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Paz y Ciencia

miércoles, 25 de abril de 2012

Curación versus alivio de los síntomas

El primer secretito sucio de la psiquiatría biológica y de la psicología clínica es que ambas han renunciado a la idea de curación. La curación es demasiado lenta, si es que se consigue, y las aseguradoras solo reembolsan un tratamiento breve. Así pues, la terapia y los fármacos se utilizan actualmente para manejar las crisis a corto plazo y dispensar medicamentos superficiales. Existen dos tipos de medicación: los fármacos superficiales y los curativos. Si un antibiótico se toma el tiempo suficiente, cura porque elimina las bacterias invasoras. Al término del tratamiento, la enfermedad no reaparece porque los patógenos han muerto. Los antibióticos son fármacos curativos. Por otro lado, si se toma quinina para la malaria, solo se consigue la supresión temporal de los síntomas. Cuando la persona deja de tomar la quinina reaparece la sintomatología. La quinina es una medicación superficial -paliativa- y todas las medicinas pertenecen a una de las dos categorías: curativas o superficiales. Paliar es positivo, pero no es lo mejor, ni tampoco la finalidad última de una intervención. El alivio sintomático debería ser una parada del camino hacia la curación. Pero el camino ha llegado a un callejón sin salida con el alivio de los síntomas. Todos y cada uno de los fármacos del arsenal de la psicofarmacopea son superficiales. No existen fármacos curativos y, que yo sepa, no hay ningún fármaco en desarrollo que tenga por objetivo curar. La psiquiatría biológica ha renunciado a la curación. Yo no soy ni mucho menos freudiano, pero admiro que uno de sus objetivos fuera curar. Freud quería una psicoterapia que funcionara como un antibiótico; su sistema basado en la conversación era un intento de curar al paciente librándose de los síntomas para siempre mediante la revelación y la catarsis. (Nota de Rodrigo C.: el psicoanálisis (sin ser un fervoroso representante de tal escuela tiene más objetivos y herramientas que los expuestos pòr Seligman). Freud no buscaba el alivio de los síntomas -cierto alivio sintomático incluso puede verse en una defensa llamada "huida hacia la salud", que mantiene la enfermedad intacta- y la paliación no es un objetivo significativo de la psicoterapia psicodinámica. Los rigores de los cuidados dirigidos, en mayor medida que el declive de la influencia freudiana, ha seducido a la psicología y a la psiquiatría para que se dediquen solo a aliviar síntomas y no a curar. Martin Seligman: "La Vida que Florece", Ediciones B, 2011, Barcelona. Pp.64-65. No puedo estar más de acuerdo con Martin Seligman, no obstante ni su "psicoterapia positiva" es un descubrimiento "copérnico" ni el psicoanálisis es un invento teórico. La psicoterapia psicodinámica debe ser expresada en plural, es decir, las psicoterapias dinámicas, además, cada psicoterapeuta tiene unas características de personalidad, una forma de entender la teoría y una manera de practicar el ejercicio de la psicoterapia. Aquellos que siguen este blog, saben que personalmente no me gusta adherirme a ninguna escuela cerrada, de hecho, esta página o blog, es un ejemplo de apertura a todo tipo de psicoterapias. Seligman se define como "empirista", así pues, es lógico que no tenga mucho cariño por el psicoanálisis, puesto que su teoría es especulativa y solo se puede demostrar en la clínica no en experimentos. Recuerdo a un psicoterapeuta que en un congreso dijo que el lóbulo frontal, a lo largo de la psicoterapia tenía más activación y por tanto se puede pensar mejor y tomar mejores decisiones ante los problemas (los psiquiatras mientras tanto se levantaban). No solo actúa en el lóbulo frontal sino que ayuda a que la corteza prefrontal y el sistema límbico (donde residen las emociones) se integren. Esto expresado metafóricamente, dicho de otra manera, la emoción y la razón. La "psicoterapia positiva" está centrada en patologías depresivas, hace 45 años, Seligman trabajaba en un laboratorio de psicología conductual-experimental con perros a los que daban comida y descargas, también trabajaba con otros animalillos como las ratas. De allí surgió el "Paradigma de la Indefensión Aprendida", lo que significó un avance tremendo en la psicología: los animales que no tenían contingencia entre su conducta y las circunstancias desarrollaban enfermedades psicosomáticas y morían. Esto se llevó al plano de la psicología social y se comprobó que también sucede en humanos. Si hablan con una persona deprimida, esta les va a decir que no sabe, no puede salir del agujero, que es incapaz y probablemente esto lo justifique con algún argumento intelectual. Seligman también dice ser "anticonductista" y explica en sus libros que la atmósfera en ese laboratorio era de hastío, tedio y pesimismo. Cuando cambió el registro y se enfocó a dar clases y trabajar en "psicología positiva" disfrutó mucho más y de ahí se volcó en estructurar una forma de psicología y de "psicoterapia "empirista", de forma que el libro "La auténtica felicidad", está salpicado de experimentos, anécdotas, historias clínicas y ejemplos de una forma prolija. Martin Seligman transmite en el libro "La Vida que Florece", donde mejora el trabajo realizado en el libro "La auténtica felicidad", que ha pedido al Instituto Nacional de la Salud Mental (NIMH) financiación para su trabajo, dice tener la necesaria, pero no ha recibido apoyo para su instrumento de autoayuda, una página web. Sin embargo, existen dos grandes opositores según él, la industria farmacéutica y lo que podríamos llamar la industria de la psicología clínica. Puedo entenderlo, él ha creado con colaboradores una página donde hay pruebas y herramientas terapéuticas, dentro del enfoque de la "psicología positiva", para superar la depresión y alcanzar la felicidad. Todo esto, afirma que se puede cuantificar, que no es subjetivo (como el psicoanálisis) sino objetivo, tal y como marca su afán empirista. La página es la siguiente: www.authentichappiness.org. Entiendo que esto es una forma de autoayuda que está sesgada, tal y como reconoce, porque las personas que acuden a visitar y trabajar en esa página tienen un componente de motivación importante. Y esto es el fundamento esencial del progreso de una psicoterapia: la Motivación. Todo esto que estoy explicando, o casi todo, puede sonarle a un estudiante de psicología aplicado, el tema de la "Psicoterapia Positiva" es harina de otro costal. En las Universidades se estudia lo que Seligman dice "psicología clínica", es decir, un paliativo para la enfermedad. Así pues, qué mejor que incorporar estas enseñanzas de un hombre que ha estudiado e impartido clases de prácticamente todas las asignaturas de psicología, un hombre que ha descubierto parte de la esencia de la depresión y que, además, ha diseñado una forma de intervenir en esta patología. Ante ello solo queda quitarse el sombrero e integrar su trabajo en nuestra praxis. Aquellos "ortodoxos" del psicoanálisis que prefieran seguir trabajando el lado psicopatológico de la persona extenderán sus tratamientos y probablemente resulte paliativo porque la persona no consiga ser Feliz. Esto no es patrimonio exclusivo de los radicales del pscoanálisis, sino también de la psicología cognitivo-conductual, que es la psicología académica. Como lo es la medicina conductual para un psiquiatra. Decir que el inicio de la Psicología Positiva es en 1999 con una conferencia de Martin Seligman. Lo escandoloso es que haya tenido tan poca repercusión mediática y, lo que es más grave en las comunicaciones, revistas científicas, conferencias y en la clínica. Rodrigo Córdoba Sanz.
“Si quieres algo bueno, búscalo en ti mismo.” Epicteto. “Los hombres olvidan siempre que la felicidad humana es una disposición de la mente y no una condición de las circunstancias” Locke. Filósofo empirista británico.

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