Particularidades de la mente emocional

Albert Einstein: “Tu imaginación anticipa lo bueno que te sucederá en la vida”; “Locura es hacer siempre lo mismo y esperar un resultado distinto”. Virginia Satir: “Siempre hay esperanza y oportunidad para cambiar porque siempre hay oportunidad para aprender”; “No dejes que las percepciones limitadas de las personas te definan”. Confucio: “Nuestra mayor gloria no es no caer nunca, sino levantarnos cada vez que nos caemos”. C. G. Jung: “Todo lo que nos molesta de los demás puede llevar a que nos entendamos mejor a nosotros mismos”. Daniel Goleman: “Las lecciones emocionales, incluso los hábitos más profundamente incorporados del corazón, aprendidos en la infancia, pueden transformarse. El aprendizaje emocional dura toda la vida”.

Daniel Goleman nació en Stockton (Estados Unidos), el 7 de Marzo de 1947. Graduado en el Amherst Collage, se licenció y doctoró en Desarrollo Clínico de la Psicología y la Personalidad en la Universidad de Harvard. Fue fundador de los Servicios de Inteligencia Emocional y del Programa de Colaboración para el aprendizaje Social y emocional de la Universidad de Yale. Durante doce años, ha publicado en The New York Times sobre temas psicológicos y del cerebro, lo que le ha valido numerosos premios. Su bibliografía gira en torno a la inteligencia emocional, defendiendo la teoría de que las emociones humanas, tiene más importancia que el coeficiente intelectual. Ha vendido millones de libros y ha sido traducido a numerosísimos idiomas. Daniel Goleman, en este libro clásico, precursor de un nuevo paradigma y de otras publicaciones al respecto, explica en su obra algo que me parece importante destacar, en un lenguaje científico, riguroso y serio, tal y como le caracteriza, explica algo muy delicado. La "mente emocional". En el Apéndice B del famoso libro "Inteligencia Emocional" dice así: La mente emocional es mucho más veloz que la mente racional y se pone en funcionamiento sin detenerse ni un instante a considerar lo que está haciendo. Su rapidez hace imposible la reflexión analítica deliberada que constituye el rasgo caraterístico de la mente pensante. Nota de Rodrigo C.: Esto explica por qué las personas están, en cierto modo, bajo el gobierno de las emociones. Lo que se denomina "inconsciente" o en psicología cognitiva-conductual: "pensamientos automáticos". Y sigue: Desde el punto de vista evolutivo, los organismos que se detienen demasiado a reflexionar tienen menos probabilidades de transmitir sus genes a su progenie y es muy posible que esta velocidad estuviera ligada a las decisiones más fundamentales como a qué prestar atención o, por ejemplo, al enfrentarme a un animal a decisione secundarias como "¿me lo comeré o él me comerá a mí?". Las acciones que brotan de la mente emocional conllevan una fuerte sensación de certeza. Nota de Rodrigo C.: He ahí la dificultad en psicoterapia de cambiar los pensamientos, emociones, actitudes y conductas. Un subproducto de la forma simplificada de ver las cosas que deja absolutamente perpleja a la mente racional. Cuando las cosas vuelven después a su lugar -o incluso, a veces, a media respuesta- nos descubrimos pensando "¿por qué he hecho esto?", señal de que la mente racional está comenzando a activarse con una velocidad mucho más lenta que la mente emocional. Dado que la el tiempo transcurrido entre el estímulo que despierta una emoción y la erupción de la misma puede ser casi instantáneo, el mecanismo que valora la percepción debe ser, aún hablando en términos de tiempo cerebral -un tiempo que se mide en milisegundos-, sumamente veloz. Esta valoración de la necesidad de actuar debe ser automática y tan rápida que ni siquiera entre en la conciencia vigil. Esta versión rápida y tosca de respuesta emocional tiene lugar antes incluso de que sepamos claramente qué esta ocurriendo.

Proverbio chino: “No tengas miedo de los cambios lentos, sólo ten miedo de permanecer inmóvil”.