PEACE

PEACE
Paz y Ciencia

lunes, 30 de enero de 2012

Encuadre Analítico en el Siglo XXI

[] []

http://www.cartapsi.org/spip.php?article44
Psicoanálisis en el Siglo XXI: Un nicho para la libertad
Socorro Ramonet Rascón

Trabajo presentado en la XXIII Reunión Científica Anual, “Aniversario Sigmund Freud”, Reunión de Candidatos, 3 de Mayo de 2001, Tequesquitengo, Mor. México



La pregunta capital de Freud, planteada como hipótesis básica a lo largo y ancho de toda su obra y muy en especial en “La interpretación de los Sueños” (1900), aquella que refleja su más profunda perplejidad, ¿Cómo es esta mente que se engaña a sí misma en una forma tal? sigue vigente señalando como un faro los derroteros de nuestra incesante investigación, sorprendiendo con las respuestas que ofrece en la aplicación clínica y expandiendo las hipótesis de la Teoría en caminos cada vez más diversos. Pero, en concreto, el Psicoanálisis ofrece en este momento, como lo ha venido haciendo desde su inauguración, un nicho invaluable para intentar entender los problemas derivados de una mente que funciona en base a la paradoja y al autoengaño.

Puede definirse en algunas características específicas:

a) El último baluarte de la libertad de expresión individual.

b) La posibilidad de establecer un vínculo humano donde la confianza, el afecto y la seguridad rinda los frutos necesarios para la comunicación.

c) Un entorno que permite la corrección de fallas en un proceso de desarrollo dado.

d) Una herramienta de investigación única por la circunstancia en que se da.

1. El elemento definitorio del Psicoanálisis es el encuadre, definido por Bleger (1985) como el conjunto de constantes gracias a las cuáles puede tener lugar el proceso psicoanalítico.

.Para que el encuadre realmente llene estas características necesita estar vinculado a la Ética, un factor que Juan Tubert-Oklander (Guadalajara,10-2-2000) designó como el factor curativo per se. El encuadre analítico tiene las siguientes características éticas:

1. No modificación de conducta manipuladora.

2. No hacer uso del paciente para satisfacer necesidades personales.

3. Respeto absoluto por la diferencia del paciente.

4. No adoctrinación de ningún tipo.

5. No extorsión de ningún tipo.

Es muy interesante notar correlaciones entre el encuadre, definido por parámetros fijos, las características éticas, los supuestos de la teoría del desarrollo y algunos otros sobre la posible causalidad de las patologías hasta encontrar la coherencia inherente en todos ellos, que lleva a logros terapéuticos. El prerrequisito para todo es diseñar y mantener un espacio de absoluta y total libertad en la comunicación de ambos, terapeuta y paciente, investigador y material investigado, y para eso se establece precisamente el diseño de la asociación libre.

Puede observarse lo siguiente:

A. No modificación de conducta manipuladora involucra el tema con una causa identificada de patología mental como es la conducta manipuladora de los padres en la infancia, ejemplificada en el abuso y el maltrato, la ausencia de empatía con los procesos naturales de desarrollo, la imposibilidad de ofrecer un espacio contenedor, protegido y seguro, donde un psiquismo en proceso de formación pueda manifestarse. La conducta resultante es una tal que ha sido modificada de su proceso natural vía la coerción y la estimulación hacia una constante que determina un gradiente de frustración a las reservas naturales y espontáneas del bebe. Cuando un sujeto fruto de estas circunstancias llega al consultorio, recibe quizá por primera vez en su vida la posibilidad de poder recrear un ambiente de desarrollo, a través de la relación segura, confiable y contenedora con el analista, una opción de conducta y de respuesta que no está condicionada a coerción alguna, donde puede experimentar nuevas respuestas sin la limitante del sometimiento a ningún poder. Puede tener la confianza de que, si no quiere cambiar, nadie lo forzará a ello.

B. El punto sobre no hacer uso del paciente para satisfacer necesidades personales se relaciona con el hecho de que toda relación humana es una relación interactuante, donde se da y se recibe algo. Generalmente la motivación básica para establecer una relación es la ganancia emocional o afectiva, la satisfacción de necesidades personales. La misma relación más perfecta y altruista que sería la de la madre-hijo, donde la madre en primer lugar da la vida como un regalo que ni siquiera es demandado por el beneficiario, tiene implícita la ganancia de lograr la realización genética, ser madre. A partir de estos modelos, la interacción de las necesidades humanas convierte los procesos de desarrollo en una larga concatenación de influencias y sugestiones, donde siempre se está en función de otro. Pero, la salud requiere de un proceso específico, y de un momento específico, donde un adulto provee a un infante, en circunstancias desiguales, una óptima oportunidad para expresar lo interno, sea talentos, habilidades, experiencias o mensajes genéticos, para poder ser, existir. Ese espacio y momento solo puede ser hecho en la neutralidad de la vida adulta, por la madre y el padre sanos, o por un analista neutral, que inhibe propositivamente sus propias y acuciosas necesidades emocionales personales, para ofrecer el terreno neutro de la pantalla sobre la cual el paciente puede mostrar lo único y diferenciado de el mismo. Y de un espacio y un tiempo donde una relación intersubjetiva puede construir una realidad gratificante que impulse a la vida. El analista cobra sus honorarios precisamente para no cobrar en especie. Para ofrecer el espacio de la reparación óptima.

C. El respeto absoluto por la diferencia del paciente se relaciona a una diferencia individual existente en todo ser humano que no puede ser nunca suficientemente valorada. Pero es precisamente el primer pivote de las respuestas angustiosas en todos nosotros. El miedo al extraño (Spitz Rene, 1965) es tan ancestral como su lugar en la etapa del desarrollo. No existe un analista en la tierra sin haber sentido angustia ante lo increíblemente extraño de la conducta de su paciente, y más aún, de su propia reacción extraña develada ante sí mismo, gracias al paciente. Pero, aún así, el respeto absoluto a esa diferencia es el objetivo mismo del encuentro terapéutico, a través, precisamente, de la doma de esa angustia mutua. Hoy, como siempre, el valor de la creatividad y la supervivencia inicia y termina en la propia diferencia. Y la experiencia psicoanalítica ha sido expresamente diseñada para obtener la voz del inconsciente, lo prístinamente diferente. El trabajo arduo, en el laberinto de las resistencias, las defensas, la construcción de la transferencia, la reconstrucción del pasado y la construcción del propio ser, a través de la magnifica interpretación que instaura la realidad, son los pasos que lo permiten, último bastión de la sesión analítica: el requisito indispensable para el crecimiento y el desarrollo es la posibilidad de diferenciación.

D. No adoctrinación de ningún tipo. La pureza del análisis entra aquí directamente relacionada con la posibilidad técnica. El procedimiento analítico requiere de una intervención de parte del analista, estrictamente basada en la interpretación del material inconsciente, porque tanto la teoría del desarrollo, como la metapsicología y la psicopatología convergen en aseverar que la causa del sufrimiento y la dasadaptación es el material inconsciente reprimido, desalojado de la consciencia. Pero como parte esencial del proceso de desarrollo entra la influencia, la sugestión, la identificación con el otro, al grado que somos lo que los otros nos hacen, nos dan, nos construyen (Freud, 1915, Fairbairn 1937, Klein, 1947, Winnicott 1957) o nos privan de. El superyo es el heredero de las identificaciones (Freud, 1924) y de las privaciones o ausencias de ellas. La identificación es el crisol más fino de la adoctrinación, aún cuando la misma es un proceso propositivo, consciente y premeditado de influir en otro, depositando en él, contenidos específicos de ideología y los procesos identificatorios no requieren de la volición. No hay relación humana significativa donde no se encuentre la adoctrinación, excepto, por supuesto, en el campo nítido y claro del análisis encuadrado en la técnica llevada a cabo con toda la ley, en espíritu y en letra. Dice Juan Vives Rocabert (2000) “Toda tentación de adoctrinación por parte del pasicoanalista cancela cualquier ulterior posibilidad del psicoanálisis”. Por eso, la individuación del analista es el primer requisito para que pueda ofrecer al paciente la promesa de un proceso donde la adoctrinación, cualquiera que sea su faceta, será eliminada. Hasta donde es posible ver, en el panorama del mundo moderno, con todos los graves problemas que la masificación y la globalización presenta, donde el aprendizaje y la domesticación a las innumerables ofertas ideológicas de adoctrinación campean como nubes libres y encubridoras, el entorno psicoanalítico es el último bastión de la libertad, precisamente en su restricción adoctrinadora.
E. La extorsión es tan burda que no existe manual científico que la aborde. Sin embargo, es tan sutil su acaecer cotidiano en la intimidad de las relaciones humanas, que termina por aceptarse como la parte integral de los procesos educativos y de líneas de autoridad. La extorsión última y quizá la más común, es aquella donde los padres imponen con toda la firme y buena consciencia su credo a los hijos y amenazan con retirar su amor, si no son cumplimentados con la fe ciega y la creencia. Por eso, para ofrecer una posibilidad correctiva, la neutralidad del analista es el medio donde la extorsión no se dará. Está implícito en la teoría, en la técnica y en todo el proceso de formación que cualquier influencia o intervención en el sentido de la extorsión, obstaculizará y deteriora irremisiblemente el proceso analítico. Lo maravilloso es que en este mundo, pueda darse tal milagro. Lo más paradójico, es la sencillez que encierra la neutralidad. El encuadre analítico que corrige las fallas más notables del proceso de desarrollo y para poder instalarlo, se necesita de un sujeto, el analista, consciente y comprometido con el ejercicio de una humanidad que en cierto modo, lo trascienda a si mismo, al no repetir con otros lo que se ha hecho con el mismo.
La libertad ha sido glorificada en todas las expresiones culturales, la poesía, la música, la filosofía, la política, la misma ciencia. En todas ellas, su sentido es desiderativo, un anhelo, aspiración, utopía. Solo el Psicoanálisis la ha declarado una necesidad y aún cuando Freud no lo especifico como tal explícitamente, si fue parte de su íntima preocupación el buscar los medios para encontrar la libertad de la mistificación. Su más caro aforismo, diariamente leído en sus paseos por Viena, “La verdad os hará libres”, está en el fondo mismo de la persecución del síntoma, de las defensas y los sueños. Su más hondo pesimismo, el del testamento maldito (Freud, Análisis terminable e interminable, 1937ª), solo indica aquellos límites donde la profundidad del pensamiento lo había llevado, enfrentándolo a la muerte de la ilusión, pero fortaleciendo los límites de la accesible. Se puede ser tan libre como la biología lo permita y dentro de ello, precisamente en los límites determinados por la misma, la necesidad de la libertad para crecer, para desarrollarse y expresar al ser en toda su extensión y diferencia, es lo más ingente.

Elevar la libertad al nivel de necesidad para el desarrollo significó indiciar los medios por los cuáles el hombre se autoengaña, todos ellos inscritos en los procesos intersubjetivos que lo insertan en la cultura. Desarrollar el método que permita su implementación, resultando el encuadre y dentro de él, la asociación libre y la atención flotante, lleva a escuchar frases como estas:

“Esta es la primera vez en mi vida que puedo hablar de esto con alguien...Significa tanto el poder librarme de esta carga, de esta culpa que innecesariamente ha hecho mi vida tan pesada, considerando que yo iba a ser rechazada por todos si hubieran sabido lo que yo sentía por mi padre....Después de todo, han sido mis fantasías las que me han impedido lograr salir adelante...”

“Nunca imaginé que hablar así, tan libremente, sin ninguna dirección, podría llevarme a descubrir un secreto de este tipo....pensar que mi depresión tan terrible y que me hizo perder tantos años de mi vida productiva estuviera relacionada a lo que hice con mi hermano...la culpa, todavía no estoy tan seguro que sea perdonable, pero cuando menos ahora puedo entenderla y hacerme responsable de ella...es mucho más liviana, nada más por saber de que se trata.”

“Lo que te he dicho, sobre el hijo que tuve y quien es el padre y porque lo di en adopción, nadie más lo sabe, nunca lo he dicho a nadie. Pero eso no es lo más importante, sino que gracias a la confianza que te tengo, pude hablar de mi madre, y saber que todo lo que me pasó, nunca debió suceder, y que si ocurrió fue porque mi madre tenía problemas graves, y no era porque no me quería, sino que no me cuidaba porque ella no sabe lo que es cuidar, ¿Cómo lo iba a saber si a ella nadie la cuidó tampoco?...”

“¿Te das cuenta que esto no lo puedo hablar con nadie? ¿Quien lo va a entender sin juzgarlo, sin meterse, sin involucrarse? ¿Dónde voy a poder soltar toda la presión que traigo todo el día y digerir las cosas antes de tomar decisiones? Ya viste lo que pasaba con mi esposa cuando yo le soltaba lo de los líos con mi hermano, ella nomás resonaba en alta dimensión mis corajes y estabamos atrapados en la rabia, cada día con más odio y sin salidas. Ya se que es cuento de nunca acabar, aunque algún día vamos a acabar, y mientras tanto, eso de elaborar las cosas, analizarlas con la cabeza, es una maravilla, porque uno no confunde los pensamientos con la comida, y en lugar de pensarlos, anda uno rumiando con el estómago, lleno de gases, y tronando úlceras.”

Lo difícil de la libertad intrínseca a la sesión psicoanalítica es para el analista, poder lograr la coherencia entre Teoría, Técnica y Clínica.

La Técnica va llevando de la mano para el mismo fin. Su aplicación cuidadosa remite a procesos conocidos donde el saber libera una energía antes desconocida o inutilmente utilizada. Pero no todas las reglas técnicas pueden ser indiscriminadamente seguidas para tal fin. En el proceso de aprendizaje, hay reglas que obstaculizan en lugar de avanzar, por ejemplo, la regla del espejo, por tanto tiempo imposibilitante y alienante. Hay otras, como la interpretación veraz, oportuna y pertinente, sobre todo de las resistencias, que siempre vivifican.

Por último, el triángulo se cierra en la clínica, en el momento mismo donde el paciente y el terapeuta están juntos, en un espacio donde no se ven, sino se intersectan. El dispositivo analítico tiene de especial la universalidad de lo más íntimo, permitiendo que se manifieste lo atemporal de la trasferencia junto a lo concreto del momento y que ese momento precisamente, construya el extraño fenómeno de la libertad, fugaz momento en la consciencia, donde uno puede, escoger una flor u otra en el jardín del deseo.

Este momento de espaciosa posibilidad de libertad, en el universo de la consciencia, es el punto crítico del Análisis. Es donde los elementos de la Etica devienen absolutos e imprescindible. Y donde la discusión científica podría abocarse para penetrar en los misterios del fracaso.

El reto pues, parece ser, lograr implantar esa dimensión de libertad absoluta que el Psicoanálisis ofrece en el encuadre y con la técnica aplicada, en coherencia.

BIBLIOGRAFÍA

Freud Sigmund, 1900, La Interpretación de los Sueños, Traducción Ballesteros. Tomo 1.

Freud Sigmund, 1937ª, Análisis terminable e interminable, Traducción. Tomo 3.

Freud Sigmund, 1924, el Yo y el ello, Traducción Ballesteros, Tomo 2.

Bleger, 1985, (en: Felix Velasco Alva, 1996, Manual de Técnica Psicoanalítica, Edit. Planeta). Tubert-Oklander Juan , (Guadalajara,10-2-2000).

Vives Rocabert Juan, (2000, La Interpretación en Psicoanálisis y en la Hermenéutica, Cuadernos de Psicoanálisis, En-Jun 2000; Vol XXXIII, Nos. 1-2, p. 95).

Spitz Rene, 1965, El primer año de vida del niño, FCE).


--------------------------------------------------------------------------------

[1] Psicoanalista miembro de L’école Lacanienne de Psychanalyse. Vive en México.

[2] . Como Halperin no duda en nombrarlo, en David Halperin, Saint Foucault, Toward a Gay Hagiography, Nueva York/Oxford, Oxford University Press, 1995. Título irónico que implica una práctica contradiscursiva y un modo de ejercitar el discurso en el sentido inverso al establecido. Este autor nos hace ver cómo es que Foucault forja su teoría crítica frente a todas aquellas perspectivas de fabricar una teoría de la sexualidad. Teoría crítica que forma parte de una tentativa estratégica más basta para escapar a esas teorías que pretenden dar con la verdad de la sexualidad. Se trata –nos dice- de desnaturalizar y desrealizar (desubstancializar) la sexualidad con el propósito de impedir servir de fundamento positivo de una teoría de la sexualidad, de impedirle responder a las exigencias funcionales del discurso que debe producir su verdad. Tentativa de destruir la circularidad establecida entre verdad, sexualidad y poder, como esfuerzo por arrancar la sexualidad de las manos de los expertos, y así formar una fuente donde incitar una serie de contra-prácticas para la investigación y la política.
[3] Inserto aquí una nota virulenta que apareció en el texto de Jean Allouch Erotologia de Pasaje (página, 171) y que él mismo nos índica se encuentra en la introducción de Amy Richlin a su Garden of priapus, sexuality and agresión in Roma humor, Oxford, Oxford university press, 1992: Allí se declara que Foucault no cree en la existencia de la sexualidad antes del siglo XIX, que confunde los mundo helenísticos y romanos, que tiene una posición ascética en cuestión del sexo, que es constructivista (opuesto al esencialismo de la autora según el cual hay una esencia femenina) que perjudica a las mujeres, que lleva a la ética a un punto muerto, que es espectador y no partidario, que olvida la experiencia del penetrado (Kinaidos) que mezcla el oprimido y el opresor en una idea casi sadeana, en resumen, y ésa es la conclusión , que es un desalmado.
[4] L’émergence de la sexualité. Épistémologie historique et formation des concepts. Bibliothèque Albin Michel Idées. París, 2005..

[5] Michel Foucault, Siglo XXI editores, México, 1966.

[6] Michel Foucault, Historia de la sexualidad. La voluntad de saber. Tomo I, Siglo XXI editores, México, 1976

[7] Estudios a los que los psicoanalistas no deberíamos ser indiferentes, cuando menos porque dirigen críticas inteligentes al psicoanálisis. ¿Qué son los estudios gays y lesbianos? Son estudios que se desprenden en una gran mayoría de las ideas promovidas por Foucault y no siempre estando de acuerdo con ellas. Otros estudios se desarticulan y se apoyan fundamentalmente en el pensamiento generado a partir de la revisión metodológica realizada por los grupos feministas y su concepto de género. Estos estudios no se reducen a las tribulaciones y sus reflexiones sobre la homosexualidad, la heterosexualidad es también un tema de controversia como los son los estudiosos S/M, las categorías psicopatológicas, lo que concierne al deseo, a la identidad, al placer y al goce (como se ve, temas nada ajenos al psicoanálisis) su perspectiva sociocultural, histórica es todo un pensamiento de hace una veintena de años, que se encuentran promovidos principalmente en los países anglosajones, integrados casi todos a las universidades estadounidenses más prestigiosas. Por supuesto hay grupos independientes, tales como: Queer Nation, vinculado al grupo anti -sida del grupo ACT UP, etc.

[8] M. Foucault, Historia de la sexualidad. La voluntad del saber. Siglo XXI Editores, México, 1976. p. 14. Las negritas son mías.

[9] M. Foucault, Sei to Kenryoku. (Sexualité et Pouvoir). En Dits et Écrits, París, Gallimard, T III, 1994, p. 552-570

[10] M. Foucault, Op. Cit., 553

[11] M. Foucault, Une interview: sexe, pouvoir et la politique de l’identité. En Dits et Écrits, T. IV, París, Ed. Gallimard, p. 735-752

[12] Sei to Keinryoku. Op. Cit., Pág. 560

[13] Le sexe et l’effroi. Paris, Ed. Gallimard, Folio, 1994.
[14] M. Foucault, Op. Cit. , p.563

[15]J. Allouch, « Pour introduire le sexe du maître », L’opacité sexuelle. Le sexe du maître. Rev. L’unebévue, Nº 11, Paris, E.P.E.L., OTOÑO, 1998, P.77 (En español, El sexo del Amo, Editorial Epeele, México, , 2004).

[16] El analista jamás supone lo que es bueno para el otro. Se distinguirá de las philias y de las caritas. Pues la philia es el amor que uno a los hombres en el saber sobre el bien común que todos tenemos y la caritas implica el saber sobre la salvación y la gracia. El psicoanálisis no tiene como fundamento estas partes ideales de nosotros mismos gracias a los cuales podemos dominar nuestro destino o alcanzar nuestra salvación. Para la philias, Cf. Aristóteles en la Ética nicomaquea, Ed. Porrúa, México
[17] Lacan señala que Freud rehuía con horror el mandamiento “Amaras a tu prójimo como a ti mismo” Freud también decía que no era lo suficientemente sádico para basar su tratamiento en la compasión por el sufrimiento de su paciente. Cf. Sigmund Freud, en “El malestar en la cultura” Obras Completas, Amorrortu Ed. T. XXI, B. A. 1976.

[18] En Dits et Ecrits. T. IV, Editions Gallimard, París, 1994. p. 383-411 y 609 a 631.

[19] Historia de la sexualidad. Op. Cit. , p.72
[20] Ibíd., p. 73. Las negritas son mías.

[21] M. Foucault, Généalogie…. Op. Cit., p. 400

[22] J. Lacan, Lituraterre (1971) En Ornicar? Nº. 41, 1987. p. 13.

[23] Varios autores convergen en decir que en los últimos tiempos Foucault se centró más en la ética. Para Alan Schrif “Concebir la ética desde el punto de vista de las prácticas de sí mismo, permitió a Foucault un enfoque en el que la constitución del sujeto pasa desde la voluntad agustiniana a la idea de la vida como obra de arte. En Pour considérer le sujet comme un processus de soi: de Michel Foucault a Judith Butler. L’Unebévue. « Les communautés électives I. Une Subjectivation queer ? Nº 15, printemps, EPEL, París, 2000.
[24] J. Lacan, en « La place de la psychanalyse en la médecine » . Cahier du Collège de Médecine, 1966. p.761-774.

[25] M. Foucault, en Á propos de la généalogie de l’éthique un aperçu de travail en cours. Op. Cit., p. 388

[26] Ibid, p. 401

[27] Entrevista de René de Ceccatty, Jean Daner y Jean Le Bitoux. En Foucault live (Interviews, 1966-1984) , Sylvére Lotringer Ed. Semiotext(e), 1989, p. 206-215

[28] Ibid., p. 206

[29]En el argumento para un Seminario dictado en Córdoba, Argentina en el año 2000.

[30] Citado en el mismo Argumento Op. Cit Esta sesión del Seminario de J. Lacan se localiza en L’envers de la psychanalyse. (1969-1970).( También publicado en español con el título El reverso del psicoanálisis. Ed. Paidós libro 17, Barcelona, 1992. p. 122)
[31] Frank Browning, The culture of Desire: Paradox and perversity in Gay lives today. N. Y. Crown Publisher, 1993, p.103

--------------------------------------------------------------------------------

[1] Se dice de la suspensión, paralización, inmovilidad, en lo moral y/o en lo físico

[2] Término Lacaniano que remite a sustituir el deseo materno (reintegrar simbólicamente al hijo(a) a su vientre) por el deseo paterno (establecer un corte entre la madre y el hijo(a) para entregarlo a la cultura)

[3] Unidad abstracta que comprende el conjunto de grafías de una letra

[4] Objeto “a”: Plus de goce, agalma, resto, fantasma, etc., aparece como el operador que le permite a Lacan elaborar un gran número de articulaciones teóricas y clínicas apoyado en el álgebra, la topología y la lógica.

[5] Término lacaniano que denomina la representación imaginaria del pene y su asociación simbólica con el poder

El altruismo

(Del fr. altruisme).1. m. Diligencia en procurar el bien ajeno aun a costa del propio.
En ocasiones, en la vida, incluso, aunque me puedan matar mis colegas hay que conducirse con unos márgenes de altruismo. Hay que tener unos honorarios estándar mínimos, porque este trabajo hay que valorarlo, ya que el esfuerzo de formación y de experiencia del terapeuta, así como el esfuerzo y el trabajo que requiere la psicoterapia es importante. Algunas personas, al inicio quizá se fijen en el coste, lo entiendo porque ahora más que nunca no estamos en una situación cómoda económica. El profesional puede facilitar el tratamiento pero no puede frivolizar el tratamiento. Una atención de calidad requiere un cierto coste, también existe la atención pública de salud mental, con largas listas de espera y atención cada tres meses aproximadamente, con un tratamiento basado en medicación en la mayor parte de los servicios.
El altruismo es una disposición moral, actitudinal, generosa, una faceta de la forma de ser, un plus de esfuerzo para ayudar a la persona, a Todas las personas. Existen profesionales que realizan su trabajo de forma mecánico, otros muchos disfrutan de su trabajo, existen profesionales que no sintonizan con algunos pacientes, todo esto se nota, los pacientes son inteligentes y están sensibilizados, por lo general, a ser validados, comprendidos y entendidos. Siempre hay que entender la idiosincrasia de la persona y adaptarse a las necesidades de la persona, dentro de un marco firme de trabajo, esto significa respetar horarios, un respeto a la persona y a los instrumentos del despacho, pagar los honorarios cada consulta tras el trabajo y respetar las instrucciones del terapeuta. Si el paciente colabora, se construye un marco de trabajo suficientemente bueno y elástico, para lo cual se necesita tiempo, para poder hacer otro tipo de cosas e introducir facetas nuevas donde entre el componente del altruismo. Los chantajes, el dar pena y este tipo de cosas no son aconsejables, es más útil hablar con claridad con el profesional y explicar en la consulta la situación vital y por supuesto socioeconómica de la persona, como una variable más, que puede ser de vital importancia para mantener un tratamiento para la persona. El terapeuta creo que tiene que tener un margen de flexibilidad, especialmente con pacientes que ya conoce, jóvenes mayores de edad cuyos padres no aprueban el tratamiento y otros casos incómodos. El altruismo es atractivo y un motor vital de esta sociedad, gracias a esta dimensión muchos colectivos con carencias y problemas pueden disfrutar de ciertos beneficios, de cierto bienestar. Hoy me he levantado, ya hace unas cuantas horas, con un anuncio de la ONCE, donde una mujer decía que quería seguir leyendo en la biblioteca digital y otro señor quería ir con su hijo a la final de la NBA a disfrutar del ambiente. Nadie tiene que abandonar sus sueños.

Introducción a la Psiquiatría, Castilla del Pino




Por uno de esos incomprensibles azares del mundo editorial resultaba casi imposible encontrar Introducción a la psiquiatría, una de las obras fundamentales del psiquiatra, memorialista impagable, intelectual de las emociones y escritor Carlos Castilla del Pino (San Roque, Cádiz, 1922; Córdoba, 2009). Su recuperación es uno de esos actos de justicia poética que en ocasiones solo depara la muerte. La fundación que lleva el nombre del investigador y académico emprende la hercúlea labor de reeditar sus obras completas. En suma, 14 volúmenes de psiquiatría y humanismo, que arrancan con los dos tomos que conformaban aquel manual introductorio (publicado en 1978 y 1979) con el que Castilla del Pino dio un paso de gigante en el desarrollo de su propia teoría sobre el sujeto (self, en inglés), basada en el lenguaje.

El organismo que gestiona el legado planea traducirlo al inglés
Aquella imprescindible labor le valió el apelativo del psiquiatra rojo por su feroz antifranquismo desempeñado durante los 38 años en los que día tras día atendió en el Dispensario de Psiquiatría e Higiene Mental de Córdoba a centenares de despojos sociales. La parte científica protagoniza los 10 primeros volúmenes de las obras completas.

Los cuatro últimos se centran en su obra literaria. Entre los primeros destacan ejemplos como Un estudio sobre la depresión, "que fue producto de su trabajo con el psicoanálisis o la psicología marxista", señala el psiquiatra José María Valls, uno de los discípulos de Castilla del Pino y secretario del patronato de la fundación; su Introducción a la hermenéutica del lenguaje, "donde comienza a sustituir el marxismo por el análisis del lenguaje y la filosofía analítica", o Teoría de la alucinación, El delirio: un error necesario y, sobre todo, Teoría de los sentimientos. En estos, añade Valls, "usa el modelo sociológico para definir las relaciones entre el espacio público, el privado y el íntimo, siempre a través del lenguaje y la conducta".

El empeño volverá a poner la atención más adelante en su labor memorialística, tan descarnada como humana en Pretérito imperfecto y Casa del olivo. También en sus dos novelas (El discurso de Onofre y Una alacena tapiada) o en la multitud de artículos y ensayos que escribió en prensa sobre arte y literatura. "Son estos escritos los que ofrecen la visión del intelectual de izquierdas comprometido, con una mirada optimista sobre la capacidad de la gente para cambiar las cosas a mejor", apunta Celia Fernández, viuda y presidenta del patronato.

La reedición, en la que colabora la Universidad de Córdoba y la Dirección General del Libro de la Junta de Andalucía, llega, aseguran los implicados, en un momento clave. Y no solo porque nos encontremos al filo del segundo aniversario de la muerte del psiquiatra. Los avances en neurobiología para explicar la memoria, los sentimientos, las emociones o la identidad han hecho que los investigadores vuelvan la vista a teorías psiquiátricas que, al igual que las del propio Castilla, hacía tiempo que habían sido dejadas de lado por su complejidad y sustituidas por visiones más reduccionistas y manejables que clasificaban las características y patologías de la mente humana.

En el horizonte se dibujan fronteras más lejanas. La misión que se plantea en un futuro el organismo que gestiona el legado de Castilla del Pino es traducir las obras al inglés, para que la comunidad científica internacional pueda acceder a ellas. Todo parece poco para dar a conocer la obra del psiquiatra y escritor, que estuvo trabajando hasta el final. Valls recuerda que pocos días antes de su fallecimiento insistía en acercar la fundación a los nuevos caminos de la neurociencia. Pero en su afán por cumplir con su trabajo de manera seria, Castilla del Pino no dejó ninguna obra inacabada. "Conductas y actitudes la terminó justo antes de morir para que lo publicase Tusquets", apunta Celia Fernández. Recopilar el grueso de su labor, prosigue, "no ha sido un trabajo complicado porque Carlos era una persona muy ordenada y guardaba un completo archivo que nos ha facilitado mucho la tarea".

http://www.elpais.com/articulo/cultura/Memoria/total/Castilla/Pino/elpepicul/20110402elpepicul_3/Tes

Investigación en Psicoterapia

En un libro prestado sobre Constructivismo de la Universidad Ramon LLul, de Edebe, se hace un trabajo de compilación de estudios. Este segmento del capítulo "El Terapeuta" sugiere reflexionar sobre las metodologías empleadas por los terapeutas a la hora de recabar, registrar y seleccionar la información, dice así en la página 312:

Frente a los datos que proporciona la investigación en psicoterapia podemos adoptar principalmente tres posicionamientos. El primero sería el de incredulidad escéptica, caracterizada por la reticencia a aceptar la posibilidad de obtener resultados de investigacione. Es que puedan aportar información relevante para la mejora de la asistencia psicoterapéutica (básicamente la postura del terapeuta sería la investigación en psicoterapia es irrelevante en la práctica). Éste se basa en la creencia en el valor de la práctica clínica y en la mejora de los resultados por la vía práctica, y no mediante la investigación. El segundo sería el de aceptación reflexiva, que se basaría en una posición abierta a los resultados que la investigación en psicoterapia aporta para favorecer el enriquecimiento de la investigación en psicoterapia aporta para favorecer el enriquecimiento de las intervenciones del terapeuta. Este posicionamiento se caracteriza por una postura tipo la investigación en psicoterapia es potencialmente relevante para la práctica clínica y, por lo tanto, es importante estar al día e incorporar aquellos resultados más coherentes y fundamentados. El tercero, que llamamos desinterés fragmentado, se puede considerar un posicionamiento ambiguo situado entre los dos anteriores y caracterizado por el respeto hacia los resultados de los trabajos de investigación en psicoterapia, pero contemplados y analizados como elementos ajenos y desvinculados de los fenómenos que se dan en la consulta de los profesionales. El posicionamiento distante percibe la investigación psicoterapéutica sin invalidarla, pero contemplándola como si se tratara de ciencia ficción respecto al contexto terapéutico real. La postura del terapeuta, en este caso, sería del estilo de seguramente la investigación en psicoterapia es muy interesante, pero no tengo tiempo (o ganas) de interesarme por ella.

Posicionamiento del terapeuta-Incredulidad Escéptica: Reticencia, al no considerar la posibilidad de obtener información relevante de los resultados de la investigación para mejorar la asistencia terapéutica.
- Aceptación reflexiva: Apertura, al considerar los resultados de la investigación en psicoterapia enriquecedores para las intervenciones del terapeuta.
- Desinterés Fragmentado: Posición ambigua entre la incredulidad y la aceptación. Actitud de respeto hacia los resultados de la investigación, pero considerados ajenos y desvinculados de la consulta del terapeuta.

Ninguno de estos tres posicionamientos pretende es mejor o peor, sino sencillamente reflejar las formas básicas de observar y acercarse a la investigación psicoterapéutica. Los tres posicionamientos son comprensibles y lícitos[...]

Mi opinión es que en psicoterapia también hay que realizar un psicodiagnóstico, una valoración del problema. Algunas veces el problema viene difuminado y otras veces más difuminado, hay que decir que algunos pacientes no reciben con mucho ánimo el rellenar cuestionarios, realizar pruebas proyectivas o hacer test. Esto aumenta el ámbito científico de la psicología pero puede, sin lugar a dudas, interferir, en la trasferencia de un tratamiento de orientación psicoanalítica. Donde lo que prima es el vínculo emocional y la alianza terapéutica, así como la reflexión, el sostén y la interpretación. Entiendo que lo mejor es ser flexibles y emplear estos recursos cuando sea preciso, en calidad de psicólogos, pero muchas veces las pruebas nos traen falsos positivos y falsos negativos. No son infalibles y la observación y escucha pueden ser más útiles en muchos casos, eso no significa que podamos contrastar nuestras ideas con pruebas psicométricas o proyectivas.
Un saludo.

domingo, 29 de enero de 2012

Aflorismos de Castilla del Pino extraídas de su libro

[330]
En la medida en que nos preguntamos por las intenciones de los demás para con nosotros, somos circunstancialmente paranoicos. Ocurre, sin embargo, que también cinrcunstancialmente dejamos de serlo. Pero en ocasiones persistimos en la paranoia.
[331]
El control de nuestras emociones debe tener como objeto impedir que una parte de nosotros, la emotividad, se enseñore de la totalidad de lo que somos.

La Belleza

La belleza se encuentra en lugares insólitos, en lugares remotos, en lugares profundos, en la tristeza, en la alegría, en la desesperación, en la exaltación. Por mi trabajo, y mis compañeros me entenderán muy bien, estoy familiarizado con la belleza de la melancolía, muchas veces la profundidad de las reflexiones, la forma y el contenido de lo que expresan estas personas, siempre que no estén en un estado muy grave, resulta de increíble interés. Lo triste es que ellos o ellas no se dan cuenta de lo valiosos que son, o bien, como he leído en un paciente, el tallo de la tomatera se ha ido torciendo a lo largo de la vida. Se ven deformados, e intentan desesperadamente buscar el secreto (como ese hortera libro para engañar a gente desesperada) de su dolor. Algunos se atreven a hacerlo, otros desisten, ese "secreto" reside en el interior de cada cual, y escucharse en el análisis es fundamental para comprenderse mejor, es algo que no suelen hacer. Sabemos que muchas de las personas más profundas, y hemos estado hablando de Castilla del Pino, quien haya leído sus libros autobriográficos podrá percibir cierto destilado de melancolía contenida y bien trabajada. Esa tomatera se puede enderezar y dar unas hortalizas muy suculentas. Día a día los pacientes lo demuestran.

La Incomunicación




Si la incomunicación entraña un grave problema para el hombre inmerso en la sociedad, lo que ante nosotros aparece con carácter fáctico es la incomunicación. ¿Cómo es posible que la comunicación real de cada individuo quede abortada hasta dejar al hombre relativamente aislado y sólo superficialmente comunicable? Esta es la pregunta fundamental del texto de Castilla del Pino "La Incomunicación", básico por su claridad expositiva y la profundidad de sus conclusiones.
Al respecto quiero reseñar que esto es manifiesto en los conflictos de pareja, por citar un solo ejemplo, pero muy destructivo. Este autor, también autor entre otros libros de "El delirio: un error necesario", todos ellos junto a "La Introducción a la Psiquiatría", los pueden encontrar en La Casa del Libro. El problema de la incomunicación en la pareja lleva a los malos entendidos, a vivir en una casa sin contacto, a no tener puntos en común, a la rutina, a la vida fútil, a la soledad y el aislamiento, a una vida contractual. Esto genera desesperación, búsqueda de estímulos en otras fuentes, frustración, cansancio, monotonía y separaciones. Castilla del Pino fue un clínico muy inteligente e intuitivo, apoyado de una sólida razón y erudición. La clínica de hoy sigue aportando y corroborando los aportes de textos ya casi descatalogados, que han vuelto a salir a la luz por el fallecimiento del brillante psiquiatra y humanista y ahora nos invita a pensar que exponer nuestros sentimientos y pensamientos, aun cuando sea tolerable y aceptable cierto grado de pudor es el camino regio para poder construir un mundo sólido de apoyo y confianza, tanto en sí mismo como en el otro.

sábado, 28 de enero de 2012

Locura, vida y muerte

En algunos casos, como en otros artículos he mencionado la "locura" está presente en la creatividad. Ya lo decía Aristóteles con respecto al "genio y la locura". Si bien ahora los estudiosos de los "trastornos mentales" o al menos algunos sostienen que en las fases críticas de la enfermedad la persona no produce con la misma creatividad. Existe, sin lugar a dudas una vertiente sana de la locura, incluso de la esquizofrénica o la bipolar, por citar dos enfermedades que producen hasta cierto miedo y rechazo. Estas personas tienen una aguda sensibilidad, esta sensibilidad tiene varios frentes, la de vivir con hostilidad ciertos entornos de la vida y la de disfrutar de la belleza con gran encanto. Si se canaliza bien su potencial y se desarrollan en sus facetas creativas pueden conseguir grandes logros, pueden ser personas muy productivas. Esto no significa que no sufran en momentos, y mucho.
Grandes poetas, pintores y gente del arte en general padece problemas psíquicos, de hecho algunos sostienen que la medicación les resta creatividad y vitalidad, otros encuantran un equilibrio con los psicofármacos que ayudan, sin lugar a dudas, además de la psicoterapia, a contener y sostener el malestar que la enfermedad les provoca. Los más rebeldes empleam como recurso la negación de la enfermedad, esto les hace mantener un estilo de vida que mantiene el malestar pero les permite crear con mayor fluidez, "sin tener la cabeza embotada", así mismo existen pintores como Joan Pons que pintan sus alucinaciones, Dalí admiraba a este pintor. La pintura, como la escritura y toda manifestación de arte, incluida como no, la música es una terapia y poco a poco se va investigando y aplicando estas técnicas para que estas terapias expresivas permitan a la persona dibujar su malestar en una partitura, en un lienzo, en un papel, etc.
La locura que lleva a la muerte es aquella que no es tratada, que no es asimilada y que es negada, mecanismo propio y típico de la psicosis. Recuerdo a un gran programador, de los inicios de los juegos de ordenador que padecía esquizofrenía, tenía un buen contrato, tenía amigos, pareja y se acabó suicidando. La esquizofrenia y el trastorno bipolar como otras formas que popularmente se llaman "locura" producen mucho dolor, un increible sufrimiento y una conducta errática que hay que contener y respetar. No soy amigo de los internamientos, a no ser que sean voluntarios, pero si creo que la medicación aumenta la calidad de vida de los pacientes, no obstante no estimo que se pueda obligar a nadie a tomar medicación. Las medidas coercitivas no me parecen demasiado democráticas pero también hay que tener en cuenta el peligro de suicidio de esa persona o el peligro de homicidio entre otras cosas. Estos son ejemplos que se suelen sobredimensionar, ya que los pacientes con este tipo de problemas no producen más casos de violencia que otros, digamos que tienen "mala prensa".

Leopoldo María Panero




Este poeta maldito, tal vez loco, o así "acreditado" y creativo nos traslada algunos pensamientos, recomiendo su versión de la Metamorfosis de Kafka, hilarante y crítica.
Poeta, narrador y ensayista español nacido en Madrid en 1948.
Hijo del poeta Leopoldo Panero y hermano de Juan Luis Panero, también poeta, mostró desde muy pequeño
su interés por la poesía. A los dieciséis años, fascinado por la izquierda radical, ingresó al entonces prohibido
Partido Comunista, cuya militancia le valió su primera estancia en prisión.
Inició su carrera como poeta de la mano del maestro Pere Gimferrer; sin embargo, su vida fue trastornada por el alcoholismo, la depresión y dos intentos de suicidio antes de cumplir los veintiún años. La esquizofrenia lo mantiene internado por "voluntad propia" en un pabellón psiquiátrico, donde mantiene vivo su interés por la literatura.
Autor de una importante obra, es considerado como uno de los poetas más importantes de España. Su primer libro,«Por el camino de Swan» en 1968, fue el inicio de una cadena de publicaciones, entre las que vale la pena destacar «Así se fundó Carnaby Street» 1970, «En Teoría» 1973, «Narciso en el acorde último de las flautas» 1979, «Dioscuros» 1982, «Poemas del manicomio de Mondragón» 1987 y «Heroína y otros poemas:

Un loco tocado de la maldición del cielo

Un loco tocado de la maldición del cielo
canta humillado en una esquina
sus canciones hablan de ángeles y cosas
que cuestan la vida al ojo humano
la vida se pudre a sus pies como una rosa
y ya cerca de la tumba, pasa junto a él
una princesa.

"Poemas del manicomio de Mondragón"

"No puedo ya ir contigo, Peter. He olvidado volar, y... Wendy se levantó y encendió la luz: él lanzó un grito de dolor... » James Matthew Barrie, Peter Pan.

viernes, 27 de enero de 2012

"Aflorismos" de Castilla del Pino

Como dicen de la homeopatía, la soledad está muy bien a pequeñas dosis. A dosis altas es tóxica; catectiza los sentimientos.
No hay causa que justifique una guerra. Aun cuando se gane, se pierde mucho más.
Todo demócrata es progresista. Democracia implica perfectibilidad. Ponerle un límite es como vallar un campo: una in-propiedad.
Evitar el error del egocentrismo: uno se sitúa ilusoriamente en un lugar preferente dentro de su contexto, pero es un componente de él, como lo son todos los demás.
Importante: saber lo mejor posible el orden en que transcurrió la propia vida. La vida no puede ser un barullo.
Lo frívolo es la suficiencia de la inmediatez.
El maestro no lo es tanto en la disciplina que enseña, como en la forma en que vive su manera de enseñarla.
La moral es el hilo rojo, el eje de la vida human, y, como tal, debe estar oculta. Todo lo más que se infiera, pero en ningún caso predicarla.

Cognición y Afecto

El interés creciente por los procesos evolutivos durante la etapa adulta del ciclo vital ha puesto en evidencia la dificultad, anticipada por Kelly, de aislar los proceso cognitivos de los afectivos.
Se ha intentado integrar, después de disociar esos factores en cognitivos y afectivos. La prueba evidente es que son factores que se retroalimentan. La prueba es el rendimiento académico y algunos resultados en pruebas psicométricas por ejemplo, pero en la vida común y corriente hay muchos más ejemplos.
Debido a la educación o instrucción recibida por el adolescente el self se disocia en lo racional y en lo irracional caracterizado por sentimientos profundos y aparentemente indeseables. Según Kramer esta división se evidencia en el mecanismo de proyección de los aspectos no aceptables del self en los otros; la persona no consigue ver la emoción reprimida en sí misma, pero sí en los demás.

jueves, 26 de enero de 2012

Las adicciones y el vacío

No podemos dejar de ser dependientes
Pero si podemos elegir de qué ser dependientes

Dejar de consumir una sustancia produce un desequilibrio en el organismo y en la psique.
El síndrome de abstinencia tiene que ver con que los neurotransmisores necesitan ("piden") esa sustancia para volver al "equilibrio" anterior. Sin la sustancia tóxica aparecen síntomas de ansiedad, depresión, irritabilidad, etc. Todo esto depende de la sustancia y de la reacción del individuo, con lo cual es idiosincrásico.
Por otro lado está la sensación de falta, de carencia de esa sustancia, para empezar la pérdida del hábito, por ejemplo el consumo se puede haber asociado a la evasión, a la relajación, a la desconexión del estrés laboral o familiar, a olvidar recuerdos que atormentan a la persona y no le dejan dormir en paz, etc. El toxicómano (fea expresión) no es una persona deleznable, tal y como mucha gente transmite o piensa. Es una persona enferma. Y hay que entenderla, escucharla y comprenderla, porque tiene sus motivos y no es un vicio en el sentido en que se le da en estos casos.
Una cuestión curiosa es que cuando una persona deja una sustancia se vuelca en otra para llenar el vacío, para evadirse, para cubrir su angustia, muchas veces sin darse cuenta, sin ser consciente. Las personas de alrededor, especialmente familiares, sufren con esa conducta y poco a poco se va deteriorando el "psiquesoma" de la persona que consume la sustancia. Esto se estudia desde lo que se llama "Patología Dual", es decir la coexistencia de un problema psíquico y una adicción. En la mayoría de los casos esto se puede gestionar en régimen ambulatorio y suelen precisar una cobertura farmacológica especializada además de una psicoterapia para trabajar qué es lo que les lleva al consumo, las raíces del sufrimiento. Es importante detectar este problema en fases precoces para que la droga no se instale como leitmotiv de la vida de la persona, como una "gasolina" para seguir sobre-viviendo. Se ha moralizado mucho el consumo de drogas y tal vez se han tomado medidas todavía vigentes demasiado paternalistas al respecto, pero aquellos que viven de cerca estos problemas saben que las drogas, y hablo desde la marihuana, el alcohol, cocaina o drogas de síntesis, pueden acabar con la persona y la familia.

martes, 24 de enero de 2012

Aflorismo

El proyecto en la vida es la única manera de dejar lo menos posible al azar. Castilla del Pino

Supuestos básicos para la elaboración de un modelo conceptual constructivista del duelo

a) La muerte, como cualquier acontecimiento, puede validar o invalidar las suposiciones que forman la base sobre la cual vivimos, o puede quedar como una experiencia nueva a la cual no podemos dar sentido por falta de construcciones que nos lo permitan.
b) El duelo es un proceso personal, idiosincrásico, íntimo e inextricable de nuestro sentido de quiénes somos.
c) El duelo es un proceso en el que tenemos un papel activo, no una etapa o una serie de etapas por las que pasamos. (Lo que está en contra de los postulados de Elisabeth Kübler-Ross).
d) El duelo es el acto de afirmar o reconstruir un mundo personal de significado que ha sido puesto en cuestión por la pérdida.
e) En el proceso de duelo las emociones y los sentimientos tienen importantes funciones y deben ser entendidos como señales de nuestros esfuerzos por atribuir significado a la experiencia.
f) En cuanto supervivientes de una pérdida, todos construimos y reconstruimos nuestra identidad en negociación con los demás.

Construcciones, narrativas y relaciones: aportaciones constructivistas y construccionistas a la psicoterapia. Compilador: Luis Botella García del Cid. Edebé.

lunes, 23 de enero de 2012

Warhol viene a Zaragoza




Las 99 piezas que conforman la exposición ‘Andy Warhol. Portraits’, que la Obra Social de Ibercaja inaugurará el próximo jueves en el Patio de la Infanta, han empezado a desembalarse este lunes. El proceso se ha iniciado una vez superado el periodo de aclimatación necesario tras el viaje que trajo las piezas a Zaragoza, el viernes, procedentes del Andy Warhol Museum de Pittsburg.

Las primeras obras desembaladas han sido los retratos de los años 70 y 80 a personajes relevantes o fruto de encargos. Se trata de pinturas sobre lienzo que plasman las imágenes de Truman Capote, Martha Graham, Sylvester Stallone o Marisa Berenson. La operación está siendo dirigida por la conservadora del museo Amber Morgan y la comisaria adjunta para la presentación en España, Lola Duran.

Este conjunto de obras solo ha podido admirarse hasta la fecha en el Museo del que proceden y, tan pronto como termine la exposición, en abril, las piezas regresarán a Estados Unidos. “Con esta muestra -ha dicho la directora de la Obra Social de Ibercaja, Teresa Fernández-, que es única por ofrecer un recorrido completo por el mundo de retrato de Warhol, Ibercaja trae una vez más a esta sala una exposición de gran relevancia internacional. Estamos muy orgullosos de poder mostrarla. Como saben, se abre el jueves y, como además estamos seguros de que va a contar con el respaldo del público, viernes y sábado se podrá ver hasta las 11 de la noche”.

También fotografías

Además de la obra del pintor más solicitado por los artistas, intelectuales y aristócratas americanos de su época, ‘Andy Warhol. Portraits’ incluye una serie de fotografías familiares de Warhol (1928-1987) que ponen de manifiesto que la infancia y la juventud del precursor del “Pop Art” nada tuvieron que ver con la estrella en la que llegó a convertirse, tan rutilante como las que él siempre admiró. Entre estas fotografías se halla la primera que se conserva del artista, una foto de 1932, cuando tenía 3 años, donde posa junto a su madre y su hermano.

Junto a estas piezas y a una amplia representación de lienzos e impresiones conocidas de los años 60, 70 y 80 (Prince, Sylvester Stallone, Jane Fonda, Lizza Minelli, Mao, Gerald Ford, Yves Saint Laurent, Sonia Rikiel, Carolina Herrera, Robert Mapplethorpe, Jean Michel Basquiat, Tenesse Williams o Truman Capote), la exposición incluye polaroids, fotomatones, “Screen prints” y fotografías cosidas.

Entre las 99 piezas se cuentan también autorretratos, que Warhol se hacía con frecuencia y en los cuales se puede apreciar la evolución de uno de los creadores más transgresores del pasado siglo. Además director de cine, fue productor musical y editor (fundó la revista 'Interview'), por citar solo algunas de las facetas de este personaje imprescindible en la sociedad americana del siglo XX y en la historia del arte.

La Obra Social de Ibercaja comienza su calendario de exposiciones de 2012 con un proyecto de indudable interés para el público y con el que desea contribuir al conocimiento y disfrute del mejor arte contemporáneo, así como a la ampliación de las referencias formativas y culturales de los visitantes.

http://www.heraldo.es/noticias/cultura/comienza_desembalaje_exposicion_warhol_173386_308.html

Notas sobre la ansiedad

La ansiedad dispara mecanismos que pueden sesgar la percepción de la realidad, sin llegar al paroxismo de lo delirante o alucinatorio. Esto significa que la angustia depresiva produce un sentimiento de focalización en el dolor, en lo dañino y en lo malo amplificando su efecto, se hace más intenso el miedo y más poderoso el efecto de lo malsano. La angustia es mental y tiene su correlato en lo físico, la ansiedad, lo que los médicos indagan. En el discurso de una persona está la angustia, en una entrevista estructurada se puede valorar psicométricamente la ansiedad por ejemplo con la STAI o el Hamilton. Sin embargo solo con escuchar y observar a una persona se puede valorar si sufre angustia y la ansiedad y en función del contenido del discurso, del tono, de las interrupciones, de los subrayados, podemos detectar más finamente el sentido de ese sufrimiento.
Alguna vez, hablando con médicos me preguntaban, ¿pero cuál es el desencadenante? Muchas veces hay un precipitante, algo que se haga reactiva la situación emocional pero otras veces no.
Las personas que tienen un sustrato, o un nivel basal alto de ansiedad, o un problema en su manera de gestionar la realidad y su self es más vulnerable a tener problemas de ansiedad y depresión, a tener pequeñas o grandes crisis.

domingo, 22 de enero de 2012

Psicoanálisis y Existencialismo

El existencialismo y el Psicoanálisis surgieron de la misma situación cultural. Ambos buscan entender la ansiedad, desesperación y enajenación que las personas sienten por sí mismas y por la sociedad.
Durante la última mitad del siglo XIX hubo una tendencia fuerte a darle prioridad a la máquina sobre la persona, pensando en los individuos en términos del sistema industrial para el que trabajaban. Esta segmentación de la cultura tuvo una contraparte psicológica en la represión extrema dentro del individuo. Fue la gran habilidad de Freud la que habló del problema de la represión y ayudó a curarlo. Sin embargo, el asunto era más profundo que la represión neurótica en el individuo. Kierkegaard, Nietzsche y otros precursores de la perspectiva existencialista previeron que las fuerzas de la desintegración estaban destruyendo forma gradual la vida emocional y espiritual internas de la persona y conduciendo a la desesperación y enajenación últimas del yo y de la sociedad.
Ansiedad
Una vez, Freud dijo: "la vida no es fácil".
El Yo está justo en el centro de grandes fuerzas; la realidad, la sociedad, está representada por el Superyó; la biología está representada por el Ello. Cuando estas dos instancias establecen un conflicto sobre el pobre Yo, es comprensible que uno se sienta amenazado, abrumado y en una situación que parece que se le va a caer el cielo encima. Este sentimiento es llamado ansiedad y se considera como una señal del Yo que traduce sobrevivencia y cuando concierne a todo el cuerpo se considera como una señal de que el mismo está en peligro.
Freud habló de tres tipos de ansiedades: la primera es la ansiedad de realidad, la cual puede llamarse en términos coloquiales como miedo. De hecho, Freud habló específicamente de la palabra miedo, pero sus traductores consideraron la palabra como muy mundana. Podríamos entonces decir que si uno está en un pozo lleno de serpientes venenosas, uno experimentará una ansiedad de realidad.
La segunda es la ansiedad moral y se refiere a lo que sentimos cuando el peligro no proviene del mundo externo, sino del mundo social interiorizado del Superyó. Es otra terminología para hablar de la culpa, vergüenza y el miedo al castigo.
La última es la ansiedad neurótica. Esta consiste en el miedo a sentirse abrumado por los impulsos del Ello. Si en alguna ocasión usted ha sentido como si fuésemos a perder el control, su raciocinio o incluso su mente, está experimentando este tipo de ansiedad.
"Neurótico" es la traducción literal del latín que significa nervioso, por tanto podríamos llamar a este tipo de ansiedad, ansiedad nerviosa. Es este el tipo de ansiedad que más interesó a Freud y nosotros le llamamos simple y llanamente ansiedad.

Ahora veamos la corriente filosófica que abriga a este trabajo investigador:

EL EXISTENCIALISMO
El nombre existencialismo proviene del latín exsistere, que significa "sobresalir" o "surgir", y el enfoque existencial se centra en el ser humano, en la forma en que está surgiendo y transformándose.
Movimiento filosófico que resalta el papel crucial de la existencia, de la libertad y la elección individual, que gozó de gran influencia en distintos escritores de los siglos XIX y XX.
Debido a la diversidad de posiciones que se asocian al existencialismo, el término no puede ser definido con precisión. Se pueden identificar, sin embargo, algunos temas comunes a todos los escritores existencialistas. El término en sí mismo sugiere un tema principal: el énfasis puesto en la existencia individual concreta y, en consecuencia, en la subjetividad, la libertad individual y los conflictos de la elección.
La mayoría de los filósofos desde Platón han mantenido que el bien ético más elevado es el mismo para todos: en la medida en que uno se acerca de la perfección moral, se parece a los demás individuos perfectos en el plano moral. El filósofo danés del siglo XIX Sören Kierkegaard, el primer escritor que se calificó de existencialista, reaccionó contra esta tradición al insistir en que el bien más elevado para el individuo es encontrar su propia y única vocación. Como escribió en su diario: "Tengo que encontrar una verdad que sea verdadera para mí… la idea por la que pueda vivir o morir".
Otros escritores existencialistas se han hecho eco de la creencia de Kierkegaard de que uno ha de elegir el camino propio sin la ayuda de modelos universales, objetivos. En contra de la idea tradicional de que la elección moral implica un juicio objetivo sobre el bien y el mal, los existencialistas han afirmado que no se puede encontrar ninguna base objetiva, racional, para defender las decisiones morales. El filósofo alemán del siglo XIX Friedrich Nietzsche sostuvo que el individuo tiene que decidir qué situaciones deben ser consideradas como situaciones morales.
Todos los existencialistas han seguido a Kierkegaard al resaltar la importancia de la acción individual apasionada al decidir sobre la moral y la verdad. Han insistido, por tanto, en que la experiencia personal y actuar según las convicciones propias son factores esenciales para llegar a la verdad. Así, la comprensión de una situación por parte de alguien que está comprometido en esa situación es más alta que la del observador indiferente, (objetivo). Este énfasis puesto en la perspectiva del agente individual ha hecho que los existencialistas sean "suspicaces" respecto al razonamiento sistemático. Kierkegaard, Nietzsche y otros escritores existencialistas fueron, de un modo intencionado, no sistemáticos en la exposición de sus filosofías y prefirieron expresarse mediante aforismos, diálogos, parábolas y otras formas literarias. A pesar de su posición antirracionalista de partida, no se puede decir que la mayoría de los existencialistas fueran irracionales en el sentido de negar toda validez al pensamiento racional. Han mantenido que la claridad racional es deseable allí donde sea posible, pero que las materias más importantes de la vida no son accesibles a la razón o a la ciencia. Además, han sostenido que incluso la ciencia no es tan racional como se supone. Nietzsche, por ejemplo, afirmó que la visión científica de un universo ordenado es para la mayoría una ficción práctica, una entelequia.
Tal vez el tema más destacado en la filosofía existencialista es el de la elección. La primera característica del ser humano, según la mayoría de los existencialistas, es la libertad para elegir. Los existencialistas mantienen que los seres humanos no tienen una naturaleza inmutable, o esencia, como tienen otros animales o plantas; cada ser humano hace elecciones que conforman su propia naturaleza. Según la formulación del filósofo francés del siglo XX Jean-Paul Sartre, la existencia precede a la esencia. La elección es, por lo tanto, fundamental en la existencia humana y es ineludible; incluso la negativa a elegir implica ya una elección. La libertad de elección conlleva compromiso y responsabilidad. Los existencialistas han mantenido que, como los individuos son libres de escoger su propio camino, tienen que aceptar el riesgo y la responsabilidad de seguir su compromiso dondequiera que les lleve.
Kierkegaard mantenía que es crucial para el espíritu reconocer que uno tiene miedo no sólo de objetos específicos sino también un sentimiento de aprehensión general, que llamó temor. Lo interpretó como la forma que tenía Dios de pedir a cada individuo un compromiso para adoptar un tipo de vida personal válido. La palabra angustia posee un papel decisivo similar en el trabajo del filósofo alemán del siglo XX Martin Heidegger; la angustia lleva a la confrontación del individuo con la nada y con la imposibilidad de encontrar una justificación última para la elección que la persona tiene que hacer. En la filosofía de Sartre, la palabra náusea se utiliza para el reconocimiento que realiza el individuo de la contingencia del universo, y la palabra angustia para el reconocimiento de la libertad total de elección a la que hace frente el hombre en cada momento.

La actitud Existencial
En el pasado, la filosofía occidental ha buscado por tradición la esencia del ser, los principios y leyes inmutables que se cree gobiernan la existencia. Las matemáticas son la forma más pura de este enfoque. En al Psicología, la actitud esencialista se expresa en el esfuerzo por entender a los seres humanos en términos de fuerzas, impulsos, respeto y libertad. Los existencialistas sostienen que una ley puede ser escrita y aún así no ser real. "Dos unicornios más otros dos unicornio es igual a cuatro unicornios" es una afirmación lógica verdadera pero no habla de nada que sea real.
El existencialismo busca salvar la brecha entre lo que es cierto de manera abstracta y lo que es real de modo existencial.
La actitud existencial puede ser una postura desconcertante que desafía una definición simple.
Los existencialistas sugieren que no hay verdad o realidad para nosotros como seres humanos excepto en la medida en que participamos en ella, somos conscientes de ella y tenemos alguna relación con esta realidad.

"Aflorismos" de Carlos Castilla del Pino

Competir con uno mismo: ser más y ser mejor de lo que se fue.
La sabiduría está en el buen uso de lo que se sabe, no en la cuantía.
Vivir sin conflicto es imposible; como pretensión, una estupidez. Hay que convertir el conflicto en experiencia que añadir a nuestra construcción biográfica y no en algo que la destruya.
La felicidad no es el sosiego estupidizante sino el desasosiego controlado.
Los verdaderos libros son los que nos forman en alguna etapa de nuestra existencia. Los que se constituyen en componentes de nuestro quién. Tras su lectura puedo decir: quien soy es distinto a quien hasta entonces era.
Cultura es construcción de nuestro ser, hasta entonces mero material.
El amor es una realidad verbal: no existe amor si no se declara.

sábado, 21 de enero de 2012

La naturaleza de una buena relación terapéutica

"La libertad es la capacidad del hombre de tomar parte en su propio desarrollo. Es nuestra capacidad de moldearnos a nosotros mismos".
"Si no expresas tus ideas originales, si no escuchas a tu propio ser, te habrás traicionado a ti mismo".
Rollo May



Recuerdo cuando comencé a trabajar que me basaba en pre-textos. Esto es, en teorías y seminarios, básicamente en libros y artículos de teoría y técnica psicoanalítica. Esto gratificaba a mi supervisora, que veía como me conducía según los dictámenes de la Asociación Psicoanalítica Internacional. Pero yo me sentía incómodo conmigo mismo. Sentía que la relación con los pacientes era algo así como mecánica. Si fuera psiquiatra, casi me podría haber limitado a prescribir un fármaco e irme. En lugar de interpretar, señalar, confrontar, etc. Poco a poco fui aprendiendo de los pacientes, un buen amigo me dijo un día, sabedor de que había devorado "miles" de artículos y libros de psicoterapia, "deja de leer tanto". Ese mismo amigo poco después me dijo, "tú no necesitas supervisión". Cierto es que llevaba unos cuantos años realizando esa labor propia de quien quiere ser psicoanalista.
Pasó el tiempo y me propuse ser fiel a mí mismo y eso suponía ayudar de corazón a los pacientes, por citar un ejemplo, una de mis primeras pacientes quiso darme un beso, la supervisora lo interpretó como una transferencia erótica. Yo, hice un pequeño movimiento evasivo y ella se sintió mal y no continuó el tratamiento.
Experiencias como esa dentro y fuera del encuadre analítico me han hecho variar el enfoque de mi trabajo, la perspectiva e incluso el modelo. Recientemente, una paciente argentina que ha tenido varias experiencias analíticas en Argentina me dijo: "siento que este es mi espacio", circunstancia que parece un buen indicador, sin duda. Considerando que ella había sido tratada siguiendo los preceptos del psicoanálisis ortodoxo hay que hacer una lectura, cada terapeuta funciona mejor con un tipo de paciente. Por ejemplo, un paciente masoquista puede sentirse más cómodo con un terapeuta rígido, un paciente con carencia de padre puede sentirse con un terapeuta paternalista, un paciente caótico puede sentirse con un terapeuta que permite el caos organizado; es lo que Liberman llamaba "Estilos Complementarios", él no armó una teoría organizada sino que dejó abiertas sus ideas como si de una poesía se tratara. Hugo Bleichmar dijo algo en un seminario en la Universidad Pontificia de Comillas de Madrid que resulta comprensible pero cuestionable porque resta naturalidad y espontaneidad al paciente, viene a colación de la comunicación entre terapeuta y paciente: Bleichmar, también en su obra "Avances en Psicoterapia Psicoanalítica" sostiene que a los pacientes deprimidos hay que hablarles con fuerza y a los pacientes maníacos con un tono más bajo, de forma que sirva como contrapunto. Comento esto porque es tal la precisión que se trata de investigar y transmitir en las investigaciones que se deja de lado la espontaneidad del psicoterapeuta.
Si el terapeuta se tiene que mimetizar para "caer bien" al paciente se está desgastando y lo que es peor está tomando el pelo al paciente. El terapeuta tiene que ser como es, joven, viejo, expresarse como se suele expresar en el trabajo, eso sí, adecuar el lenguaje al interlocutor, que es una señal de cultura, otra cosa sería una pedantería y mostrar naturalmente su interés por ayudar a esa persona a crecer mentalmente. Yo trato de transmitir a los pacientes que son libres y responsables pero que eso también pasa por mantener un contrato terapéutico o mejor expresado, encuadre, que está diseñado para poder ayudarles de una manera eficaz. Entender de verdad, esto es, profundamente a una persona lleva tiempo, la intimidad es algo que muchas personas guardan con extremado recelo, tenemos el ejemplo de grandes científicos como Castilla del Pino que así lo manifiestan en sus "Escritos Póstumos", incluso en el código deontológico se pide respetar una cuota considerable de respeto a la intimidad de la persona.
Cuando transcurre el tiempo y la relación se fortalece, a veces no hace falta tanto tiempo, la persona va abriendo los aspectos de su mundo interno y a partir de allí el papel de la psicoterapia es más eficaz, otras veces, la persona, por miedo o por lo que fuere se mantiene enrocada en una línea de flotación superficial. Hay que respetar a la persona y no pretender curar en poco tiempo, el furor curandis que transmitió Freud con precisión.
Otra cuestión importante es tratar de alimentarse teórica y técnicamente de las orientaciones que mejor encajen con la personalidad del terapeuta, esto es una cuestión de años y experiencia.

Fairbairn

Fairbairn, Ronald Médico y psicoanalista escocés, destacado precursor y artífice de la teoría de las relaciones de objeto. En Estudios psicoanalíticos de la personalidad (1952) compila buena parte de su pensamiento, donde destaca su estudio de los fenómenos esquizoides. Fairbairn se desvincula de la teoría estructural de Freud, la segunda tópica, a favor de una estructura endopsíquica donde lo primordial es la relación de objeto. Su aportación principal es que la libido busca el objeto, y no el placer o la descarga como plantea Freud. Aunque las teorizaciones de Fairbairn y Winnicott presentan ciertos puntos de contacto, su relación es escasa y ninguno de los dos aborda la comunicación directa o el intercambio teórico de sus ideas; Winnicott comparte los conceptos de búsqueda del objeto y de sentirse real de Fairbairn.
Apunte biográfico
Fairbairn nace el 11 de agosto de 1889 en Edimburgo, donde estudia Teología y Filosofía, antes de orientarse hacia la medicina y el psicoanálisis. Una vez licenciado, trabaja en la clínica hospitalaria y como docente universitario en la Facultad de Medicina de Edimburgo. En 1952 publica Psycoanalytic Studies of the Personality (Estudios psicoanalíticos de la personalidad), donde expone su pensamiento. A partir de 1954 se dedica exclusivamente al psicoanálisis, siendo el único miembro de la Sociedad Británica de Psicoanálisis que ejerce en la capital escocesa. Al permanecer parcialmente aislado, sus novedosas ideas no cristalizan en una escuela de pensamiento. Tras una primera aproximación a Melanie Klein, desarrolla su propio ideario, lo que genera la reticencia del grupo kleiniano. Cuando el 18 de junio de 1958 Fairbairn expone su trabajo On the Nature and Aims of Psycho-Analytical Treatment, donde cuestiona la validez universal del uso de diván y el tiempo fijo de la sesión analítica, Klein abandona la sala junto a sus partidarios y gruñendo: "Psicoanálisis... ¡ja!". Más tarde se incorpora como independiente al middle-group o grupo intermedio, hasta su fallecimiento el 31 de diciembre de 1964.
La aportación decisiva de Fairbairn es su teoría de las relaciones objetales, en la que modifica la metapsicología freudiana al desplazar la sexualidad por las relaciones de objeto. Con este nuevo marco teórico lo central del desarrollo emocional del bebé es la construcción del self. Para Freud, la libido busca el placer o la descarga; para Fairbairn, el yo libidinal busca el objeto, el contacto con otro ser humano. Fairbairn destaca la importancia de que el bebé sea aceptado por los padres –y, por extensión, el paciente por el terapeuta–, para el desarrollo de su autoestima. En cambio, para Winnicott, lo determinante es el factor ambiental: el mundo interno se estructura a partir de la relación primaria de objeto, de la relación del bebé con su madre. El Yo soy (como persona total) es el que busca el objeto. Un concepto esencial de Fairbairn es el de estructura endopsíquica (frente al aparato psíquico de Freud: yo, ello y superyó), en tanto que admite un yo rudimentario en el bebé; y también el de posición esquizoide, cuyo mecanismo predominante es la escisión (del yo y del objeto), que inspira la posición esquizo-paranoide de Melanie Klein. Asimismo, rechaza el término fantasía y propone reemplazarlo por el de realidad psíquica u objeto interno:
En mi opinión, ha llegado para nosotros el momento de remplazar el concepto de fantasía por el concepto de realidad interior poblada por el yo y sus objetos internos. Debiera considerarse tales objetos internos como provistos de una estructura organizada, una identidad propia, una entidad endopsíquica y una actividad tan real dentro del mundo interior como la de cualquier objeto del mundo exterior. A algunos puede parecerles alarmante que se atribuyan tales rasgos a los objetos internos pero, después de todo, no son sino rasgos que Freud ya había atribuido al superyó. La evidencia actual es simplemente que el superyó no es el único objeto interno… [Phyllis Grosskurh, Melanie Klein, Paidós, Barcelona, 1990, p. 259]. En 1941 Fairbairn establece tres tipos de yoes: un yo central y dos periféricos: el yo libidinal y el yo antilibidinal o "saboteador interno", que se unen a los tres tipos de objeto que surgen en relación a la experiencia con la madre (gratificante, seductora o deprivativa): el objeto ideal, el objeto excitante y el objeto rechazante. Reseña de Estudios psicoanalíticos de la personalidad En 1952 Fairbairn publica Psycoanalytic Studies of the Personality (Estudios psicoanalíticos de la personalidad), un libro que compila en orden cronológico diversos trabajos escritos a partir de su experiencia clínica y en el que expone su teoría personal sobre el psiquismo humano. Al año siguiente, Winnicott escribe en colaboración con Masud R. Khan una reseña en el International Journal of Psycho-Analysis sobre el libro de Fairbairn, en la que vierten una crítica acerba por su osadía de considerar su obra más importante que la de Freud y Klein.
Al reseñar esta obra, uno se encuentra en una posición menos afortunada que el lector corriente, ya que Fairbairn formula una afirmación muy definida –que su teoría puede suplantar a la de Freud–, y lo que debe evaluarse y criticarse es esta afirmación. Si Fairbairn está en lo cierto, lo que debemos enseñar a nuestros alumnos no es Freud sino Fairbairn. Si fuera posible dejar de lado esta pretensión, se disfrutaría de los escritos de un analista que cuestiona todo, da prioridad a las pruebas clínicas y no a la teoría aceptada, y no se presenta como un devoto ante el altar. Pero la pretensión existe. Dicho sea de paso, Fairbairn escribe como si aparte de Freud, Abraham y Klein no existiera prácticamente ningún otro teórico del psicoanálisis; para ser completa, la reseña debería incluir, pues, citas de otros autores de los que él parece haber prescindido. No obstante, no será ése nuestro modo de proceder [EP II, 149-150]. Para la dupla crítica, el primer texto, titulado "Factores esquizoides en la personalidad" (1940), es tal vez el más estimulante y gratificante del libro. En su teoría, Fairbairn otorga un lugar central a lo esquizoide ya que en su criterio abarca casi todas las facetas del ser humano: "El fenómeno esquizoide fundamental es la presencia de escisiones en el yo" dice, lo que acredita por el estudio de la estructura formal de los sueños. En su opinión, "el sueño representa, por lo tanto, un fenómeno esquizoide universal". En su nosología establece la siguiente clasificación: Esquizofrenia; personalidad psicopática de tipo esquizoide; carácter esquizoide; y estado esquizoide o episodio esquizoide transitorio.
En otro de los artículos del libro, "El análisis de un paciente con una anormalidad genital" (1931), Fairbairn estudia el fenómeno de la personificación en los sueños del paciente. El camino metodológico que emprende va de las personificaciones a los objetos internos, y de estos a las estructuras endopsíquicas. Apoyándose en Freud, Bleuler y Abraham, considera que si la clínica esquizoide tiene un punto de fijación en la etapa oral, debe haber una íntima conexión entre la escisión del yo y una actitud libidinal de incorporación oral. En la citada recensión, Winnicott y Khan escriben: "Como en muchos otros casos, aquí nos queda la impresión de que el sentido clínico e intuitivo de Fairbairn lo hace avanzar, en tanto que su teoría queda empantanada varios kilómetros atrás" [EP II, 157]. La crítica de Winnicott y Khan a la obra de Fairbairn se resume en los siguientes puntos: uno, la ausencia de una teoría sobre la creatividad primaria y su consideración de que esta no es una propiedad humana sino el resultado del interjuego de introyecciones y proyecciones según el modelo de Melanie Klein; dos, su falta de contacto clínico con bebés y parejas de crianza; y tres, su natural inclinación a permanecer aislado de los grupos psicoanalíticos, lo que debilita su obra al no integrarse con el cuerpo general de la teoría psicoanalítica. Suplantar a Freud y a Klein En el verano de 1954, un año después de la reseña del libro de Fairbairn, Donald Winnicott y Harry Guntrip intercambian misivas a tenor de su interés por relacionar la obra de Fairbairn con otras ideas. En ambas cartas Winnicott le insta a seguir su propio ideario y, aunque reconoce la aportación teórica de su analista, incide en su crítica sobre la inclinación de este a suplantar a Freud y a Klein. En la segunda carta que Winnicott envía a Harry Guntrip, fechada el 13 de agosto de 1954, comenta:
Es verdaderamente notable que Fairbairn se las haya ingeniado para efectuar su positiva contribución manteniéndose desconectado del cuerpo principal de analistas, a raíz de vivir en Edimburgo. Por mi parte, pienso que la desventaja de que se haya mantenido desconectado es que no pudo ver hasta qué punto él desempeña un papel en el desarrollo de la teoría, un proceso que está en curso permanentemente en la Sociedad, pero que se incorpora a la bibliografía diez años después [GE, 145-146]. En la citada reseña, Winnicott y Khan también se muestran muy críticos con su forma de conducirse con la obra de Klein. (Dicho sea de paso, parece vano tratar de correlacionar estas enunciaciones con la obra de Melanie Klein, ya que esta fue expuesta con gran claridad, en tanto que los descubrimientos de Fairbairn parecen entrecruzarse con los de Klein. Sería fácil pedirle a Fairbairn que estudie más detenidamente la obra de Klein antes de citarla, pero por otro lado debemos conceder a cualquier colega el derecho de expresar sus opiniones a su manera, aun cuando su obra corra paralela a la que se lleva a cabo en otras partes. Es una lástima, sin embargo, que se utilicen aquí términos que sugieren la familiaridad con una obra como la de Klein, con respecto a lo que ella denominó las posiciones del desarrollo emocional: la depresiva, la paranoide y la esquizoide, respectivamente) [EP II, 155]. Reconocimiento de Fairbairn Años después, Winnicott modifica su opinión sobre el trabajo de Fairbairn. Harry Guntrip, discípulo de Ronald Fairbairn y analizado por él –y después por Donald Winnicott–, en "Mi experiencia analítica con Fairbairn y Winnicott>" (1975), evoca que Winnicott le facilita una copia de su artículo "La ubicación de la experiencia cultural" (1967) tras escribirlo. Y comenta: "Dijo: “Me doy cuenta de que me encuentro en el territorio del concepto de Fairbairn [1941] sobre la búsqueda del objeto (en oposición a la búsqueda de satisfacción)”. Sentí, entonces, que Winnicott y Fairbairn habían unido sus fuerzas para neutralizar los traumas de mis primeros años". En la conferencia "Posfacio: D.W.W. sobre D.W.W." (1967), reconoce su importante aportación teórica al Psicoanálisis y la deuda de su influencia: Esto me llevaba a la dependencia y a las teorías sobre la adaptación. Me parece interesante que encontrase cada vez más difícil las excavaciones retrospectivas de M. Klein, quien se remontaba más y más hasta los conflictos y procesos del bebé individual. Fue entonces cuando Fairbairn vino una noche a darnos una charla, y fue una clase de velada que trasciende mi comprensión pero que sin duda tuvo tremenda importancia. La cuestión era si la primera introyección es de un objeto bueno o de un objeto malo –la clase de cuestiones para las que yo no sirvo–. Por entonces no entendía qué nos estaba diciendo Fairbairn; más tarde vi que era algo muy importante, relacionado con trascender las satisfacciones y las gratificaciones instintivas para llegar a la idea de búsqueda del objeto. Él y M. Klein tenían mucho en común. Durante años y años yo no me di cuenta [EP II, 341-342]. Al final de su charla, dice: "Ahora sé que Fairbairn ha hecho un aporte tremendo, aunque solo tomemos de él dos cosas. Una es la búsqueda del objeto, que corresponde al ámbito de los fenómenos transicionales, etc., y la otra es eso de sentirse real, en lugar de sentirse irreal" [EP II, 344-345]. Vid. creatividad primaria, Guntrip (Harry), objeto, sentirse real.
Escrito realizado por el colega Javier Lacruz Navas; autor de Winnicott: Vocabulario Esencial. Editor de la Revista Digital El Gesto Espontáneo.

La mente patriarcal, una reflexión de Claudio Naranjo

La mente patriarcal es responsable de la inequidad, de guerras, de injusticias, de genocidios.
Claudio Naranjo. Doctor en medicina, psiquiatra y autor de más de veinte libros, Claudio Naranjo, que también estudio música, ha profundizado en distintos campos del saber tales como la psicología, la filosofía, la sociología, la antropología y la pedagogía. Sucesor de Fritz Perls, padre de la terapia Gestalt, ha creado el programa SAT de desarrollo personal y profesional a través del autoconocimiento, inicialmente pensado para psicoterapeutas, luego extendido a educadores y recientemente al mundo de la empresa.

viernes, 20 de enero de 2012

Locura-Salud entrañables amigos

http://www.youtube.com/watch?v=HyzoXweaPEE Canción "Lithium" de Nirvana subtitulada. Litio.
El verdadero equilibrio para tener una salud fuerte es la transición creativa entre la locura sana y la salud mental. Esto resulta paradójico, así nos lo dice Castilla del Pino, así nos lo decía Winnicott, así nos lo han dicho otros, yo estoy de acuerdo. La vida sin una locura creativa y sana se convierte en tediosa, rutinaria, aburrida, fútil y por tanto angustiosa y mortífera. La locura sin preámbulos es angustia, desolación y muerte, así lo decía, por ejemplo, y lo sabía muy bien, como otros muchos a los que no se les da nombre más que en las consultas, Kurt Cobain. Cobain como Janis Joplin se convierten en iconos para estas personas que sufren de problemas psíquicos, de la índole que sean. Buscando alguien en quien identificarse como el lector que lee para nadar entre los personajes.
La transición entre locura y cordura es un movimiento sano, produce una vida viva, siempre que no se lleguen a extremos, sabemos que el aburrimiento de la vida estandarizada puede producir mucho malestar, tanto o más que el dolor de la locura. La locura, dicho sea de paso, es un concepto que utilizo de manera descriptiva. Les invito a leer aunque sea diagonalmente el trabajo sobre la locura de Foucault, las notas al pie y la erudición del autor pueden resultar muy densos, además de la extensión del trabajo. Dos compañeros están preparando un trabajo sobre la Teoría de la Locura. La locura es un concepto que para mí no entraña nada demoníaco ni enfermo, a no ser que nos circunscribamos a un polo médico que no me interesa. Recuerdo a una inteligente adolescente que tal vez haya comentado, que un buen día venía enfadada con una amiga y me dijo cuando le comenté de darle "el alta" que ella no estaba enferma. Esto se puede leer de muchas maneras y les dejo el trabajo a los psicoanalistas y a los lectores legos también. Pero en una primera lectura, sin hacer interpretaciones profundas e inteligentes le dije que ese vocablo es herencia de la medicina, que la psicología es una disciplina joven y que ella no estaba enferma.
Sin embargo hay tantas personas que sufren y no pueden disfrutar de su locura, es allí donde cobra sentido el término trastorno, terrible. Fruto de una industria de laboratorio y de la medicina que se ha erigido en una posición de poder que ha construido unos límites para decir quien está sano y quien no y claro está que hay falsos positivos y falsos negativos. Las personas tienen derecho a elegir libremente su tratamiento. Esto no es "Alguien voló sobre el nido del cuco", película que sensibilizó a la Antipsiquiatría.
Pero bien, seamos un poco sensatos, existen muchas personas que no se medican, otras que ni tan siquiera van al psicoterapeuta y pasan por la vida con una engorrosa existencia o a veces no. No es tajante la aseveración, pero lo más normal es que haya una cuota de sufrimiento. Estos días estoy hablando un poco de Kurt Cobain, padre del Grunge, un hombre que si no recuerdo mal si suicidó con un tiro en la cabeza y que tenía antecedentes en la familia de problemas psíquicos. Él es un icono, se han escrito biografías, muchas jóvenes y muchos jóvenes le han idolatrado, me han contado que hubo mucha gente que lloró el día de su fallecimiento. Lo mismo que con Janis Joplin o con la reciente Amy Winehouse.
Kurt Cobain tenía un Trastorno Bipolar, es una enfermedad que es un auténtico incordio, no hay paz, sobre todo si se trata de un ciclador rápido como he podido leer. Oscilando entre la manía y la depresión rápidamente, si a esto le sumamos las drogas combinamos un cóctel deastroso para la estabilidad de Kurt Cobain. El resultado ya lo hemos mencionado.
Pero el resultado no solo es ese, también dejó un buen legado de pensamientos profundos, de canciones, de aforismos contundentes y en definitiva fue una persona creativa.
Con esto enlazo el tema de la locura y la salud, probablemente si Kurt Cobain hubiera tomado su "Lithium" y no hubiera tomado drogas, hubiera llevado una vida ordenada, dormido sus horas, la música le hubiera ayudado a sacar esa angustia que se traduce en sus letras como vital y existencial. Y es que no hay ansiedad sin angustia vital. El cuerpo es un correlato de lo que el sujeto vive en el mundo.

Verdadero y falso self según algunas ideas

Sobre Winnicott: el self verdadero se manifiesta en el gesto espontáneo y la idea personal. Es primario, mientras que el self falso es reactivo a los estímulos externos. Los individuos regidos por un self falso necesitan ser atacados por la realidad externa para poder llenar su vida con las reacciones ante tales ataques.

Decía Kurt Cobain: "Si tratas de ser alguien que no eres serás un desperdicio de la persona que eres"
Decía Carlos Castilla del Pino en su actual "Aflorismos": "No nos esforcemos por no ser locos. Somos y dejamos de serlo, muchas veces en la vida. Lo que hemos de evitar es instalarnos en la locura o en la normalidad".

Claudio Naranjo, Entrevista

Les dejo un artículo de una entrevista a Claudio Naranjo, discípulo de Fritz Perls y revolucionario de la educación. Un tipo intrigante e interesante.

Patrocinado por
Claudio Naranjo, médico y doctor en EducaciónVictor-M Amela, Ima Sanchís, Lluís Amiguet
"Ocúpate del reino del corazón, y lo demás te llegará"
17/01/2012 - 01:03

Foto: Àlex García
Víctor - M. Amela



Es un señor plácido de cándidas barbas y verbo cálido que ha dedicado su vida a estudiar la anatomía de la psique. Eso lo llevó a ser el pionero de la integración psicoespiritual mediante el Instituto SAT, que aplica el eneagrama para profundizar en el autoconocimiento de la personalidad. Lo que, a su vez, le ha llevado a promover una educación transformadora desde la Fundación Claudio Naranjo (fundacionclaudionaranjo.com), con propuestas convergentes con las que formula el filósofo y profesor José Antonio Marina. También publica libros como El eneagrama de la sociedad.Males del mundo, males del alma (La Llave) y da charlas (como este jueves en Granollers: www.espaipertu.com).

Qué es el eneagrama?

Una herramienta de autoconocimiento, la más completa.



¿En qué consiste?

Es un mapa de las nueve pasiones que conforman tu personalidad: te ayuda a conocerlas, y así identificar cuál de ellas te domina.



¿Cuáles son esas nueve pasiones?

Ira, orgullo, vanidad, envidia, avaricia, cobardía, gula, lujuria y pereza.



Suenan a los pecados capitales.

Los griegos ya enumeraron casi todas esas pasiones, llamadas luego pecados por el cristianismo, y que son a su vez los nueve eneatipos del eneagrama.



¿Y una de esas pasiones me domina?

Siempre hay una dominante sobre las demás: identifica cuál es la tuya, y así podrás trabajarte para equilibrarla con las demás.



¿Con qué fin?

Dejar de actuar reactivamente, con automatismos, como una máquina: ante cada situación serás capaz de actuar con conciencia.



¿Cuál es su pasión dominante?

La avaricia.



¿Sí?

He temido siempre quedarme sin nada: temeroso de la precariedad de mis recursos, me ha costado invertir en mis capacidades, he desconfiado de mí... Y eso me ha dejado en el filo del vivir, una vida por vivir.



¿No ha podido dominar esa avaricia?

Ya sí, pero ha sido difícil. Ya lo dijo Churchill: "El hombre se tropieza con la verdad..., pero se levanta y sigue su camino".



¿De dónde proviene el eneagrama?

De un esoterismo cristiano de Asia Central, que divulgó por Europa una especie de Sócrates ruso de principios del siglo XX, Gurdjieff. Y de él lo aprendió Óscar Ichazo, que me lo enseñó en el desierto de Arica.



¿Cómo fue usted a parar al desierto?

Era 1970, y yo pasaba el peor momento de mi vida... Y me retiré durante seis meses.



¿Qué le había sucedido?

Mi segunda esposa tuvo un accidente de automóvil y murió mi hijo de once años.



Sobreponerse debió de ser duro...

Yo tenía 37 años y me tendía en su camita y pasaba horas y horas llorando. Un día entendí que era llanto por lo que no había podido quererle. Sentí su presencia y dejé de llorar.



¿Y qué aprendió en el desierto?

Yo era médico psiquiatra. Vi que la medicina farmacológica abordaba síntomas, pero no la raíz del problema del paciente: la dejé para ejercer como psicoterapeuta.



¿Es muy malo que mande una pasión?

Lo malo es que en ese caso tu vida será más pequeña, automatizada, dilapidarás energías..., pudiendo vivir más plenamente.



¿Qué automatismo le hizo ser médico?

A los seis años vi la luna llena y le pregunté a mi madre qué era eso. Me dijo que era un cuerpo celeste, como lo eran las estrellas, los planetas..., y me habló de la gravedad... y experimenté un intenso placer ante ese vislumbre de conocimiento... Y ya busqué repetir ese gozo, y eso me llevó a la ciencia.



Pero luego dejó la ciencia.

Cuando sentí que la filosofía y la psicología afrontaban mejor el dolor de la infelicidad.



¿Cuál ha sido su momento más feliz?

A los 20 años tuve una relación erótica con una conocida de 40 años, y sentí tanta alegría... ¡El mundo era bello! Sentí la alegría normal del vivir, y ahí fui consciente de que yo no había estado vivo hasta entonces.



¿Ha llegado a conocerse perfectamente a sí mismo?

En el centro de la cebolla, si vas quitando capas y capas, no hay semilla, ¡no hay nada!



¿Qué significa esto?

Que lo único que hay son los demás. Antes yo me recluía en mi torre de marfil, pero hoy veo los problemas del mundo...



¿Cuáles son?

Todos derivan de una estructura patriarcal profunda, de modo que todos se diluirían si educásemos a los niños de otra manera.



¿Cómo, exactamente?

Integrando intelecto, cuerpo, emociones y espíritu, para ser más amorosos, más libres: más sabios. Pero para eso es decisivo primero que eduquemos a los educadores.



¿Tenemos una educación no amorosa?

Demasiado intelectual, institucional, individualista, patriarcal y poco humanística. Nuestra sociedad sigue siendo machista y depredadora. Ya decía Cicerón: "Cada senador es sabio..., pero el Senado es un idiota".



¿Solución?

Integrar intelecto, amor e instinto, nuestros tres cerebros. Abrazarlos a los tres de verdad: por ahora, el intelecto ha eclipsado el amor y ha demonizado el instinto.



¿Debo dejarme llevar por mi instinto?

Si te arrastra, no eres libre: se trata de aliarte con tu instinto.



¿Qué pasión domina hoy al mundo?

La vanidad. Se expresa en la pulsión por el éxito económico, la supremacía tecnológica, la confusión entre valor y precio...



¿Hacia dónde se encamina el mundo?

Muchos son los llamados..., pero muchos son también los sordos. Hay una pulsión de transformación cierta, pero pasa por encender la luz y ver en tu propia oscuridad.



Y si lograse encenderla, ¿qué veré?

Sabrás que todo es pulsátil, que todo late... Si buscas el yo, acabarás topándote con la ausencia de yo: lo transformador es sentir el ser. Si eso sucede, tendrás días peores o mejores..., pero recordarás el sabor del ser.



¿Un consejo definitivo?

Ocúpate del reino del corazón, y el resto te llegará por añadidura.

jueves, 19 de enero de 2012

Devenir Enamorado

Devenir Enamorado [1]

Por Liliana Palazzini
Psicóloga egresada de la Universidad Nacional de Rosario. Psicoanalista,
Ex Miembro Activo de la Sociedad Psicoanalítica del Sur (Bs. As.)
Publicaciones:
- Movilidad, encierros, errancias: avatares del devenir adolescente; en: Adolescencias: trayectorias turbulentas. M. C. Rother Hornstein (Compiladora). Paidós, Buenos Aires, 2006
- “Una foto color sepia…”: organización y desorganización en la tramitación adolescente.; en: Adolescencias: trayectorias turbulentas. M. C. Rother Hornstein (Compiladora). Paidós, Buenos Aires, 2006
lilianapalazzini@cablenet.com.ar



En términos pulsionales poder amar, nos dice Piera Aulagnier (1979), -refiriéndose al amor logrado/maduro-, exige una catectización privilegiada del Yo del otro, este sentido de “exigencia” marca un trabajo que no se pude dar por sentado desde los principios de la genitalidad sino que el amor en sí necesita un recorrido para plasmarse desde la ilusión de fusión como marca inicial de la vida, hasta la adquisición del sentido de alteridad, tan difícil como esquivo. Es necesario subrayar que este pasaje es harto problemático y, a veces, imposible. Amar exige el reconocimiento de otro diferente, nunca del todo accesible ni cognoscible por lo cual la felicidad es sólo un estado de moratoria fugaz, de olvido relativo y breve de la diferencia, de la que el inconsciente no sabe nada de nada. En la madurez, el sentido de alteridad y de extrañeza radical del otro, de ajenidad del otro, es más tolerado aunque nunca se alcanza definitivamente –es la roca viva como diría Joice Mc. Dougall-, y cuando se alcanza es un sentido que se instala y se desinstala permanentemente, durante toda la vida. Es que la noción de un “otro” como objeto separado de uno mismo nace de la frustración y… la abolición de las diferencias es la condición misma de la felicidad (Joyce Mc Dougall, 1998).

Si nos remontamos a los inicios de la vida humana sabemos que la dependencia es absoluta, se establece una fusión primordial con el objeto materno que deja la marca de un estado de completud que no puede ser olvidado en la medida que no alcanza el estatuto de recuerdo. Compone un resto vivencial siempre actuante o siempre viviente que opera con carácter de brújula en el orden del deseo, esto es la tendencia a la búsqueda del encuentro con la vivencia primordial en la medida en que el placer experimentado instala la esperanza de hallarlo en el futuro. Por ello Freud decía que encontrar el objeto era en realidad, re-encontrarlo, no obstante sabemos que no hay mera repetición sino capacidad de creación de nuevas posibilidades en cada anudamiento amoroso.

Me he referido anteriormente a la pubertad como activador pulsional con el consecuente despertar del interés amoroso, también al carácter de extrañeza del Yo frente a la metamorfosis que anuncia la genitalización del cuerpo. En cambio, en la adolescencia se reconoce la pertenencia de la transformación acontecida y el enlace amoroso sigue su incesante vaivén entre ilusión y posibilidad, entre fantasía y realidad.

En la adolescencia el estado amoroso consolida la salida del primer amor parental de la infancia, de tal modo que produce una fisura en la ligadura histórica con los objetos primordiales de amor [2]. Es por eso que los padres muchas veces se deprimen, se angustian o rivalizan con los primeros “noviazgos” de los hijos; los padres entran en un duelo ante el desprendimiento puesto en evidencia. Más allá de lo deseable que sea este desprendimiento -en tanto aleja al adolescente de la posibilidad de asumir una posición discapacitante para la vida-, tanto padres como hijos son sensiblemente tocados, ya por la pena, ya por la culpa.

Digamos que el estado amoroso en la adolescencia es más bien el de enamoramiento que el del amor y, a fin de diferenciarlos, podemos decir que el amor es simetría en un enlace en el que cada uno de los miembros de la pareja… es reconocido por el otro como fuente de placer privilegiado y también como detentador de un poder de sufrimiento igualmente privilegiado (Piera Aulagnier, 1979). Paridad que no está exenta de ilusión ni de idealización, que son los componentes propios del ejercicio de toda seducción. Pero estos componentes no lo degradan a falsedad, sino que señalan el espacio fantasmático en que el amor se despliega. No obstante, el amor implica el establecimiento de un vínculo con otro-diferente-de-mí con el que se puede proyectar o compartir.

En el enamoramiento, en cambio, lidera el carácter narcisista del vínculo en donde el otro como tal queda diluido, cuando aparece con sus diferencias produce ruptura, fisura, rasgaduras, bastante insoportables. En la adolescencia, enamoramiento y dolor están más que nunca enlazados y es posible ver en la clínica la intensidad del sufrimiento en los estallidos y descompensaciones que provocan las rupturas.

El tránsito amoroso de este período guarda un doble enlace: con las primeras experiencias que constituyeron las envolturas libidinales del Yo, como lo señala Laplanche, es decir con el narcisismo y con la tramitación edípica enlazada a posteriori. Si la triangulación edípica, que instala la interdicción y la falta, no se alcanza lo suficiente, la búsqueda de fusión con el otro será un anhelo privilegiado. La fusión no reconoce diferencia y es del orden de lo pasional, aquello que se rompe sólo con mucho ruido como peleas violentas, golpes o muerte. El tránsito por el Edipo en cambio, deja como saldo la noción de incompletud, lo inacabado, la falta, la aceptación de lo imposible y desde allí un hueco destinado a otro, otro que suplante el objeto incestuoso, otro habilitado que alivie el anhelo amoroso. La fantasmática emergente, diferente a la de fusión, es la de complementariedad, que implica ilusión de completud -esto nunca se pierde como anhelo- y que será la encargada de tejer la trama novelada del amor: lo que a mi me falta, el otro me lo da y entonces no me falta nada… así se cierra un circuito por el que ingresa narcisismo al Yo. Pero, como dijimos, esto es una ilusión y -por lo tanto- el puntapié inicial de malos entendidos, espejismos y frustraciones.

En los inicios entonces, el amor es enamoramiento y el enamoramiento es un modo de enamorarse del estado “estar enamorado” más que de otro, esta es la clave del romanticismo que sostiene el sufrimiento ligado al estado amoroso (Denis de Rougemont, 1978). Sufrimiento hecho de desencuentros continuos, de obstáculos siempre renovados, de todo aquello que las novelas de la media tarde se han encargado de ejemplificar con maestría.

Otro aspecto que requiere atención en la actualidad son las particularidades culturales que han impregnado los modos de relación y por tanto los modos del encuentro amoroso, me refiero a pautas constituidas por excesos de distinta índole, por ejemplo: el consumo alcohólico (la noche comienza con “la previa”), la presencia (al alcance de la mano) de las distintas drogas, impensable años atrás, el insólito consumo de “Viagra”, la fugacidad de los contactos como el “touch and go”, lo impersonal del erotismo como “la transa” y también –aunque más temprano en edad- la necesidad de librarse de la virginidad cual verdadera urgencia que exige un partenaire como instrumento de ejecución. [3]

Necesitamos ahondar en los interrogantes que abren estas nuevas modalidades, preguntarnos si acaso no son múltiples ropajes con los que se afronta la angustia, el miedo, las inhibiciones, las represiones; también formas de desmentida que anulan la noción de riesgo. La sensación que activa el riesgo cuando no hay soportes adultos, cuando el estado o la ley dejan de ser garantes sociales del derecho a ser joven es la de catástrofe para el psiquismo.

La sexualidad humana siempre ha sido esencialmente traumática pero la orientación del deseo en un mundo lleno de inseguridades es la tarea más complicada que enfrenta la juventud. En este atravesamiento se reactiva uno de los temores capitales del ser humano: el temor a no ser amado, que se desplaza desde el escenario histórico y singular al espacio social y cultural. El enlace con el otro pierde su noción de pasaje para ser una caída sin red ante lo cual los actos que se esgrimen tienen un alto carácter anestésico.

Vale subrayar que lo que conmueve en los inicios de la genitalidad no es tanto el enigma de la diferencia sexual anatómica como planteaba Freud –sobre eso hoy se sabe casi todo-, lo que conmueve es lo enigmático acerca de la perdurabilidad del amor y por lo tanto de los vínculos. Lo que conmueve es la noción de un futuro incierto y en tanto tal, angustiante. Eso, que produce un exceso, de orden casi traumático, se tramita también vía exceso. La tensión se lleva especialmente al campo de la sexualidad porque es aquello que implica la rueda del tiempo y en la sucesión de generaciones la sexualidad alude a la muerte y al recambio generacional. Se desata el despropósito y el desparpajo como denuncia del desorden establecido en las condiciones de la cultura posmoderna. Estamos, como dice Isabel Lucioni (2000), ante una especie de orgía de desconocimiento del otro, de ruptura de los acuerdos básicos que sostienen la diferencia generacional y el grito desgarrado de la juventud muchas veces está compuesto por transgresiones bizarras.

El Superyo de hoy da cuenta de la caída de los contratos sociales constitutivos del sujeto y lejos queda de la perspectiva freudiana de restricción y severidad propia de su tiempo. Esta instancia se anuda a la construcción de ideales y, sobre todo, al sostenimiento de una ética. Los ideales plasmados desde el entramado cultural son la matriz necesaria para la constitución subjetiva. Recordemos que… Al conjunto de regulaciones que restringe la libertad pulsional de los individuos, para sujetarlos a la configuración de un colectivo social, se lo llama derecho; y su parte fundamental, lógicamente anterior a todo código escrito, es la ética. (I. Lucioni, 2000).

Entonces podemos sostener que estas modalidades intersubjetivas hechas de actuaciones y excesos son, además, verdaderas construcciones sociales en respuesta a la general claudicación del Superyo cultural, (en esta etapa de capitalismo global y cibernético). Las modas, las usanzas, son conjuros frente al miedo porque crecer no siempre conlleva una promesa de bienestar, más bien se presenta como una amenaza de pérdida de los reaseguros que tanto ha costado construir.