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Paz y Ciencia

sábado, 28 de abril de 2012

Siete Bases para cultivar la Conciencia Plena

"La función de la educación es ayudarte desde la niñez, no a imitar a otros, sino a ser tú mismo todo el tiempo" J. Krishnamurti.
1. Viva su vida momento a momento. La realidad se desarrolla momento a momento, cada instante aporta algo distinto al anterior, cada momento es único: vívalos sin dejarlos escapar pensando en fantasías sobre el futuro o en recuerdos del pasado. Aunque es evidente que la vida requiere una cierta capacidad de planificación y prepararse para el futuro, en ocasiones empleamos demasiados esfuerzos en anticipar el futuro explorando sin parar posibles escenarios. Esta tendencia no es sana y suele producir ansiedad y estrés, por lo que es conveniente regularla. De la misma forma, la reflexión sobre hechos pasados nos permite aprender para el futuro, pero dificultamos la capacidad de resolver problemas si deriva hacia una excesiva rumia. La rumia tampoco es sana, ya que facilita la depresión, por lo que también hay que regular esta tendencia. 2. No juzgue tanto, no se juzgue. Todo juicio produce una cierta tensión emocional que posiciona al individuo frente al acontecimiento en uno de estos tres sentidos: a favor, en contra o indiferente. Estas posiciones predisponen nuestras actuaciones y orientan la antención posterior. Cultivando una cierta imparcialidad ante las situaciones, podemos suspender los juicios o evitar juzgar y así poder conocer mejor la realidad sin tener que vincularnos tan emocionalmente con ella. Recuerde que todos los acontecimientos se producen por una serie de causas, que a su vez son producidas por otras, y así hasta el infinito. Poder experimentar un acontecimiento sin tener que juzgarlo obligatoriamente es el primer grado de libertad. Los juicios son una de las mayores fuentes de estrés. La mente que está constantemente estableciendo juicios y categorías, limita la percepción de la realidad, al quedar condicionada ésta por las emociones correspondientes. 3. Confíe en sus capacidades, en su sabiduría y en sus recursos. Que nadie intente ser distinto a sí mismo, ni piense que la felicidad depende de factores externos. Intente en la medida de lo posible ser usted mismo y busque la felicidad en lo que la realidad le puede ofrecer aquí y ahora, que es la única posibilidad real. Algunos sabios han propuesto que nuestra tarea en esta vida es simplemente llegar a ser lo que en realidad somos, liberándonos de todo lo que no pertenece a esta identidad esencial. 4. Cultive la mente de principiante, abierta, interesada. Prestando atención al momento presente, se evita interpretar la realidad mediante situaciones pasadas, lo que le permitirá aprovechar todas las oportunidades que se presenten. Toda situación siempre tiene algo de nuevo, cada momento es único, aprovéchelo. En situaciones difíciles intente cultivar la curiosidad en vez de dejarse llevar solo por las preocupaciones. De toda circusntancia se puede aprender algo si tenemos suficiente curiosidad para verlo como mente del principiante. 5. No busque solo resultados, fíjese en el proceso e intente hacer lo que tenga entre manos lo mejor que pueda. Todo deseo desequilibra la mente, ya que dirige nuestra atención en una dirección y genera unas expectativas que nos ponen en deuda con el futuro, creando cierta tensión. Esto no significa que debamos renunciar a los objetivos, pero sí debemos poner más énfasis en el proceso, que es donde se crean las causas para que se den los objetivos que deseamos. Recuerde que una persona casi nunca puede alcanzar por sí misma todo lo que se propone. Es imprescindible que se den ciertas circunstancias favorables para todo éxito. No obstante, una pesona sí es responsable de su motivación, intención y atención a un proceso. Por otro lado, obsesionarse con un objetivo puede impedir ver otras oportunidades que quizá sean más interesantes. 6. Acepte la realidad como es, conozca sus límites y aprenda a soltar. Lo que resistes persiste y lo que aceptas se transforma, dice un dicho popular. Solo aceptando las cosas, podemos intentar cambiar algo. Aceptar los límites de cada cual es fundamental para ser realista en los objetivos. Así y todo, tener límites es una circunstancia de la persona, no una característica de su identidad. No se identifique con sus limitaciones, ni límite a otros. La paciencia es una forma de sabiduría. Lo contrario, la impaciencia, es querer que las cosas vayan al ritmo que uno desea, que suele ser distinto a como van en realidad. Otra fuente de problemas es nuestro intento de cambiar a otros. Como dijo Gandhi: si quieres cambiar el mundo, debes cambiarte a ti mismo. Experimente dejando que algunas cosas sean tal y como son, y fíjese, mientras tanto, en qué es lo que ocurre con usted. Aceptar no se debe confundir con conformarse, pero hay cosas contra las que no se puede luchar y otras solo se corrigen si primero se aceptan. Recuerde la plegaria: "Señor, dame fuerzas para cambiar lo que se puede cambiar, paciencia para aceptar lo que no se puede cambiar, y sabiduría para distinguir entre ambos". 7. Cuídese, trátese con amor y cariño. Para poder practicar la conciencia plena, es necesario establecer una relación positiva con uno mismo; de esta forma se adquiere la suficiente flexibilidad mental para poder cultivar una visión de la realidad más acertada y saludable. Esta relación incorpora aceptación, amor, apertura, paciencia y diligencia, con objeto de cambiar la relación que la persoa establece consigo mismo y con el mundo. http://youtu.be/UZn91JmsUGE Within Temptation&The Metropole Orchestra/Black Symphony: "Stand my Ground".

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