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Paz y Ciencia

martes, 24 de abril de 2012

Psicología Positiva

Un cúmulo de evidencia científica sugiere que un temperamento optimista nos protege, porque refuerza la capacidad de adaptación y la resistencia a los infortunios.
En general, las personas optimistas se consideran más capaces de tener un impacto sobre el entorno y experimentan menos angustia que los pesimistas ante las adversidades de la vida. La razón es que el optimismo modela positivamente nuestra percepción de nosotros mismos y de las cosas que nos rodean, facilita el análisis constructivo de las experiencias pasadas y fortifica la esperanza en el mañana.
Lisa Aspinwall demostró que las personas optimistas, sopesan los aspectos favorables como los desfavorables, mientras que los pesimistas se limitan a enfocar únicamente los aspectos desfavorables. En consecuencia, la actitud optimista no es una forma de negación o de evadir las situaciones adversas, sino que forma parte de una estrategia más amplia que incluye el análisis y la búsqueda activa de alternativas.
"La mente más sabia siempre tiene algo que aprender." Jorge Santayana, Razón y sentido común,  1923.

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