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Paz y Ciencia

lunes, 23 de octubre de 2023

SÓCRATES. BREVE

 



SÓCRATES. LA DUDA COMO MÉTODO.

Este gran maestro de la filosofía y las ciencias, nació en el año 470 a.C. en la ya extinta Alopece en lo que ahora es Atenas. En el seno de una familia muy común, sin tanto renombre, donde su padre fue albañil, la cual fue la primera “profesión” del este filósofo en sus comienzos.

Eso sí, Sócrates demostró a muy corta edad, una habilidad sobresaliente para el análisis, el razonamiento y el discurso, lo que sin dudas le abrió las puertas académicas en casa de muchos grandes maestros de la antigua Grecia, como, por ejemplo: Damón, Anaxágoras o Arquelao.

De este filósofo famoso no se tienen registros literarios sobre sus aportes, ya que más que todo, su labor estuvo del lado de la ética. La cual, fue el motor que movió su vida y el área de la disciplina que más éxitos le otorgó.

Mucho de su trabajo estuvo en la difusión y la enseñanza de lo que, bajo su perspectiva filosófica, definía aspectos como el amor, la justicia, la virtud y el conocimiento mismo. Muchos historiadores coinciden en que Sócrates fue uno de los primeros pensadores en afirmar que la ignorancia era la causa de los males y los vicios en las personas.

jueves, 12 de octubre de 2023

NO-COSAS BYUNG-CHUL

 22 citas de No-cosas, de Byung-Chul Han


Muy en su línea de filósofo-cenizo, Byung-Chul Han nos muestra el vaso casi vacío: la información lo ocupa todo y, al tiempo, desnaturaliza la vida. ¿No te queda claro? 

Los impulsos de información son todo menos polos de reposo de la vida. No es posible detenerse en la información.

El «Dasein» (el término ontológico para el hombre) accede al mundo circundante por medio de las manos. Su mundo es una esfera de cosas. Pero hoy se habla de una infoesfera. Hoy estamos en una infoesfera. No manejamos las cosas que, pasivas, tenemos delante, sino que nos comunicamos e interactuamos con infómatas, los cuales actúan y reaccionan como actores. El ser humano ya no es un «Dasein», sino un «inforg» que se comunica e intercambia información.

La cama inteligente con varios sensores lleva a cabo una monitorización continua aun durante el sueño. La monitorización se introduce cada vez más en la vida cotidiana en forma de «convenience». Los infómatas, que nos ahorran mucho trabajo, resultan ser eficientes informantes, que nos vigilan y controlan. De ese modo permanecemos confinados en la infoesfera.

El rápido aumento de la entropía informativa, es decir, del caos informativo, nos sumerge en una sociedad posfáctica. Se ha nivelado la distinción entre lo verdadero y lo falso. La información circula ahora, sin referencia alguna a la realidad, en un espacio hiperreal.

Hoy corremos detrás de la información sin alcanzar un saber.

La dominación perfecta es aquella en la que todos los humanos solamente jueguen. Juvenal caracterizó con la expresión «panem et circenses» aquella sociedad romana en la que ya no era posible la acción política. La gente se calla con comida gratis y juegos espectaculares. Renta básica y juegos de ordenador serían la versión moderna de «panem et circenses».

Hoy la identidad la determina principalmente la información. Nos producimos a nosotros mismos en los medios sociales. La expresión francesa «se produire» significa ponerse en escena. Nos escenificamos a nosotros mismos. Representamos nuestra identidad.

El smartphone refuerza así el egocentrismo. Al tocar su pantalla, someto el mundo a mis necesidades. El mundo parece estar digitalmente a mi entera disposición. […] El tacto del dedo índice hace que todo sea consumible.

Percibimos la realidad a través de la pantalla. La ventana digital diluye la realidad en información, que luego registramos. No hay contacto con cosas. Se las priva de su presencia. Ya no percibimos los latidos materiales de la realidad. La percepción se torna luz incorpórea. El smartphone irrealiza el mundo.

Plataformas como Facebook o Google son los nuevos señores feudales. Incansables, labramos sus tierras y producimos datos valiosos, de los que ellos luego sacan provecho.

La posibilidad del posterior procesamiento digital debilita el vínculo con el objeto. Hace imposible el fervor por la realidad. Separada del objeto, la fotografía se torna autorreferencial. La inteligencia artificial genera una nueva realidad ampliada que no existe, una hiperrealidad que ya no guarda ninguna correspondencia con la realidad, con el objeto real. La fotografía digital es hiperreal.

El big data sugiere un conocimiento absoluto. Las cosas revelan sus correlaciones secretas. Todo se vuelve calculable, predecible y controlable. Se anuncia toda una nueva era del saber. […] Según la lógica de Hegel, la correlación representa la forma más baja de saber.

La inteligencia artificial es incapaz de pensar, porque es incapaz de «faire l’idiot». Es demasiado inteligente para ser un idiota.

La consecuencia de la marea de objetos digitales, en particular, es una pérdida del mundo. La pantalla es muy pobre en mundo y realidad. Sin nada enfrente, sin un tú, solo damos vueltas alrededor de nosotros mismos.

La realidad como información pertenece al orden del «to like», no del «to love». El «me gusta» inunda el mundo. La negatividad de lo otro es inherente a toda experiencia intensa. La positividad del like transforma el mundo en un infierno de lo igual.

Heidegger diría: la inteligencia artificial no piensa, porque no tiene manos. [..] La mano de Heidegger defiende decididamente el orden terreno frente al digital. Digital deriva de digitus, que significa «dedo». Con los dedos contamos y calculamos. Son numéricos, es decir, digitales. Heidegger distingue explícitamente la mano de los dedos.

Nos encaminamos hacia una era trans y poshumana en la que la vida humana será un puro intercambio de información. El hombre se deshace de su ser condicionado, de su facticidad, que, sin embargo, lo hace ser precisamente lo que es. El hombre procede del humus, esto es, de la tierra. La digitalización es un paso consecuente en el camino hacia la anulación de lo humano. Es probable que el futuro humano se halle preestablecido: el hombre se anula para hacerse absoluto.

Nadie escucha. Cada individuo se produce a sí mismo. El silencio no produce nada. Por eso, el capitalismo no ama el silencio. El capitalismo de la información produce la compulsión de la comunicación.

El silencio es ajeno a la información. Contradice su naturaleza. La información silenciosa es un oxímoron. La información nos roba el silencio imponiéndosenos y reclamando nuestra atención. El silencio es un fenómeno de la atención. Una atención profunda solo produce silencio. Pero la información tritura la atención.

Es preciso distinguir dos formas de potencia. La potencia positiva consiste en hacer algo. La negativa es la disposición a no hacer nada. Pero no es idéntica a la incapacidad de hacer algo. No es una negación de la potencia positiva, sino una potencia independiente. Permite que el espíritu permanezca en calma contemplativa, es decir, preste una atención profunda. Sin esta potencia negativa, caemos en la hiperactividad destructiva. Nos hundimos en el ruido. El fortalecimiento de la potencia negativa por sí solo puede restablecer el silencio. Sin embargo, la compulsión imperante de comunicación, que resulta ser una compulsión de producir, destruye deliberadamente la potencia negativa.

Ahora las cosas están casi muertas. No se utilizan, sino que se consumen. Solo el uso prolongado da un alma a las cosas.

Como cazadores de información, nos volvemos ciegos ante las cosas silenciosas y discretas.

ANHEDONIA

 


¿Sientes que has perdido la capacidad para disfrutar?, ¿has perdido la alegría? La anhedonia está caracterizada por la incapacidad de sentir placer incluso cuando se llevan a cabo actividades placenteras.

La mayoría de las personas sentimos placer al realizar actividades que nos gustan, las personas con anhedonia han perdido la capacidad para disfrutar de eso y más.


Cuando perdemos la capacidad de disfrutar, es normal que lo que hagamos llegue a perder su sentido. Pero, ¿qué es exactamente la anhedonia?, ¿qué hacer cuando has perdido la alegría? ¡Descúbrelo en este post!


Anhedonia: qué es



La anhedonia es la incapacidad de sentir placer cuando se llevan a cabo actividades placenteras. Se trata de un síntoma común de la depresión mayor y de otros trastornos mentales como la esquizofrenia, la psicosis, anorexia, entre otros.


Es importante tomar en cuenta que algunas personas también pueden experimentar anhedonia sin tener necesariamente algún trastorno mental.
Las personas que padecen anhedonia generalmente dejan de experimentar placer en todas las áreas de su vida.


Sin embargo también hay algunos casos en donde la falta de placer aparece solamente en ciertas áreas en concreto.


¿Te imaginas vivir una vida en la que no tengas la capacidad para saborear un delicioso helado o para experimentar la alegría que causa el reunirse con un gran amigo?


Una persona con anhedonia no necesariamente se siente triste pero le es difícil disfrutar de las cosas y siente muy poco placer en su vida diaria, en ocasiones ninguno en absoluto.


Y es que cuando eso sucede es un indicativo de que ha perdido el interés en todas las áreas de su vida.
Por lo que no solo no puede disfrutar de las actividades que antes le gustaban o de la compañía de personas con las que solían disfrutar, tampoco puede disfrutar de la comida y/o del sexo.

Tipos de anhedonia


La anhedonia se puede clasificar en 2 tipos, los cuales son los siguientes:

Anhedonia social: La persona que experimenta este tipo de anhedonia no siente realmente ningún tipo de placer al relacionarse con los demás.

Por lo que dejan de importarle todo tipo de relaciones interpersonales como los amigos, familia, pareja.

Es difícil que se sienta motivada y sienta realmente el deseo de pasar tiempo con ellos como antes.

Así que suele rechazar invitaciones para salir y convivir con personas cercanas o que acaba de conocer y por lo contrario, prefiere quedarse solo(a) todo o casi todo el tiempo.

Mientras más tiempo pasa sin tener este tipo de interacción con los demás, más difícil se le hace decidirse a hacerlo.

También experimenta una desconexión emocional hacia los demás y deja de experimentar emociones como el amor, la compasión, la empatía e incluso el dolor que podría provocarle la pérdida o estar en conflicto con alguna persona cercana.

Esto no significa que realmente no le importe nadie, es solo que al estar desconectado(a) emocionalmente de sus emociones.

Es como si estuviera bloqueado(a) emocionalmente y eso no le permita dejarse sentir.

Anhedonia física: La persona no disfruta de las sensaciones físicas agradables que podrían aportarle ciertas acciones o actividades.

Por ejemplo, un abrazo, comer su comida preferida, no disfruta de un buen masaje, de las relaciones sexuales y de todo lo que implique sentir alegría y placer con el contacto físico.

Cómo se siente la anhedonia: síntomas


Entre los síntomas principales de la anhedonia se encuentran los siguientes:

Falta de interés y motivación: La persona no tiene el deseo de hacer nada porque no siente que haya una relación entre realizar alguna actividad y la recompensa que esto le traerá.


Y es que nuestro cerebro siempre detecta cual va a ser la recompensa al realizar alguna actividad y al tenerla clara decide hacer algo para llegar a ella.


Por ejemplo, en el caso de pasar tiempo con los amigos lo cual podría ser una actividad agradable, la persona no relaciona esta acción con la alegría que esto le podría generar.


Otro ejemplo puede ser el recibir un masaje, la persona no percibe que la recompensa sería sentirse más tranquila y relajada más tarde.


Debido a que no se detecta la recompensa que se tendría al realizar ciertas actividades, es fácil que la persona con anhedonia no se sienta motivada a hacerlas.

Sentimientos negativos hacia uno mismo y hacia otros: Al dejar de experimentar alegría y placer en las actividades que antes le eran agradables, la persona comienza a sentirse mal con ella misma.


Probablemente también se deba a la misma confusión que le produce el desconocer de donde viene su falta de placer.


Esos sentimientos pueden experimentarse hacia las demás personas ya que se les relaciona con la falta de interés.


Por lo que podría pensarse que la falta de interés por compartir tiempo con otra persona se deba a que hay algo mal en ella (es aburrida, no es de fiar, etc.)

    La corteza prefrontal medial actúa como tránsito para los actos placenteros y podría ser la principal responsable de que se produzca la anhedonia.


    Según las investigaciones, la principal causa de que exista esa alteración en la actividad en la corteza prefrontal podría ser genética.


  1. Antidepresivos y antipsicóticos: Irónicamente algunos medicamentos recetados para curar la depresión pueden causar anhedonia, así como el uso de antipsicóticos.


    Un ejemplo en el caso de ambos medicamentos es que la persona experimenta una disminución de la libido, entre otros efectos secundarios.


    Estos efectos secundarios hacen que la persona se mantenga emocionalmente desconectada de sus emociones.
  1. Eventos traumáticos no superados: Los eventos traumáticos, sobre todo los más recientes y que han impactado gravemente la vida de una persona pueden provocar que se termine experimentando anhedonia.


    Un ejemplo de ello sería una persona que ha sufrido una violación y esto haya provocado que el placer que sentía al tener relaciones sexuales desaparezca.


    Puede ser también que haya vivido de manera traumática la pérdida de un ser querido y al no poder soportar el dolor emocional que esta situación le provocó inconscientemente se separó de su emociones llegando a no sentir nada.

  1. Trastornos alimentarios: Algunos trastornos de la alimentación como pueden ser la bulimia y la anorexia pueden provocar que con el tiempo la persona vaya perdiendo la alegría y el interés por todo o casi todo.

  1. Enfermedades graves: Existen algunas enfermedades como la enfermedad de Parkinson en donde la persona que la padece va dejando de sentir placer por las actividades que antes le resultaban placenteras de manera progresiva.

  1. Historia de abuso o negligencia: Personas que en la infancia fueron abandonadas, maltratadas y/o abusadas.


    Al ser tanto el dolor que sentían y muy pocos los recursos que tenían en ese momento para hacerle frente que aprendieron a disociar sus emociones como una manera de lidiar con el dolor.


    Esto con el tiempo provoca que la persona se aleje cada vez más de su experiencia emocional.


    También puede ser que haya aprendido a generalizar todas las situaciones y no solo no llegue a experimentar dolor sino también emociones placenteras.

  1. Altos niveles de estrés: Cuando una persona se encuentra sometida diariamente a altos niveles de estrés.


    Ya sea por ejemplo porque tenga muchos problemas familiares, económicos, laborales, etc.


    Por lo tanto con el tiempo haya ido perdiendo la capacidad para disfrutar de la vida y sentir placer ante las actividades que antes le resultaban placenteras.