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Paz y Ciencia

domingo, 28 de junio de 2015

Crítica: Freud y Onfray

Nos decía Rilke que no se debe hacer críticas. Nos explica que no es estético. No es bello. Es de mal gusto.
Onfray, el filósofo ateo y díscolo ha escrito un amplio ensayo que se podría resumir diciendo: "contra Freud y el freudismo". Sin mucho rigor histórico del psicoanálisis.
La obra se titula: "Freud. El crepúsculo de un ídolo".
Me quedo con los hermosos consejos de Rainer María Rilke en "Cartas a un joven poeta".

Rodrigo Córdoba Sanz
Psicólogo y Psicoterapeuta
Tel: 653 379 269

sábado, 27 de junio de 2015

Crujido: Princesa Inca

¡Menudos poemas los de Cristina!
Completamente catárticos. Con un poco de mimo puedes hacer una inmersión en su mundo.
Un mundo bizarro. Un mundo complejo, abigarrado.
La diferencia con su anterior obra es que en éste, tengo la sensación de que ella es más Ella. Eso me parece hermoso, quizá sea solo una interpretación pero me atrae al mismo tiempo que me aterra su sufrimiento porque también es mío.
Rodrigo Córdoba Sanz
Psicólogo y Psicoterapeuta
Tel.: 653 379 269

viernes, 26 de junio de 2015

El odio a un ídolo: Freud y Onfray



Vídeo de Michel Onfray presentando su libro

Este trabajo de Michel Onfray, un filósofo potente y con alta productividad, ha alcanzado las sensibilidades de los más firmes defensores del psicoanálisis. A mi entender, el psicoanálisis es una "inspiración", no un modelo firme y rígido. Es más, de este último modo, coincido con Onfray en que es peligroso pero el texto parece tener un cierto sesgo, probablemente buscado y por otra parte, inconsciente.
Recomiendo leerlo, en dosis pequeñas, masticarlo y digerirlo con cariño crítico porque no todo es cierto aunque puede que la crítica a la atmósfera del psicoanálisis como "la cura" es acertada..
Rodrigo Córdoba Sanz

“Odio”

El libro ha generado airadas protestas y acusaciones desde círculos intelectuales de Francia.
La historiadora y psicoanalista Elisabeth Roudinesco aseguró en un artículo publicado por Le Nouvel Observateur que el nuevo texto de Onfray está “plagado de errores y cruzado por rumores”.
Roudinesco acusó a Onfray de haber sacado las cosas de contexto y sostuvo que Freud “de ninguna manera se adhiere al fascismo y nunca hizo apología de los regimenes autoritarios”.
“Cuando sabemos que ocho millones de personas en Francia se tratan con terapias derivadas del psicoanálisis, está claro que en el libro y en las palabras del autor hay una voluntad de daño”, sostuvo.
En su debate con Onfray, Kristeva defendió el psicoanálisis como un mecanismo capaz de tratar problemas como la histeria, el complejo de Edipo o las conductas anoréxicas y bulímicas, entre otros.
“Onfray nos insulta cuando dice que el psicoanálisis no cura”, escribió el psiquiatra y psicoanalista Serge Hefez en el semanario Le Point. “¿Qué hacemos todos nosotros en nuestros consultorios, centros de terapia familiar, conyugal, nuestros hospitales y servicios hospitalarios si no es ayudar al sujeto a convertirse en actor de su propia historia?”.
Hefez afirmó que “el psicoanálisis sí cura, es un tratamiento útil y vivo, practicado por miles de terapeutas concienzudos que conocen de fracasos, éxitos parciales y éxitos”.
Onfray respondió que muchas reacciones contra su libro evitan responder sus argumentos centrales y, en un artículo publicado en el diario Le Monde, preguntó si es imposible hacer una relectura crítica de Freud.
“Con este libro, algunos amigos me habían anticipado el odio porque me metía con el monedero”, escribió. “Hoy me doy cuenta lo acertados que estaban…”.
No podemos pedirle a Onfray que sea más ingenioso y original de lo que es capaz de ser y que se abstenga de usar descalificaciones tan tópicas, ramplonas y esloganescas como aquellas que hacen referencia al presunto fascismo de Freud, pero, en general, su ensayo no carece del todo de interés. Aunque ciertos puntos que trata de divulgar sean algo que debiera ser ya consabido por todos los interesados en la investigación psicológica. Que la historia de las modernas ciencias de Psique son un relato lleno de arbitrariedades, prejuicios, subjetividad y despistes como no se da en ninguna otra rama de las ciencias naturales es algo que tenemos que etiquetar de obvio. Que, sin embargo, en contraste con sus auténticas utilidad y verosimilitud, bien enfocado como negocio es uno de los más prósperos y boyantes que existen, lo hablé no más que hace un par de días con un colega (que es, dicho sea de paso, junto con las ratas, tan pobre como yo). Lo que la ciencia médica aporta al enfermo físico guarda infinita mejor proporción con el honorario al uso que lo que aportan al enfermo mental la psiquiatría y la psicología (aunque siga siendo también una proporción muy injusta). No, no sólo es un problema del Psiconálisis. Onfray se queda corto. Yo hablo de toda la ciencia psicológica en general. Si nos atrevemos al sensacionalismo de gritar que no cura el Psicoanálisis, habría que seguir avisando que tampoco lo hacen el Conductismo, ni la evolutiva, ni la cognitiva, ni la Gestalt, ni… Ni la Psicología junguiana. Me viene a la mente el título de aquel ensayo del junguiano Hillman y Michael Ventura titulado “Cien años de psicoanálisis y todo sigue igual”.
Pensemos. La medicina ha alargado la esperanza de vida bastante en un siglo. La psicología se encuentra sin embargo cada década ante más y más prevalencia de la problemática mental. Eso sí: más clientes, claro.
¿Y ya está? ¿Éstos son los términos entre los que debe enmarcarse el debate? No. La primera responsabilidad como ciencia de la psicología es tratar de comprender y conocer la psique. Intentar curarla viene después. Atendiendo a esta prioridad, decimos de nuevo que el panorama en general es tan triste como lo es el paisaje de la práctica clínica, pero no del todo es tan así. Por ejemplo, un junguiano, inherentemente, concibe la psique como algo que se adapta hasta cierto punto a las consignas filosóficas que predica Freud, y el conductismo, y Adler, y el cognitivismo, y… Y después de cualquiera de esos puntos, continua hacia niveles más allá, hacia las últimas fronteras. La auténtica filosofía, ciencia, de lo que es la psique, es holística, o no es. Onfray avisa de que el psicoanálisis es sobre todo algo a imagen y semejanza de su autor. Bueno, dejando ahora de lado que eso pasa con todo, en realidad, incluso con las matemáticas (y, por supuesto, entre la obra de Onfray y él mismo -cosa de la que él mismo es consciente-), podemos contraponer que precisamente un investigador con un carácter más vasto y más complejo, creará una teoría psíquica de mayor alcance y, por tanto, más cerca de su objetivo final. En Psicología, como en ninguna otra disciplina, la importancia del sujeto investigador, su experiencia biográfica, y la complejidad de su temperamento es vital en el alcance y veracidad de su producción científica. Los mapas los hemos confeccionado explorando el mundo. Los mapas de la psique los confeccionan los que se aventuran por sus entresijos. No olvidemos nunca que en este área el investigador y el objeto de estudio coinciden. Lo que uno no descubre en sí mismo, no lo hará a través de ningún electroencefalograma ni estudiando ratas.
El primer problema llega alrededor del problema de la falsabilidad. Colón indicó el camino a América y todo el mundo desde entonces pudo ir. Jung habló de ciertas realidades que, no nos engañemos, la mayor parte de la gente jamás hará conscientes. Por eso Freud sigue teniendo más fama y popularidad. Porque el sexo es una realidad flagrante en todos.
Ahora vayamos con el problema de la terapia. Para mí, y para mucha gente, la comprensión, el análisis de lo psíquico, es el principal hilo curativo. Por eso tengo muy claro que una mala filosofía sobre la psique, un cuerpo teórico pobre, como es en efecto el Psicoanálisis, y como es en general el que presenta la ciencia psicológica moderna, no puede propiciar un verdadero reajuste psíquico. Excepto los casos en que la psique del paciente se conforme con un trabajo al nivel que sí alcance la eventual teoría de su sanador y aquellos, muy abundantes, en que la transferencia, la relación sentimental con el terapeuta, sea el alivio en sí que necesite, al menos temporalmente, como una taza de tila, esa psique dolorida. La mayor parte de los alivios terapéuticos se producen a través de la mera acción de acompañamiento, de enfermería, que hace el terapeuta. El amigo alquilado. Una vez alguien me dijo “Si hubiera en el mundo más amistad no harían falta tantos psicólogos”. Exacto. Así es. En relación a esto, ¿qué más da que el amigo alquilado sea junguiano, o freudiano, o conductista? Esta forma de “éxito terapéutico” se da especialmente (obvio) en caracteres sentimentales. Lo cual no justifica las enormes sumas que se cobran, pero sí empieza a justificar en algo el ejercicio de esta polémica profesión. Por otra parte, el mero hecho de la transferencia bien sabemos que moviliza ciertas estructuras inconscientes que pueden poner en marcha el mecanismo de una más auténtica curación, el cual puede abrirse paso más allá del mero acompañamiento fraternal hasta producir el necesario reajuste realmente curativo. Digámoslo así: hasta en la consulta de los conductistas (y en las reuniones de Onfray con sus amigos ateos) los arquetipos, los dioses, están presentes. Así que nada queda al margen de lo que él llama “efecto placebo”. Y yo entiendo que nos abre hacia el concepto de la autocuración. Lo cual es el quid de toda la clínica psicológica.
El terapeuta no es un cirujano. No podemos intervenir la psique. Es algo que queda mucho más allá de cualquier voluntad, poder y alcance. Lo digo mucho: sólo ayudamos a quienes se ayudan a sí mismos. Aunque, dicho con más exactitud, sería: “sólo ayudamos a quienes ayuda el Sí mismo”. Si consideramos, como hay considerar, la auténtica cura como la integración de lo inconsciente en la conciencia, el incremento de conciencia, presupuesto que el Psicoanálisis y la Psicología junguiana comparten, el terapeuta sólo ayuda si es usado por el Self para poner voz a los contenidos inconscientes que quiere mostrarle al ego del paciente y obligarle a asimilar. El terapeuta sólo es útil si queda atrapado, sincrónicamente, en el destino que traza la línea curativa del “cuando el paciente está preparado, aparece el terapeuta”. Entonces, lo que suele además suceder es que el sanador se transforma a la vez que su cliente.
El proceso no puede compararse a un tratamiento médico físico, con su cartesiana linealidad. Nadie aplica un método, pues el método se impone a la voluntad de los dos participantes en el proceso. La acción del terapeuta es esencialmente indirecta. Todo está en manos de la actitud y aptitud del paciente y de la disposición de su inconsciente. Todo es Dios mediante. Todo es un experimento alquímico. A veces los síntomas (de los dos) atraviesan un aparentemente contradictorio período de empeoramiento, que es de todos modos necesario. A veces el fruto del encuentro sólo aparecerá mucho tiempo después, lejos ya del tiempo de las sesiones. A veces, por supuesto, no madura nunca fruto ninguno.
La postura del profesional es profundamente pasiva frente al poder de los arquetipos (los verdaderos guías y médicos). En ciertos casos, es imposible distinguir lo que llega a la consulta de lo que aparece por la calle en forma de amistad o relaciones sentimentales. Son los mismos temas, las mismas tipologías, las mismas constelaciones arquetípicas, los mismos retos. En esos casos, todo es destino. El que el terapeuta haya llegado a estar ahí. El que cierta gente dé con él. Por un lado, estoy convencido de que el Self de las personas que van a terapia podría enviarles la misma información de otra manera. O sea, que el analista es contingente, prescindible. Al mismo tiempo, sin embargo, sé que están todos ahí convocados por el karma.
Ésta es la perspectiva junguiana más pura. Sinceramente, creo que quien aborde este trabajo de otro modo, quizás como se empeña uno en la fontanería u otra “profesión de provecho”, se va a forrar vivo, seguro, pero está engañando al mundo y a sí mismo, aunque su consulta mantenga la media estadística de éxito alrededor del efecto placebo autocurativo. Esto no es una forma más de ganarse la vida y medrar en sociedad. Esto es una forma de entregarla.
Hay mejores y peores psicologías, en tanto hay mejores y peores científicos y ciencias. Pero no. Ni la mejor podemos decir que cura. La mejor lo es porque se pone al servicio del proceso autocurativo tratando de ser el mejor placebo posible.
Homeopatía, magnetismo, radiestesia, exorcismo, astrología… Qué gratas y certeras comparaciones. Es así. La verdadera disciplina terapéutica encuentra en estas cosas sus hermanas. Las verdades más esclarecedoras, curativas y exactas que sin embargo nadie va a atrapar fácilmente en un laboratorio ni haciendo estadística, sujetas todas al Principio de elusividad cósmica. Antipopulares y aristocráticas por esencia. Se pensará Onfray, con su típica razón de adolescente terrible, que ofende diciendo eso…

miércoles, 24 de junio de 2015

El Crepúsculo de un Ídolo: Michel Onfray


Bajo la pretensión de edificar una ciencia, Sigmund Freud (1856-1939) erigió, en realidad, una construcción artística, una filosofía que ha ejercido enorme influencia en Occidente pero que tiene más que ver con la literatura y el pensamiento mágico que con un análisis del mundo que pueda ser universalmente compartido. Esa es, a grandes rasgos, la tesis nuclear del ensayo Freud. El crepúsculo de un ídolo (Taurus), que se puso a la venta el pasado viernes y que dibuja a un Freud megalómano y mentiroso, adicto a la cocaína durante diez años, con una relación insana con sus padres –y ya no digamos con su hija Anna– y “obsesionado en extender al mundo entero sus propias neurosis con el fin de hacerlas más digeribles”.

lunes, 22 de junio de 2015

Dimensiones transpersonales



El término "Psicología Transpersonal" suele  englobar a una serie de pensadores y psicólogos que habiendo desarrollado diferentes estilos terapéuticos tienen en común la aceptación de la espiritualidad del ser humano.
La Psicología Transpersonal considera que la psique es multidimencional. Existen diversos "niveles de conciencia" y cada uno tiene diferentes características y se rige por distintas leyes. Tal como sostiene Stanislav Grof, "el mayor problema de la psicoterapia occidental parece ser el hecho de que, por diversas razones, cada investigador ha fijado primordialmente su atención en un determinado nivel de conciencia y ha generalizado sus descubrimientos a la totalidad de la psique humana."
Los orígenes de esta corriente toman forma a fines de la década del 60 y que, pese a contar con brillantes exponentes como Abraham Maslow, Stanislav Grof y Ken Wilber, ha sido ignorada  sistemática en el ámbito académico de la Psicología. No se enseña prácticamente en ninguna universidad aún siendo, probablemente, la corriente psicológica más abarcativa de todas. Por supuesto que este es un punto discutible y propongo este escrito como una contribución al debate.
La psicología Transpersonal no reniega de otras escuelas de pensamiento como el psicoanálisis ni se plantea como opuesta; lo correcto sería decir que intenta ir más allá. Para la visión tranpersonal, los desarrollos de Freud han sido de fundamental valía en el desarrollo de la ciencia psicológica al incluir la idea del inconciente en una disciplina que se encontraba atada al racionalismo positivista. Indudablemente, el  psicoanálisis abrió las posibilidades de comprensión de la psique humana. La psicología transpersonal promueve otra apertura incluyendo la dimensión espiritual del ser humano. El psicoanálisis es un modo de abordaje ideal para los distintos tipos de neurosis, la histeria y otras psicopatologías. No podemos negar que Freud era un neurótico, brillante, pero neurótico al fin. Y como tal, estudió la neurosis y "males" afines; se dedicó a lo que él veía de cerca.
Lo que el psicoanálisis y otras corrientes han descuidado es el estudio del ser humano sano. Estas terapias, si logran ser exitosas, desestructuran la neurosis y devuelven al paciente a la normalidad de su época.
Muchos consideran a Jung, como el primer psicólogo transpersonal, por su estudio de los arquetipos, su ampliación del concepto de libido y la  resistencia a reducir al hombre a su sexualidad; todos planteamientos que le valieron la condena de Freud. Jung consideraba al inconciente como "un principio creativo e inteligente, que vinculaba al individuo con la totalidad de la humanidad, la naturaleza y el conjunto del cosmos."
Además de la existencia del inconciente individual "descubierta" por Freud, Jung postula la existencia de un inconciente colectivo, compartido por toda la especie humana. Para Jung, más allá de los condicionamientos culturales que definen sus formas de manifestación, la espiritualidad es un principio intrínseco a la psique humana.
Del otro lado del océano, Abraham Maslow fue uno de los primeros investigadores interesados en estudiar la psicología de los seres más "avanzados" que ha dado la historia de la humanidad. Lo que le interesaba era examinar a los seres psicológicamente más sanos; por supuesto, una rara minoría en la que incluyó a Cristo y los místicos de otras culturas. Lo que infirió, luego de estudiar exhaustivamente la vida de estos hombres "iluminados" era que no tenían su identidad puesta y encerrada en su persona, en su ego, en su historia. Tenían un sentido de identidad más amplio, que iba más allá de su personalidad, una identidad "transpersonal".  Su identidad se ampliaba hacia una comunión con la totalidad de los fenómenos, con la totalidad de los seres. Algo, por supuesto, muy difícil de comprender, para la mayoría de nosotros; y por lo tanto, los psicólogos, sobretodo los occidentales, suelen ignorar estos fenómenos o bien, calificar de patológicas a este tipo de experiencias místicas.
Maslow se interesó por el estudio de las que denominó "experiencias cumbre" sugiriendo que dichas experiencias pueden ser supranormales en vez de subnormales. Tales experiencias de plenitud que muchas personas han experimentado aunque más no sea por unos instantes, pueden ser un indicio de un potencial humano.
Uno de los desarrollos de Maslow que sentó precedentes en el impulso de la psicología transpersonal fue su teoría de las "necesidades".  En 1943 publica un trabajo titulado "Una teoría de la Motivación Humana" en el que expone la existencia de una jerarquía de necesidades. En el punto más básico de la jerarquía ubica a las necesidades fisiológicas contenido de sal, azúcar y proteína en el torrente sanguíneo) que se traducen en la necesidad de alimento. Las personas que tienen hambre se ven imposibilitadas de concebir  ninguna otra necesidad.
Satisfechas las necesidades de alimento, irrumpen las necesidades de seguridad, a las que vincula con el anhelo de contar con ciertos hábitos regulares que alejen la posibilidad del miedo y el dolor.
A continuación aparecen las necesidades de amor y pertenencia. Digamos que cuando una persona logra un lugar estable donde vivir y un ingreso de dinero regular, empieza a sentirse impulsada a lograr satisfacción sexual, una pareja, amigos, hijos y la pertenencia a un grupo.
Satisfechas las necesidades de amor, emergen las necesidades de estima, a las que describe como necesidades de "evaluación estable y elevada de sí mismo, de amor propio y de la estimación de los demás".
Por último, en la cima de la pirámide menciona a la "necesidad de autorrealización", que atañe a la realización del propio potencial, llegar a ser todo lo que se pueda ser. Dentro de estas necesidades de realización Maslow incluye, la necesidad de conocimiento y de trascendencia.
Estas necesidades "superiores" forman parte de la naturaleza psicológica del ser humano residiendo también en el inconciente y, aunque en la mayoría de las personas no se despliegan, existen, cuando menos, como potencialidad.
 Ken Wilber es quizás el más erudito de los teóricos relacionados con lo transpersonal. Sus desarrollos son demasiado extensos como para este escrito y los abordaremos con la dilatación que merecen en otra ocasión. Basta aquí apuntar que siendo un eximio estudioso de la psicología tanto occidental como oriental, concluye que la espiritualidad y la religiosidad son características de la psiquis humana, aunque se ocupa de diferenciar la religión exotérica de la esotérica. "La religión exotérica o externa es una religión mítica, una religión terriblemente concreta y literal, que cree, por ejemplo, que Moisés separó las aguas del Mar Rojo, que Cristo nació de una virgen, que el mundo se creó en seis días,... que la tierra descansa sobre la espalda de un elefante y que éste, a su vez, se apoya sobre una tortuga que reposa sobre una serpiente... Así son las religiones exotéricas, un conjunto de sistemas de creencias que intentan explicar los misterios del mundo en términos míticos más que en términos de experiencia directa o de evidencia". Esta es la religión que Freud y otros investigadores han asociado, razonadamente, con fijaciones a un pensamiento mítico. Cuando en psicología se habla de religión y espiritualidad se está pensando en este tipo de creencias y raramente se distingue entre lo exotérico y lo esotérico.
Citemos otra vez a Wilber: "La religión esotérica no te pide que tengas fe en nada o que te sometas dócilmente a algún dogma. La religión esotérica, por el contrario, consiste en un conjunto de experimentos personales que llevas a cabo científicamente en el laboratorio de tu propia conciencia. Como toda ciencia que se precie, la religión esotérica no se basa en las creencias sino en una experiencia directa validada y verificada públicamente por un grupo de iguales que también han llevado a cabo el mismo experimento. Ese experimento es la meditación."
Aquí tenemos un punto importante. No todas, pero sí la gran mayoría de las psicoterapias son "habladas". Basta citar como ejemplo el famoso cuento del psicoanalista que le pidió a Víctor Frankl que defina en una frase la Logoterapia ante lo que Frankl contraatacó pidiéndole que definiera en una frase al Psicoanálisis. Se cuenta que el analista dijo algo así como "En psicoanálisis, el paciente se recuesta en un diván y dice cosas que encuentra desagradable decir". La respuesta de Frankl fue: "En la Logoterapia, el paciente se sienta en una silla y escucha cosas que encuentra desagradable oír".
La psicología transpersonal, propone, para los problemas espirituales, otras técnicas que van más allá de la palabra. Una de ellas es la meditación. Pero no se trata de poner a meditar al neurótico. Al neurótico se lo ayuda escuchándolo. Para aquellos pacientes que trascienden sus dificultades neuróticos y comienzan a enfrentar otro tipo de conflictos, relativos a la trascendencia del yo, del ego, por ejemplo; en esos casos se impone cómo método válido la meditación y otras técnicas que no se basan exclusivamente en la palabra, como la respiración holotrópica de Grof.
 Stanislav Grof, primero en su país de origen, entonces Checoslovaquia, y luego en Estados Unidos, experimentó científicamente con LSD y otras sustancias psicodélicas. En sí mismo y en cientos de personas descubrió que bajo los efectos de estas sustancias alteradoras de la mente se generaban estados en los cuales emergían a la conciencia facetas normalmente no concientes, material biográfico inconciente, recuerdos de la vida intrauterina y estados de probable naturaleza transpersonal.
Cuando se prohibió el uso de LSD por sus peligrosos efectos "colaterales", Grof decidió ir a la caza de otros procedimientos para generar esos estados. Junto a su esposa Cristina, ideó un método que empleando respiración intensificada o hiperventilación, combinada con cierto tipo de música y un trabajo corporal logra aparentemente desbloquear las barreras entre el inconciente y la conciencia, posibilitando la expresión de contenidos reveladores y curativos.
 Para finalizar este humilde resumen introductorio cabe aclarar que la psicología transpersonal es una cuestión de contexto. Esta corriente considera que el psiquismo se manifiesta en diferentes niveles de conciencia. En este contexto, la terapia trabaja según el nivel de conciencia en que se encuentre el paciente conservando la conciencia del espectro total de la existencia. El psicólogo transpersonal detecta el nivel de conciencia del paciente y lo ayuda a superar los conflictos propios de ese nivel, estando alerta y dispuesto a seguir al paciente hacia nuevos niveles experienciales a medida que se van presentando. "El terapeuta transpersonal se ocupa de todos los sucesos que emergen a lo largo del proceso terapéutico, incluidos los asuntos mundanos, los datos biográficos y los problemas existenciales. Lo que en realidad define la orientación transpersonal es el modelo de la psique humana que reconoce la importancia de las dimensiones espirituales o cósmicas y el potencial evolutivo de la conciencia." (Stanislav Grof)
El terapeuta transpersonal puede emplear técnicas de construcción de estructura para tratar a un paciente "borderline", puede utilizar el método psicoanalítico para abordar una neurosis, pero considera que el horizonte de las posibilidades humanas puede ir mucho más allá de una neurosis más o menos bien llevada. No olvidemos que para el psicoanálisis y otros abordajes la salud mental es eso: una neurosis relativamente controlada.  Para la psicología transpersonal la salud no es lo mismo que la normalidad. La normalidad es el estado de conciencia en el que se encuentra la mayoría de la gente; es un dato estadístico, no el objetivo que se persigue en una terapia. La salud está emparentada con el desarrollo exhaustivo del potencial humano el cual parece  extenderse a espectros todavía misteriosos.

domingo, 21 de junio de 2015

Mindfulness


El mindfulness como concepto psicológico es la concentración de la atención y la conciencia, basado en el concepto de mindfulness o conciencia plena de la meditación budista. Se ha popularizado en Occidente por parte de Jon Kabat-Zinn. A pesar de sus raíces en el budismo, el mindfulness a menudo se enseña de forma independiente a la religión.
Mindfulness o 'conciencia plena' consiste enprestar atención, momento por momento, a pensamientos, emociones, sensaciones corporales y al ambiente circundante, de forma principalmente caracterizada por "aceptación" -una atención a pensamientos y emociones sin juzgar si son correctos o no-. El cerebro se enfoca en lo que es percibido a cada momento, en lugar de proceder con la normal ruminacion acerca del pasado o el futuro. 
En este contexto, la ruminación se define como una atención compulsivamente enfocada en síntomas de inquietud, sus posibles causas y consecuencias, contrariamente a sus. Ruminación se parece a 'preocupación' excepto que la ruminación se enfoca en sentimientos negativos y experiencias del pasado, mientras que la preocupación se ocupa de potenciales eventos negativos en el futuro. Tanto ruminación como preocupación están asociados a la ansiedad y otros estados emocionales negativos. La ruminación ha sido estudiada como un factor cognitivo de vulnerabilidad a la depresión.
La psicología clínica y la psiquiatría desde la década de 1970 han desarrollado varias aplicaciones terapéuticas basadas en el mindfulness para ayudar a las personas que sufren de una variedad de enfermedades psicológicas, y de hecho la investigación ha descubierto que las terapias basadas en mindfulness son eficaces, en particular para la reducción de la ansiedad, la depresión, y el estrés.

domingo, 14 de junio de 2015

Psicología Transpersonal

Dostoyevski



  Novelista ruso, uno de los más importantes de la literatura universal, que escudriñó hasta el fondo de la mente y el corazón humanos, y cuya obra narrativa ejerció una profunda influencia en todos los ámbitos de la cultura moderna. Nació en Moscú el 11 de noviembre de 1821. Su infancia fue bastante triste y, cuando contaba sólo diecisiete años, su padre, que era un médico retirado del ejército, le envió a la Academia Militar de San Petersburgo. Pero los estudios técnicos le aburrían y, al graduarse, decidió dedicarse a la literatura. 
Su primera novela, Pobres gentes (1846), la desgraciada historia de amor de un humilde funcionario estatal, recibió buenas críticas por su tratamiento favorable de los pobres, víctimas de sus terribles circunstancias. El libro era bastante novedoso, pues añadía la dimensión psicológica a la puramente narrativa, en su análisis de los conflictos del protagonista observándolos desde su propio interior. En su siguiente novela, El doble (1846), y en otros trece esbozos y cuentos que escribió durante los siguientes tres años, el autor ruso continuó explorando las humillaciones y el consecuente comportamiento de los desheredados. En 1849, su carrera literaria quedó fatalmente interrumpida. Se había unido a un grupo de jóvenes intelectuales que leían y debatían las teorías de escritores socialistas franceses, por aquel entonces prohibidos en la Rusia zarista. En sus reuniones secretas se infiltró un informador de la policía, y todo el grupo fue detenido y enviado a la prisión. En diciembre de 1849 se les condujo a un lugar en que debían ser fusilados pero, en el último momento, se les conmutó la pena máxima por otra de exilio. Dostoievski fue sentenciado a cuatro años de trabajos forzosos en Siberia y a servir a su país, posteriormente, como soldado raso. Las tensiones de ese periodo se materializaron en una epilepsia, que sufriría durante el resto de su vida. 

En Memorias de la casa muerta (1862), publicada en Vremya (Tiempo), la revista que él mismo fundó en 1861, Dostoievski describió con todo detalle el sadismo, las condiciones infrahumanas y la falta total de privacidad entre los presos, resultado de su experiencia puesto que en la cárcel le habían tratado a él, 'un caballero', con desprecio. En él también se produjo un cambio espiritual y psicológico. Sus lecturas de aquel periodo, limitadas a la Biblia, le empujaron a rechazar el ateísmo socialista, de inspiración occidental, que había practicado en su juventud. Las enseñanzas de Jesucristo se convirtieron en la suprema confirmación de las ideas éticas y de la posibilidad de la salvación a través del sufrimiento. La brutalidad de los delincuentes, salpicada a veces por gestos de valentía y generosidad, y por sentimientos nobles, le ayudaron a profundizar en su conocimiento de la complejidad del espíritu humano. Liberado en 1854, se le envió a una guarnición militar en Mongolia, donde transcurrió los siguientes cinco años hasta que recibió permiso para regresar a San Petersburgo, en compañía de una viuda aquejada de tuberculosis, con la que se había casado y que no le hizo feliz. Al regresar a San Petersburgo, Dostoievski retomó su carrera literaria, lanzando una publicación mensual en colaboración con su hermano Mijáil, llamada Vremya (Tiempo). En ella publicó, en capítulos, Memorias de la casa muerta, al igual que Humillados y ofendidos (1861). En esta melodramática historia, muy apreciada por los lectores debido a su compasivo tratamiento de los desheredados, el autor ruso presenta por primera vez el tema de la redención y del logro de la felicidad a través del sufrimiento. Su primer viaje al extranjero, un deseo que había acariciado desde mucho tiempo atrás, quedó reflejado en Notas de invierno sobre impresiones de verano (1863), ensayo en el cual describe la mecánica monotonía de la cultura de la Europa occidental. 



Cuando la revista fue cerrada, por un artículo supuestamente subversivo que se publicó en ella, los dos hermanos se embarcaron, en 1864, en el proyecto de Época (Epoja) otra revista de corta vida. En ella se publicó el comienzo de la única novela filosófica de Dostoievski, Memorias del subsuelo (1864). Esta obra, considerada como el prólogo a las obras mayores de su autor, es un autoflagelante monólogo en el que el narrador, un rebelde contrario al materialismo y al conformismo imperantes en la sociedad, constituye el primero de los antihéroes enajenados de toda la historia de la literatura moderna. Tras la larga enfermedad y muerte de su mujer en 1864, y la de su hermano, cuyas deudas financieras se vio obligado a pagar, quedó prácticamente en la ruina. A cambio de un préstamo, se comprometió con un poco escrupuloso editor a cederle todos los derechos de sus obras si no le entregaba una novela completa en el plazo de un año. Dos meses antes de cumplirse ese plazo, le presentó El jugador (1866), basada en su propia pasión por la ruleta. Para transcribir esta novela había contratado los servicios de una mecanógrafa, Anna Snitkina, con la que se casaría poco después, y con la que alcanzaría felicidad y satisfacción. Dostoievski se pasó los siguientes años fuera del país, para escapar de los acreedores. Fueron años de pobreza, pero de gran creatividad. Durante este periodo, consiguió finalizar Crimen y castigo (1866), que había comenzado antes que El jugador, y Los endemoniados (1871-1872). Cuando regresó a Rusia, en 1873, había obtenido ya el reconocimiento internacional. Su última novela, Los hermanos Karamazov (1880), la completó poco antes de su muerte, acaecida el 9 de febrero de 1881 en San Petersburgo. Sobre estas cuatro últimas novelas, en las que Dostoievski traslada a sus narraciones los problemas morales y políticos que le preocupan, descansa el reconocimiento universal. En Crimen y castigo, probablemente su mejor novela, un estudiante pobre, Raskolnikov, asesina y roba a una vieja avara a la que considera un parásito, con el fin de destruir esa vida que le parece miserable y salvar la de sus familiares, sumidos en la indigencia. Atormentado por su culpa y su aislamiento, termina por confesar y por redimirse espiritualmente. El tema principal de esta novela es un análisis sobre si un ser, que se ve como un individuo extraordinario, tiene derecho a quebrantar el orden moral. En cambio, el protagonista de otra de sus novelas, El idiota, es un personaje mesiánico, concebido por el autor como el paradigma del hombre bueno. El príncipe Mishkin irradia sinceridad, compasión y humildad, y se convierte en un defensor público de estas virtudes, pero es derrotado finalmente por sus propios odios y deseos. Los endemoniados es una novela sobre un grupo de conspiradores revolucionarios que usan tácticas terroristas para conquistar sus metas. El protagonista, Stavrogin, es un personaje demoníaco y autodestructivo, con una ilimitada inclinación hacia la crueldad. Los hermanos Karamazov, considerada como una de las grandes obras maestras de la literatura universal, constituye la expresión artística más poderosa de la habilidad de Dostoievski para traducir a palabras sus análisis psicológicos y sus puntos de vista filosóficos. La gran aportación de Dostoievski a la literatura universal consistió en dar un nuevo enfoque a la novela según el cual el narrador ya no está fuera de la obra relatando acontecimientos más o menos ajenos a él, sino que su presencia se manifiesta con voz propia, como si de otro personaje se tratara.
http://epdlp.com/escritor.php?id=1660

sábado, 13 de junio de 2015

Laura Gutman: Maternaje


La violencia empieza en la falta de maternaje cuando fuimos niños


Todas las formas de violencia pasivas o activas, concretas o sutiles, se generan a partir de la falta de maternaje, es decir por ausencia de atención, disponibilidad, amor, brazos, empatía, generosidad, paciencia, comprensión, leche materna, cuerpo, mirada y sostén....recibidos –o no- desde el nacimiento y durante toda nuestra infancia.

Desde el punto de vista del bebé que hemos sido, toda experiencia sin suficiente apoyo y sostén ha sido hostil, por lo tanto violenta. Porque actúa en detrimento de las necesidades básicas de los niños quienes nacemos totalmente dependientes de los cuidados maternos.

Los niños necesitamos al adulto maternante para sobrevivir. Necesitamos contención, calor, protección corporal permanente, disponibilidad y cercanía emocional de nuestra madre que media entre el mundo externo y nosotros.

Sin embargo esa no ha sido nuestra vivencia infantil. Casi todos hemos experimentado un nivel de hostilidad y de distancia emocional que nos ha obligado a desarrollar ciertos mecanismos de supervivencia frente a diferentes niveles de soledad, abandono, violencia activa o pasiva, desprecio, humillación, desatención o distancia emocional. Esos mecanismos están descritos en varios libros que he publicado y que demuestran cómo seperpetúa la violencia en el mundo. Los mecanismos de supervivenciaserán análogos a la violencia recibida. Aprenderemos a usarlos en cada circunstancia, cada ámbito, cada vínculo afectivo con el propósito desalvarnos incluso si el otro -quien sea- termina herido. Esos mecanismos -que son diversos y que no los describiré en el presente artículo- los aprendemos durante nuestra infancia, los aceitamos durante la adolescencia y los desplegamos durante la adultez, de modo inconsciente. Que sean reacciones inconscientes o automáticas, es decir que explotemos, castiguemos, humillemos, despreciemos o sometamos al otro “sin darnos cuenta”, no nos quita responsabilidad a los adultos. Justamente nuestra obligación escomprender nuestros automáticos. Alguna vez tendremos que abordar en primer lugar, qué nos pasó cuando fuimos niños y qué hemos hecho luego para sobrevivir a ese nivel de desamparo sufrido. Para luego aceptar, comprender y hacernos cargo de la violencia que hoy desplegamos  sobre quien es más débil, es decir sobre quienes son niños hoy.

Entiendo que nos parezca espantosa la violencia de género, la violencia en las escuelas, la violencia del narcotráfico o la violencia social. Sin embargo esa violencia colectiva es consecuencia de cada una de nuestras realidades emocionales que aún vibran en nuestro interior como reacción a las propias experiencias infantiles. Por lo tanto, hay algo urgente que podemos hacer cada uno de nosotros: Revisar con ojos bien abiertos qué nos acontenció, aceptar el nivel de violencia al que hemos estado sometidos sobre todo por nuestra propia madre y reconocer la manera en la que hoy -cada uno de nosotros- ejercemos violencia sobre alguien más débil. Hay mucho para asumir antes de suponer que los violentos son los otros.

Laura Gutman
 

viernes, 12 de junio de 2015

Vivir es hermoso

Con qué poco eligen vivir algunos y cuán dichosos son. La vida es el regocijo por el mero hecho de estar vivo.
La vida la complicamos con el capital y nos dan, supuestamente, la tierra prometida, por unos euros. Es una falacia tóxica, envenenada. Lo más grave es que nos lo creemos y construimos los cimientos de la vida en torno a un papel. (Comentario de un paciente al pagar).
Rodrigo Córdoba Sanz
Psicólogo y Psicoterapeuta

Psiquiatría pública

Sin caer en el cinismo debo elogiar a los profesionales del Salud. Con unos pocos minutos deben hacer el trabajo del que dispone de una hora analítica. Es complicado y debo defender que el establishment es irremediablente biologicista, inevitablemente reducido. No en calidad, sí en cantidad, por lo general. Una Odisea el trabajo de dichos profesionales. Más aún nombrando a los psicólogos que tienen tres meses entre visitas. Requiere esfuerzos hercúleos.
Rodrigo Córdoba Sanz
Psicólogo y Psicoterapeuta

Taquipsiquia

"Cuando va la cabeza l muy rápido", y se entrelazan los pensamientos, y no se puede pensar ni hablar con coherencia, estamos pensando en la manifestación fenomenológica del lenguaje, en la manía. El discurso psicótico es poco estudiado, recuerdo a Carlos Castilla del Pino.
Es un eje a tener muy en cuenta y es una proyección del contenido del pensamiento.
Rodrigo Córdoba Sanz
Psicólogo y Psicoterapeuta
Tel_ 653 379 269

Movimiento slow

Gran parte de los problemas son debidos a la filosofía de vida. Ahora se plantea la dialéctica entre el Minfulness como filosofía de vida o grupo de técnicas.
La urgencia es omnipresente en nuestra cultura y, por tanto, las patologías de ansiedad.
La intervención debe ser biopsicosocial, sabiendo que hay cuadros donde dominan lo bio, lo psico y lo social.
Rodrigo Córdoba Sanz
Tel.: 653379269

jueves, 11 de junio de 2015

Escuela "espontánea"

La sociedad ideal de Tolstói pasa por largos viajes y percatarse de los varios sinsentidos.
Él nos habla de una escuela libre. Con principio básico de la libertad, no admite una élite: "la sociedad privilegiada liberal". Este método de educación forzosa no puede crear hombres autónomos. "Hombres como los que necesita la humanidad, y solo ha producido los hombres que necesita una sociedad depravada".     
Por tanto, promueve la escuela "inconsciente" o "automática".

Rodrigo Córdoba Sanz. Sobre la obra de Romain Rolland: "Vida de Tolstói"

Angustia

La angustia es el desgarrador compendio de sentimientos y síntomas físicos que producen una brecha existencial en el individuo.
La angustia es algo maravillosamente lamentable, el estado del sujeto regrede, su moral y su psique se pueden ver tan afectados que cada día puede parecer el últino de los días o desear ser así.
Rodrigo Córdoba Sanz
Tel: 653 379 269
Psicólogo y Psicoterapeuta

Un ansiolítico

Recuerdo con nitidez alguien que me dijo: "solo soy feliz con un orfidal". Sencillamente no toleramos el dolor ni la frustración. Eso sí, cuando verdaderamente se necesita, pocas veces, es un salvoconducto a la Paz.
Se hace gran abuso de las benzodiacepinas. No es inocuo, de forma muy diferente, genera mucha adicción y es solo un parche de unas ansiedades de fondo inconclusas.
Mientras exista el dispositivo: diagnóstico-pronóstico-tratamiento-industria farmacéutica, la banca siempre gana. Con la connivencia del prescriptor o su ignorancia.
Rodrigo Córdoba
Psicólogo y Psicoterapeuta

Depresión posvacacional

La acidia o acedia es algo medieval y deriva de la pereza.
Volver de vacaciones es regresar del principio del placer y, por tanto, un proceso regresivo.
El rearmar el dispositivo relacional, del hogar y laboral requiere cambios, y esto esfuerzo. No es una patología per se pero puede precipitar depresiones larvadas y latentes.
Rodrigo Córdoba Sanz
Tel: 653 379 269

martes, 9 de junio de 2015

El Viaje II

Algunos de los mejores textos han sido sobre viajes, bien sea físicos como excusa, o las más de las veces, transicionales. Por ejemplo Siddharta de Hermann Hesse o Adolescencia de Tolstói.
Siempre hay un componente de cambio en o los personajes, eso refleja nuestra incierta vida normal. Es hermoso vernos crecer, incluso la decrepitud es bella. Todo cambio depende de la creencia en la que se sostiene.
La vida incluye un componente de gloria, de reto, de alcance épico, su manifestación terrenal está en el fútbol pero, como no, también está en los libros de aventuras.
Rodrigo Córdoba Sanz

lunes, 8 de junio de 2015

Amor

El amor es lo que nos mantiene unidos y desunidos. Es la élan vital, la vida misma si desmembramos todas sus pasiones. Es la esencia del vínculo, de la relación. Del tú y yo. Del yo-no yo y por tanto de la subjetividad, porque uno ha de amarse

La Reina Termita

Alguien me comentó, una mujer muy inteligente que a las hormigas reinas se les arranca la cabeza. No hay liderato, está programado genéticamente.
Su psiquiatra es la Reina Termina, es decir, tiene un poder a claudicar por su autonomía, por su salud.
Interesante línea discursiva, rico diálogo.
Para ese investigador del alma de las termitas.
Rodrigo Córdoba Sanz
Psicólogo y Psicoterapeuta
Contacto: 653379269

Melancolía

Algunos entienden la melancolía como el fenómeno más primitivo y arcaico, el bajo fondo de toda psicosis.
Como psicosis del del deseo, la psicosis blanca, el desierto original, la mudez más honda, la forma más extrema de alienación y soledad.

Anna en la Gestapo

El 22 de marzo de 1938. Anna Freud, incansable luchadora por y para la causa analítica es hecha presa.
Su padre, Sigmund Freud, escribe con cariño sobre su amada hija.
Marie Bonaparte intenta mediar pero la diplomacia desbarata y retrasa sus bárbaros planes,
Freud abandona Viena, pasa por París y llega a Londres.
Rodrigo Córdoba Sanz
Tel_ 653379269

Sobre la locura

La locura, al decir del poeta maldito, Leopoldo Maria Panero, es una "superstición social".
También dicen que el poeta construye castillos en aire, el loco vive en él y el psiquiatra cobra el alquiler. La locura es efímera en la medida que es un malestar subjetivo, que hay que detectar.
Rodrigo Córdoba Sanz
Psicólogo y psicoterapeuta

domingo, 7 de junio de 2015

Obsesion y Melancolía

La depresión es el aliviadero de los males de la sociedad.

Todos los elementos propios del obsesivo pueden aparecer en la melancolía. El orden, la escrupulosidad, la constancia meticulosa, la intolerancia a las interrupciones, el rigor ético, los excesos del recuerdo, el malestar ante la deuda o la facilidad para transformar su angustia propia, de abandono, separación y pérdida.
Cabe decirse que cualquier depresión debe siempre someterse simultáneamente desde cuatro puntos de vista:
Intensidad y duración, endogeneidad o reactividad, importancia del problema cualitativo o cuantitativo y, finalmente, por su ubicación entre neurosis y psicosis.

Fernando Colina

Medicación y Psicoterapia

La pesadumbre no solo es depresión. Un duelo conlleva tramitar un proceso, preferiblemente sin medicación.
La sobremedicacion que Allen Frances denuncia es muy cierta y él lo sabe desde el lugar de mayor perspectiva.
Medicalizar el dolor no cura, anestesia.
Se prefiere una terapia de apoyo y refuerzo o un poco de medicación pero el sentido común no está demasiado presente al encontrar una escisión entre biologistas y psicologistas.
Rodrigo Córdoba Sanz
Tel: 653 379 269

Jugando

El juego lo es todo. La vida se disfruta jugando. El trabajo se goza jugando. Sin gravedad.
El trabajo puede ser la fuente de energía y creatividad. El trabajo puede ser reparador. Una terapia ocupacional.
Hay que cambiar estructuras y creencias, para conceder al trabajo su sacro componente

Rodrigo Córdoba Sanz
Tel: 653 379 269

Deseo

La falta de deseo es melancolía. Pero las depresiones que se están inventando siguiendo los humores clásicos y reiventado por López-Ibor.
La cultura nos inscribe en una estructura.
La educación es la semilla de todos nosotros. No solo los papas sino "toda la tribu".
Para ello tenemos que tomar decisiones más coherentes con la palabra educar y formar.
Esto tiene fértiles relaciones con el amor en el ejercicio de la educación.
Es tan importante como el qué, el cómo.

Rodrigo Córdoba Sanz
Psicólogo: 653379369

sábado, 6 de junio de 2015

Viaje

Viajar supone una experiencia de crecimiento. En España debería existir un año después del Bachiller o equivalente para conocer hábitos, costumbres e historia de otras culturas.
Es un medio eficaz para la apertura mental, para que los nenes dejen de ser tan nenes y paladean el buen sabor de la transición a la adultez.
No les pediría, sin embargo, que hicieran biografías temporales, como las de Infancia y Adolescencia de Tolstói. Una joya.
Sí pediría a sus profesores y padres que intenten estimularlos para que lean y escriban porque purga el alma.
Besos y saludos desde Marsella. Recuerdos de mi hijita.

El secreto de "El secreto"

El Secreto es un libro con secuelas que tiene millones de lectores y fans.
En este texto se dice lo que todos queremos escuchar: todo lo que deseas, se cumple.
Esto forma parte del proceso primario del pensamiento, por tanto, supersticioso.
Y así se nutren autores y editoriales.
Desde lo más primitivo del pensamiento. Somos seres desiderativos. Nos movemos por porqués.
Ojo con estos libros. Acerquémonos desde una postura crítica.
Rodrigo Córdoba Sanz
Tel: 653 379 269

Melancolía. Más allá de las depresiones

Confundir los límites de la depresión, tal y como los hizo López-Ibor, nos lleva a aceptar niveles de gravedad mañana.
La melancolía pasa a ser una psicosis como lugar común a una enfermedad historizada y, por ende, con una connotación diferente a la depresión, muy propio del mundo "light".
Rodrigo Córdoba Sanz
Psicólogo y Psicoterapeuta
Tel: 653 379 269

viernes, 5 de junio de 2015

Amar. Sufrir y Trabajo

La gente ha entendido mal, como tantas otras cosas, la posición del amor en la vida, lo han convertido en juego y diversión, porque pensaban que el juego y la diversión comportan más felicidad que el trabajo, pero no hay nada más venturoso que el trabajo, y el amor, precisamente por ser la ventura suprema, no puede ser otra cosa que trabajo.
Por tanto quien ama ha de intentar comportarse como si tuviese un gran trabajo...
Porque cuanto más se es, tanto más rico es lo que se vive. Y quien quiere teRilkener en la vida un amor profundo, ha de recolectar y almacenar miel.

Rilke a Friedrich Westhoff, 29 de abril de 1904. "Aprender el amor"

Nosología ridícula

El trastorno bipolar es uno de los ejemplos más absurdos de la nosología.
No se sabe bien a qué cuadro clínico representa, hay solapamientos.
Es un campo enorme que se extiende desde la psicosis maníaco-depresiva a cualquier manifestación de la tristeza, despreciando los mil matices de la clínica.
Texto inspirado en "Melancolía y Paranoia", de Fernando Colina

jueves, 4 de junio de 2015

Tolstói

La unidad no reside en el alma o el corazón de Tolstói, sino en el combate de las pasiones en su fuero interno, en la tragedia de su arte y de su vida.

Panero: nutrido de Marx, Hegel, Nietzsche, Deleuze o Jung



Madrid, 25 sep (EFE).-
 Freud, Lacan, Marx, Hegel, Nietzsche, Deleuze o Jung son solo algunos de los nombres con los que el poeta maldito, el poeta loco, Leopoldo María Panero, salpimentaba sus textos en prosa, sus artículos o ensayos, que ahora se publican en un libro con más de doscientos textos, la mitad de ellos inéditos.
"Prosas encontradas" es el título del libro editado Visor y con la edición de Fernando Antón, quien ha empleado más de diez años en la búsqueda de este material en diferentes diario y revistas desde 1970 (la generación poética de los novísimos a la que perteneció el poeta), a los ochenta y noventa.
Leopoldo María Panero murió el 3 del pasado marzo en el hospital psiquiátrico de las Palmas de Gran Canaria, donde estaba ingresado desde 1997. Antes estuvo en otro psiquiátrico en Mondragón y así en un continuo deambular de manicomio en manicomio durante más de 40 años.
Gran poeta y harto de ser maldito y harto de ser loco, Panero, el más grande de las últimas décadas, en opinión de Andrés Trapiello, deja mucha obra abierta y muchos inéditos que saldrán. Así, el primer legado poético tras su muerte se publicó este verano, "Rosa enferma", un poemario bello, duro y terrible, a partes iguales, publicado por Huerga y Fierro.
Y ahora también se publica un primer libro con la obra menos conocido del escritor, sus textos en prosa.
"Lo primero que nos encontramos en estos textos es a una persona muy culta con el deseo constante de reivindicar que la locura no es un estigma sino una forma distinta de mirar la realidad", explica a Efe, Fernando Antón Contreras, quien propone un acercamiento a estos textos desde una "experiencia intelectual".
Medio siglo de escritura en el que Panero mantiene las mismas obsesiones: la filosofía, la psiquiatría, el psicoanálisis. Pero también "la gran política", "la revolución del hombre total", explica Fernando Antón en el prólogo.
El libro se divide en tres partes: Prosas encontradas, Artículos de ABC y Artículos de Egin.
El primer capítulo de "Prosas encontradas" incluye escritos, artículos, reseñas de libros, manifiestos, críticas de exposiciones, una carta al director de un diario e incluso un epitafio.
El segundo recoge los artículos que Panero publicó quincenalmente durante seis años en "ABC", entre 1987 y 1993. Son 76 textos que aparecieron bajo el epígrafe "El nido del cuco", aunque en realidad fueron 82, solo que seis de ellos estaban repetidos. Una artimaña picaresca de Panero para conseguir dinero y de la que ABC no se dio cuenta, según relata Fernando Antón.
La tercera parte es la que corresponde a las colaboraciones del poeta con el diario Egin, desde el 96 hasta el 98 que aparecieron bajo el epígrafe "Nire Txanda" (Mi turno).
Y el volumen se cierra con un apartado divido en tres: Artículos enfrentados, Textos inéditos y entrevista a Jaime Gil de Biedma.
Una "surrealista" entrevista que es el broche final del libro. Se trata de una entrevista que Biel Mesquida y Leopoldo María Panero realizaron a Gil de Biedma en presencia de Ángel González, Carlos Barral y Juan Marsé.
"La entrevista me parece surrealista pero no porque lo pretendan los interlocutores, sino porque entrevistadores y entrevistado hablan lenguajes completamente distintos y muchas veces ni siquiera se llega a producir la esperada comunicación (principalmente por culpa del entrevistador Leopoldo María Panero), dice Fernando Antón.
Una entrevista en la que Panero dice: "Ten en cuenta que la trampa en que hemos caído todos los poetas es que nuestro discurso, al no pasar por esta simbólica abstracta que rige la sociedad, no es leído, está proscrito simbólicamente por la sociedad y, por lo tanto, este discurso del inconsciente que es la poesía, la literatura y el delirio, ese discurso analógico...".
Pero la obra de Leopoldo María Panero, cuyas cenizas todavía están en el Hospital doctor Negrín a la espera del proceso judicial que dirima el último destino del poeta, ya que unos familiares directos reclamaron la urna con sus cenizas, dará más que hablar.
Huerga y Fierro preparan también un volumen para el próximo año con prosas inéditas, artículos, ensayos y cuentos.


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miércoles, 3 de junio de 2015

Solos en la noche

Ahora que estamos solos en la noche y no
hay nadie junto a mí dime, sin mirarme a los ojos dime, ¿quién soy?

PESSOA

Breve Biografía de Tolstoi

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LEON TOLSTOI (1828-1910)
Liev Nikolaievich Tolstoi nació en Yásnaia Poliana, Tula (Rusia), el 28 de agosto de 1828, en el seno de una adinerada familia de procedencia aristocrática. Su padre era el Conde Nikolai Ilich Tolstoi y su madre la princesa Maria Nikolaievna Volkonski.
Se crió con sus tías paternas en la gran hacienda familiar tras el fallecimiento de sus padres cuando todavía era un niño. A partir de 1844 estudió en la Universidad de Kazán leyes y lenguas orientales, pero abandonó sus estudios en 1847 descontento con los métodos educativos. Participó, a partir de 1851, en diversas expediciones militares en el Cáucaso y en la Guerra de Crimea.
Tolstoi comenzó a escribir en diversas publicaciones a mediados del siglo XIX, entre ellas la revista “Sovremennik”.
Su primer libro fue “Infancia” (1852), continuado por “Adolescencia” (1852-54) y “Juventud” (1857), una trilogía autobiográfica. En “Relatos de Sebastopol” (1855-1856) rememoraba su época bélica. Más tarde publicó “Felicidad Conyugal” (1859).
Su espíritu social y solidario le llevó a fundar una escuela en 1857 a la que asistían los hijos de los campesinos que trabajaban en su hacienda.
También creó una revista denominada “Yasnaia Poliana” en la que exponía sus idearios pedagógicos.
En el año 1862 contrajo matrimonio con Sofia Andrejevna Bers, a quien el escritor llamaba Sonia.
“Guerra y Paz” (1865-1869) y “Ana Karenina” (1878) son sus novelas más conocidas, de estilo sencillo, perspectiva realista e incisión psicológica en sus personajes.
war and peace tolstoi guerra y paz
La última etapa de su obra, marcada por varias desdichas como la muerte de dos de sus hijos, se caracteriza por sus conflictos y reflexiones espirituales, éticas y filosóficas, bases de títulos como “Confesión” (1879), “En que consiste mi fe” (1882), “La iglesia y el Estado” (1891) o “La doctrina cristiana” (1897), libros en los que pone de manifiesto su creencia en el amor y la humildad como base principal del ser humano. Por estos textos fue excomulgado por la Iglesia Ortodoxa en 1901.
Escribió también trascendentales ensayos como “Qué es el arte” (1897).
Murió en la estación de tren de Astapovo, Riazán (Rusia) el 22 de noviembre de 1910, cuando pretendía abandonar sus posesiones para incomunicarse en algún territorio solitario. Tenía 82 años.
CITAS:
La razón no me ha enseñado nada. Todo lo que yo sé me ha sido dado por el corazón.
No hay más que una manera de ser feliz: vivir para los demás.
El que ha conocido sólo a su mujer y la ha amado, sabe más de mujeres que el que ha conocido mil.
¿Qué es el bien? No es más que amor.

Ibone Olza: El cuerpo de la madre. Ana Casas Broda

Ana Casas Broda. Kinderwunsch
Ana Casas Broda. Kinderwunsch
Imágenes del cuerpo a cuerpo con la madre. Un cuerpo aparentemente inerte con el que los niños juegan, pintarrajean, del que toman leche. Una madre triste que habla de sus carencias como niña, del suicidio de su padre, de la ausencia de sus objetos de la infancia, de la falta de madre. Sombra azul oscura. La gota de leche al estrujar el pecho. El juego de los niños como salvación breve de la madre. La angustia como compañera silenciosa. Ausencia de compañero, vacío de padre.
Una exposición potente, la del trabajo "Kinderwunsch: niños y deseo" de la fotógrafa mexicana Ana Casas Broda. Absolutamente recomendable, en estos tiempos en que el cuerpo de las madres no está presente en la imagen pública, o si lo está es convenientemente photshopeado para esconder las huellas del paso de las criaturas por nuestros cuerpos.  Exponiendo el cuerpo a cuerpo con la madre, la lactancia prolongada, la soledad pese al abrazo.
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Ana Casas Broda. Kinderwunsch.
Kinderwunsch es un libro donde textos y fotos construyen una narración que explora la complejidad de la experiencia de la maternidad y de la relación entre mis dos hijos y yo. Kinderwunsch se desarrolla durante siete años. Su columna vertebral es este tejido en constante cambio de las relaciones entre nosotros en el proceso de convertirme en madre y de la construcción de la identidad de ellos. Como en mis trabajos anteriores, el cuerpo y la casa son ejes fundamentales del proyecto.
Kinderwunsch se desarrolla durante siete años y se volvió un proyecto cada vez más complejo. Construimos escenarios en los que se realizan acciones. A veces eran ideas de mis hijos, otras imágenes que surgen de mis fantasías. La foto depende de la acción y siempre es un descubrimiento.
Me interesa trabajar con las vivencias desde la frontera entre la cotidianidad y las acciones que se realizan para la cámara. La fotografía como una forma vital de intervención en la realidad, la tensión entre la acción recreada y la espontaneidad como un espacio que devela aspectos esenciales de las relaciones. La fotografía como una búsqueda de apariciones de una realidad no siempre visible. Me fascina el umbral entre la realidad y su imagen en el que se mueve la fotografía, ese enigmático espacio que elude las interpretaciones, singular para cada espectador.
Se puede ver dentro de PhotoEspaña, en el Circulo de Bellas Artes de Madrid, hasta el 30 de agosto.