PEACE

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Paz y Ciencia

viernes, 30 de noviembre de 2012

Defensas en Gestalt



Existe una diferenciación entre resistencias somáticas, intelectuales y emocionales. Desde luego esta clasificación de las resistencias es artificial. En todos los casos estarán presentes los tres aspectos, pero según diversos grados y composición. Sin embargo, en la mayoría de los casos un aspecto será el predominante y ofrecerá más posibilidad de acercamieneto.

Una resistencia bien conocida para el analista es la resistencia intelectual. Todo lo que dice el analista es aceptado... pero lo "piensa" todo y no lo "siente". Este tipo tiene un estómago intelectual parecido al primer estómago de una vaca. La sabiduría, aunque rumiada, no pasa a través de los muros intestinales... En realidad nada se asimila, nada llega a la personalidad, sino que todo permanece en el primer estómago mental, el cerebro.

La forma más simple de resistencia oral es la evitación directa. Los niños cierran su boca con energía cuando se les pide que coman algo que les resulta desagradable, del mismo modo que tapan sus orejas con sus manos cada vez que no quieren escuchar... Esas inhibiciones de contacto son: ignorar la presencia de los demás, vagabundeo mental, escuchar cortés pero indiferentemente... Con el fin de crear un sano apetito y asimilación mental tenemos que recondicionar a nuestro paciente; tenemos que corregir su actitud "equivocada" frente al alimento físico y mental... Solo los que trituran su alimento mental tan completamente que captan todo su valor serán capaces de asimilar y sacar provecho de una situación o idea.
La buena disposición con que una persona considera las afirmaciones de algún otro depende en gran medida de su desarrollo oral y de que esté libre de resistencias orales... Yo no doy por sentado que el paciente aceptará lo que digo... Si advierto vagabundeo mental pido al paciente que repita lo que he dicho.
El analista debe tener una idea clara acerca de la tolerancia digestiva del paciente y dosificar su medicina y alimento mental en conformidad.

FRITZ PERLS

Carácter

El carácter es consecuencia de la interdependencia entre todas las funciones intrínsecas a la naturaleza humana, que se estructura en una unidad indivisible. Del desarrollo armónico del carácter depende la manifestación individual de cada persona, y el devenir de la capacidad de darnos cuenta de nuestra propia vida, de tener consciencia de la vida, ya que es a través de su filtro como la percibimos. También del desarrollo armónico de esta unidad indivisible que conocemos como Ser Humano, depende el cómo se mantenga la dirección unívoca de su Impulso de Vida, el cual originalmente va orientado hacia el Bien Estar y el Placer (interacción erótica con la vida).

Juan José Albert Gutiérrez: Ternura y Agresividad. Carácter: Gestalt, Bioenergética y Eneagrama

Resistencias en Psicoterapia



Me admira descubrir cuántas personas emplean, como reacción inmediata ante una pieza de música que oyen, o la película que ven, ante cualquier persona con la que se encuentran, las expresiones "horrible" o "maravilloso". En la mayoría de los casos su esfuerzo avanza en la dirección de refinar sus capacidades críticas en vez de profundizar sus experiencias... todo su interés se centra en la evaluación y no en conmoverse... En este tipo de individuos descubro siemrpe que el 90% de su pensamiento está constituido por prejuicios... Comen con su juicio, no con su paladar.

No evaluar no equivale, sin embargo, a tener que "tragarse" nada. Perls añade:

Por último en orden, pero no en importancia, concéntrese en la estructura del alimento y censure cada trozo no destruido que trata de escapar al molino del triturador de sus molares... Sobre todo, evite usted el peligro de la introyección, evite tragar trozos mentales y físicos destinados a seguir siendo cuerpos extraños en su sistema.
Cuanto más se invierte la agresión en morder y masticar, menos agresión quedará para la proyección.

El objetivo es vaciarse uno mismo cada vez más de lo que no es "uno mismo" y, al contrario, irse identificando más y más con el propio sentir, con cada situación, que es la clave para irse acercando a ser "uno mismo":

...tenemos que ampliar la regla básica del psicoanálisis. En resumen esta regla es: "El paciente dirá todo lo que penetra en su mente"... Al complementar esta regla tenemos que añadir, en primer lugar, que se espera de él que comunique todo lo que siente en su "cuerpo"... Un método simple para abarcar toda la situación orgánica es pedir al paciente que comunique al analista todo cuanto experimenta mental, emocional y "físicamente".
Debemos realizar un segundo cambio en la formulación de la regla básica: debemos grabar en el paciente que no debe ni suprimir ni forzar nada... En forma parecida, el analista no debería presionar al paciente y persuadirlo a hablar, sino prestar atención a sus resistencias y evitaciones.

El psicoanálisis se concentra atinadamente en gran medida sobre las resistencias, pero con frecuencia con la idea de que son algo indeseable -algo que se puede suprimir y que debería destruirse para desarrrollar un carácter sano-...
No se pueden destruir las resistencias; y en todo caso no es algo malo sino más bien energías valiosas de nuestra personalidad -nocivas tan solo cuando se aplican mal-... Debe recordarse que sin tener en cuenta la visión del paciente de sus resistencias como asistencias no podemos tratarlas con éxito.
Al analizar las resistencias con el supuesto de que no deberían existir, corremos grandes riesgos... Muchas personas apenas han desarrollado otras funciones del ego más que las de la resistencia, ya sea contra sus propios impulsos o contra las exigencias que se le plantean... Si se les priva de estas funciones de resistencia y dominio de sí no les queda nada que les interese. Nunca aprendieron cómo divertirse, cómo ser agresivos o cómo amar, y cuando se analizan sus resistencias, caen en una confusión total, ya que su identificación con estas funciones vitales no se ha establecido aún. Además, las energías de resistencia de estas personas son muy valiosas, y cuando tienen buenas cualidades de dominio y resistencia, encontrarán muchas oportunidades de emplearlas en forma beneficiosa.

Miedo

Lo que se les de a los niños, los niños darán a la sociedad. Karl Menninger
 
Prisioneros de la Seguridad
 
La mayoría de los seres humanos solemos compartir una misma aspiración: tener el control absoluto sobre nuestra existencia. En general, queremos que las cosas sean como deseamos y esperamos. Y al pretender que la realidad se adapte a nuestras necesidades y expectativas, solemos inquietarnos y frustrarnos cada vez que surgen imprevistos, contratiempos y adversidades.

De ahí que nos guste crear y preservar nuestra propia rutina, intentando, en la medida de lo posible, no salirnos del guión preestablecido. Estudiamos una carrera universitaria que nos garantice salidas profesionales. Trabajamos para una empresa que nos haga un contrato indefinido. Solicitamos una hipoteca al banco para comprar y tener un piso en propiedad. Y más tarde, un plan de pensiones para no tener que preocuparnos cuando llegue el día de nuestra jubilación. En definitva, solemos seguir al pie de la letra lo que el sistema nos dice que hagamos para llevar una vida normal. Es decir, completamente planificada y, en principio, segura y carente de riesgo. Así, con cada decisión que tomamos, anhelamos tener la certeza de que se trata de la elección correcta, previniéndonos de cometer fallos y errores. Sin embargo, este tipo de comportamiento pone de manifiesto que nos sentimos indefensos e inseguros. Y esto, a su vez, revela que en general no sabemos convivir con la incertidumbre inherente a nuestra existencia. Paradójicamente, si bien tratar de tener el control nos genera tensión, soltarlo nos produce todavía más ansiedad. Por eso muchos estamos atrapados en esta desagradable disyuntiva.
Además, cuanto más inseguros nos sentimos por dentro, más tiempo, dinero y energía invertimos en asegurar nuestras circunstancias externas, incluyendo, en primer lugar, nuestra propia supervivencia física. Es interesante señalar que en muchas ocasiones experimentamos miedo sin ser amenazados por ningún peligro real e inminente. A esta actitud se la denomina "pre-ocupación". Eso sí, para justificar y mantener nuestro temor, solemos inventarnos dichos escenarios conflictivos en nuestra mente. De esta manera, la inseguridad se ha convertido en uno de los cimientos psicológicos sobre los que hemos construido la sociedad contemporánea. De ahí que la "seguridad nacional" sea uno de los conceptos más utilizados por los dirigentes políticos y que los departamentos y ministerios de defensa suelan contar con presupuestos desorbitados...
Así, la búsqueda de seguridad externa es, en esencia, una batalla de antemano perdida. Por más que nos esforcemos, no podemos encerrar el misterio de la vida -cuyo devenir es absolutamente imprevisible e inseguro- dentro de una caja de certezas. Curiosamente, la palabra "seguridad" tiene como raíz etimológica el vocablo latino "securitas", que significa "sin temor ni preocupación". Es decir, que la verdadera seguridad no está relacionada con nuestras circunstancias externas, las cuales están regidas por leyes naturales que nos son imposibles de gobernar y controlar. Se trata, más bien, de un estado emocional interno que nos permite vivir con confianza, liberándonos de nuestra arraigada obsesión por pensar en potenciales amenazas y peligros futuros.
 
Quien tiene miedo sin peligro se inventa el peligro para justificar su miedo. Alain Emile Chartier.

jueves, 29 de noviembre de 2012

Fe en tu Creatividad



"Fe" es una palabra engañosa. Aquí, cuando decimos "tener fe en algo", nos referimos a poder confiar en ello sin pensarlo dos veces. Tener fe es "saber" que hay en tu interior un poder que siempre está disponible para ti. Tu creatividad puede convertirse en eso para ti. Tu creatividad puede convertirse en eso para ti, y la fe en ella fortalece su presencia en tu vida cotidiana.
Como dijo san Pablo en su Epístola a los Hebreos, la fe es "la sustancia de lo que se espera, la prueba de lo que no se ve". Cuando alguien tiene fe en su creatividad, demuestra una claridad de propósito capaz de sorprender a quienes le rodean.
Una segunda herramienta es la ausencia de crítica, es decir, aprender a silenciar esa voz interior autocrítica que censura tus ideas antes de que den frutos. Tu "voz de juicio" puede hacer que te resulte difícil creer que tienes alguna buena idea. Una manera eficaz de callar la cháchara negativa de la VDJ consiste en practicar los ejercicios de respiración.
Ahora llegamos a la tercera herramienta: la observación precisa. Esto significa ver el mundo con el asombro de un niño y la precisión de un científico. Significa mirar y abarcar todo lo que te rodea con una conciencia renovada.
La cuarta herramienta es tu habilidad y tus ganas de hacer preguntas que van al fondo de la cuestión. Algunas de las preguntas más incisivas son aquellas que suelen llamarse "preguntas tontas". El inventor Paul MacReady nos recuerda: "La única pregunta tonta es la pregunta que no haces".
Para ayudarte a dominar estas herramientas, hemos creado una serie de ejercicios que puedes adaptar a tus propios horarios y necesidades. Los ejercicios requieren que incorpores en tu vida cotidiana una guía o un método práctico particular. Denominamos "heurísticas" a estas pautas, y esto parece especialmente apropiado, ya que la palabra tiene la misma raíz griega que "¡Eureka!", tan a menudo conectada con el momento creativo.
Te pedimos que adoptes una de estas heurísticas durante un tiempo: idealmente, no menos de veinticuatro horas y no más de una semana.
Por ejemplo, para vivir el "Prestar atención" heurístico (destinado a fortalecer la observación precisa), podrías programar tu reloj para que suene a determinada hora y te recuerde que debes estar plenamente consciente de todo lo que te rodea en ese momento. La idea consiste en salir de lo preestablecido, romper de pronto la conciencia de rutina que pone a dormir tus poderes de observación.
Otra manera de salir de lo preestablecido (en especial si pasas mucho tiempo en una oficina) consiste en encontrar un lugar tranquilo en un parque. Solo sal y siéntate un rato y permite que tus sentidos absorban lo que veas y huelas.

Daniel Goleman: "El Espíritu Creativo"

Fritz Perls y el budismo zen




No creo que nadie recibiera la "iluminación" ni llegara al satori, pero la experiencia fue interesante. Cuando llegó el mo momento de pagar tuve un shock. El precio era de diez dólares, y esto incluye, y esto incluía el alojamiento y comida por una semana entera. Cuando se me anunció esto, no lo pude aceptar y le di treinta dólares, los que fueron graciosamente aceptados.

El zen me había atraído como la posibilidad de una religión sin un dios. Estaba sorprendido de ver que antes de cada sesión debíamos invocar e inclinarnos ante una estatua de Buda. Fuera o no fuera un mero simbolismo, para mí era nuevamente una reificación que llevaba a una deificación.
Debíamos respirar de un cierto modo y mantener nuestra atención en la respiración para minimizar la intromisión de los pensamientos, mientras que el maestro se pavoneaba por las hileras, ocasionalmente corrigiéndonos la postura. Cada vez que se acercaba, a mí me angustiaba. Esto desde luego que echaba por tierra mi respiración...
Me dio únicamente un koan simple e infantil: "¿De qué color es el viento?·, y estuvo satisfecho cuando por respuesta le soplé en la cara.

Mi búsqueda acetuó más aún la creación de un método viable de hacer algo alcanzable este tipo de autotrascendencia humana al hombre occidental. En esto fui alentado por Aldos Huxley, quien dijo de mi libro Terapia Gestalt: "El único libro psicoterapéutico que vale la pena leer".

Mi visita al Japón fue un fracaso, al menos en lo que se refiere a cualquier logro en materia de zen. Hizo reforzar mi opinión de que algo tiene que andar mal tanto con el zen como con el psicoanálisis si se demora años y años el llegar a ninguna parte. Lo más halagador que puede decirse es que el psicoanálisis engendra psicoanalistas y el zen engendra monjes zen. Hay que recalcar, sí, lo valioso que hay en ambos métodos: el engrandecimiento de la capacidad de darse cuenta y la liberación del potencial humano. Sin embargo, hay que negar su eficiencia. No pueden ser eficientes porque no se basan en las polaridades de contacto y retirada, que es precisamente el ritmo de la vida.

Fritz Perls

La Esquizofrenia



Si hablas a Dios, estás rezando; si Dios habla contigo, tienes esquizofrenia. Si los muertos hablan contigo, eres un espiritista; si Dios habla contigo, eres un esquizofrénico.
Cuando un hombre dice que es Jesús o Napoleón, o que los marcianos le persiguen, o afirma alguna otra cosa que escandaliza el sentido común, se le pone la etiqueta de psicótico y se le enciera en el manicomio.
La libertad de palabra es solo para las personas normales.
Un hombre que dice ser Jesús no se está quejando, se está jactando. Consideremos que su afirmación es un síntoma de enfermedad; él lo considera una señal de grandeza.
Si crees que eres Jesús, o que has descubierto una cura para el cáncer (y no es verdad), o que los comunistas te persiguen (y tampoco es verdad), entonces es probable que tus creencias se consideren síntomas de esquizofrenia. Pero si crees que los judíos son el Pueblo Elegido, o que Jesús era el hijo de Dios, o que el comunismo es la única forma de gobierno científica y moralmente correcta, entonces es probable que tus creencias se tomen como reflejo de quién eres: judío, cristiano, comunista. Por esto creo que descubriremos la causa química de la esquizofrenia cuando descubramos la causa química del judaísmo, el cristianismo y el comunismo. Ni antes ni después.
Los psiquiatras buscan moléculas torcidas y genes defectuosos como causas de la esquizofrenia, porque esquizofrenia es el nombre de una enfermedad. Si llamáramos enfermedad al cristianismo o al comunismo, ¿buscarían entonces los psiquiatras las "causas" químicas y genéticas de estas "dolencias"?
Con frecuencia, lo que denominamos esquizofrenia es el resultado de cierta clase de desarrollo infantil en lo que se refiere a seguir reglas. Normalmente el niño aprende su repertorio básico de reglas mediante la sumisión amorosa a la autoridad de los adultos: el lenguaje, las pautas del vestir y gran parte de la conducta cotidiana se aprenden de esta manera. Si el adulto no presta atención, o si el niño no le respeta, vemos la aparición de la megalomanía coactiva que tan típica es del comportamiento de la persona a la que más adelante se le diagnostica un esquizofrenia. Esto acostumbra a empezar en los comienzos de la adolescencia. Al carecer de una persona que dicte reglas y a la que pueda respetar, el joven se convierte en su propio legislador. Actúa y se siente como si no hubiera nada que no pudiese hacer (en especial esforzándose lo suficiente), y como si no debiera de prohibírsele nada. Y llega a creer que si no puede hacer algo, ese algo no debe de valer la pena. Una persona así, entonces, no trata de vivir de acuerdo con la regla de que si vale la pena hacer algo, ese algo vale la pena hacerlo bien, finge y afirma que domina artes, oficios y conocimientos que nos posee, y rechaza con desprecio el valor de todos los esfuerzos prácticos. Resumiendo, la esquizofrenia es (a veces) un tipo de arrogancia e inmodestia.
La inflación es al dinero lo que la ensalada de palabras es al esquizofrénico es al lenguaje; las dos cosas ilustran, primero, que el hombre, como dijo Nietzsche, es un "animal que hace promesas", y, en segundo lugar, que romper promesas es más fácil que cumplirlas [...]

Thomas Szasz: "El Segundo Pecado". Ed. Alcor, Colección Agramante, 1973, Barcelona. Pp.: 137-138

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Fritz Perls: Yo, hambre y agresión

 
 
"Me tomó muchos años llegar a comprender el problema de la moral, y una vez más fue el punto de vista organísmico que me dio claridad" Fritz Perls

En ese momento, al etiquetar el estímulo como bueno o malo, amputamos lo bueno y lo malo de nuestra propia experiencia... Esto trae secuelas. Una vez que separaramos sentir de pensar, juicio de intuición, moralidad de auto-conciencia... perdemos el sí-mismo, la esencia de la existencia, y nos transformamos en frígidos robots humanos o en confundidos neuróticos.
 
En el sentimiento de malo y bueno vemos la función discriminatoria del organismo; este trabajo es lo que en terapia gestática llamamos los límites del eso... Quizás la función básica del límite del ego es la discriminación.

1. El límite del ego es flexible. En la persona sana cambia en la medida en que las situaciones cambian; pero en los estados psicopatológicos es más bien rígido.
2. El límite del ego puede ser concebido como un encuentro de grupos opuestos de emociones, de aceptaciones y rechazos, de identificaciones y alienaciones, de emociones positivas y negativas.
 
La moralidad introyectada es el producto de la agresión incompleta, un morder, un masticar y una digestión incompleta de los modelos de padres, profesores y sociedad... El organismo, entorpecido con esta introyección, pierde su apropiada discriminación;... Entonces se hacen elecciones equivocadas... de acuerdo a "necesidades" ajenas... La agresión sana no es más que el compromiso con nosotros mismos para el logro de la autorrealización.
 
FRITZ PERLS

Paul Goodman



Lo importante para el "egótico" ya no es el contacto con un "tú", sino acaparar lo más posible del entorno al servicio de su visión de grandeza y su sensación de poder. Aunque pueda parecer como una persona bien adaptada, e incluso como una personalidad libre y abnegada, ha dejado de crecer:

Tal ambiente deja de ser "ambiente", ya no le alimenta, y él deja de crecer y cambiar... Esta metamorfosis es la neurosis del psicoanalizado: el paciente comprende perfectamente sus "problemas", mucho más importantes que todo lo demás, y claro está que esos problemas le seguirán absorbiendo, pues sin la espontaneidad y el riesgo de lo desconocido [en este caso la entrega, el dejarse ir] no asimilará su análisis, como tampoco ninguna otra cosa.

No es la presencia de obstáculos "internos" lo que constituye la neurosis: eso son simples obstáculos. En la medida en que una situación está viva, cuando aparecen los obstáculos a la creatividad, la excitación no disminuye, sino que espntáneamente uno siente nuevas emociones agresivas y moviliza nuevas funciones del ego para superar el obstáculo. Uno no pierde la sensación de sí mismo, de la propia síntesis en unidad, sino que continúa agudizándose, identificándose más consigo mismo y alienando lo que no es él mismo. En la neurosis, por el contrario, la excitación flaquea en este punto, falta la agresión, uno pierde la sensación de sí mismo, y se queda confundido, dividido, insensible. Esta diferencia fáctica, en cuanto a una creatividad continua, es el criterio crucial de vitalidad y de neurosis. Es un criterio independiente, generalmente observable, y introspectable. El test viene dado por el self.
 
[...] El neurótico comienza a perder el contacto con lo actual; lo sabe, pero no posee técnicas para mantener el contacto; persiste por un camino que le aleja más de lo presente, y se pierde. Lo que necesita aprender es a reconocer con claridad cuándo deja de estar en contacto, como no lo está, y dónde está y qué es lo presente, de manera que pueda seguir en contacto con ello... Si aprende una técnica de darse cuenta [awareness], para seguir, para mantenerse en contacto con la situación cambiante, entonces el interés, la excitación y el crecimiento continúan, y deja de ser neurótico... Pues el significado creativo de la situación no es lo que inacabadas, sean las que sean, y al descubrir su relevancia para la situación presente aparentemente desprovista de vida. Cuando, en lo que emerge, el self puede mantenerse en contacto y continuar adelante, la terapia ha terminado.
 
[...] El paciente llega a reconocer su propio funcionamiento como parte de lo presente. Si ha alienado algunos de sus poderes, llega a identificarse con su propia alienación como un acto deliberado; puede decir "Soy quien está haciendo esto o evitando esto." El estadio final de la experiencia, sin embargo, no es ya tema de terapia: es el propio sujeto quien tiene que identificarse con su interés por lo que siente que le concierne, y ser capaz de alienar lo que no le concierne. En sus pruebas y conflictos el self va siendo de un modo que antes no existía. En la experiencia de un contacto rico, el yo, alienando sus estructuras de seguridad, se arriesga a dar el salto y se identifica con el self creciente, le presta sus servicios y su conocimiento, y en el momento de alcanzar el objetivo, se quita de en medio.

PAUL GOODMAN

http://youtu.be/OI85qML7UtM DARE -Silent Thunder-
http://lacomunidad.elpais.com/gestalt/2009/4/11/-aqui-ahora-y-que-viene-paul-goodman-y-psicoterapia-2 Noticia sobre un libro dedicado a la valiosa aportación de Paul Goodman.

Dosificación y frustración

Lo que frustramos son sus intentos de controlarnos a nosotros mediante sus manipulaciones neuróticas. Esto le obligará a recurrir a sus propios recursos y desarrollar su propio autoapoyo. Entonces podrá dirigir toda su destreza manipulativa hacia la satisfacción de sus necesidades reales.
El terapeuta debe frustrar aquellas expresiones del sujeto que reflejan su autoconcepto, sus técnicas manipulatorias y sus patrones neuróticos. Y debe satisfacer aquellas expresiones del paciente que son verdaderamente expresiones del sí mismo del paciente.
Lo que quiero demostrar aquí es que no puede haber desarrollo antes de que el paciente logre la satisfacción en todas las áreas en las cuales está confundido, vacío o atascado. Y el prerrequisito para una satisfacción plena es el sentido de identificación del paciente con todas las acciones en que participa, incluyendo sus autointerrupciones. Una situación solo puede concluirse si el paciente está enteramente comprometido con ella. Dado que sus manipulaciones neuróticas son formas de evitar el compromiso total con las situaciones, deben frustrarse.
FRITZ PERLS

A la conciencia

El analista debería hacer uso de las funciones del ego más que apelar al Inconsciente.
La movilización de las funciones del ego es necesaria para restablecer el funcionamiento sano de toda la personalidad.
Nuestro fin es restablecer -por medio de la concentración- las funciones del ego, diluir la rigidez del cuerpo y el ego petrificado, el carácter...

[...] Podemos lograr una nueva comprensión psicológica al darnos cuenta de la relatividad de la conducta humana, de lo correcto e incorrecto, de lo bueno y lo malo, reemplazando estos términos por familiar y extraño, y finalmente, operando con las funciones del ego identificación y alienación.
FRITZ PERLS

martes, 27 de noviembre de 2012

Guía del Trastorno Límite

 
GUÍA DE PRÁCTICA CLÍNICA SOBRE EL TRASTORNO LÍMITE DE LA PERSONALIDAD

La Agencia de Información, Evaluación y Calidad en Salud de Cataluña, con la colaboración del Fórum de Salud Mental y la participación de profesionales expertos de la red de salud mental y adicciones de Cataluña han elaborado esta guía dirigida tanto a profesionales como a familiares y personas que tienen este trastorno. Ha sido financiada con fondos de la Estrategia Nacional de Salud Mental del Sistema Nacional de Salud (SNS).

Actualmente, hay respuestas asistenciales diferentes y no consensuadas que comportan una gran variabilidad en la práctica clínica de los profesionales y servicios. Se hace así patente la necesidad de elaborar una guía a nivel nacional realizada con la mejor metodología posible y basada en la mejor evidencia científica disponible para su aplicación en el Sistema Nacional de Salud (SNS), con el fin de mejorar la calidad de la atención y disminuir la variabilidad de la práctica clínica. Se prevé que esta GPC se actualice cada tres años o en un período de tiempo inferior en caso de que aparezca nueva evidencia científica que aconseje modificar las recomendaciones.

http://www.gencat.cat/salut/depsan/units/aatrm/pdf/gpc_trastorno_limite_tlp_aiaqs2011es_resumida.pdf

Nosotras, las del Mundo Raro

 
 
Nosotras, las del Mundo Raro
 
Chabela, duérmete aquí a mi lado, déjame que te acune...
Déjame que te diga al oído lo que tú dices...
Que... vinimos nosotras, tantas, de un mundo raro...
Chabela... Y es preciso decir tantas mentiras...
Y si quieren saber de nuestro pasado es preciso decir otra mentira...
Diremos riendo que venimos de allí,
las dos, de un mundo raro...
Que no sabemos de amor,
Chabela, no conocimos dolor,
y que nunca, nunca, nunca
hemos llorado.
 
Princesa Inca: "La Mujer-Precipicio"
 
 
 
 

Tierras de Leyenda



Hermes nació de la unión de Zeus con Maia, una ninfa de los bosques. El nombre de Maia evoca el mes de mayo; a María, la madre de Jesús, otro niño divino; y a Maya, la madre de Buda. A fin de proteger a Hermas de Hera, la celosa esposa de Zeus, Maia esconde al bebé en una cueva, una especie de segundo útero. Zeus, abandona entretanto a su nuevo hijo y regresa al Olimpo, junto a su antigua familia.
Maia, un espíritu de la naturaleza, cuida de Hermes. El niño, de carácter travieso, escapa de la cueva al amanecer del primer día de su vida, fabrica una lira con el caparazón de una tortuga y roba el ganado de su hermano Apolo, quien lo apresa y lo lleva a juicio ante el tribunal de Zeus. Hermes, según Homero, responde a las acusaciones omniscientes de Zeus diciendo: "¿Cómo podría haber hecho una cosa semejante si nací ayer mismo?", al tiempo que le guiña un ojo, ante lo cual Zeus y todos los que están con él en el Olimpo se echan a reír. El único veredicto de Zeus es que se restablezca la armonía entre los dos hermanos, hazaña que solo se cumple cuando Hermes tañe su nuevo instrumento creativo, la lira.

En esta historia encontramos los elementos comunes universales a los relatos míticos que refieren el nacimiento del niño divino. Si bien existen variantes en el argumento, las circunstancias y el decorado, estos dramas míticos parecen compartir una misma estructura básica que define las cualidades y características fundamentales del niño interior, atributos que, a nivel psicológico, tienen mucho sentido para nosotros.

En primer lugar estos niños son concebidos y nacen en circunstancias inusitadas -inusitadas desde el punto de vista humano corriente. Su concepción es, a veces, el resultado de la unión entre un espíritu y un ser humano como en el caso de la inmaculada concepción de María o en el de la madre de Buda, fecundada por un elefante. A veces la unión se produce entre un dios y un aspecto de la naturaleza, como ocurre en el caso de Hermes, hijo de Zeus y de una ninfa de los bosques. El nacimiento mismo puede ser inusitado: directamente de elementos primordiales, como el agua o el fuego (Venus), de la cabeza de Zeus (Atenea), o de su muso (Dionisios).

Estos insólitos nacimientos expresan metafóricamente el surgimiento en nosotros de un nuevo principio que procede que fuentes insondables, imprevistas y extraordinarias y que da lugar a alumbramientos espontáneos en nuestra propia psique, bajo la forma de intuiciones, sueños, visiones o emociones. Si la personalidad exterior o la cultura se ha desarrollado unilateralmente y de manera restringida, la aparición del niño divino interior presagiará una posibilidad de renovación y expansión. Es posible que el nacimiento interior se deba a un acontecimiento externo que nos sorprenda y sobrecoja. Tal vez, entendido como un accidente del destino, nos despierte a una revelación acerca de nuestras posibilidades vitales.


"Te Amo"

"TE AMO"
 
 
 
¿Quién puede decir algo así: "Te amo"."? ¿Qué ocurre en su alma cuando dice esa frase? ¿Qué pasa en el alma del otro cuando dice esta frase?
 
El alma de quien dice sinceramente esta frase, tiembla. En ella se reúne algo que crece como una ola y lo arrastra. Puede que se defienda de ella por miedo de adónde lo eleva y a qué orilla lo lanzará.
Puede que también el otro o la otra a quien se dice esta frase tiemble. Intuyen qué cambia en ellos, cuánto puede comprometerlos y determinar su vida para siempre.
Está también el miedo a si seremos capaces de mantener esta frase y estamos de acuerdo con ella en todo su alcance y nos podemos abrir a ella, independientemente de si la hemos dicho o nos a han dicho.
Pero no hay frase más hermosa, que nos conmueva tan profundamente y nos una tan íntimamente con otra persona.
Es una frase humilde. Nos empequeñece y engrandece al mismo tiempo. Nos hace profundamente humanos.
 
BERT HELLINGER: FELICIDAD QUE PERMANECE.
 
 
 


Meditación



Meditación y oración

Esta polaridad no solo implica la del yoga strictu sensu frente a la devoción, sino que también se refiere a la polaridad entre la disciplina de control voluntario de los estados internos y la práctica espiritual de entrega a la guía interior implícita en la actitud devocional. Por ejemplo, en la introducción a sus selecciones de la Filokalia, Kadloubski y Palmer escriben: "La vida cristiana se desarrolla y perfecciona bajo la guía del Señor Jesús, el Cristo mismo".

Meditación y Trance

En contraste con otras diferenciaciones enumeradas, esta se refiere principalmente al estado de conciencia del meditador, y ha sido usada en estudios antropológicos sobre el chamanismo. Ante la sorprendente multidimensionalidad de la conciencia meditativa, en mi reflexión sobre el tema renuncié muy pronto a toda definición de la meditación que se base en un estado específico de la conciencia. En su lugar, preferí adherirme a la visión que reconoce la meditación una relevancia más universal para el cambio de conciencia y que además comprende que el nivel máximo de logro meditativo es algo que trasciende estados mentales particulares. La palabra "trance" evoca principalmente el ámbito de la inspiración y la imaginación creativa o, tomando en préstamo la terminología del Ibn´Arabi, el mundo de los "atributos divinos" que existe entre el mundo exterior y el mundo de la gnosis, es decir, entre la percepción ordinaria y la conciencia indiferenciada de la contemplación más profunda (en palabras de Patañkali, el samadhi savikalpa que se halla entre el samadhi nirvikalpa y la percepción ordinaria).

Claudio Naranjo: "Entre Meditación y Psicoterapia". Ed. La Llave, 2012, Barcelona. Pp.: 38-39

www.claudionaranjo.net
www.fundacionclaudionaranjo.com

lunes, 26 de noviembre de 2012

Eneagrama

El trabajo psicológico con el eneagrama es el descubrimiento del ser condicionado con el que nos identificamos. El trabajo espiritual tiene que ver con la apertura de conciencia que este desvelamiento del carácter produce y que supone el primer paso para permitir el desarrollo de nuestra esencia.
Parte del supuesto de que en cada persona hay un "rasgo fundamental" que entraña una estructura típica, una raíz en torno a la que se anuda la personalidad, que se constituye como un carácter
El aspecto emocional del carácter lo constituyen las pasiones, en cada carácter encontramos una "pasión dominante"; el aspecto cognitivo lo constituyen las fijaciones, la visión del mundo correspondiente a esa pasión dominante.
Jean Paul-Sartre considera que cada emoción representa una forma de eludir una dificultad. Define la conducta como un sistema organizado de medios que tiende hacia una meta. Se produce cuando no vislumbramos caminos y, sin embargo, tenemos que actuar.
Rodrigo Córdoba Sanz

El surgimiento de la perspectiva transpersonal



Somos lo que pensamos
Todo lo que somos surge con nuestros pensamientos.
Con nuestros pensamientos hacemos el mundo.
BUDA

La psicología transpersonal apunta a la expansión del campo de investigación psicológica para incluir dimensiones de la experiencia y del comportamiento humanos que se asocian con la salud y el bienestar.

La psicología transpersonal se interesa por la expansión del campo de investigación psicológica hasta incluir el estudio de los estados de salud y bienestar psicológicos de nivel óptimo. Reconoce la potencialidad de experimentar una amplia gama de estados de conciencia, en algunos de los cuales la identidad puede ir más allá de los límites habituales del ego y la personalidad.
La psicoterapia transpersonal incluye los campos e intereses tradicionales, a los que se agrega el interés por facilitar el crecimiento y la toma de conciencia más allá de los niveles de salud tradicionalmente reconocidos. En ella se afirman la importancia de las modificaciones de la conciencia y la validez de la experiencia y la identidad trascendentes.


domingo, 25 de noviembre de 2012

La literatura es siempre una expedición a la verdad

LA LITERATURA ES SIEMPRE UNA EXPEDICIÓN A LA VERDAD
 
La biblioterapia es el uso terapéutico de la palabra escrita, es decir, de los libros. El uso de este remedio se inició en la antigüedad. Se cuenta que el faraón Ramses II consideraba su biblioteca "el remedio para el alma".
Sin embargo, la biblioterapia alcanzó su apogeo en la era moderna, en Estados Unidos, ya que durante la Segunda Guerra Mundial se utilizó con los soldados heridos que volvían del frente. Estos mejoraban más rápido cuando dedicaban su tiempo a la lectura.
El mero ejercicio de la lectura es efectivo, pero los beneficios de la literatura psicológica se potencian mucho más si se crean grupos en los que los pacientes hablen de un libro y comenten los beneficios que les está aportando la lectura.
Cualquier libro es sanador porque nos proporcione:
 
- La perspectiva de otro autor o autora sobre un problema que tal vez no sabemos volver.
- Una evasión del mundo que nos ha tocado vivir para descansar por un tiempo en el mundo que propone el libro.
- Imágenes y reflexiones que nos enriquecen y podemos compartir con otras personas.
 
 


Meditación y Virtud




Meditación y Virtud

La acción virtuosa suele ser considerada en las diferentes tradiciones espirituales como preliminar a la meditación. Trabajar en una vida y unas relaciones rectas permite limpiar las pajiones que tejen ese velo que nos impide la experiencia contemplativa, mientras que la meditación implica trabajar contra esas pasiones a un nivel más sutil en el comportamiento. Por otro lado, como todas las tradiciones espirituales han reconocido, la vida recibe una influencia directa hacia la virtud gracias a la meditación y las experiencias místicas. Las acciones virtuosas son resultado de la meditación, del mismo modo que el Te fluye naturalmente del Tao.

El ámbito de la práctica espiritual en la vida cotidiana se compone principalmente del entrenamiento de la atención y la virtud, términos que a su vez pueden ser analizados en sus diversos aspectos. De este modo, la renuncia es un aspecto de la meditación y virtud, que implica la inhibición de la conducta mundana y constituye un acto de desprendimiento ante las motivaciones egóicas y hedonistas, lo cual nos conduce -en el mejor de los casos- a una condición de "estar en el mundo pero no ser del mundo".

La austeridad -llamada tapas en la literatura sánscrita y mortificación en la tradición cristiana- está estrechamente relacionada con la renuncia, pero subraya más el cultivo de la neutralidad frente al dolor. Las diversas formas de meditación conllevan diferentes grados de austeridad en tanto que implican la incomodidad de largas sentadas, la inhibición de la fantasía y la disposición a contactar el dolor psicológico que pueda existir en la experiencia del individuo. También van implícitos en el cultivo de la virtud cualidades como la bondad amorosa, la compasión y la afabilidad, sin las que la "acción justa" solo sería regida por normas de comportamiento, siendo así incapaz de alcanzar la virtus auténtica.

Sin embargo, el cultivo del amor no se limita a prácticas espirituales en el campo de la acción, sino que es intrínseco a la meditación bajo formas como el cultivo del bodhiccita y la meditación en los "cuatro inconmensurables" del budismo (compasión benevolente, comprensión, alegría, ecuanimidad). Pero en el campo de la meditación, el cultivo del amor hacia lo divino o devoción es más característico que el cultivo de una intención amorosa hacia el resto de los seres. Aunque las tradiciones específicas se concentran más en lo concerniente a la sabiduría que en la compasión, también es cierto que los ámbitos de la concentración y la devoción son difícilmente separables en la práctica, y que la perfección espiritual conlleva la consecución simultánea de vaciarse de uno mismo así como de la abundancia, del desapego y el aprecio, de la verdad y del valor. La inseparabilidad de la dualidad es evidente en la práctica tibetana del yoga de las divinidades (deity yoga), en la que, sobre un fonde de vacuidad alcanzada a través de practicar la concentración, el meditador se involucra en un trabajo de visualización e imaginación creativa que lo conduce a la experiencia del vacío-éxtasis y a un equilibrio entre sabiduría y compasión.

Claudio Naranjo: "Entre Meditación y Psicoterapia". Ed. La Llave.


El Niño Interior Crece

 
 
 
La imagen del niño "representa el impulso más fuerte e ineludible de todo ser humano, es decir, el impulso de autorrealizarse". C. G. Jung

El aspecto divino del niño interior que reside en todos nosotros puede proporcionarnos, si lo reconocemos conscientemente, el valor y el entusiasmo necesarios para liberarnos de nuestras ataduras. Uso el término "divino" para distinguirlo del niño interior formado por el recuerdo de la experiencia personal -es decir, el niño abandonado, descuidado, que ha padecido abusos, falta de cariño o exceso de disciplina y de severidad; y también los rasgos de vulnerabilidad y dependencia del niño que fuimos en el pasado. Este es el niño -el niño de nuestra experiencia- al que todos deseamos sanar para poder recuperar la energía necesaria a nuestra actividad de adultos, energía que reside aún en aquellos mecanismos automáticos de defensa que desarrollamos como respuesta a nuestras primeras experiencias dolorosas. Sanar  a este niño significa también dejar de reproducir inconscientemente dichos mecanismos al tratar con ese "nuevo experimento" que son nuestros hijos.

Ya no somos el niño de nuestro recuerdo. Pero aunque hayamos sobrevivido a él, no es raro que sigamos viviendo según pautas de comportamiento que adoptamos cuando éramos jóvenes, con lo cual limitamos nuestra experiencia vital presente. En los últimos año, tanto la teoría psicológica como la práctica terapéutica han reconocido ampliamente las consecuencias del dolor, el miedo, la ira y la soledad padecidos en la infancia. Sin embargo, cuando dirigimos la mirada a nuestras primeras experiencias, podemos acceder también a otros recuerdos -imágenes positivas de acontecimientos que alimentaron la curiosidad infantil, la exuberancia, el espíritu aventurero, el disfrute de los sentidos y la riqueza de la imaginación. Al aflorar, estos recuerdos nos proporcionan un sentido de la historia de nuestros placeres y dolores y nos ayudan a restablecer el contacto con el ser adulto que ahora somos. Nuestro modo de vivir en el presente es consecuencia de todos los acontecimientos que sucedieron en el constante experimento de nuestro vivir.

Además de los recuerdos de acontecimientos concretos, en nuestro interior se halla a menudo la imagen de una infancia ideal, la infancia que nos hubiera gustado tener y que construimos a partir de las limitaciones de nuestra propia experiencia. Al compararlas, nuestra infancia real nos parece deficiente. A veces proyectamos esta imagen ideal sobre otras personas, creyendo que ellas sí tuvieron una infancia perfecta, con lo que añoramos el ideal y reforzamos nuestro dolor y nuestra soledad. Y a menudo también proyectamos dicha imagen sobre nuestros hijos, en la medida en que tratamos de proporcionarles una infancia perfecta al tiempo y nos consideramos padres perfectos.

Un antídoto contra esta idealización paradisíaca de la infancia consiste en compartir nuestra historia y nuestros recuerdos con los demás, de ese modo descubrimos que es común a la condición humana el que la relación entre padres e hijos sea una mezcla compleja de logros y de fracasos, de aptitudes, de limitaciones.

Edith Sullwold

La Locura en Oriente y Occidente



[...] Son considerables las diferencias que separan el mundo occidental. En Occidente, una cultura exclusivamente basada en la razón, interpreta la locura, pura y simplemente, como un defecto: loco, aquel que ha perdido la razón. En Oriente, al contrario, en el seno de sociedades unidas esencialmente por lazos religiosos, la locura se interpreta metafóricamente como una posesión por los espíritus (espíritus de los muertos o espíritus demoniacos; y los demonios son precisamente los ancestros muertos). Metafóricamente, puesto que se lo designa como posesión es la perturbación de las relaciones entre el espíritu del loco y el de los demás miembros de la comunidad: muertos o vivos, no importa -los muertos forman parte del grupo con el mismo derecho que los vivos.

En Occidente, el loco ha perdido lo que todos los demás tienen en común; en Oriente, es una víctima del combate con los espíritus. Y por ello mismo entra en contacto con el espíritu de la colectividad. En el primer caso el loco se vuelve extraño a la colectividad y pierde toda relación con ella; en el segundo caso, al contrario, cristaliza en él de un modo casi material un conflicto entre espíritus que pertenecen por igual al grupo, un conflicto interno al grupo. Aquí el loco es poseído por el grupo. Aquí el loco es poseído por el grupo. Allí el grupo le desposee. De ahí derivan dos prácticas clínicas distintas: Occidente exterioriza a sus locos diciendo que los interna. Mientras que Oriente, los interioriza, los exorciza. Paradojas del lenguaje...

En otras palabras: Occidente excluye a sus locos y los reagrupa para encerrarlos aparte en unas cárceles rebautizadas como hospitales; por el contrario, Oriente reintegra a quien se ha convertido en el lugar donde se expresa simbólicamente un conflicto colectivo. Para resolver este conflicto, y -mediante la práctica de una empírica "justicia distributiva" mental (técnica principal del shaman)- devolver a cada cual el espíritu que le corresponde.

Occidente introduce una diferencia, una distancia entre el loco y el grupo, mientras que Oriente jamás ha podido pensar a cada uno de ellos sin el otro. En Oriente, el enfermo es "cuidado" en acción: en la sociedad y sin ser aislado. Es cierto que existen el aislamiento religioso, el tabú de impureza, etc, pero cumplen paradójicamente una función inversa: la de unir más profundamente entre sí a los miembros de la sociedad, incluyendo a aquellos considerados como impuros, por medio de una misma concepción de la pureza. Concepción religiosa que no puede excluir a nadie en cuanto es trascendente a todos; mientras que la idea de razón con la que Occidente define la sinrazón excluye verdaderamente al loco, en la medida en que esta idea viene impuesta por una colectividad de individuos que únicamente constituye una minoría en el seno del grupo: la clase dominante.

Mientras Oriente vive la enfermedad en acción, Occidente la concibe como representación: la mantiene a distancia, "olvida", encubriéndolas, las relaciones que mantiene con el grupo, y finge objetivarla únicamente para curarla mejor. Gracias a la ciencia, por supuesto, es decir, gracias a la razón. Hermosa contradicción: ¿con qué razón nos comunicamos con aquel de quien precisamente decimos que no razona?

Christian Delacampagne: "Antipsiquiatría. Una lógica de la esquizofrenia". Ed. Mandrágora

Espíritu y Psicología



A principios de los años sesenta, Filmer S. Northrop señaló el encuentro entre Oriente y Occidente como uno de los fenómenos históricos más importantes de nuestra época. Desde que ese pensamiento vio la luz, el proceso se ha vuelto aún más impactante, y una de sus manifestaciones ha sido el gran interés de los psicólogos por las enseñanzas espirituales de Oriente. Esto, a su vez, refleja una espiritualización de la psicoterapia que bien puede haber constituido la raíz principal de ese fenómeno geocultural que es el presente encuentro entre Este-Oeste.

Tal espiritualización ha sido el resultado de un largo proceso a través del cual el empeño terapéutico se ha vuelto consciente de sí mismo en sus dimensiones ética y espiritual y se ha alejado del modelo médico. Primero se volvieron evidentes las implicaciones éticas de la psicoterapia, y luego los aspectos espirituales del proceso se hicieron lo bastante obvios para que muchos estén hoy convencidos de que las dimensiones psicológica y espiritual del crecimiento interior son dos facetas de un mismo y único hecho.

Así como en la evolución del pensamiento occidental era inevitable que el intelecto racional llegase a reconocer sus limitaciones, también era inevitable que en la psicoterapia dinámica surgiese una conciencia de sus límites; era natural, por lo tanto, que los buscadores occidentales comenzasen a mirar hacia el Este para encontrar una guía experimentada que durante las décadas previas no había parecido relevante.



http://youtu.be/eIWaL8qqiqs J.S. Bach -Violín-

sábado, 24 de noviembre de 2012

La niña-interna

 
 
"Las sombras de la casa-prisión empiezan a cernirse/ en torno al niño que crece." Wordsworth.

El niño precisa de orientación y cuidado, se encuentra en el seno de una familia, una cultura y una educación concretas, que conllevan valores, reglas y sistemas a los que el niño debe adaptarse y conformarse. Hasta tal punto el niño se ve moldeado por su entorno que, frecuentemente, pierde el contacto con aquellos aspectos de su propio ser que nos encajan con dichas expectativas y estructuras externas. Para algunos niños, adaptarse supone encubrir e incluso perder aquellas facultades que no se ajustan o no son valoradas por su entorno, lo que no solo les afecta a ellos, sino que afecta también a la sociedad de la que forman parte.
En otros casos, la vitalidad de las propias facultades es tal que no resulta fácil sofocarla y sin los conductos apropiados para canalizarse y expresarse, la energía subyacente a dichas facultades se convertirá en dolor, como ocurre con toda energía que puja por manifestarse.

http://youtu.be/t3_8Crhg5Lo Niña Pastori -Cuando Te Beso-

Felicidad que permanece: Bert Hellinger




Mi felicidad es plena cuando todos los que forman parte de mi familia tienen un lugar en mi corazón. Si se excluyó u olvidó a alguien, empieza en nosotros y en nuestra familia su búsqueda. Percibimos que no falta algo, pero a menudo no sabemos dónde buscar. Una búsqueda de este tipo lleva, a veces, a la adicción, a veces también a la búsqueda de Dios. Sentimos un vacío en nosotros, un vacío que queremos llenar.

Podemos comprobar en nosotros si nos falta alguien. Nos tomamos cinco minutos y cerramos los ojos. Nos dirigimos internamente a cada uno de los que pertenecen a nuestra familia. Los miramos a lo ojos, también a los que ya llevan mucho tiempo muertos. Les decimos: "Te veo. Te respeto. Te doy un lugar en mi alma." Percibimos inmediatamente que nos sentimos más plenos.
Al mismo tiempo sentimos si falta alguien. Por ejemplo, alguien olvidado, alguien a quien la familia vivía como una carga, alguien de quien se quería librar. También a ellos los miramos a los ojos. Les decimos: "Te veo. Te respeto. Te amo. Te doy en mi corazón el lugar que te corresponde." De nuevo percibimos qué efecto tiene en nosotros y cómo estamos más plenos.

Uno de los conocimientos de largo alcance de las constelaciones familiares tiene que ver con nuestra salud, la salud plena.
Muchas enfermedades representan a personas de las que nosotros o nuestra familia se quiere librar, que hemos olvidado o excluido. También eso lo podemos comprobar en nosotros.
De nuevo nos tomamos cinco minutos y cerramos los ojos. Nos hundimos en nuestro cuerpo y sentimos dónde nos duele algo, dónde hay algo enfermo.
¿Cuál es, por lo general, nuestra respuesta? Queremos librarnos de lo que nos duele y de lo que nos enferma, de modo parecido a como nosotros o nuestra familia nos queríamos librar de una persona.
Ahora recorremos el camino inverso. Acogemos con amor en nuestra alma y en nuestro corazón lo que nos duele y lo que nos enferma. Le decimos: "Puedes quedarte conmigo. En mí puedes alcanzar la paz". Mientras tanto prestamos atención al efecto que tiene sobre nuestro cuerpo y qué provoca en él. A menudo un dolor cede y nos sentimos aliviados.
En un paso siguiente tratarnos de percibir hacia qué persona se dirige la mirada de esa enfermedad y ese dolor. A qué persona, a la que acaso nosotros o nuestra familia haya tratado injustamente.
Al cabo de un rato lo sabemos o lo intuimos. Miramos a esa persona junto con nuestro dolor y nuestra enfermedad. Le decimos: "Ahora te veo. Ahora te respeto. Ahora te amo. Ahora te doy un lugar en mi corazón".
¿Cómo estamos entonces? ¿Cómo está nuestra enfermedad? ¿Cómo está nuestro dolor? También en este caso, pleno signifca al completo

Bert Hellinger: "Felicidad que permanece. Lo esencial de las constelaciones familiares".



http://youtu.be/Oj8aNCtTHW4 Chambao -Papeles Mojados-
http://youtu.be/2rDVuFiSBQM Directo de Chambao

Carácter y Falso Self


La clave de la alienación es la pérdida de contacto con el núcleo de la existencia psíquica. La alienación de sí sería el lado negativo del falso self, que se produce a partir de los sentimientos de angustia, con los que nadie puede funcionar.
El falso self es un mecanismo de autoprotección.
El individuo se ve obligado a expresarse desde su falso self, convertido en yo idealizado.
Existe un desencuentro entre el ser real y el falso self. La persona vive en dos mundos y se ve enfrentado a discrepancias dolorosas.

Rodrigo Córdoba Sanz.

viernes, 23 de noviembre de 2012

Neurosis y Carácter


Una diferencia significativa entre neurosis y carácter es la siguiente:
El carácter es un estilo de vida, en el que el yo ha podido construir un mecanismo, más o menos adecuado, en función de su propio desarrollo psíquico.
En las neurosis no ocurre así, el yo, aunque constituido, no ha podido superar el conflicto entre las exigencias del mundo externo y los impulsos instintivos. A nivel interno el conflicto sigue existiendo, lo que no permite la integración de la personalidad porque las distintas facciones que la componen están en guerra. La batalla se manifiesta a través de los síntomas.
El hombre, según Gurdjieff, necesita una primera etapa de educación para desarrollar su personalidad y una segunda etapa para "disolver" esta personalidad para alcanzar la esencia de su ser y desarrollar su espiritualidad, su consciencia.

jueves, 22 de noviembre de 2012

Analizar y rezar

[...] Siempre que en su proceso de asociación libre, aparezca la necesidad de censurar, no trate de vencerla, no pelee contra ella, no analice la resistencia, no trate de aparentar nada para el que escucha, no viole su propia experiencia natural. Tan solo dése cuenta que hay censura. Y puede decirle a su analista que ha reparado en ello. Eso es. De este modo, en primer lugar se es congruente con el proceso terapéutico; en segundo lugar no se bloquea el proceso curativo y liberador de la evolución experiencial del insight, y, tercero, se afirma el respeto por la confesión liberadora, la libertad y la voluntad de la persona que vive la experiencia. Mirko Fryba Forest Hermitage, Kandy, Sri Lanka, 22 de febrero de 1999.

Reflexiones de Elisabeth Kübler-Ross

Es necesario que sepáis que si os acercáis al lecho de vuestro padre o madre moribundos, aunque estén en coma profundo, os oyen todo lo que decís, y en ningún caso es tarde decir "lo siento", "te amo", o alguna otra cosa que queráis decirles. Nunca es demasiado tarde para expresar estas palabras, aunque sea después de la muerte, ya que las personas fallecidas siguen oyendo. Incluso en ese mismo momento podéis arreglar "asuntos pendientes", aunque esto se remonten a diez o veinte años atrás. Cuando se abandona, el cuerpo se encuentra en una existencia en la cual el tiempo ya no cuenta, o simplemente ya no hay tiempo, del mismo modo que tampoco podría hablarse de espacio y de distancia tal como lo entendemos, puesto que en ese caso se trata de nociones terrenales. Ningún ser humano puede morir solo, y no únicamente porque el muerto pueda visitar a cualquiera, sino también porque la gente que ha muerto antes que vosotros y a la que amasteis, os espera siempre. La muerte no es más que un pasaje hacia otra forma de vida. Se han abandonado las formas físicas terrenales porque ya no se las necesita. Cada uno tiene el espacio celestial que se imagina, y para mí evidentemente el cielo es Suiza, con sus montañas y flores silvestres. Pude vivir esta transición como si estuviese en la cima de los Alpes, con su gran belleza, cuyas praderas tenían flores de tantos colores que hacían el efecto de una alfombra persa. Una luz brilla al final. Esa luz blanca, de una claridad absoluta, y a medida que os aproximáis a ella, os sentís llenos del amor más grande, indescriptible e incondicional que os podáis imaginar. Después, cuando se muere, ya no es posible volver al cuerpo terrestre, pero de cualquier manera, cuando se ha visto la luz, ya no se quiere volver. Frente a esa luz, os dais cuenta por primera vez de lo que el hombre hubiera podido ser. Elisabeth Kübler-Ross: "Reflexiones". Ed. Luciérnaga.

El Trabajo Interior

Nuestro organismo no está hecho para estar en tensión 16 o 18 horas diarias en estado de tensión y pendientes del exterior, pues luego esta tensión se traduce en dificultad de concentración, en una disminución de la memoria, en una disminución de nuestra capacidad de asimilación de diferentes materias, etcétera. A veces, a la hora de solucionar problemas estamos tan tensos, tan complicados, tan "espesos", que nos es imposible encontrar las soluciones adecuadas. Se trata de un cículo vicioso en el que los problemas de funcionamiento nos plantean nuevos problemas además de los inevitables que ya nos plantea la propia vida de contacto con lo exterior. El resultado es que el ser humano vive agobiado, angustiado, pero esto parece que se considera ya como una condición normal de la persona de nuestra época. Cuando uno se da cuenta de que esto no va, de que esto no es deseable ni correcto, sea porque ha empezado a sentir síntomas alarmantes, o simplemente porque se da cuenta de que vive un ritmo antinatural, entonces busca una solución, y la solución verdadera no consiste en medicinas paliativas, sino que consiste en recuperar lo que es el verdadero ritmo natural de nosotros mismos, de nuestra naturaleza, de nuestras funciones. Y para recuperar el ritmo, para restablecer este equilibrio, no hay más remedio que la persona aprenda a descubrirse a sí misma, aprenda a encontrarse a ella misma, aprenda a descubrir cómo funciona, qué es lo que necesita interiormente, y aprenda a encontrar esas fuerzas interiores que tiene de reserva y que habitualmente no aprovecha, esas zonas de tranquilidad, de silencio, las cuales son la base de nuevas energías, de nuevas evidencias y de un nuevo entusiasmo para vivir. Se dice que el hombre de hoy en día está alienado, con lo cual se quiere decir que está fuera de sí, que está enajenado. En efecto, el hombre está fuera de su eje, no vive centrado sino que vive crispado hacia el exterior, y si quiere recuperar su mundo interior al mismo tiempo que vive el mundo exterior, y solo así evitará esa crispación, esa basculación constante hacia esta parte puramente exterior de su vida. Entonces el trabajo interior se convierte en un remedio eficaz, absoluto, definitivo, para sanar esos trastornos funcionales, esas distonías neurovegetativas y en general todas las enfermedades que son consecuencia de un modo anormal, no centrado, que son consecuencia de un modo defectuoso de estar en el mundo.

Cuentos mágicos y del intramundo: Jodorowsky

ENTRE CUCHILLOS Un cuchillo impecable pulía sin cesar su filo. Otro cuchillo oxidado le preguntó: "¿Por qué te esmeras tanto? Quizá nunca serás empleado". El impecable le respondió: "Mi deber es lograr un filo perfecto. Si me emplean serviré. Si no me utilizan, me habré servido a mí mismo". PÁJARO ÁVARO Un pelícano, contento de haber cazado un pez, retardando el momento de tragarlo, lo guardó en su pico. Pleno de orgullo, olvidó que era su alimento. Pasó el tiempo. Un día, frente a otros pelícanos, exclamó: "¡Miren la maravilla que he engendrado!". Al abrir el pico mostró un nauseabundo pez podrido. PROMETEO Cuentan que Prometeo, por robar el fuego a los dioses y darlo a la humanidad, fue castigado. Lo ataron a una roca para que un águila, en medio de atroces sufrimientos, le devorara eternamente el hígado... En realidad Prometeo no sufrió. Ese castigo le enseño a amar. Cada mañana, con éxtasis, le ofrendaba al ave rapaz su víscera y mientras más daba, más obtenía. Quien da, crece y multiplica. Quien guarda, disminuye y aniquila. NARCISO Cuentan que Narciso era tan bello que la primera vez que vio su reflejo en un lago se enamoró de él y, queriendo abrazarlo, cayó al agua y se ahogó... En realidad Narciso era solo un reflejo prisionero en la superficie líquida. Un día se hizo consciente de este espejismo. Con enormes esfuerzos, creó en la orilla seca un cuerpo sólido. Salió entonces del agua y se unió de nuevo al nuevo hombre. Y es así como Narciso murio para el lago (Ilusión) y nació sobre la tierra (Realidad). EL DESPRECIADO Los que despreciaron al escarabajo porque empujaba una bola de excrementos, cuando el insecto murió y con el transcurrir del tiempo la bola se hizo cenizas que se llevó el viento, se dieron cuenta de que contenía un diamante de valor inmenso. Alejandro Jodorowsky: "Cuentos mágicos y del intramundo".

Niño Eterno

En el fondo de todo adulto yace un niño eterno, en continua formación, nunca terminado, que solicita cuidado, atención y educación constantes. Este es la parte de la personalidad humana que aspira a desarrollarse y a alcanzar la plenitud. C.G. JUNG
El arquetipo del niño interior, que podríamos denominar la "gran" imagen del niño interior, ese niño que todos llevamos dentro como parte de nosotros mismos y como codificación de la experiencia humana colectiva de la infancia. El niño adviene al mundo como el ser humano al jardín del Edén, pleno de inocencia, asombro y felicidad, con todas las posibilidades de la vida humana y abierto al futuro. Lo que el niño promete se halla en nuestro interior. Está en nuestro origen y en nuestras esperanzas. Esta promesa se incia al nacer. Cuando un niño nace se enciende una estrella y se abre un mundo de posibilidades. Para Jung, el niño es un símbolo que expresa "la naturaleza global de la plenitud psíquica". Al describir el arquetipo infantil Jung señala que "separar un único arquetipo del tejido vivo de la psique constituye una empresa casi desesperada: pero a pesar de estar entrelazados, cada uno de ellos forma una unidad de sentido susceptible de ser aprehendida intuitivamente". Tom Robbins: "Nunca es demasiado tarde para tener una infancia feliz"

Entre Meditación y Psicoterapia: Rimponché

El abandono del mal, El cultivo del bien, La purificación de la mente, esta es la enseñanza de los budas. [...] Este proceso está tan profundamente arraigado que no concebimos otra posibilidad; la mente, encerrada en esta forma de ver e interpretar la experiencia, no puede operar de otro modo y no aparece la posibilidad de cuestionarlo. La experiencia encauzada en este patrón permite que surja el samsara, la realidad creada por la mente sujeta al klesha. Esta realidad no puede tocar el presente directamente: la mente retiene recuerdos, imágenes y pensamientos relacionados con el pasado y los proyecta al presente; interpretando el presente a la luz del pasado, evoca emociones que, una por una, reflejan la mente de vuelta, generando, más distorsiones y conduciendo con seguridad a dolorosos estados de conciencia. Oscurecida por los kleshas y sometida al karma, la mente refleja todos los posibles ámbitos de la experiencia: los placeres en aumento de los dioses; la tenaz ambición y cólera de los semidioses; el embotamiento y rigidez animales; el anhelo de los fantasmas hambrientos; el abrasador tormento o la inmovilidad helada de los infiernos caliente y frío; y el confuso pero receptivo ámbito del ser humano, donde uno puede despertar al pensamiento de la iluminación. Vemos estos patrones desarrollándose cotidianamente en nuestras vidas y sabemos con qué rapidez la experiencia puede pasar de un ámbito al siguiente. A pesar de nuestros esfuerzos, no podemos mantener la felicidad por mucho tiempo e incluso un solo pensamiento puede estropear nuestras mayores alegrías. Este conocimiento permite que surja un atributo discretamente guardado que orienta la mente hacia las posibilidades negativas de la experiencia. La mente, que se nutre de problemas, permanece constantemente en alerta ante posibles fuentes de preocupación, por lo que tiene dificultades para desarrollar sus capacidades para la maravilla y el deleite. Cuando consideramos la mente como el arquitecto de nuestra realidad, la fuente de nuestras mayores alegrías y nuestros más profundos pesares, percibimos nuestras posibilidades para liberarla de problemas y estimularla para que refleje más belleza y felicidad en nuestras vidas. La meditación basada en este compromiso se convierte en una forma amable de curación propia que relaja la atención de la mente en los pensamientos y permite que descanse tranquila en el centro de nuestro ser. Se tarda solo pocos minutos en orientar el cuerpo, la mente y los sentidos a través de prácticas de Kum Nye, yoga, tai chi y otros tipos de ejercicios de movimientos lentos y sencillos. Incluso si se dedica un tiempo de quince minutos a media hora a esta práctica sentados varias veces al día, se puede relajar el cuerpo y la mente y al mismo tiempo los recuerdos, las tensiones, los pensamientos y los bloqueos ocultos se desvanecen poco a poco. La mente se vuelve prístina y clara, más acogedora y complaciente. Comienzan a surgir sentimientos de paz y de amor que animan al espíritu y calientan el corazón. Estos sentimientos pueden ser trasladados a la vida cotidianay evocados en los momentos más difíciles, suavizando las reacciones emocionales y ralentizando el impulso del karma. Si se practica todos los días, este tipo de relajación profunda empieza a fluir en la meditación de manera natural. Cuando la mente descansa en esta sensación de tranquilidad, el foco de la concentración se mueve hacia la experiencia misma; la meditación se vuelve viva y clara, una parte esencial de nuestro ser. Los pensamientos y las imágenes disminuyen, la tensión que aparece a la hora de obedecer a los impulsos de la mente también se alivia y se hace posible comenzar a percibir una inteligencia y agudeza que van más allá de la mente ordinaria. Entonces la meditación se convierte en sanadora de la mente y sus beneficios empiezan a manifestarse más claramente en la vida cotidiana. Los pensamientos y las emociones nocivas se presentan con menos frecuencia y desaparecen con mayor rapidez; la experiencia se vuelve más tranquila y alegre. La mente se hace más feliz y más abierta, capaz de reflejar los aspectos positivos de la experiencia. Ya que las emociones dolorosas pierden su influencia, un nuevo conocimiento empieza a manifestarse: un conocimiento que puede generar un nuevo periodo y engendrar una nueva realidad. Tarthang Tulku, mayo de 1997.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Entre Meditación y Psicoterapia

La gente está dispuesta a ir a la guerra y aun a dar la vida por una causa, pero no puede abandonar las causas de su sufrimiento... Tarthang Tulku. La mente humana muestra inclinación natural hacia el conocimiento. A través de los siglos, el foco del conocimiento ha ido cambiando en cada época, abriendo varios caminos para la comprensión del yo y el mundo. Las tradiciones religiosas han desarrollado diferentes vías para el conocimiento espiritual y los filósofos han aplicado las herramientas del análisis y la dialéctica para eliminar la confusión y presentar una visión racional y objetiva de la realidad. A pesar de que nuestra comprensión de la realidad está muy relacionada con la mente, el desarrollo de la psicología en el mundo occidental solo recientemente ha centrado el enfoque en la investigación en la mente misma. Influenciados por los éxitos de la ciencia en el análisis del mundo exterior, los profesionales de la salud mental han creaod teorías terapias para la mente basadas en la observación y la aplicación de la metodología científica. En los últimos años, cuando los psicólogos más innovadores empezaron a interesarse por las tradiciones espirituales orientales en la búsqueda de nuevas perspectivas para el desarrollo humano y de técnicas terapéuticas eficaces, descubrieron que la meditación resulta efectiva para aliviar las inquietudes que turban la mente y provocan formas variadas de sufrimiento. Un número creciente de personas conoce hoy los poderes curativos de la meditación y ha sacado provecho de la relajación, equilibrio y mejor concentración que se desarrolla gracias a su práctica habitual. Algunos han buscado la forma de profundizar más en la disciplina de la meditación con la esperanza de alcanzar una curación más profunda que pueda satisfacer sus anhelos espirituales, aliviar profundos sentimientos de soledad y separación y desarrollar la capacidad para la felicidad y el agradecimiento. Es posible que los estudiantes más implicados hayan despertado ya el deseo de iluminación, que el budismo considera la más alta expresión del potencial humano. Según lo que sabemos, Buda fue el primero en descubrir la vía que lleva más allá de cualquier forma de sufrimiento con el fin de completar y perfeccionar la iluminación. Para que otros pudieran encontrar el camino, elaboró un mapa de la vía hacia la realización, indicando el punto de partida, cómo analizar y cómo trascender los límites impuestos por el condicionamiento. Como tales limitaciones brotan de la mente, que es la que fabrica nuestra realidad, Buda puso énfasis en la importancia de comprender la mente: qué es, cómo construye nuestra realidad y cómo activar su potencial para la transformación. Este camino pasa por el análisis de los kleshas, las sombras que ocultan la verdadera naturaleza de la mente, y del karma, la interconexión entre causa y efecto que condiciona su funcionamiento. Este análisis compone el núcleo del Abhidarma, la ciencia budista de la mente. Desarrollado a lo largo de siglos de análisis de la meditación, el Abhidharma traza el proceso que da lugar a la noción del yo como el dueño y poseedor de la experiencia, lo que Buda identificó como el klesha priero y la fuente del sufrimiento eterno. El problema radica en la esencia del mismo proceso perceptivo que no puede dejar a la experiencia simplemente ser. La percepción nos empuja hacia la definición, la identificación y la interpretación. Alguien tiene que hacerse cargo, alguna entidad tiene que ser designada para asimilar y procesar esta experiencia. Esta dinámica introduce un nuevo factor en los procesos mentales: la mente observa al observador, y así un sujeto comienza a existir -un sujeto que puede percibir y conocer todo lo demás como un objeto. Una vez que el dualismo del sujeto y del objeto entra en juego, se fortalece con cada pensamiento y cada acción que sigue, empezando una compleja interacción de causas y efectos que refuerza el sentido del yo y lo adorna con diferentes atributos y patrones. Si aceptamos la ilusión de que un sujeto existe sin dudarlo, caemos en la existencia y nos volvemos vulnerables a lo que el karma produce[...] Tarthang Tulku Rinponche, en el Prólogo del libro de Claudio Naranjo: "Entre Meditación y Psicoterapia".
Una contribución sustancial para el desarrollo de la conciencia. Una obra integradora donde Oriente y Occidente se dan la mano, donde las técnicas de meditación de las diversas Tradiciones Espirituales se conectan con la psicoterapia como poderosas herramientas para el buscador. En palabras de Dr. Mirko Fryba: Este libro explica los diversos sistemas de conocimiento acerca de la meditación. El propósito del Dr. Naranjo es extraer de ellos lo esencial, encontrar los denominadores comunes y conseguir un cuerpo de conocimiento psicoterapéuticamente útil y coherente. DR. CLAUDIO NARANJO Realizó estudios de Medicina y Psiquiatría en Chile, Psicología en Harvard. Aprendió Terapia Gestalt con Fritz Perls y formó parte del equipo original del Insituto Esalen en la década de los 60. Fue profesor de Psicología Humanista en la Universidad de Santa Cruz (CA), de Meditación en el Instituto Nyingma de Berkeley (CA) y de Religiones Comparadas en el Insituto de Estudios Asiáticos de California. A través de su actividad con grupos en diversos países del mundo, se ha distinguido por la integración entre lo espiritual y lo terapéutico, que ha desarrollado especialmente a través de los programas SAT.