberto Levy, médico psicoterapeuta. Centrémonos en el poema desenfocado.
Se trata de una mujer, la llamaremos Aurea. Dicha mujer de mediana edad se presenta ante el terapeuta con un dilema sin elaborar, en el trabajo psicoterápico se desarrollan varias facetas de la persona. Aquella que se siente débil, menuda, fea, tonta e inmadura y otra parte que empuja a golpes a esa persona para que despierte, con autoritarismo, con fiereza, con una vehemencia corrosiva. El resultado es el castigo del sujeto, esa parte “B” castiga a “A” por sus miedos, la cuestiona y la sanciona. La parte “B”, dicho de una manera parsimoniosa, se ve acorralada y en lugar de movilizarse para sacar su verdadero potencial se encoge cada vez más. Entre esas partes hay una relación intrapsíquica, análoga a la que Aurea puede desarrollar con el mundo externo, llamémosle a dichas transacciones relaciones de objeto.
Parece que esto no es demasiado extraño y explicado así resulta sencillo, Levy, destaca que se tiende a asociar la sofisticación de una teoría con su eficacia. No importa ahora eso tanto como entender un mecanismo intrapsíquico. Permitanlo.
Bien, esa mujer, Aurea, padece un problema psíquico, no se soporta, considera que molesta y dentro de ella existe un profundo conflicto que le lleva a tener molestias también somáticas, desplazando el dolor psíquico al cuerpo.
Dicha mujer no puede integrar A y B, mientras tanto se maneja en fricción con esos elementos que “colusionan”. Este trabajo y otros realiza un psicoterapeuta quien reúne a elementos disociados de la persona en aras de la unidad.
El trabajo del terapeuta es que Aurea tome contacto intelectual y emocional, no basta con el primero, para integrar esa ruptura con la continuidad de su yo. De ese modo podrá pasar a lo que Levy llama la autoasistencia, del latín ad-sistere: "detenerse junto a".

viernes, 26 de diciembre de 2008

Dicho de otro modo: Serie Diciembre en clave "letra"

Canta y ruge como una fiera
Caminando hacia la nada
Dejando el cercado
Abandonando el lindo prado
Y voluptuoso

Rondando por el espacio,
Meditando sobre aquello
Que un buen día llegó
Y nunca saboreaste
Es el recuerdo de aquel día

Cuando todo era distinto
Me mirabas y sonreía,
Te miraba y era yo
Ahora todo ha escapado,
Disuelto en plástico espesor

Con semillas de anhelos
Mi deseo emergió
Era él, casi menudo
Acurrucado entre nosotros
Era él, delicioso
Columpiando el pasado

Y allí naufragamos,
De lado a otro del circuito
Pensando que habré hecho yo
Para vivir tan fatigoso apremio
Y allí estoy con aquél

Liviano desconocido
Que tanto busca y apenas encuentra
Porque escondido estaré yo
Entre la maleza

Busca, busca como un niño
Jugando y saltando,
Con tus nuevos calcetines
Disfruta del juego
Puede que cuando me encuentres
Ya esté lejos del lugar
Donde un día te sentaste
Y yo quisiera escapar
¡Vuelve! Te diré con esmero
¡Regresa! Te quiero cerca
pero cerca has estado
y yo me escapé

Busca y busca navegante
que detrás me esconderé
pues el miedo es un castigo
que yo debo sostener
no entiendo este destino
ni parezco merecer
este ritmo disonante
que no puedo retener.

jueves, 25 de diciembre de 2008

Solo

Solo, acaso rodeado pero solo
acompañado y solo
diluido entre la gente
perdido
navegando con más seres
y solo

perdí parte de mí,
pierdo a menudo
y me siento solo
cuando disfruto gozo
cuando la melancolía me abruma muero
y mientras estoy

sin ser
sin vivir
dejando trocitos de mí
y no puedo cogerlos
compartir el aroma con otros
cerrado y entregado a mí,
dejándome morir
matándome

sin permitirme
sin piedad
y todo lo que está cerca me quema
me dejo morir y lamento en el pensar
qué presté a la muerte que ya nada me devuelve
qué hice yo mal para no poder habitar mi cuerpo con dignidad

la muerte me da un bálsamo
mágicamente acabar con el dolor
actuar rápidamente y cercenar de cuajo la brasa
para poder recuperar los trozos
de mí
que la narrativa dejó presos
en un fondo inasible
y finalmente, conectado o no,
muero y no me perdono
muero y no me perdono.

Dedicado a la persona que lleva el sitio: www.soyborderlineymegusta.blogspot.com

miércoles, 24 de diciembre de 2008

El Placer de leer a Lacan


No me puedo resistir antes de acudir a la cena revisada de este año, se trata de un extracto de Juan David Nasio, lacaniano de pro, que también tuvo el gusto de formarse en la "Casa Verde" con F. Doltó, mientras ésta trabajaba la imagen inconsciente del cuerpo de aquellas personitas que acudían con la puericultora. En esas reuniones varios practicantes se situaban en forma de U delante del muchacho, detras de Doltó, las locuciones del niño podían ir dirigidos a ellos o a la maestra, la propia psicoanalista pedía ayuda a sus compañeros. El acto del análisis es lo que hace un psicoanalista, opinaba esta señora. La idea me resulta exquisita, revolucionaria esta mujer, que fue miembro de la IPA y después por desavenencias con la "cópula" directiva se adhiere a la Escuela Francesa de Psicoanálisis.

Lo dicho:

EL FANTASMA ESTÁ EN EL ROSTRO
El analista se convierte en el análisis en el objeto a.

AL observar atentamente la fisonomía de tal o cual paciente sentado ante mí, siempre tuve la impresión de que las líneas de su cara se elevaban hacia un centro virtual situado en su inconsciente donde él descucriría, de pronto, reunido en una escena fantaseada, el secreto de su ser; un secreto que nunca hubiésemos descubierto simplemente oyéndole hablar. Un psicoanalista también debe saber mirar y no sólo escuchar. Pues es allí, en ese centro, en esa escena íntima, donde él mismo se debe incluir. En efecto, desarrollando una visión mental concentrada en ese punto, el practicante tiene la oportunidad de llegar a entender una de las causas profundas del sufrimiento de la persona que le consulta. Así, podemos decir que el analista forja en su espíritu en fantasma de su paciente. Se identifica, por tanto, con uno de los personajes de la escena hasta sentir que siente. Identificado con su criatura fantasmática, el analista llega a conocer lo que su paciente siente inconscientemente o, con mayor exactitud, lo que su paciente siente en su fantasma inconsciente.

Sigmund Freud:
"El yo se comporta como el analista en una cura analítica, encomendándose al ello como objeto de líbido y tratando de derivar sobre sí su líbido. Él [ el yo o el analista] no sólo es el asistente del ello, tambiñen es su sirviente obsequioso, que bendiga el amor de su amo; [...] con excesiva frecuencia cae en la tentación de hacerse complaciente, oportunista y mentiroso, un poco como el estadista cuyos objetivos son justos pero que quiere ganarse los favores de la opinión pública" (Le moi et le Ça [El yo y el ello], pág. 272).

Juan David Nasio->El placer de leer a Lacan. 1. El fantasma. Gedisa. Barcelona, 2007.

Días de Perfume y Turrón


Entrando en las puertas del año venidero nos encontramos organizando nuestro afecto para mostrar a otros lo que les queremos, facilitados por un clima cercano al éxtasis estamos pensando en ellos, recreando lo que serán cenas y entregas de cariño, vía objeto mercantil, pero eso no importa tanto sino para atormentar la inocencia espontánea de estos días. Es así cuando es viva nuestra presencia en este mundo de bolsas y perfumes.
Parece curioso a simple vista que tengamos que esperar 365 días del año y tal vez algún cumpleaños para mostrar al otro lo que le queremos, nuestra base gramatical de afectos y pensamientos se estructura en función de ese otro. Si logramos crear unos lazos vivos, plenos y auténticos podremos, en recorrido de vuelta, vivir lo espontáneo de lo que somos.
No es un día muy propicio para comentar el "false self" de Winnicott, pero como propuesta para este año, sin ánimo de hacer autoayuda, "Dios me libre", podríamos reflexionar sobre lo que nos imponen y lo que nos facilitan, cierto es que este recorrido es circular, porque nosotros construimos las relaciones con los otros, sean terapeutas o no.
CORTAZA, fue el neologismo espontáneo que me surgió pensando en aquella persona que reune la corteza y la coraza, desplegando un sí mismo que no es suyo, alienándose en el discurso. Todo esto resulta corrosivo. Corteza porque oculta lo que está dentro, puede que un fruto; coraza porque desempeña un papel de escudo ante la realidad externa, le separa de ésta y suele tener un papel significante. El síntoma reune ciertas características metonímicas para entender la narrativa del sujeto.
En estas fechas se cataliza la emotividad potenciando los recursos naturales, dejando volar libremente, a flor de piel, las emociones en punta, y eso es hermoso aunque para nuestras/os secretarias/os resulte un engorro. Atravesar los diques supone una suerte de vencer los límites externos, pero en todo caso "el peor enemigo es uno mismo".
Buenas noche, buena suerte y buen provecho.

martes, 23 de diciembre de 2008

La Levedad del Rocío

La Levedad del rocío

Macerado y seco
Rotundo y sagrado
Contundente como un grito de auxilio
Gime el lamento de la grieta

Y mareado reza
Alzando el grito a otra parte
Buscando en la negrura un sólo momento
Y mantiene, la estrella fijada, la noche cerrada

Sea así, susurra y espera
Encerrado en un momento
Callado y obstinado
Esperando la puerta

Detrás una ausencia
Dentro otra,
Sin distancia y diferencia
Fundida y sellada

Sobre la IDENTIDAD

Sobre la IDENTIDAD. IAEU

"(...) si uno considera que el azar es indigno determinante de nuestro destino, ello no es más que una recaída en la pía concepción del universo que Leonardo estaba a punto de superar cuando escribió que el sol no se mueve." Rorty

Yo como un “conjunto de representaciones psíquicas”

La perspectiva inaugurada por Freud implica, si hemos de expresarnos de un modo sintético, que la noción misma de identidad encierra un contrasentido y oculta más cosas de las que explica.


En efecto, el término "identidad" supone una constancia, una permanencia, que son muy ajenas a la experiencia de cualquier sujeto. Preguntarse por la identidad de un sujeto supone buscar aquello en lo que éste sería "igual a sí mismo".

Nos referiremos, pues, a un filósofo, Richard Rorty, que, por cierto, ha hecho una valoración muy positiva de las aportaciones de Freud al pensamiento universal.


Richard Rorty es uno de los filósofos más influyentes en Estados Unidos, exponente de cierto enfoque de la cuestión de la identidad que resumiendo mucho podría definirse como "narrativo".


De acuerdo con esta orientación, la identidad no tiene relación con ninguna verdad o esencia estable de un sujeto, ni con nada que en él se vincule a una esencia de la especie humana.


De lo que se trata es de la capacidad del ser hablante para describirse a sí mismo en un momento de su historia. Dicho sea de paso, esta corriente de pensamiento defiende a veces tesis similares a las defendidas por un autor como Giddens.

Según Rorty, los seres humanos son redes de deseos y creencias que, además, son capaces de crear metáforas y léxicos nuevos mediante el uso del lenguaje.


Las personas pueden cambiar su forma de "describirse". Y la necesidad de crear narrativas, lo más ricas y plausibles que sea posible, es lo que explica nuestra gran necesidad de encontrar modelos, procedimientos, etc. Esto es lo que satisfacen en igual medida las novelas, las lecturas sobre historia y la filosofía moral.

Por ese motivo, por ejemplo, leemos muchas novelas, además de biografías y autobiografías (un género que ha experimentado un auge considerable en las últimas décadas), pero también vemos la televisión, que nos permite inscribir diariamente la narración de nuestra vida en un contexto actual que nos orienta, nos aporta modelos y contramodelos.


De hecho, si Rorty le concede un lugar tan importante al psicoanálisis es porque lo considera un buen método para obtener narrativas:




"El descubrir las imágenes del propio inconsciente acerca del propio pasado es una forma de obtener algunas ideas adicionales sobre cómo describirse (y modificarse) a sí mismo en el futuro."

Y añade que el psicoanálisis sólo difiere de otros métodos por el hecho de "ser más penoso, de tener más probabilidades de producir un cambio radical", además de tener en cuenta aquello que nos hace profundamente distintos de cualquier otro ser humano.

En particular, en su libro Contingencia, ironía y solidaridad, Rorty plantea que Freud ha sido uno de los pensadores que más ha hecho por mostrar el papel decisivo de la contingencia en la vida humana. Así, mientras que cada uno de nosotros suele aferrarse a la idea de que su vida es como debería ser, y sostiene que la identidad de su yo y el conjunto de sus creencias responden a razones necesarias, Freud muestra que es la infinidad de las contingencias que constituyen una vida humana lo que va moldeando una forma de ser, una forma de pensar y de sentir, una actitud moral.

La mano creadora


Querida imaginación, lo que amo sobre todo en ti es que no perdonas. André Breton


Bueno, tal vez hoy podamos hablar del nihilismo creador, propio de aquellas personas que atacan lo que han construido. Se puede ser transgesor y revolucionario y mantener una actitud menos agresiva con respecto al mundo y acaso, uno mismo.
El nihilismo consiste en una actitud negadora pero puede ir ligada a un sujeto creador, cuenta Dario Sor en una entrevista concedida a la gente maravillosa de espaciopotencial, que Lacan era un nihilista en contraposición a Wilfred Bion, éste sin embargo, es por esto por lo que escribo, fue detestado en el país donde vivió aunque fuera de origen hindú, hablamos de la Sociedad Británica de Psicoanálisis.
Y a decir verdad me sorprendo sobremanera indagando en personas creadoras y cómo han sido sus vidas, un buen día una agradable y creativa persona me decía que “la vida de los artistas es muy penosa”, sobre la mesa teníamos una fotografía realizada por ella.

La creatividad es estudiada de manera dispar pero todas esas descripciones suelen ser ajenas a la vida del creador. ¿Por qué esas biografías? Sugiero con una cita: La enfermedad se perfila en el entramado de cada biografía.
Reducir y hacer una cláusula castrante a un sujeto abierto al crear resulta poco recomendable. Bien, me atrevo a pensar en que ese afán creador pueda tal vez tener que ver con una profunda angustia que se necesita sublimar, los niños juegan, los neuróticos crean se huele sin indagar demasiado en la obra de Freud, este último tuvo serios problemas para entender lo artístico al no poder sistematizarlo, aun así trabajó sobre ello y sentó bases para seguir pensando, no se le puede pedir más a este genio, tampoco nos quedemos allí.

Y crear es una forma de vida. Conocer otras maneras de leer la realidad, cuando una persona que sufre y pide auxilio empieza a comprender otros modos de aprehender la realidad estamos ante una señal de flexibilidad cognitiva y eso siempre es interesante para pensar en la capacidad de que ese uno sea otro.
Crear va más allá de escribir o de pintar, crear tiene que ver con lo que el sujeto hace con el objeto, esto es, con la realidad circundante. Por ejemplo, el estar inmerso en una repetición transgeneracional resulta ser un componente que obtura la creatividad y tiene más que ver con la repetición, esto bloquea el seguir siendo. En definitiva uno está representando la realidad en base a la imagen de la realidad de otro. Salir de dicho atolladero resulta complicado. No conozco patrones de conducta estándar para normativizar una conducta ideal. Acaso conocer esa fantasmática en un análisis, pero para un sujeto creativo el análisis puede ser un peñazo. Tampoco me extraña.

La vida de los sujetos creativos que han sufrido es conocida, más por rumores distorsionados y películas que por acercamiento a la vida interna de estas personas, que como brujos/as tienden a ser un poco apartadas. Así que, una vez más la realidad vuelve a cercarlos, y esa fantasía inconsciente que provoca la angustia, sea de la naturaleza que sea, tiene una relación circular con el medio ambiente. Deberíamos tenerlo en cuenta, para no caer en el narcisismo de envidiar a los diferentes, algo así, con otros matices comenta Freud en "Introducción al Narcisismo".

Puede ser interesante el indagar la imagen inconsciente de estas personas, que podemos buscarle cierta equivalencia a la idea de Hartmann sobre el self, que luego redefiniera Winnicott de otro modo, mencionemos también a Kohut.
El sujeto creativo es un ser que puede atender a varias opciones simultáneamente, el pensamiento divergente, una forma de pensamiento que puede ser patológico pero que bien canalizado resulta sumamente atractivo y fértil. Entender a un sujeto creativo no es fácil si nos acercamos desde el prisma de lo normalizado, de lo sancionador y lo estricto. Un sujeto creativo no ve las cosas desde el continente "rígido" que plantea la realidad, para el “lo real” es la realidad, si me permiten el guiño a Lacan.

Suelen aburrirse, si esto lo miramos desde el trabajo de la psicoterapia, insisto, no me extraña, quizás sesiones más vivenciales puedan enriquecer más a estos sujetos, conectar más y mejor y facilitarles la posibilidad de sentirse vivos, de seguir siendo. El lenguaje muerto no ayuda a crear entre dos un ambiente de facilitación para crear, allí, el psicoanálisis tiene terreno ganado por lo abierto del lenguaje, si no se abusa de las interpretaciones y de la forma de presentarlas. Un sujeto creador necesita crear para vivir, mientras tanto rondará mareado y confundido por las entrañas de un mundo que produce sopor y despierta emociones que se encuentran a flor de piel. Sus representaciones las puede actuar en el espacio y por ello, entiendo que el soporte de una fotografía, de un dibujo o de un escrito puede servir (sin artificios) para desarrollar un rapport.
Entiendo que Winnicott y otros creadores como Doltó, Bion, Klein o Lacan hacían énfasis en el papel del otro, en el terreno de lo intersubjetivo y como esa línea “entre” constituye cómo se construye la identidad. Seguiré pensando sobre esto, valga el boceto como mano tendida.

lunes, 22 de diciembre de 2008

Un lugar de encuentro

Entre las flores que se encogen surge
agazapado mira hacia arriba
husmea por alrededor
mira, toca y ama.

Rodeado en un cosmos de cielo y rosas
ausente entre las cosas
se debate hacia una tendencia desconocida
hacia allí, hacia allá

Rodeado está de nubes,
columpiado por la maleza
que se cierne entre él
como bosquejo del pensamiento
apresado por el afecto
liberado por el amor.

Y allí está contemplando
una realidad
qué palabra más terrible,
qué expresión más fea
por qué sólo una

fuente de secretos
con el corazón entre las manos
acunando al otro
rodeado y pensando,

qué habrá allí
que te mantiene a la espera
buscando el tiempo para descubrirlo
y descubrir a aquél que te espera

Ese es el sitio donde reside la imaginación
donde si no vas a vivir
y qué importa lo demás
cobíjate en ese lugar
y deja crecer tus secretos

allí podrás vivir y hacer gozar a otros
por eso, conserva aquel lugar
llamado deseo.

domingo, 21 de diciembre de 2008

Espacio Potencial




El fenómeno transicional, el espacio potencial, el vivir creador son conceptos que ronda la obra de Winnicott. Él fue un tipo muy creativo, a menudo eso da problemas debido a lo que Melanie Klein (1882-1960) tratara en un excelente trabajo sobre la Envidia (Envidia y Gratitud, 1957). Ésta señora algo atormentada dio giro al psicoanálisis siendo la más creativa de todos los psicoanalistas de la Sociedad Británica de Psicoanálisis, con ella se formó Winnicott y se separó por lo dogmático de sus propuestas. Sartre haría lo propio con el psicoanálisis desde la filosofía. Y no me extraña.

Klein creo edificios del psicoanálisis y en su obra Psicoanálisis de Niños revolucionó el psicoanálisis proponiendo un superyó temprano, existencia de una envidia primaria, de agresividad, de culpa y de reparación, elaboró los conceptos de posición esquizo-paranoide y posición depresiva, Winnicott hablaría del “concern”.
Winnicott analizó a su hijo Erich, en esa época el hijo de Klein se cambió el apellido a otro homófono. Ella insitió en supervisarlo, el se negó, ya pagó su deuda rehusando la golosa posibilidad de analizarse con ella. Lo haría con James Strachey, quien editó con el círculo de Bloomsbury la obra de Freud, la Standard Edition, en dicho círculo estaba, por ejemplo Virginia Woolf y su marido Leonhard o la segunda analista de Winnicott, Joan Riviere quien sistematizó la obra de Klein junto a Hanna Segal, Betty Joseph y otros que continuaron sobre su obra como Wilfred Bion o Herbert Rosenfeld, geniales investigadores.

Winnicott fue en palabras de Horacio Echegoyen, en una entrevista concedida a Silvia Fendrick para el texto “Psicoanalistas de Niños: la verdadera historia. Winnicott”; Letra Viva. Dice “un tipo muy creativo pero también muy conservador” (sic). El lado conservador se mostró cuando investigó la obra de Doltó y la eliminó del panorama didacta por ser demasiado avanzada y alguna característica personal que no encajaba en el molde de la cura tipo (eso lo hizo Winnie, sí). El lado creativo fue el de aquel pediatra que trabajó en dos hospitales con una casuística inusual para un psicoanalista (Echegoyen señala que esos casos los tomó como pediatra) también cambió el setting para pacientes que tenían patologías con la fase que él llamó de dependencia absoluta, estadíos preedípicos, vendrían a ser las psicosis, borderlines y neurosis graves. Para las neurosis empleó el método de Freud, no consideró que hubiera que cambiarlo en ese contexto. Ahora bien, reescribió lo propuesto por Klein y luchó con su “neurosis incurable” y su “impotencia”, razón por la que Masud Khan explica en otra entrevista a Fendrick porqué no tuvo hijos Winnicott, lacónicamente y sin aire físico para respirar, murió unos meses después de aquella entrevista el editor, amigo y confesor de Winnie.

Decía que la teoría del psicoanálisis de niños, de lo borderline y de las psicosis queda modificado según Winnicott, sobre todas las cosas, incluidos Klein y los kleinianos. Clare Britton, esposa de Winnicott ya dice que Winnicott le comentó que Klein “no le consideraba ya un kleiniano”. Winnicott luchó toda la vida por situarse en un terreno combativo, contra el lenguaje muerto de los kleinianos y la postura orgullosa de Klein y de Anna Freud. Se le criticó por su impotencia, por sus teorías y llegó a ver a su segunda analista “como una bruja”. Graciosa imagen persecutoria.
En definitiva, Winnicott no fue un tipo ingenuo, ni siquiera un analista bueno, Winnicott fue una persona luchadora, que en palabras de Khan, “tuvo una vida muy difícil” (sic).
Su creatividad, como lo ha sido para otros fue fuente de envidias en el seno de la SBP, rumores llegaban sobre su persona y su sexualidad, incluso sus analistas se fueron de la lengua, lo más peligroso es que en los circuitos de psicoanálisis todavía suceden estas cosas de patio de colegio-verdulería, por tanto, no son(somos) más sofisticados que una peluquera, no lo duden.
Bien, pensar sobre Winnicott es pensar sobre Klein y Anna Freud también, es pensar en la guerra, en los niños, en la madre y en el medio ambiente. Es pensar en el espacio potencial, en el objeto transicional y en la creatividad. Pensar en Winnicott es expandir los registros del psicoanálisis a otras psicoterapias. Porque como dice Horacio Echegoyen, “soy psicoterapeuta y en momentos de lucidez hago psicoanálisis, ser psicoanalista es muy difícil” (sic). Un fuerte abrazo desde la verdulería de la mente, donde se cocinan frutos vitamínicos para el alma. Atentamente, Rodrigo Córdoba Sanz.

Recomendación: Por Silvia Fendrik: “Psicoanalistas de Niños. La verdadera historia. Winnicott y la Sociedad Británica”. 2005, Letra Viva, Buenos Aires.

viernes, 19 de diciembre de 2008

Psicoanálisis y Arte


Le preguntaron a Horacio Echegoyen qué es el psicoanálisis, contestó no sé.
Entiendo el psicoanálisis no como una técnica sino como una manera de ensanchar el campo reflexivo y sentirme un poco más cerca de aquellos que quiero ayudar.
El psicoanálisis es una herramienta poderosa por lo sanador y por lo agresivo.
Una entrañable colega que lee estas líneas comentaba: olvídate del psicoanálisis, esto es literatura (sic).
Para ejercer como psicólogo hay que pasar por la facultad, rito de iniciación. No obstante detrás de lo que los decanos y rectores estandarizan existe un mundo más amplio que dista mucho de esas ofertas terapéuticas engañosas que aun existen como, “le curamos en tres sesiones”. Desgraciadamente hay gente desesperada que está dispuesta a probar semejante cosa antes de disfrutar del “penoso” proceso psicoterápico. También se prescribe la medicación, como si tal cosa funcionara más allá del alivio y la estabilización en salud mental. No obstante la medicación en psiquiatría consigue grandes cosas. No la despreciemos.

Estimulado por aquella colega voy a escribir algo que salga desde dentro, como anhelan aquellos consultantes cansados de la coraza del psicoterapeuta, que tiene como latiguillo el “por qué” y todas esas mamarrachadas.
Entender la psicología es una forma de registrar y descubrir la realidad de otro modo, es salir de un pozo de viscosidad donde todo es lo mismo para todos, debajo de ese líquido existe vida y allí es por donde se investiga a través del psicoanálisis y otras psicoterapias.
Entender psicoanálisis es muy útil como leer poesía, literatura, tocar un instrumento, saber biología o cantar en un coro. Expande el potencial creativo para poder vivir como miembro constituyente y transformador del mundo. Para poder permanecer una vez que muera.
Trabajo para ayudar a encontrar un sentido a la existencia en este mundo. A personas que han perdido la ilusión, la fe, la esperanza, el sentido. A personas que quieren expresarse y conocer, a personas curiosas, a creativas, a depresivas, todas ellas piden ayuda para entender y esto debe seguir siendo algo alcanzable para el sujeto de la cultura, del significante, del Edipo o de aquellas construcciones de la realidad que satisfagan al terapeuta, en definitiva son modos teóricos para ampliar el modo de entender a una persona, a sentirse cerca para susurrarle afectos y pensamientos.
Suena a espiritual, por así decir, resulta atrevido pero quisiera decir aquí una frase de André Green en “De Locuras Privadas” que dice así: "El afecto es un desafío para el pensamiento”. El psicoanálisis procura profundizar en las relaciones de objeto y las representaciones mentales, en el papel del inconsciente y lo fundamental del ambiente. Existen varios pilares para comprender esto: Freud, Lacan, Klein, Winnicott, Doltó, etc.
Desde otras psicoterapias, gestálticas, citar a Carl Rogers, a Abraham Maslow, a Alexander Lowen o a Victor Frankl. El psicoanálisis debería ser enriquecido por la poesía, la literatura, la música, la fotografía, la pintura, la danza. Esto ayuda a conocer los procesos psíquicos en relación a la superficie que toma contacto con la realidad, el cuerpo, continente del psiquesoma, el yo piel de Didier Anzieu.
El psicoanálisis tiene sentido desde la huída del dogma, como una ciencia basada en la conjetura y lo ajeno al laboratorio cosificador ha sido edificado desde la fe y la estructura rígida.
Ahora bien, el psicoanálisis forma al psicoanalista, éste proporciona un modo de investigación en los vericuetos de la psique y cierta realidad para aquél que solicita sostén.

Podéis quitarme lo que tengo
Todo lo que soy
Todo lo que hago
Podéis dejarme sin nada
Dentro de mí estará todo. Warcry

El Umbral del Secreto

El umbral del secreto

Acariciando la mejilla de una dulce dama
sentado y besando la luna
sobre la almohada de los sueños
tú, me miras con cariño

te acercas y voy siendo allí
calor es lo que siento
la espina dorsal como una antena
que da vigor a la rueda

me miras y me ausento
cerrado en mis sueños
y salgo hacia delante
brillando en el cielo

eres tú reina mía quien colma mi silencio
llena el pecho de algarabía
y puebla mis adentros

reza y pide por nosotros
pues aquí estoy y lejos
sentado junto a ti
contemplando cerca el cielo

me besas y te abrazo
pues cerca está el secreto
lleno de bruma densa y rica
me llenas el silencio

tal vez sea el pecho
lo que irradia mi secreto
cerca de ti estoy susurrándote lento

abre el alma vida mía
y expande tu miedo
pues suave y lindo es lo que veo
y pobre mi silencio

hermoso estar contigo
y vacío mi silencio
suficiente es lo que veo
vértigo y trueno, mi miedo.


[Intentos en escritura automática de psicoanálisis aplicado, tentativas e invitaciones a seguir siendo. Por Rodrigo Córdoba Sanz]

jueves, 18 de diciembre de 2008

EL QUIJOTE según dos modelos



Les muestro dos artículos de dos psiquiatras españoles que analizan la obra de Cervantes desde dos cosmos distintos.


FUENTE: EL PAIS
Castilla del Pino reúne sus teorías sobre la locura en el 'Quijote'

E. F.-S. - Madrid - 18/02/2005

Sólo en el Quijote, Cervantes cita la palabra locura 78 veces, y loco, 89. Las ha contado Carlos Castilla del Pino (San Roque, Cádiz, 1922) y así lo recordó en la presentación de su libro Cordura y locura en Cervantes (Península). Un volumen de poco más de 100 páginas donde reúne sus teorías sobre la locura en la obra de Cervantes, y en especial en el Quijote. Sin querer entrar en patologías, Castilla del Pino asegura que la literatura es una herramienta mucho más útil que la psiquiatría para conocer al ser humano.

"La literatura y no la medicina es la mejor vía de conocimiento del ser humano"

Castilla del Pino recorre, a través de siete ensayos, la personalidad cambiante y el rechazo a la realidad de Alonso Quijano. "La literatura", dice, "y no la medicina, es la mejor vía de conocimiento para entender al ser humano y saber más de las personas. No han sido los psiquiatras, sino los escritores, los que nos han explicado más y mejor el comportamiento humano. Tolstói, Chéjov, Flaubert... Yo, por ejemplo, tengo un conocimiento superior de Anna Karenina que de mi propia mujer".

Los ensayos incluidos en Locura y cordura de Cervantes se remontan a 15 años. El más reciente es inédito. Los títulos son: Cervantes y la construcción del personaje, La lógica del personaje y la teoría del Quijote en Torrente Ballester -una glosa a la "aguda y preciosa monografía que Torrente publicó con el libro El Quijote como juego"-, La muerte en Don Quijote ("Don Quijote es un error de Alonso Quijano, y los errores no mueren, sino que desaparecen de las dos únicas formas posibles: o sustituyéndolos por la verdad, o desapareciendo el sujeto del error"), Alocución del encausado, Idea de la locura en Cervantes, Teoría de los celos en Cervantes, y, por último, Quijotismo y bovarysmo de la ficción a la realidad.

"Si al Quijote se le quita lo novelesco, tenemos un libro de pensamiento, porque Don Quijote transmite sabiduría", dijo Castilla del Pino. "Hay un libro de Américo Castro que recoge aforismos del Quijote y que a mí me ha sido muchas veces de gran utilidad".

Según Castilla del Pino, la locura de Don Quijote no se puede diagnosticar. "Es un personaje de ficción y no necesita diagnóstico ni tratamiento. La nomenclatura psiquiátrica no aporta nada. No define al personaje. El único dato importante es que está loco porque no tolera su realidad. Cuando alguien lleva la fantasía a la realidad, empieza a desbarrar".

Para Castilla del Pino, la melancolía en el Quijote está ligada a la locura del personaje. "Las personas fantasiosas siempre son las más melancólicas. Volver a la realidad, a una realidad en la que ellos no se reconocen, les llena de sentimiento melancólico. Es curioso, pero hoy en día curar un delirio es relativamente fácil. Pero, ¡cuidado!, al curar un delirio es cuando llegan los suicidios", advierte el psiquiatra.

A pesar de su contribución con Locura y cordura en Cervantes al IV centenario de la publicación del Quijote, Castilla del Pino se muestra crítico con las dimensiones dadas a la celebración por los políticos: "Tanto fasto me parece exagerado; pienso que se están pasando de rosca. Yo tengo seis o siete conferencias a lo largo del año y participo en un congreso en Barcelona donde hablarán entre 70 y 80 personas. Una barbaridad. El Quijote ya es una de las obras más vendidas y leídas de la historia, así que creo que se debería ser más prudente".

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El Quijote era un hipomaníaco delirante con pinceladas depresivas, según un experto en Psiquiatría
El catedrático de Psiquiatría y miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, Francisco Alonso-Fernández, afirmó hoy que el Quijote era un "hipomaníaco delirante con pinceladas depresivas".
Europa Press 09/05/2005
El doctor Alonso-Fernández explicó, en su intervención en el Club de Debate Sanitario que organiza la Fundación Aventis, que "El Quijote" es una novela psicopatológica que puede usarse como un antídoto de la melancolía y como una lectura de grandezas.

Según este experto, que en los próximos días publicará su obra "El Quijote y su laberinto vital", Don Quijote no pasa de ser un "títere" ensalzado por Cervantes, que se convirtió en un suplantador del protagonismo del hidalgo manchego y en un usurpador de la gloria y la fama para el propio escritor con la complicidad del fenómeno llamado "donquijotismo".

No obstante, Alonso-Fernández distingue tres "vidas" diferentes en la estructura de la obra maestra de Cervantes caracterizadas, en primer lugar, por la enajenación y la realidad biográfica de un "enfermo mental" como es Alonso Quijano; en segundo lugar, por la espiritualidad que supone el donquijotismo; y por último, una vida rescatada por su vecino, la de Sancho, que pasa de ser dependiente a ser guía.

En su opinión, Cervantes demostró en su obra que tenía buenas fuentes psiquiátricas, que provenían tanto del conocimiento directo de enfermos mentales como de libros, en una época en la que España era el único país que contaba con una red de hospitales psiquiátricos, ya que en otros países estos enfermos eran considerados brujos o endemoniados.

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Otro artículo interesante en: http://www.ejournal.unam.mx/rfm/no46-1/RFM46101.pdf

Colaboración en una "Ópera Rock": OPERA PRIMA de ATLAND





ATLAND PUBLICA UNA ÓPERA METAL
* 08/12/2008
* Categoría: Noticia
http://www.aragonmusical.com/noticias/leer-noticia/0/2091/


Se llama "Opera Prima" y en una hora aproximada relata a través de 12 cortes de diversos estilos una historia que cobra coherencia canción a canción. La formación que firma este trabajo musical, Atland, lo define como una Ópera Metal y en esa dialéctica es como han querido trabajar este disco conceptual de principio a fin.

La historia, ilustrada desde diferentes personajes encarnados por distintas voces, algunas de artistas colaboradores, pertenece a un relato de Rodrigo Córdoba según ideas y directrices del propio grupo. En ella, un músico obsesionado con conseguir la melodía perfecta, pasará por experiencias vitales plasmadas según sentimientos de alegría, furia, desconsuelo, melancolía, amor, fracaso, frustración, ternura…

La grabación del que es el segundo disco de Altand se ha llevado a cabo desde los zaragozanos estudios Inguz, bajo la producción de la propia banda, y está a la venta en discos Leyenda y, en formato digital, desde su propia web: atland-metal.com


Repaso de Atland por su propio disco canción a canción:

Preludio + Madre Gaia. Es power metal rápido al estilo de Helloween con toques más neoclásicos. Habla sobre el maltrato del hombre a la naturaleza. En él se encuentra un solo de congas interpretado por el percusionista aragonés Aitor Serrano.

Un mundo perfecto. Empieza con ritmos funky que se van endureciendo hasta conseguir un ritmo heavy en medio tiempo con un estribillo más que pegadizo. El tema de la canción es un mundo dehumanizado en el que en su ansia por la perfección la sociedad ha perdido todos los sentimientos que la diferencian de las máquinas y vive en un estado de sumisión. Colabora con ritmos de congas Aitor Serrano.

La leyenda del cielo y la tierra. Es un tema progresivo y narrativo ya que ninguna estructura se repite, puede recordarnos a temas épicos del estilo de Rapshody pero sin orquestación. Existen 3 personajes de los cuales 2 estan encarnados por Chuse con distintas tesituras de voz y el 3º es un personaje femenino que canta Teresa Ballestín, su profesora de canto. En ella se cuenta la leyenda del amor platónico entre el cielo y la tierra condenado a la eternidad por los dioses que no permiten que el cielo y la tierra se junten. Esto provoca una profunda desazon en el cielo que llora amargamente inundando la superficie terrestre y poniendo en peligro la vida. La tierra calma este llanto y los dioses les conceden el beneficio de poderse tocar a traves del arcoiris.

En mis sueños. Es un tema bastante curioso, tecnicamente es un blues en 12/8 en su primera parte y una cancion heavy a medio tiempo en 4/4 al final en los solos. La cancion trata la historia real del guitarrista Jason Becker, el cual por culpa de una esclerosis esta postrado en una silla de ruedas y solo puede mover la cabeza. Este tema cuenta como en los sueños el musco entra de nuevo en contacto con el instrumento y vuelve a sentir la pasion melódica que los envolvia.

Réquiem. Tema metalero y cañero con abundantes riffs de guitarra, incorpora algunas partes del requiem de Mozart y trata sobre los horrores de la guerra y los intereses ocultos detras de ellas.

Liberación. Es un tema heavy a medio tiempo muy del estilo de lo que fue Wings of tomorrow en la maqueta, podría catalogarse como "happy metal" puesto que esta destinado a contagiar la alegria de aquellos que disfrutamos creando y tocando la musica. El tema trata precisamente de eso, de los sentimientos que nos liberan cada uno de los temas que tocamos o componemos y pretendemos hacer llegar a la gente cuando subimos a un escenario.

Partorgan. Es un tema instrumental también a medo tiempo y con un perfil muy continuo y melódico. Aparentemente engloba la sensacion de alegria que siente el personaje en un momento determinado.

Princesa. Tema power metal que trata sobre el maltrato y la violencia de genero. Se intenta expresar la que creemos es la peor sensacion de terror,
el terror cotidiano, de aquellas mujeres que comparten techo con su principal amenaza. Hay una parte en la que Josi interpreta la Suite de Bach que es digna de mención, jeje

Un dia de invierno. Es un tema hard rock en el cual se cuenta como un anciano sumido en la melancolia de un dia de invierno recuerda un amor juvenil que dejo pasar y que pudo haber cambiado su vida. En este tema colabora Jesús Valdezate con un solo de saxofón

Mente de cristal. Es el tema más complejo del disco, con más de 9 minutos de duración. Es un tema de metal progresivo lleno de compases raros tipo 7/8, 3/4, 6/4, 5/4,... combinados con cambios de tempo y con distintas voces que interpretan los personajes de la parte final del relato. En este tema se cuenta como la mente del protagonista sufre un trastorno en el que se disgregan multiples personalidades y que le llevan a cometer un asesinato. En el libreto del disco el tema va acompañado de las partes del texto que describen las escenas. Las colaboraciones en este tema son: Lucas Toledo (Corpore), Carlos Remacha (Alabarda), Natalia Gomara (Estudiante de interpretación).

El último canto del cisne. Es un tema outro de despedida totalmente instrumental. El tema simboliza la muerte del protagonista a través de la muerte de un cisne, pues dicen que al morir los cisnes emiten un canto de belleza singular y desgarradora.

Lacan- James Joyce-Virginia Woolf: El Nombre del Padre

JAMES JOYCE y LACAN http://www.elsigma.com/

Talentoso, pecador, borracho, fanfarrón, fracasado y fanático anti–clerical. Así se describe a John Joyce, el padre de James Joyce, en la biografía que del escritor escribió Richard.
A John Joyce le gustaba destacar la ascendencia noble de su familia, cuyo escudo de armas llevaba el lema: "Mors aut honorabilis vita" ("Una vida honorable o la muerte").

Joyce tiene un síntoma que parte de que su padre era carente, radicalmente carente. He centrado la cosa en torno del nombre propio y he pensado -hagan lo que quieran con este pensamiento- que por querer hacerse un nombre Joyce compensó la carencia paterna
¿Qué encuentra Lacan en la escritura de Joyce? ¿Qué giro en su obra acompaña este encuentro?
Para la época de los seminarios XXII y XXIII, Lacan tiene encuentros “inspiradores”. Por un lado es invitado a intervenir en el Simposio Internacional James Joyce, en la Sorbona, por otra parte fue invitado a dar conferencias en los Estados Unidos, ocasión que aprovecha para entrevistarse con Roman Jakobson y Noam Chomsky.
Sufre cierta decepción tras su encuentro con Jakobson y Chomsky, en cambio brota en el un vertiginoso entusiasmo del nuevo acercamiento, de la mano de J. Aubert, a Joyce.
Conocemos la anécdota: “deux, dˆeux, dieu”. ¿Son estas confusiones fonéticas esenciales al lenguaje o accidentales? Por considerarlas esenciales Lacan queda del lado de los poetas y no de los científicos de la lengua.
Con razón entonces busca en un poeta lo que los lingüistas no le brindan: un mejor conocimiento de la lalengua.
El significante nos somete a la debilidad por la fragilidad del significante que remite siempre a otro significante, por lo que el sujeto esta “afectado” por el efecto del significante y su debilidad de sentido.
No es suficiente la primacía significante para ordenar los registros. Aun más, Lacan se encuentra con que nada indica dicho ordenamiento y en el anudamiento borromeo de tres se “desnuda” la falta de un orden porque los anillos resultan equivalentes.
El nudo borromeo mínimo es de tres anillos, pero para que haya tres tienen que ser cuatro, el mínimo entonces esta constituido por un nudo de cuatro, en la relación de uno con otros tres. Lo contrario, dice Lacan, es que cuando un sujeto anuda de a tres, lo imaginario, lo simbólico y lo real, no es soportado mas que por su continuidad, los tres son una sola y misma consistencia y en eso consiste tanto la psicosis paranoica como la personalidad.
Primera cuestión, ¿qué se introduce con los nudos? Lacan equipara los tres registros sin un orden de preeminencia en el anudamiento que constituye su estructura.
“Real, simbólico, imaginario, cada uno de estos tres términos tiene un sentido. Son tres sentidos diferentes. Pero que sean diferentes, ¿eso basta para que hagan tres? Y si son tan diferentes como yo lo digo, ¿eso no hace allí un obstáculo? ¿Dónde esta la común medida?”. [1]
La única manera de dar común medida a esos tres términos fue anudarlos en el nudo borromeo.
Ninguno es predeterminante, salvo en el anudamiento de los otros dos que sin ese primero, ahora tercero, no estaría anudados. O de otro modo, los registros no anudan de a dos. No hay dos sin tres.
“Este año he dicho RSI, ¿porque no 1, 2, 3,..?” [2] ¿Cómo saber cual es cual? Es preciso nombrarlos. Y esto tiene un doble efecto, por un lado la nominación es el cuarto necesario para nombrar Real, Simbólico e Imaginario, o sus nombres: Angustia, Síntoma e Inhibición. Por otra parte justamente este efecto de nominación desdobla los nudos en los tres registros y sus nombres.
Debilidad mental. Para nombrar los nudos siendo tres, debemos recurrir a algo externo. Para escribirlo necesitamos algo más. Con cuatro ya no es lo mismo. Allí el cuarto que nombra esta en oposición a la consistencia nombrada.
Debilidad mental, infinita metonimia del significante.
Segunda cuestión, ¿qué se introduce con Joyce, Joyce el synthoma?
El hombre de letras, el poeta de la lengua, quien inventa nombres (lo opuesto a Chomsky). Cómo vimos, el nudo borromeo mínimo es de tres redondeles de cuerda, pero ¿la serie puede ser infinita? Lacan se detuvo en 4, sabemos que diferencia su “cuarto” del cuarto de Freud, la realidad psíquica fundada en el complejo de Edipo que requiere un padre terrible exceptuado de la castración.
Las tríadas freudianas, las instancias del aparato psíquico, la tríada edipica, no están a la deriva por la consistencia de la “realidad psíquica” y la identificación al padre.
Este afincamiento del aparato en el padre mítico hace al análisis freudiano “interminable”, elemento cuarto fuera del sentido interpretable que sostiene el sentido de lo interpretable, el tabú del incesto y el temor a la castración.
Lacan se diferencia tanto en la concepción del fin de análisis como en la noción de la función del padre, que es un operador estructural como vemos en las formulas de la sexuacion, por lo mismo afirma que su cuarto no es el de Freud.
Y el seminario 23 toma su nombre de “el synthoma”, o también Joyce el synthoma. ¿Por qué Joyce? ¿Qué detuvo la metonímica adscripción de redondeles al nudo borromeo para que cuatro sean suficientes y necesarios, y por qué Joyce el synthoma da cuenta de esa nominación que concluye la serie?.
En la época que finaliza su seminario RSI Lacan es invitado a dar una conferencia en el Simposio Internacional James Joyce en la Sorbona. Ahí afirma: “...le doy a Joyce, al formular este titulo, Joyce el synthoma, nada menos que su nombre propio...”.
Más adelante, en la misma conferencia, especifica que no es solamente Joyce el synthoma, es Joyce en tanto que desabonado del inconsciente.
El inconsciente, retórica metafórica y metonímica emergente en sus producciones, como se dice, del inconsciente, entre las cuales tenemos los síntomas, que funcionan como metáforas, efecto de transacción entre el deseo y la represión, que se proponen a otro como enigma a ser descifrado. Pero con esta antigua grafía que Lacan rescata en synthoma, grafía que enlaza a la influencia del griego en la lengua francesa, el inconsciente se anuda, dice, con el synthoma en lo que hay de singular en cada sujeto.
¿Quién nombra a Joyce? Debería decir que en lo que a nosotros respecta fue Lacan, pero él afirma que Joyce mismo se hubiera reconocido en este nombre propio que Lacan le asigna: Joyce el synthoma.
El nombre propio no es tan propio ya que nos fue impuesto, y si el inconsciente es un saber hecho de palabras, estas también nos fueron impuestas. Lacan encuentra que Joyce nos recuerda la posibilidad de apropiarnos de ese destino que se presenta determinado por el Otro, Joyce se inventa un nombre al apropiárselo, nombre del que aun hablamos como el mismo Joyce predijo. Y se apropia de las palabras nombrando con ellas de una manera imposible en la que su literatura lleva el lenguaje al limite de lo enigmático y de la producción translinguistica. Su escritura, su manera de nombrar, los neologismos, su uso del lenguaje, no prescinden del Otro, pero no se validan en él.
Lacan reconoce en Joyce un goce propio de esto que denomina synthoma, goce opaco por excluir el sentido. Lo que asombra a Lacan en el final del texto escrito luego de aquella conferencia, es que Joyce lo consiguiera sin el recurso a la experiencia analítica, es decir que más que una posición cercana a la psicosis encuentra en Joyce, si se me permite cierto extremismo, una posición cercana a quien a pasado (¿concluido?) por un análisis. En este sentido el seminario 23 ¿podría servirnos como texto acerca del fin de análisis?.
¿Qué le enseño Joyce a Lacan?. Pregunta ambiciosa, pero verificamos que es pertinente por ese cambio en Lacan tras la conferencia sobre Joyce.
Le enseña algo acerca de la pluralización del nombre del padre (que prefiero escribir en minúscula por su deriva hacia el nombre común) que posibilitan, funcionando como cuarto termino, el anudamiento entre los registros y funcionando como cuarto en el anudamiento de los tres ordenes ocupa, cualquiera sea este, el lugar de S1.
Entonces “Joyce el Synthoma” es el nombre propio de Joyce. Sostengo que lo esencial no es que suple una falla en el nombre del padre, mas allá de lo que “normalmente” el nombre del padre falla (ya que no es sin falla), sino que es una de las formas de la pluralización del nombre del padre, fuera de toda caracterización psicopatologiíta (neurosis, psicosis o perversiones).
El cuarto termino es a la vez las tres nominaciones. En la ultima clase del seminario Lacan ubica la inconsistencia del nudo en el registro imaginario y es allí donde interviene el “ego” anudando. ¿Eso es especifico de anudamiento de Joyce, o es propio de la estructura?.
No psicótico. Tampoco un débil, en la línea de ininteligible que le atribuyeron algunos literatos y editores contemporáneos de sus primeros intentos de publicación. Los sin sentido, fuera de sentido, en sus textos, dan cuenta justamente de lo contrario, de no quedar prendido de la búsqueda metafórica de sentido que hace a la debilidad normal del hablante.
Y para Lacan, y también para nosotros, ¿por qué Joyce?. Porque si el nudo es una escritura también es “... lo que la escritura enuncia como, no una ayuda para el hombre” (el instrumento de Chomsky) “sino una ayuda contra él”. [3]
Función que resalta en un hombre de letras como Joyce quien con su escritura desabrocha sentido, paraliza el desenlace que anuncia y genera enigmas.
Porque para escribirse en sus consistencias el nudo es de cuatro redondeles y es de cuatro por la nominación. Lo muestra y demuestra en un nudo que tiene nombre: Joyce el Synthoma.



[1] Así comienza la 1° clase del seminario XXII.
[2] Clase del 13 de mayo de 1975 del seminario XXII.
[3] Segunda clase del seminario XXIII.

VIRGINIA WOOLF

1882-1941 http://www.rpinternet.com.ar/1999/11/nota05.htm
Una enfermedad ligada a la creatividad
Adeline Virginia Stephen, nació en Londres en 1882, hija del prominente crítico literario Leslie Stephen fue educada en casa por su propio padre.
En 1905, tras la muerte de su padre Virginia habitó junto a sus hermanos una casa en el barrio de Bloomsbury, la casa fue frecuentada por grupos de artistas y escritores que llegaron a conocerse como el «grupo de Bloomsbury». El escritor Leonard Woolf, con quien se casó en 1912, formaba también parte del grupo.
Entre sus primeras obras pueden citarse «Fin de viaje» (1915), «Noche y día» (1919), «El cuarto de Jacob» (1922), «Mrs. Dalloway» (1925).
Para la época en que escribió «Al Faro» (1927) comenzó a experimentar un tipo de escritura no linear, basada en la asociación libre.
Al promediar su obra literaria comenzaron las primeras manifestaciones de enfermedad mental, alternando períodos en que liberaba una increíble cantidad de energía creativa con períodos de depresión.
La creciente dificultad para escribir y los largos períodos de depresión influyeron en su producción literaria, para terminar una de sus últimas obras «The Years (1937)» demora más de tres años. Tras uno de los bombardeos a Londres durante la II Guerra Mundial su casa es destruida, por lo que se traslada a Rodmell. En la primavera de 1941 su salud empieza a deteriorarse seriamente. El 28 de marzo desaparece de su casa y el día 31 es encontrada ahogada.
Virginia provenía de una larga línea familiar de trastornos afectivos, tanto por su línea materna como paterna. Las características místicas de algunos de sus escritos y algunos signos poco típicos de su enfermedad alentaron las sospechas de que padecía esquizofrenia, sin embargo actualmente se considera que Virginia sufría de enfermedad Bipolar. Algunas citas de Medline presentan además una visión sobre la influencia de la relación entre la escritora y su padre como determinante de su psicopatología.
Para evaluar como participa la enfermedad mental en el proceso creativo, el doctor Andreasen de la Universidad de Iowa investigó las vidas de 30 prestigiosos escritores y 30 miembros del taller de literatura de la universidad de similares niveles intelectuales y clase social. También se estudiaron la incidencia de enfermedades mentales en los familiares.
Entre los hallazgos se destacó que los escritores famosos tenían mayor frecuencia de afecciones mentales, sobre todo desorden bipolar, paralelamente presentaron una prevalencia mayor de estos trastornos entre sus familiares lo que podría implicar alguna relación genética en los mismos. Los resultados detallados mostraron algunas cifras dramáticas, el 80% de los escritores famosos experimentaron, por lo menos una vez en sus vidas un trastorno mental y el 30% de ellos requirió atención médica por la seriedad de sus síntomas.
Arnold M. Ludwig ha efectuado una extensa revisión biográfica de 1.005 famosos del sigloXX, artistas, escritores y otros profesionales de éxito. En el trabajo detalla que los escritores presentaron frecuencias de psicosis, depresión, desórdenes afectivos, abuso de alcohol y drogas dos o tres veces más altas que otros profesionales de mundo de los negocios.
Otros famosos padecieron también enfermedad bipolar, entre ellos Edgar Allan Poe, Sylvia Plath, Vincent van Gogh, Cole Porter, Balzac, Hemingway, Isak Dinesen, Gustav Mahler, Haendel, Mary Shelley, Charly Parker, Lord Byron, Holderlin, Gauguin, Rosseti.
Virginia Woolf trató de explicar su decisión en dos cartas, una para su esposo Leonard, la otra para su hermana Vanessa. En ambas decía: «...Estoy segura de que, de nuevo, me vuelvo loca. Creo que no puedo superar otra de aquellas terribles temporadas. No voy a curarme en esta ocasión... estoy haciendo lo que me parece mejor... No puedo seguir destrozando tu vida por más tiempo».
Como tantos otros Virginia había sucumbido a uno de los más antiguos sentimientos de la humanidad, el miedo a la locura.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

Poema 15, Pablo Neruda



POEMA 15

Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca.

Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llenas del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.

Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.

Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.

Se Débattre


se débattre


El silencio amanecía y en el centro de la plaza estaba la joven llorando, la lluvia se deslizaba por su rostro, el frío le empapaba, la vida quedaba en la oscuridad, fijada con los pies a tierra volaba entre las negras nubes que descargaban llantos de angustia y memoria lacerante.

Allí, sentado, frente a ella un mendigo, un bocadillo mojado en su boca, sus manos sucias, acaso templadas por la lluvia no parecían importunarle. El mundo no tenía más que ese sentido, sentirse algo indescifrable.

El temor acallaba las voces de la amargura, el olor de la lluvia daba un halo de esperanza, sin embargo esas sensaciones pasajeras no podían dejar de lado a la muchacha que sola se debate entre dos posturas vigorosas de duda, vivir o morir, sufrir o luchar. Dos tendencias que arrastraban al filo de la vida.

El mendigo seguía allí, mirándola, con su bocadillo. Comía con educación, buenos modales y tranquilidad, la muchacha era la extraña en esa situación donde la lluvia arrastraba la suciedad a otro sitio, limpiando las calles, los poros, la luna.

La muchacha no sabe que hace allí, parece estar flotando en otro lugar, sólo siente la lluvia, como caricias de Dios deslizándose por su cuerpo, sintiendo el crujido de la muerte sobre ella.

El mendigo se levanta, la muchacha corre, la muerte se avecina, el miedo frena, qué hace el miedo sino alertar del valor de la vida, pero qué sentido tiene estar viva con ese miedo. La muerte, la vida, el mendigo, el crujido y la lluvia, elementos efímeros que no pueden callar las voces de una dama que sufre, sin saber por qué, acaso es la muerte, acaso la lluvia, el mendigo o todo ella, tal vez sea la idea de estar viva en un mundo necio, absurdo, rodeada de bestias.

La lluvia cesa, el mendigo prosigue con su alimento, un plátano algo blando se lleva a la boca, se seca la cara, mira a la muchacha, la vida se apaga, se siente sucia, la vida está allí, llena de cáscaras por todas partes. Su líquido interno desparramado, confundido con el agua, dispersa y diluida, casi muerta entre la vida superflua de lo que le rodea, el mendigo parece contento. La vida no tiene más sentido que ese.

Decide coger la cartera, echar mano de lo que ha sobrado, se dirige a casa, es tarde. Su visita al alienista ha dejado las huellas de su tormento en contacto con la atmósfera, mañana será otro día. Un día de desencanto, de incomodidad, de hastío, de fatiga, de euforia tal vez, en la coctelera de los sueños, donde solo ella y acaso otros iguales, como su alienista, pueden capturar por un instante la huella en su camino, una señal de vida, de existir, un centrifugado para su lavadora, que limpie, brille y de esplendor a la cosmética de la vida, llena de prozac y dudas.

La noche empieza y con ella, las contorsiones y muecas de desagrado por los recuerdos, capaz es de verter sus sueños y darles formas, así quizá tomen tonos y texturas distintos, el sabor es diferente cuando se puede cambiar. La noche trae el descanso de la muerte para poder seguir viviendo.

Dedicado a aquellos que se mojan.

martes, 16 de diciembre de 2008

Deprivación y delincuencia. La tendencia antisocial como señal de esperanza.

La genialidad es poco más que la facultad de percibir las cosas de un modo no habitual William James

Sin embargo, no se debe pensar despreciativamente de lo paradójico.
La paradoja es la fuente de la pasión del pensador y el pensador sin paradoja es como el amante sin sentimiento: una vil mediocridad. Kierkegaad


En el texto Deprivación y Delincuencia de DW WInnicott se trata la "tendencia antisocial" de una manera curiosa, sencilla y profunda, el texto está destinado a personas que cuidan de bebés y adolescentes en sus casas, en albergues o en la escuela. Además va dirigido a los profesionales de la salud mental.

La deprivación deviene cuando se ha carecido de un medio suficientemente bueno, en aquella época, cuando surge el libro, Inglaterra estaba en guerra y había niños evacuados que vivían con otros padres sustitutos y aquellos que tenían patologías o "tendencias antisociales" podían ser derivados a un albergue para tal fin. Winnicott y su segunda esposa, Clare Britton, trabajon juntos en este propósito. Ella era asistente social psiquiátrica.

El medio suficientemente bueno es aquel en el que el niño ha podido disfrutar de una continuidad de seguridad y protección por una buena "madre-medio ambiente". Es de ese modo cuando el niño se siente seguro, confía en su madre, tiene la esperanza de que va estar allí y puede usarla para crear el mundo y descubrirlo a partir de lo que le da la madre. El padre está también allí, la madre lo necesita y por ende también el niño. Las separaciones demasiado prolongadas producen "traumas" porque el niño no puede construir en su fantasía durante mucho tiempo la presencia de la madre. Cuando se desvanece la imagen mental el mundo se derrumba y su psique en formación comienza a buscar otros modos de satisfacción y comunicación. Es allí donde surge la "tendencia antisocial". Tener una familia sana, constante, coherente y que brinden calor y seguridad son las variables que maneja Donald Winnicott para entender el environment suficientemente bueno.

Sus investigaciones están contextualizadas en años de guerra cuando los descarrilamientos provocados de trenes y los robos en granjas vecinas eran conocidas por la gente común.

Una madre común y corriente es el interlocutor de Winnicott, es esa madre, para él quien sabe cómo cuidar a sus hijos y cómo ayudarles a crecer sin dejarle caer. Este es un trabajo que puede surgir de manera natural en la madre devota corriente. Estas palabras fueron alentadas por una periodista que quería publicar las comunicaciones radiofónicas de Winnicott, al preguntarle a quién iba dirigidas las locuciones, Winnicott en estado puro, dijo que a la madre común y corriente. Es así cuando empieza a cristalizarse el concepto.

La deprivación viene de una palabra inglesa "deprivation", en español sólo encontramos "privación": (Del lat. privatĭo, -ōnis).
1. f. Acción de despojar, impedir o privar.
2. f. Carencia o falta de algo en alguien capaz de tenerlo.
3. f. Pena con que se desposee a alguien del empleo, derecho o dignidad que tenía, por un delito que ha cometido.
4. f. Ausencia del bien que se apetece y desea.
5. f. Renuncia voluntaria a algo.
. Deprivación (deprivation) se refiere a lo siguiente: "The act or an instance of depriving; loss.
The condition of being deprived; privation". La deprivación se produce en una fase posterior a la que generaría dentro de una perspetiva de desarrollo emocional, las psicosis y el espectro fronterizo, donde trabajaba como gato panza arriba Donald Winnicott. El niño cuando ha tenido una madre-ambiente "good-enough" y la pierde por enfermedad o guerra por ejemplo, va a reflejar dicha carencia en su aparato psíquico. El propio Winnicott relata en el texto como la guerra y la ausencia de los padres durante largo tiempo podían llegar a explicar trastornos de ingenua apariencia primaria como física.

Winnicott entiende la patología en función del desarrollo emocional, él junto a Bowlby y Anna Freud tuvieron oportunidad de trabajar en esta época convulsa que hizo llegar a la población los efectos de la deprivación, este libro en un lenguaje asequible transmite de forma profunda las ideas y experiencia creativa de Winnicott para entender la tendencia antisocial.
Nota: La tendencia antisocial no la emplea el autor como un diagnóstico, Winnicott era un poeta de lo "demencial".

lunes, 15 de diciembre de 2008

Las psicosis y la vida

Me di cuenta más de una vez que en tales pacientes se oculta en el trasfondo una persona que debe definirse como normal y que en cierta medida es testigo. (...) En los enfermos mentales sólo es visible exteriormente la trágica destrucción y sólo excepcionalmente la vida de aquel aspecto del alma que se nos oculta.

Carl Gustav Jung. Recuerdos, sueños, pensamientos.


Hablábamos de la muerte con buena aceptación. Pensar sobre la muerte requiere mucha fortaleza. El miedo y la memoria son motivos suficientes para impedir el acceso a ese territorio oscuro que viene a trazar la huella de la muerte. Comentaba la no-vida de un brote psicótico como elemento para pensar sobre la muerte, cuando "el capullo está deteriorado", porque el cerebro y el cuerpo alberga la psique.
En los brotes psicóticos el cuerpo está en otro plano, se navega por un terreno donde el peligro se cierne sobre el sujeto, todo lo que le acontece es peligroso y el contenido puede manejarle en ciertos sentidos. Desde lo megalomaníaco de ser un ser especial que recibe mensajes hasta escuchar voces que denigran a uno mismo. El brote psicótico es una ruptura con la realidad que implica perder el contacto con lo que rodea a otros para construir un mundo que se aleja de lo compartido. Existe una "introversión de la líbido", la energía psíquica se repliega hace el propio yo, empobreciendo la relación con el mundo. La psique empieza a estar gobernado por la angustia (psicótica), lo persecutorio y paranoide comienzan a gobernar el vínculo con el mundo. El mundo empieza a perder las tonalidades propias para empezar a cobrar valor lo proyectivo, la imaginación, la fantasía y la angustia encuentran salida a través de los sentidos, emergiendo con virulencia el poder "mágico" de la psicosis. Existen muchos tipos de tal forma que la expresión "brote psicótico" es una expresión general para reflejar la pérdida de conctacto con la realidad y la presencia de signos y síntomas psicóticos como las alucinaciones o los delirios.
Las alucinaciones y delirios, así como las sensaciones corporales, que vienen de afuera cuando son propias del sujeto que vive un desencanto en cuanto al exterior resultan de increíble claridad. Existe una definición algo ingenua tipificada en manuales categoriales, conciben el delirio y las alucinaciones como experiencias que no comparten los demás, creencias irracionales, irreales o ideas que no pueden ser contrastadas con la realidad. "El delirio tiene un fondo de verdad", no olviden esta frase.
El callar el contenido del delirio por la molestia es útil para estabilizar a la persona, otros piensan que un delirio mantenido produce daños cerebrales. Escuchar al delirio como hacía, por ejemplo, Carl Gustav Jung en la clínica de Zurich y con Bleuler es la forma de entender al sujeto, una vez conocida la enfermedad, porque el trastorno es parte pero no el todo. Esto en medicina y en psicología a veces se obvia.
Lo psicótico es algo perseguido y quebrado por el propio sujeto y su enfermar, la psicosis es un componente humano que no tiene porque estar ligado con la muerte o la violencia. La muerte es la propia psicosis, la mariposa deja el capullo para volar libre diría Kübler-Ross, pensemos en la muerte para entender la vida, las ideas no son caóticas y desordenadas como tampoco lo son los sueños. Tratemos de pensar lo que nos constituye como sujetos y pensemos también, por qué no, en Lacan cuando dice que la locura ayuda a comprender al hombre. Si tenemos una profesión "humanista" nos toca gustosamente escuchar a estos "enfermos" que viven la muerte despiertos. El reto está en trabajar para mantener una esperanza, algo que nos aferre a la vida, que nos mantenga despiertos y así, tal vez, la psicosis quede latente, esperando una fractura, una castración. No es una tarea fácil. Es penetrar en el inestable terreno de lo onírico, lo surrealista, afilemos los vasos comunicantes para entender y tolerar el monto de angustia.

domingo, 14 de diciembre de 2008

Elisabeth Kübler-Ross


Elisabeth Kubler-Ross es médica psiquiatra y autora del reconocido libro “Sobre la muerte y los moribundos”. Se ha ganado un merecido lugar como la autoridad más querida y respetada en este tema. Cursando hoy sus 70 años, ha dedicado la mayor parte de su vida trabajando con los enfermos terminales y sus familias. Nació en Zurich , Suiza, como una de trillizas. Se graduó como médica en la universidad de Zurich en el año 1957.
Llegó a los Estados Unidos en el año 1958; Comenzó allí su trabajo en un hospital de Nueva York donde se horrorizó por el tipo de tratamiento que recibían los pacientes terminales, “Eran evitados y abusados, nadie era honesto con ellos”, dice. A diferencia de sus colegas, ella hizo del hecho de acompañar a los enfermos terminales el centro de su tarea, escuchándolos con atención mientras ellos le abrían su corazón. Empezó impartiendo seminarios en los que participaban enfermos terminales que contaban al público acerca de su situación y cómo la atravesaban. Su primer libro “Sobre la muerte y los moribundos” publicado en 1969 hizo de Kubler Ross una autora conocida internacionalmente. “Mi meta era romper con la barrera de negación profesional que prohibía a los pacientes expresar sus más íntimas preocupaciones”, escribía.




Elisabeth Kubler-Ross ha dedicado muchos años a dar conferencias por el mundo y ha escrito más de 20 libros en la materia incluyendo: Vivir hasta despedirnos, Los niños y la muerte, SIDA el útimo desafío y su autobiografía: La rueda de la vida. Sus libros han sido traducidos a más de 25 idiomas. Ha recibido, también, más de 20 doctorados honoríficos. En 1995, una serie de apoplejías la dejó paralizada de su lado izquierdo y enfrentando la muerte de cerca. A pesar de que su salud se ha estabilizado no se ha recuperado completamente aún. Ahora dice: “Soy como un avión que ha salido a la pista y no ha despegado, prefiero volver a la terminal o volar de una vez”. La Dra. Kubler Ross vive actualmente en Arizona y disfruta de la compañía diaria de aves y coyotes. Acaba de finalizar su nuevo libro, “Life Lessons” (aún no traducido al español) en el que, junto a otro experto en muerte y moribundos, escribe ésta vez acerca de los misterios de la vida y los vivos. Ella dice “Quise, finalmente, escribir acerca de la vida y el vivir.” [http://www.elisabethkublerross.com/Spanish/index.html]

Elisabeth Kübler-Ross en su libro "La muerte: un amanecer" dedica tres ensayos a hablar de la muerte como una experiencia en la que ella y su equipo han podido detectar como la muerte es un pasaje a otro tiempo donde la mariposa abandona el capullo, el capullo, continente de la vida corporal se deteriora por un accidente, un suicidio o una enfermedad. Estados alterados de salud como los brotes psicóticos constituyen un paso por esta experiencia de no-vida en la que el capullo queda roto por fracturas biográficas y problemas en el órgano cerebral. Su trabajo con "esquizofrénicos crónicos" le ha sido grato por encontrar la remisión de la enfermedad en un elevado porcentaje de casos. Alerta en sus textos sobre lo extravagante de sus teorías que facilitan el que se puedan hacer manejos y análisis "pedantes" que lleguen a etiquetarla como una mujer que "ha pasado demasiado tiempo con moribundos". Su lectura es apasionante, con 18 honoris causa y el placer de leerla en sentido estético e intelectual, recomendable para aquellos que piensen en la muerte, personas, por otro lado, aferradas a la realidad de la muerte. Toda una extraordinaria autora para pensar largo y tendido. [Rodrigo Córdoba Sanz]

El cuerpo de la madre como lugar donde habita la psique


“El nacimiento biológico del infante humano y el nacimiento psicológico no coinciden en el tiempo. El primero es una acontecimiento espectacular observable y bien circunscripto; el último es un proceso intrapsíquico de lento desarrollo”. Margaret Mahler


La madre va ligada al padre. Ella necesita de éste y el bebé se forma a través del psiquesoma de ellos. Los sueños portan una cualidad ineluctable en cuanto a la proyección de deseos que llegarán, en estado bruto al infante. Dice Winnicott:
Dice Winnicott: “El bebé existe siempre con alguien más; una mamá que lo corporaliza, lo construye, lo invita amorosamente a vivir, la que cumple la “función materna”, que debe ser lo suficientemente buena para garantizar su salud física y psíquica”.


Ella será la responsable de iniciar las acciones de holding, handling y mostración o presentación de objetos.

• El holding es el sostén corporal que no se agota con el cuerpo global, sino que se continúa en la mirada, en la palabra.

• El handling o manipulación es la particular manera que tiene la madre de moverlo, depositarlo y trasladarlo en el espacio (esto no es privativo de la edad del lactante, sino que transcurre en cada momento evolutivo desde los 45 días a los 3 años).

• La presentación de objetos o presentación de la realidad incluye todo aquello que está inscripto en la presentación del mundo: desde el plato de comida sólida y la cuchara, hasta las rutinas de lo que es diurno y lo que es nocturno, de lo que es familia y lo que no lo es.

El bebé puede dejar de ser eso, pero permanece en grados variables un cierto grado de dependencia. Dicha dependencia, a pesar de tener un nombre con connotaciones peyorativas y "psiquiatroides" es necesaria y no se puede eludir con una cosmética psicológica, cercenando conductualmente el déficit emocional. Cuáles son los puntales que necesitan ser abrigados por el arropo de la madre es fundamental para crecer, la madre, independientemente de la edad del hijo puede seguir tejiendo esa red fantasmática de deseos y necesidades.
Los problemas emocionales son trastornos en la maduración emocional, las regresiones, parálisis y disfunciones son reflejo, a menudo, de un ambiente externo deficitario y/o caótico y revierte en una constitución del mundo interno desordenada.

Caer en interpretaciones para estas alteraciones, a mi parecer entra en la dialéctica de Winnicott y Piera Aulagnier. Según el primero son "interpretaciones inteligentes", para la segunda es propio de la "violencia secundaria". Incrustar dentro del aparato para pensar un elemento ajeno que explica lo que se está viviendo es pedante, innecesario e inútil. Existen muchas gradaciones para una interpretación correcta, aunque quizá la palabra para representar lo que se debe hacer en estas alteraciones no sería tanto interpretación como "reconstrucción".

El bebé recién nacido, sumergido en la indiferenciación de los comienzos transita entre un yo anticipado por la madre y un yo por venir.
En estos primeros días él es un simple repetidor de los enunciados con los que la madre lo piensa; pero son esos enunciados el único y necesario apoyo que tiene para reconocerse a sí mismo como otro.
Así, este yo, para poder constituirse debe apropiarse de los mensajes que la madre ofrece.
Este yo anticipado por los mensajes de la madre, es una prótesis necesaria para el niño, ya que a partir de esta íntima dependencia con ella, el niño podrá formular sus primeras palabras, reconocer la exterioridad y comenzar a intuir un movimiento temporal, que le permitirá descubrir la existencia de un después.


Esta prótesis invalorable le posibilitará el funcionamiento del yo, cuyo devenir dependerá tanto de una serie de factores internos, producto de su propia organización, como de otra serie de factores externos no previsibles con los que se encontrará a lo largo de su existencia: experiencias, logros, frustraciones, que el medio externo le impondrá inevitablemente.

El psiquesoma familiar es el continente donde se alberga el funcionamiento integrado o no del bebé, que continua creciendo dentro de esa red de deseos, anhelos, necesidades; esto es, un tejido emocional que brinda una atmósfera aeróbica para que se crezca ordenadamente.

[1507 - 36 años
Adán y Eva
Material: Díptico. Óleo sobre tabla.
Medidas: 209 x 161 cm.
Museo: Museo del Prado. Madrid]