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Paz y Ciencia

domingo, 1 de abril de 2012

Dos Recomendaciones para la Reducción del Estrés y la Superación de las Crisis




Conocimiento del Cuerpo

La mayoría de las personas están más pendientes del estado del tiempo, de la hora del día o del saldo de su cuenta corriente que de la tensión que hay en su propio cuerpo; sin embargo, el conocimiento del organismo es el primer paso en el reconocimiento y en la lucha por la reducción del estrés.
La importancia del estado del organismo, su efecto sobre la conciencia y su relación con el estrés fue señalado ya, siglos atrás, por filosofías tan antiguas como zen, yoga y sufismo. En este siglo, la psicología occidental se ha visto influida en su estudio por la interacción entre el cuerpo y los estados emocionales, por el trabajo de Wilhelm Reich, inicialmente alumnno de Freud. Hay dos teorías modernas que concentran su atención en el cuerpo y en sus relaciones con el estrés emocional, son la Terapia Gestalt de Fritz Perls y la Terapia Bioenergética de Alexander Lowen. Ambas trabajan estrechamente en la relación mente-cuerpo y mantienen la teoría de que el cuerpo siente el estrés antes de que éste se haga consciente a nivel mental; así tenemos que la tensión muscular es la manera en que el organismo nos permite saber que estamos estresados.
Lowen ha observado en sus trabajos que cuando estamos bajo unas condiciones de estrés es inevitable tensar los músculos del cuerpo; cuando el estrés desaparece, lo hace con él la tensión acumulada. La tensión muscular crónica aparece en personas que desarrollan actitudes que favorecen la contraccíón de grupos musculares determinados. Por ejemplo, es probable que una mujer que desee reprimir su irritabilidad o su mal humor tenga, a nivel cervical, tensión crónica e incluso dolor. Igualmente, un hoombre que sienta ansiedad en cuanto a su futuro puede presentar trastornos crónicos a nivel del estómago, por ejemplo colon irritable (enfermedad psicosomática). Esta tensión muscular crónica dificulta la digestión, limita la autoexpresión y disminuye la energía. Cada grupo muscular contraído bloquea el movimiento.
Perls creía en la importancia de diferenciar entre el conocimiento de lo externo del conocimiento de lo interno para separar, de este modo, el mundo de lo que es nuestra reacción ante él. El conocimiento de lo externo incluye el de todos los estímulos que pueden llegar a los sentidos procedentes del mundo exterior, mientras que el conocimiento de lo interno se refiere a cualquier sensación física, de malestar o de bienestar emocional.
Mucha de la tensión que hay en nuestro cuerpo no es percibido porque nuestra atención se dirige de forma preferente hacia el exterior.
Ejercicios de la Gestalt destinados a localizar y explorar la tensión del organismo.

Reconocimiento del cuerpo: Toma de conciencia; Exploración del cuerpo; Liberación del cuerpo; Diario de control del estrés.

Inspirado en la obra de Martha Davis, Matthew McKay y Elizabeth E. Eshelman: "Técnicas de Autocontrol Emocional". mr. Ediciones. 2009. Ediciones Planeta Madrid. pp. 25-26

Estas técnicas son para profesionales y legos. Aquellos que tengan problemas a la hora de gestionar los acontecimientos vitales estresantes, tengan problemas de ansiedad o de estrés que les lleve a sentir malestar, tensión muscular, insomnio, etc. deben ser valorados por un profesional.

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Sólo tienes derecho al acto y no a sus frutos.
Nunca consideres que eres la causa
de los frutos de tu acción, ni caigas en la inacción.
Bhagavad Gita, cap. 2, verso 47




Fui a los bosques porque quería vivir deliberadamente, enfrentarme solo a los hechos esenciales de la vida y ver si podía aprender lo que vida tenía que enseñar, para no descubrir, cuando tuviera que morir, que no había vivido. No quería vivir lo que no fuera la vida, pues vivir es caro, ni quería practicar la resignación a menos que fuera completamente necesario. Henry D. Thoreau (1817-1862)

Hay momentos en los que te das cuenta de que tu vida está dando un vuelco y que se desvía irreversiblemente del plan previsto. Notas como una fuerza arrolladora, como un remolino que te arrastra sin saber hacia dónde te llevará. A mí me ocurrio en una tarde de Noviembre en Madrid. No se me olvidará fácilmente porque me acaban de despedir de la empresa que dirigía. Salí del prestigioso despacho de abogados completamente solo, esta vez nadie me acompañó a la puerta. Bajé a la calle y la soledad se empapó de la lluvia que caía. Hacía frío y no había gente en la calle. Estaba un poco aturdido y no tenía adónde ir a esa hora. Me refugié en una cafetería, donde tampoco había nadie. Todo tenía un aire irreal, como de un sueño, las cosas poseían una presencia diferente. El tiempo fluía con dificultad, no pasaba nada fuera mientras en mi cabeza todo bullía. Era como si estuviera metido en una película, donde yo representaba mi papel, pero queriendo creer que lo que estaba ocurriendo no era cierto. Mi mente volvía a rebobinar y proyectaba una y otra vez toda la historia hsata pararse bruscamente en ese momento. Luchaba en vano por encontrar el lugar donde estaba el error, cuándo se perdió todo, e intentaba pensar cómo reparar el daño. Mi mente, tan habituada a proyectar escenarios futuros con beneficios, se veía ahora incapaz de imaginar el futuro, no había ningún beneficio, solo era unba pérdida.
Mi carrera había sido rápida. Mientras estudiaba biología, busqué mejorar mis posiblidades de empleo trabajando en verano y sin sueldo en una piscifactoría. Resultó que las truchas que allí criaban tenían una epidemia y querían probar una vacuna importada para acabar con la mortandad, algo innovador en España. Me encargaron supervisar el proyecto y fui testigo de cómo, a las pocas semanas, los peces se curaron. Me pareció una experiencia fascinante, la ciencia demostraba allí todo su valor. De vuelta a la universidad compartí mi vivencia con uno de mis profesores más admirados, quien me animó a intentar desarrollar una vacuna similar. Siguiendo sus instrucciones mejoramos la versión comercial[...]
Me he tomado la licencia de contar aquí mi historia para presentarme; no soy gurú ni erudito, solo pretendo aportar algo desde mi experiencia personal. También sirbe de ejemplo para ilustrar cómo actúa el estrés en momentos de crisis y cómo el cambio es posible. Cuando la vida da un vuelco, puede estar indicándote el camino hacia algo mejor, como ha sido mi caso. Es mi aventura en la gran catástrofe de la vida, como dice Kabat-Zinn en su libro. Cierto es que estos cambios no son fáciles ni agradables, pero al final del recorrido, cuando puedes conectar los puntos, te das cuenta de que ese camino te estaba eperando y que ha merecido la pena.

Se trata de un libro sobre técnicas de reducción del estrés y el manejo de situaciones de crisis. ES fácil de leer. La referencia es la siguiente:

Andrés Martín Asuero: "Con rumbo propio. Responder a situaciones de crisis".
Plataforma Editorial. Barcelona. 2008. pp. 17-27


Andrés Martín Asuero, licenciado en ciencias por la Universidad de Navarra, máster en Administración de Empresas por la Universidad de Deusto y diplomado en Gestión Internacional de Empresas por INSEAD de Francia. Desarrolló su carrera en varias empresas internacionales del sector agro-alimentario desempeñando disntintos cargos directivos en España y en el extranjero.
Buscando una nueva orientación profesional estudió Reducción de Estrés (MBSR) en el Centro Médico de la Universidad de Massachusetts (Estados Unidos) obteniendo el grado de profesor.

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