sábado, 22 de octubre de 2016
Las críticas: Bernardo Stamateas
La persona que critica de forma insidiosa a otros es por lo general insegura y posee una baja autoestima, motivo por el cual no puede reconocer sus propias debilidades (es incapaz de realizar una introspección) y necesita encontrar fallos en los demás para sentirse mejor consigo misma.
Lo que esta persona no sabe es que su forma de no conduce a nada bueno, no existe la "crítica constructiva", así como tampoco existe una enfermedad "constructiva", o se "critica" o se "construye". La crítica nos destruye, lastima nuestro ego. Y, sobre todo, si la persona criticada no puede defenderse ni justificarse puede conducir al resentimiento y a dañar la relación. Algo muy diferente es aconsejar, guiar.
Porque el consejo nace de una buena intención, del deseo de ayudar, de corregir, de cambiar, de avanzar.
La crítica constante de los otros surge de la rabia, de todas aquellas cosas no resueltas del ser humano, de fallas en la infancia o de una estructura perversa narcisista o pasivo-agresiva. Son muchas las posibilidades y formas de acosar, pero sí que existe un elemento en común, el deseo de estar por encima del otro a toda costa.
"Siempre es necesario hacer una pausa, tomarnos un "tiempo fuera" que nos ayude a recuperar el equilibrio emocional necesario para dialogar de forma asertiva. La comunicación emocionalmente inteligente consistirá en aprender a expresarnos desde nuestro "Yo en lugar de criticar al otro".
Jaume Soler y M. Conangla: "Juntos pero no atados: de la familia obligada a la familia escogida".
Todos esperamos algo diferente de la vida. Un pobre desea prosperar, un enfermo de cáncer quiere curarse y alguien agradecido a la vida y feliz sólo tiene ganas de contar.
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