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Paz y Ciencia

jueves, 10 de abril de 2008

Sistema Inmunitario, Sistema Nervioso y Salud.

Durante las dos últimas décadas, una serie de estudios, cuyo número crece día a día, ha puesto de manifiesto la relación existente entre los sucesos estresantes y el estado de salud. En concreto, muchos de estos trabajos han intentado dilucidar los mecanismos inmunitarios influidos por el estrés. Así ha surgido la Psiconeuroinmunología, que a una los esfuerzos de médicos, biólogos y psicólogos, en la búsqueda de explicaciones objetivas para los fenómenos de inmunosupresión e inmunopotenciación, asociados a sucesos negativos de vida, depresión, situaciones estresantes, etc. Sin embargo, la relación entre los estados psicológicos, la personalidad y la enfermedad es de antiguo conocida y ha sido un tópico constante de la
sabiduría popular. El reconocimiento de la necesidad de un abordaje más amplio de la salud y la
enfermedad cuenta con una larga tradición, en la civilización occidental. Así, Platón en su famosa
admonición a los médicos afirma que “ésta es la razón por la que la cura de muchas enfermedades es desconocida para los médicos de Hellas, ya que son ignorantes con respecto a todo lo que también ha de ser estudiado: porque las partes no pueden nunca estar bien, a no ser que el todo lo esté. Este es el mayor error en el tratamiento de las enfermedades, que haya médicos que tratan el cuerpo y médicos que tratan la mente, siendo ambas inseparables”. Esta idea ha ido teniendo sus épocas oscuras y sus resurgencias, como la actual. Lo que entusiasma de un nuevo modelo biopsicosocial que tenga en cuenta la influencia que la interacción con el ambiente social (y su proceso a nivel cognitivo) pueda tener en el funcionamiento
fisiológico del individuo, es esa sensación de despertar, de ver más allá del reduccionismo mecanicista en el que la relación causa-efecto de las enfermedades infecciosas se reducía a una relación patógeno (virus, bacteria, etc.)-organismo. Tal vez, lo más importante es que sea desde la propia neuroendocrinología y de su reciente relación con la inmunología, es decir, desde la psiconeuroinmunología, de la que provengan los datos más contundentes a la hora de confirmar la relación entre las situaciones en las que interaccionamos con el ambiente, el proceso cognitivo de las mismas y el estado de la capacidad de nuestro sistema inmunitario para hacer frente al constante caudal de patógenos que cotidianamente intenta, a costa de nuestra salud, realizar su programa de vida.

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