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Paz y Ciencia
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domingo, 17 de septiembre de 2023

ANSIEDAD Y BUDISMO

 


@psicoletrazaragoza en IG.


simple y clara: Si te encuentras con un problema del cual puedes hacer algo para cambiar, házlo. ¿Por qué preocuparse? Y si no puedes hacer nada al respecto, entonces que así sea. ¿por qué preocuparse? Las emociones, como la ansiedad, tienen dos caras. Son mensajeros; tienen algo que enseñarnos, pero rápidamente cobran fuerza y se apoderan de nosotros, ahí nos perdemos. 

Hay cierto punto en el que la excitación o los nervios se tornan en ansiedad. Ese es un punto que hay que notar. La excitación o los nervios pueden ser algo bueno. Como escritora y maestra, mi vida es un ciclo sin fin de fechas límites de entrega. A medida que me aproximo a la fecha de entrega de un artículo o el inicio de una clase, la experiencia aumenta y se intensifica. Una vez que terminé, la energía se asienta y se relaja. Me parece que este tipo de ciclo de estrés-relajación nos beneficia. Nos da un límite.

Pero la ansiedad por sí misma no nos beneficia. Entre más ansiosos y cautos nos volvemos, más atraemos el desastre. Si alguna vez te has metido al coche con un conductor nervioso, puedes recordar cuánto miedo puede causar la ansiedad. Cuando Simone Biles experimentó una ansiedad extrema en su competencia Olímpica, ella se dio cuenta cuán peligroso sería continuar en tal estado.

Así que aquí estamos. Cada uno de nosotros tenemos nuestras fuentes particulares de ansiedad. Y además de ellas, no podemos evitar ser afectados por las amenazas más grandes de la escala nacional y global.  Hay realidades de nuestro mundo que son aterradoras y perturbadoras, hay muchas cosas allá afuera que dan miedo, pero la ansiedad que resulta de ellas es nuestra. No está allá afuera, sino en nosotros. Es un hábito de reacción, uno que no ayuda y que causa mucho dolor, y nos corresponde a nosotros el trabajar con él. 

La meditación no es un asalto frontal a la ansiedad. Mientras que sí hay técnicas de meditación como la respiración consciente, que pueden ser de mucha ayuda para calmar un brote de ansiedad, la meditación no se trata realmente de arreglar cosas, de deshacerse de, o de negar cosas. Se trata de encontrar la salud y la calma en medio del mundo tal cual es, así como es. ¿Qué más podemos hacer?

 

lunes, 1 de agosto de 2022

ALICE MILLER: DRAMA DEL NIÑO DOTADO

 


ALICE MILLER- EL DRAMA DEL NIÑO DOTADO. PSICÓLOGA. RODRIGO CÓRDOBA SANZ- PSICÓLOGO.          PÁGINA WEB: www.rcordobasanz.es.  

Instagram: @psicoletrazaragoza


Hace ya varios años que está científicamente comprobado que los efectos devastadores de los traumatismos infligidos a los niños repercuten inevitablemente sobre la sociedad. Esta verdad concierne a cada individuo por separado y debería –si fuese suficientemente conocida– llevar a modificar fundamentalmente nuestra sociedad, y sobre todo a liberarnos del crecimiento ciego de la violencia. Los puntos siguientes ilustrarán esta tesis.

  • Cada niño viene al mundo para expandirse, desarrollarse, amar, expresar sus necesidades y sus sentimientos.

 

  • Para poder desarrollarse, el niño necesita el respeto y la protección de los adultos, tomándolo en serio, amándolo y ayudándolo a orientarse.

 

  • Cuando explotamos al niño para satisfacer nuestras necesidades de adulto, cuando le pegamos, castigamos, manipulamos, descuidamos, abusamos de él, o lo engañamos, sin que jamás ningún testigo intervenga en su favor, su integridad sufrirá de una herida incurable.

 

  • La reacción normal del niño a esta herida sería la cólera y el dolor. Pero, en su soledad, la experiencia del dolor le sería insoportable, y la cólera la tiene prohibida. No le queda otro remedio que el de contener sus sentimientos, reprimir el recuerdo del traumatismo e idealizar a sus agresores. Más tarde no le quedará ningún recuerdo de lo que le han hecho.

 Estos sentimientos de cólera, de impotencia, de desesperación, de nostalgia, de angustia y de dolor, desconectados de su verdadero origen, tratan por todos los medios de expresarse a través de actos destructores, que se dirigirán contra otros (criminalidad, genocidio), o contra sí mismo ( toxicomanía, alcoholismo, prostitución, trastornos psíquicos, suicidio).

 


Cuando nos hacemos padres, utilizamos a menudo a nuestros propios hijos como víctimas propiciatorias: persecución, por otra parte, totalmente legitimada por la sociedad, gozando incluso de un cierto prestigio desde el momento en que se engalana con el título de educación. El drama es que el padre o la madre maltratan a su hijo para no sentir lo que le hicieron a ellos sus propios padres. Así se asienta la raíz de la futura violencia.

 


Para que un niño maltratado no se convierta ni en un criminal, ni en un enfermo mental es necesario que encuentre, al menos una vez en su vida, a alguien que sepa pertinentemente que no es él quien está enfermo, sino las personas que lo rodean. Es únicamente de esta forma que la lucidez o ausencia de lucidez por parte de la sociedad puede ayudar a salvar la vida del niño o contribuir a destruirla. Esta es la responsabilidad de las personas que trabajan en el terreno del auxilio social, terapeutas, enseñantes, psiquiatras, médicos, funcionarios, enfermeros.

 


Hasta ahora, la sociedad ha sostenido a los adultos y acusado a las víctimas. Se ha reconfortado en su ceguera con teorías, que están perfectamente de acuerdo con aquellas de la educación de nuestros abuelos, y que ven en el niño a un ser falso , con malos instintos, mentiroso, que agrede a sus inocentes padres o los desea sexualmente. La verdad es que cada niño tiende a sentirse culpable [...]

jueves, 21 de julio de 2022

Boceto de Nietzsche

 


@psicoletrazaragoza


Friedrich Wilhelm Nietzsche fue un filosofo, filólogo, músico y poeta prusiano (alemán), considerado uno de los más grandes pensadores de occidente.

  • Nombre: Friedrich Wilhelm Nietzsche
  • Nacimiento: 15 de octubre de 1844, Rocken, Prusia (Alemania)
  • Muerte: 25 de agosto de 1900, Weimar, Alemania
  • Ocupación: Filósofo, filólogo, músico y poeta.

Friedrich Nietzsche fue uno de los pensadores que más ha influenciado la cultura occidental. Su convulsionada vida lo llevó a ser un crítico terrible de la moral tradicional, los valores cristianos, la historia y hasta del pensamiento racional, impulsando así el vitalismo.

Sus escritos abarcaron temas como historia, música, ciencia, la filosofía clásica y la cultura, teniendo influencia en casi todos ellos, ademas de dejar aportaciones en grandes pensadores posteriores como Max Weber.

Vida

Friedrich Nietzsche nació el 15 de octubre de 1844 en la aldea prusiana de Rocken, entre Prusia y Sajonia, hijo de un pastor luterano de ascendencia religiosa, con familiares pastores y teólogos. El lugar donde nació es hoy parte de la actual Alemania.

Juventud

Friedrich Nietzsche quedó huérfano a los 4 años, hecho que lo afectó mucho y considerado por él mismo como una marca del destino.

En 1850 fue a vivir con su madre en la pequeña ciudad de Naumburg an der Saale, en donde además vivía con una tía (hermana de su padre), su propia hermana y su abuela.

Desarrolló un profundo sentido artístico, descubriendo a los 9 años la música coral de Georg Friedrich Händel, estudiando piano hasta llegar a improvisar música para representaciones bíblicas. A esta edad también nació su gusto por la poesía; sus primeros poemas se volverían representaciones dramáticas recurrentes en el Teatro de las Artes.


Friedrich Nietzsche fue un niño estudioso, destacándose como alumno. Esto permitió obtener una beca para ingresar al Colegio de Pforte, de educación muy estricta. Allí aprendió religión, latín y hebreo, y por esa época escribió las memorias de su infancia, a los 14 años.

Leyendo a Alexander von Humboldt encontró el humanismo y conoció la importancia de la ciencia. También empezó a dedicar su tiempo al estudio de la astronomía, geología y otras ciencias, sin dejar de lado el hebreo y la literatura.

Época Universitaria en Liepzig

Empezó a gustarle la música de Johann Sebastian Bach y Ludwig van Beethoven, y después de un tiempo, empezó a considerar la música como una carrera, por tal razón dejó de asistir a la universidad.

Dudando, decide entrar a la Universidad de Bonn, donde cuestionó aún más la religión. A los 20 años siente que su vínculo con el cristianismo se debilitó, decidiendo buscar la verdad por más repulsiva que fuese.


Sin embargo, empezó a darse cuenta de la severidad de la religión y las doctrinas morales, así como la influencia de estas en las personas. Su capacidad de aprendizaje y su ansia de conocimiento lo condujeron a la cultura universal.



GESTALT PACO PEÑARRUBIA







Descripción

Reseña del editor

Solía decir Abraham Maslow que, si unos extraterrestres investigaran a la humanidad a través de los textos psicológicos y psiquiátricos, su visión de nuestra especie tendría por fuerza que ser patológica. « ¿Cómo es que la psicología, como ciencia de la personalidad, se ha ocupado tanto de lo deficitario y tan poco de los recursos, potencialidades y motivaciones altruistas y trascendentes de las personas?», se pregunta Francisco Peñarrubia en El oficio de escuchar. La respuesta a semejante laguna se encuentra en la psicología humanista, caldo de cultivo de la revolución de conciencia de los años 60 y génesis del vivaz panorama psicoterapéutico actual, especialmente en el ámbito de la terapia Gestalt, que Peñarrubia introdujo en España en la década de los 70. Concebido como una antología de textos que forman una biografía profesional de medio siglo, El oficio de escuchar es una guía para terapeutas y buscadores de conciencia sobre la esencia de la Gestalt: su espiritualidad, condensada en la fe hacia la autorregulación orgásmica, tan presente en Fritz Perls como en el Tao o el Zen. Por sus páginas circulan maestros, amigos y compañeros desaparecidos, reflexiones sobre la enseñanza del oficio de escuchar y, sobre todo, un sabor artesanal a escucha y contacto humano, en la sencillez de una filosofía —la Gestalt— que invita a no saltarse etapas en el proceso de conocerse a uno mismo.

Contraportada

Un libro sobre humanismo y espiritualidad. Una reivindicación de la creatividad y la actitud experimental presentes en la terapia gestalt Solía decir Abraham Maslow que, si unos extraterrestres investigaran a la humanidad a través de los textos psicológicos y psiquiátricos, su visión de nuestra especie tendría por fuerza que ser patológica. «¿Cómo es que la psicología, como ciencia de la personalidad, se ha ocupado tanto de lo deficitario y tan poco de los recursos, potencialidades y motivaciones altruistas y trascendentes de las personas?», se pregunta Francisco Peñarrubia en El oficio de escuchar. La respuesta a semejante laguna se encuentra en la psicología humanista, caldo de cultivo de la revolución de conciencia de los años 60 y génesis del vivaz panorama psicoterapéutico actual, especialmente en el ámbito de la terapia gestalt, que Peñarrubia introdujo en España en la década de los 70. Concebido como una antología de textos que forman una biografía profesional de medio siglo, El oficio de escuchar es una guía para terapeutas y buscadores de conciencia sobre la esencia de la gestalt: su espiritualidad, condensada en la fe hacia la autorregulación organísmica, tan presente en Fritz Perls como en el Tao o el Zen. Por sus páginas circulan maestros, amigos y compañeros desaparecidos, reflexiones sobre la enseñanza del oficio de escuchar y, sobre todo, un sabor artesanal a escucha y contacto humano, en la sencillez de una filosofía ―la gestalt― que invita a no saltarse etapas en el proceso de conocerse a uno mismo.


Biografía del autor

Pionero de la terapia Gestalt en España, Francisco Peñarrubia es director de la Escuela Madrileña de Terapia Gestalt, profesor del Programa SAT y uno de los psicólogos más relevantes del horizonte terapéutico español contemporáneo. Desde finales de los años 70 consiguió introducir las técnicas y recursos de la terapia humanista en el aún receloso panorama posfranquista. Discípulo y colaborador de Ignacio Martín Poyo y de Claudio Naranjo, fue el primer presidente y uno de los miembros fundadores de la Asociación Española de Terapia Gestalt. Exdirector de CIPARH, es autor de obras como "Integración Emocional y Psicología Humanista (1979)", "Psicología Dinámica Grupal (1981)" y "Terapia Gestalt. La vía del vacío fértil (1998)". Sus talleres terapéuticos, como "Las cuatro caras del héroe", son un referente en la Gestalt.

jueves, 30 de junio de 2022

ESPERANZA EN PSICOSIS

 



JOSÉ MARÍA ÁLVAREZ. Principios de una psicoterapia de la psicosis.

"La Otra Psiquiatría"

Descripción

En el libro, el autor, con treinta años de experiencia clínica en el tratamiento de la psicosis, concluye y argumenta lo que considera los dos pilares claves que sostienen y permiten la psicoterapia de la psicosis: que la locura es una defensa para sobrevivir cuando alguien se ve sobrepasado por experiencias inhumanas y que su tratamiento se basa en la transferencia, esto es, en la palabra como cemento de la relación terapeútica y base de cualquier tratamiento posible. Un camino de cómo hablar con los locos, qué decir y qué callar, cómo realizar una psicoterapia con estos pacientes, tan trastornados que no se sabe muy bien cómo entrarles y conversar con ellos.

La idea de este libro surge de la asunción de nuevos cometidos en el trabajo hospitalario, a lo que se añaden peticiones de residentes y compañeros ávidos de algunos principios con los que orientarse en el quehacer diario en las trincheras de la locura.

No se trata de los principios de la psicoterapia de la psicosis, sino de una psicoterapia. Una psicoterapia entre muchas, basada en una amplia experiencia con pacientes gravemente perturbados.


La locura es humana, demasiado humana, pero los humanos no estamos preparados para sobrevivir a cualquier circunstancia ni situación. Y menos aún aquellos que, por distintas razones, se quedaron a medio hacer y subsisten a la intemperie, más expuestos y vulnerables

José María Álvarez


La locura es una defensa que, en ocasiones, conduce al retiro e impone una distancia. A veces la defensa es tan radical que la distancia se convierte en abismo. Un abismo defensivo, pero también un abismo de soledad y exilio. Cuando esto ocurre, cuando la locura nos arrastra hacia los sumideros de la vida, entonces es posible que sólo una mano tendida que agarre bien fuerte y tire en dirección contraria pueda conducir la locura hacia un lugar más habitable, quizá hacia un encuentro o un lugar en el que la soledad pueda ser compartida.

Juan de la Peña

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miércoles, 29 de junio de 2022

SERENIDAD 🌹


Rodrigo Córdoba. Psicólogo y Psicoterapeuta. Zaragoza Y Online. Nos conocemos: www.rcordobasanz.es.  Instagram: @psicoletrazaragoza


El estoicismo es un filosofía que busca, ante todo, la tranquilidad y la serenidad de espíritu. Para Epicteto, el sabio –y feliz– es aquel que acepta de buena gana todas las circunstancias de la vida, sin desear otras. (Imagen de Epicteto de dominio público vía Wikimedia Commons).

Epicteto es uno de los filósofos más célebres de la corriente filosófica conocida como estoicismo, de gran popularidad en la Grecia helenística y en la antigua Roma. Vivió casi toda su existencia como esclavo, sin embargo, tras quedar en libertad, se convirtió en uno de los filósofos más famosos del mundo. Ante todo, serenidad de espíritu.

Su doctrina se centra básicamente en la ética, en la mejor manera de vivir la vida, y sus enseñanzas han pasado a la historia como unas de las mejores maneras de alcanzar la paz interior. Tanto es así que cuando hablamos de «tomarnos las cosas con filosofía», por lo general nos referimos a las ideas estoicas, y por tanto, a las de Epicteto.

1 Destino predeterminado. Esta es una de las enseñanzas básicas del estoicismo, y por ello también de Epicteto. El ser humano no es libre, sino que su existencia está predeterminada. Nacemos y morimos bajo un plan divino que no podemos cambiar. Por ello, nuestro filósofo determina que no tiene sentido que sintamos preocupaciones, angustias o frustraciones, puesto que todo lo que nos ocurre, todo lo que acontece, no puede ser de otro modo. Como si de un viaje en tren se tratara, nuestra vida discurre por una senda marcada de antemano, de modo que nuestra libertad de acción no ha de centrarse en buscar tal o cual fin específico, sino en aceptar las reglas del juego y tratar, sencillamente, de vivir lo más cerca posible de nuestra propia naturaleza.

2 Tranquilidad de espíritu (ataraxia). Relacionado con lo anterior, el sabio es aquel que acepta de buena gana todas las circunstancias de la vida, pues comprende que no tiene otra opción. No está en su mano controlar los sucesos de la existencia y por ello puede permitirse relajarse y aceptar lo que la vida le ofrece.

De este modo, asumiendo y aceptando la incapacidad de controlar los sucesos a los que se enfrenta, el ser humano puede alcanzar la ataraxia, la tranquilidad de espíritu. Como el mismo Epicteto afirmaba: «Compórtate en tu vida como en un banquete. Si algún plato pasa cerca de ti, cuídate mucho de meter la mano. En cambio, si te lo ofrecen, coge tu parte. Haz lo mismo con tus riquezas, amigos, parejas, familia o cualquier otro aspecto. Si puedes lograrlo, serás digno de sentarte a la mesa de los dioses. Y si eres capaz, incluso, de rechazar lo que te ponen delante, tendrás parte de su poder».

El sabio es aquel que acepta de buena gana todas las circunstancias que la vida trae consigo en cada momento

3 Vivir en el ahora. No preocuparnos ni por el pasado ni por el futuro, sino vivir siempre en el presente, único período sobre el que tenemos algún control. La vida centrada en el futuro complica la misma, pues el anticipo de aquello que puede ocurrir causa en nosotros temores (muchas veces infundados) y preocupaciones que pueden desembocar en problemas como la ansiedad o el estrés. Del mismo modo, la vida en el pasado, evocando lo que fue, comparándolo con lo que podría haber sido, desemboca a menudo en depresión, otro grave problema para el ánimo.

Por ello, Epicteto apuesta por una vida plena en el único momento sobre el que podemos tener algún poder de decisión: el ahora. Solo el momento presente es nuestro realmente y a él hemos de dedicar nuestra atención y esfuerzo. Y no dejemos que ni el pasado ni el futuro nos atormenten –dice el filósofo–, pues el primero ya no existe y el segundo lo afrontaremos con la misma ecuanimidad y virtuosismo que el hoy.

lunes, 27 de junio de 2022

SUGERENCIA: NUESTRO LADO OSCURO

 


Rodrigo Córdoba Sanz. @psicoletrazaragoza. Consulta Online y Zaragoza. Teléfono: +34 653379269.  

Sobre mí: http://www.rcordobasanz.es


Descripción


¿Dónde empieza la perversión y quiénes son los perversos? Desde la aparición del término en la Edad Media, se considera como tal a aquel que goza con el mal y con la destrucción de sí mismo o de otro. No obstante, cada época la juzga y la trata a su manera. La historia de los perversos en Occidente se narra aquí a través de sus grandes figuras emblemáticas, desde la época medieval (Gilles de Rais, los místicos, los flagelantes) hasta nuestros días (el nazismo en el siglo XX, los tipos complementarios del pedófilo y el terrorista en la actualidad), pasando por el siglo XVIII (Sade) y el XIX (el niño masturbador, el homosexual, la mujer histérica). Nuestra época, que cada vez cree menos en el hecho de que cada uno de nosotros encierra su lado oscuro, finge suponer que la ciencia pronto nos permitirá acabar con la perversión. Sin embargo, ¿quién no ve que al pretender erradicarla corremos el riesgo de destruir la idea de una posible distinción entre el bien y el mal, que se halla en la base misma de la civilización? «Una historia extraordinaria de la transgresión, un ensayo apasionante» (Jean-Marie Durand, Les Inrockuptibles).

domingo, 19 de junio de 2022

VICTORIA CAMPS: LA BÚSQUEDA DE LA FELICIDAD

 

@psicoletrazaragoza

Victoria Camps, de modo sintetizado, deja perlas y diamantes de sabiduría:

Mujer filósofa-pensadora

Es difícil en este breve artículo hablar de su extensa obra; vamos a bosquejar, pues, algunos de sus temas más destacados.

La educación

Nos habla, en primer lugar, de la educación cívica, y de que la debemos entender como educación moral.

«Los valores cívicos son, son a mi modo de ver, el mínimo común ético que todo ciudadano debería adquirir para aprender a convivir en una democracia».

«Educar con el civismo significa enseñar a utilizar la libertad con responsabilidad».

«La educación de los últimos años no ha sabido transmitir el valor del esfuerzo».

«Educar es dirigir, orientar. En sentido literal, extraer de la persona lo mejor que lleva dentro. El educador debe tener criterio para discernir qué es lo mejor y actuar en consecuencia, reprimiendo lo que no es bueno y no debe ser cultivado. No valorar el esfuerzo como un valor que el niño debe adquirir, está cerca de admitir que todo vale».

Razón–emoción

«El sentimiento es necesario para actuar, y no cualquier sentimiento es adecuado para la convivencia, que es lo que exige de nosotros la ética o la democracia».

«El gobierno de las emociones radica en llegar a saber qué emociones deben ser cultivadas o desechadas».

La ética

«Creo que la ética, o filosofía moral, puede ayudar a formar el carácter o la personalidad moral, pero no es suficiente para conseguirlo. Como decía Aristóteles, las virtudes se adquieren practicándolas, la ética es un saber práctico. Conocer la teoría no es condición suficiente para la integridad moral».

«La justicia –los derechos de la igualdad y la libertad– es ese telos o fin último hacia el que debería tender la sociedad democrática y no puede reducirse a una cualidad o modo de ser de los individuos. Esa justicia ha de estar concretada mediante las virtudes de la solidaridad, la responsabilidad y la tolerancia».

«La ética es una inteligencia emocional. Llevar una vida correcta, conducirse bien en la vida, saber discernir, significa no solo tener un intelecto bien amueblado, sino sentir las emociones adecuadas en cada caso».

«Efectivamente, las emociones son necesarias porque sin ellas no hay motivación para actuar. Pero hay emociones inadecuadas, que solo nos inhiben de actuar o nos llevan a actuar erróneamente. El miedo o la vergüenza pueden ser buenos, pero pueden paralizar la acción. Indignarse está bien si el objeto de indignación merece esa reacción, pero puede ser pueril. Conocer el porqué de las emociones y gobernarlas es, a mi juicio, lo que hace la ética».

«Tenemos más principios éticos de los que somos capaces de cumplir. Lo que nos falta es voluntad y valentía para actuar en consecuencia con lo que decimos que creemos. Por eso yo abogo por la ética de las virtudes, porque pienso que el problema está en las personas, no en la falta de discurso».

Victoria Camps

sábado, 28 de mayo de 2022

PAZ MENTAL

 




«Nuestra verdadera casa es la vida y la vida es el aquí y ahora.
Mi respiración puede llevarme de nuevo a mi verdadera casa»
Thich Nhat Hanh

En tan solo 1′ el maestro zen Thich Nhat Hanh, quien ya nos ha mostrado 14 valiosos principios para seguir en la vida, nos habla sobre la respiración consciente y vivir el aquí y ahora, algo que puede parecer intrascendente pero que es la clave para estar conectados con nuestro interior y para no dispersarnos.

Solo escuchándole podemos sentir una gran paz y esto es un estímulo e inspiración para seguir sus enseñanzas.

El vídeo está en inglés pero este es el texto:

No tienes que hacer algo especial, solo tienes que ser consciente del hecho de que inspiras y de que expiras

Disfruto de mi inspiración y de mi expiración y de repente descubro que estoy realmente vivo y presente

Y esto lo puede hacer todo el mundo y representa una gran diferencia en la vida

Nuestra verdadera casa es la vida y la vida es el aquí y ahora

Mi respiración puede llevarme de nuevo a mi verdadera casa

Y deberíamos ser capaces de hacerlo cada día de nuestras vidas

miércoles, 20 de abril de 2022

LOS PERVERSOS NARCISISTAS

 



-¿Quién es el perverso narcisista?

-Es alguien que tiene miedo a caer en la psicosis, por lo que emplea mecanismos de defensa psicológica, pero de tipo especial, muy proyectivo, y va a intentar, sin darse cuenta, hacer soportar a otra persona las cosas que él no soporta.

– ¿Sería un sinónimo de maltratador psicológico?

–Maltrata a alguien, sí, pero sin que la víctima se de cuenta, intentando que se viva como algo normal. Es un maltrato, pero «porque la víctima se lo merece». «Quien bien te quiere, te hará llorar», ese es su lema.

–¿Cómo se explica la conducta del perverso narcisista?

–Es una persona como los psicóticos, que no soporta los conflictos internos, así que cada conflicto que puede encontrar en sí mismo lo proyecta en el otro. No conoce la culpabilidad. Busca una forma de normalidad en su barbaridad.

¿Hay algo en su infancia que le haga ser así o es un rasgo de su personalidad?


–El perverso narcisista ha tenido un fantasma de omnipotencia cuando era niño. En general viene de la ausencia del padre o que hay un padre pero inconsistente. Por ejemplo, una madre que duerme con su hijo en la cama y envía al padre a dormir al sofá y ese niño se convierte en alguien omnipotente, más potente que su padre. Y realmente es omnipotente, al menos en el pensamiento y en el discurso de su mad


–Pero, ¿qué relación puede haber entre la ausencia, ya sea física o emocional, de un padre y el ser un perverso narcisist


–Porque él tiene la impresión de ser omnipotente y más fuerte que la ley. Él es quien tiene la ley. Está al límite del psicópat


–¿Cuáles son las herramientas del perverso narcisista para manipular a la otra person


-Hay una primera parte que es de seducción. Te va a decir exactamente lo que quieres oír y así se presenta como la persona perfecta; de hecho, muchas veces he oído decir a las víctimas: «Yo creía que había encontrado al hombre ideal». Pero mientras intenta seguir siendo esa persona ideal, si aparece una «mancha» en esa imagen que quiere proyectar, él no la puede soportar y es en ese momento que la víctima va a soportar esa «mancha» y poco a poco va a ir perdiendo su razón: en lugar de pensar que el otro lo está haciendo mal, la víctima se pregunta qué puede hacer para ser mejor.

¿El perverso narcisista no es consciente de lo que hace?


–No, porque siempre te va a decir que tiene razón, que lo hace porque te lo mereces, porque es bueno para ti saber lo equivocado que estás.


–¿Cuál es el perfil de la víctima?


–Coincide en que en todos los casos hay una falla narcisista, Todos podemos ser víctimas, todos podemos encontrar un lugar de la falla. Suele haber una falla y esa falla puede ser estructural, por falta de autoestima, por ejemplo, o coyuntural, como un nuevo trabajo o relación de pareja...


–¿El perverso narcisista es siempre así o son conductas puntuales en momentos o con personas concretas?


–Hay personas que son perversos narcisistas pero también hay mecanismos del perverso narcisista. Así, hay gente que sin ser mentalmente perversa usa en ocasiones estos mecanismos


- Y ¿cuál es la relación del perverso narcisista con su víctima?


-Es una relación de dependencia. De hecho, cuando la víctima te habla de él parece a veces que te habla de una droga: se puede decir que la adicción es buscar siempre algo que no encontramos nunca. Somos adictos a lo que no nos da nada, es increíble.


r.a?a.a?reser mejor.

lunes, 11 de abril de 2022

NEUROSIS DEL DOMINGO

 



Para los que tengan la suerte de tener libres los fines de semana, es muy probable que el domingo sea el día más triste de todos, arrebatando ya ese título al lunes, que históricamente ostentaba el récord de la jornada más temida por eso de volver de nuevo al trabajo. Pero en este mundo dominado por la anticipación, a menudo de algo que no ocurrirá jamás, las vísperas roban ya la identidad del día siguiente, convirtiendo a una jornada de descanso, ocio y divertimento en un tormento que suele empezar después de comer, avanza a lo largo de la tarde y llega a su punto álgido en los primeras horas de la noche.

Lo que ya se conoce como ‘el síndrome del domingo’, no es ninguna enfermedad, sino un conjunto de síntomas muy definidos que llevaron a calificarlo de esta manera (Sunday blues, en el mundo anglosajón). La psicóloga norteamericana Larina Kase, autora del libro Ansiedad de 9 a 5, es una de sus muchas estudiosas. Sus publicaciones sobre estas cuestiones fueron el resultado de una serie de investigaciones realizadas en el Centro de Estudio y Tratamiento de la Ansiedad de la Universidad de Pensilvania, de la cual es miembro.

Ansiedad, angustia, inestabilidad emocional, miedo, sensación de vacío, tristeza, melancolía y una predisposición a centrarse en los aspectos negativos del mundo y la existencia, pueden ser algunos de los síntomas de esta patología dominguera que, en algunos casos, puede llegar acompañada también de alteraciones físicas. Algunas personas acusan peores digestiones, dolores de cabeza o una mayor dificultad para conciliar el sueño el último día de la semana. Algo sin graves consecuencias y que se pasa a la mañana siguiente, pero si sumamos todos los domingos del año veremos que 52 veces debemos pasar por este pequeño túnel del terror emocional, cuya periodicidad y frecuencia no disminuye sin embargo sus efectos. Cada semana lo vivimos como si fuera la primera vez, amargándonos las reuniones familiares, el vermut, las cañas con los amigos o el cine de fin de semana. El síndrome del domingo es una modalidad reducida del estrés post vacacional al que se enfrentan muchos en septiembre porque, desgraciadamente, vivimos un mes al año y dos días a la semana.

Este seísmo, en principio de baja intensidad, puede crecer y hacerse mucho más devastador dependiendo de la situación laboral, “pero esta no siempre es la causa”, como apunta Marisol Delgado, psicóloga y especialista en psicoterapia por la European Federation of Psychologists Associations (EFPA), con consulta en Avilés. “Si el trabajo es ya un problema grave, es muy probable que el síndrome del domingo se dilate hasta el jueves y, en ese caso, lo mejor es ir buscando un nuevo empleo. Pero lo curioso es que este cuadro puede darse también en personas con una aceptable relación laboral y las causas no hay que buscarlas siempre en la vuelta al trabajo. Mi práctica clínica me ha enseñado que las personas que sufren este trastorno suelen ser aquellas que se centran en lo negativo de las cosas, las que no saben gestionar su tiempo libre, aquellas con una estrategia clara de evitación ante situaciones complicadas o las que tienen poca tolerancia a la frustración y no aceptan que las cosas terminen, que el fin de semana se acabe”

El estado anímico de algunas personas decae el último día de la semana. FOTO: GETTY

Para los que tengan la suerte de tener libres los fines de semana, es muy probable que el domingo sea el día más triste de todos, arrebatando ya ese título al lunes, que históricamente ostentaba el récord de la jornada más temida por eso de volver de nuevo al trabajo. Pero en este mundo dominado por la anticipación, a menudo de algo que no ocurrirá jamás, las vísperas roban ya la identidad del día siguiente, convirtiendo a una jornada de descanso, ocio y divertimento en un tormento que suele empezar después de comer, avanza a lo largo de la tarde y llega a su punto álgido en los primeras horas de la noche.

Lo que ya se conoce como ‘el síndrome del domingo’, no es ninguna enfermedad, sino un conjunto de síntomas muy definidos que llevaron a calificarlo de esta manera (Sunday blues, en el mundo anglosajón). La psicóloga norteamericana Larina Kase, autora del libro Ansiedad de 9 a 5, es una de sus muchas estudiosas. Sus publicaciones sobre estas cuestiones fueron el resultado de una serie de investigaciones realizadas en el Centro de Estudio y Tratamiento de la Ansiedad de la Universidad de Pensilvania, de la cual es miembro.nsiedad, angustia, inestabilidad emocional, miedo, sensación de vacío, tristeza, melancolía y una predisposición a centrarse en los aspectos negativos del mundo y la existencia, pueden ser algunos de los síntomas de esta patología dominguera que, en algunos casos, puede llegar acompañada también de alteraciones físicas. Algunas personas acusan peores digestiones, dolores de cabeza o una mayor dificultad para conciliar el sueño el último día de la semana. Algo sin graves consecuencias y que se pasa a la mañana siguiente, pero si sumamos todos los domingos del año veremos que 52 veces debemos pasar por este pequeño túnel del terror emocional, cuya periodicidad y frecuencia no disminuye sin embargo sus efectos. Cada semana lo vivimos como si fuera la primera vez, amargándonos las reuniones familiares, el vermut, las cañas con los amigos o el cine de fin de semana. El síndrome del domingo es una modalidad reducida del estrés post vacacional al que se enfrentan muchos en septiembre porque, desgraciadamente, vivimos un mes al año y dos días a la semana.

Este seísmo, en principio de baja intensidad, puede crecer y hacerse mucho más devastador dependiendo de la situación laboral, “pero esta no siempre es la causa”, como apunta Marisol Delgado, psicóloga y especialista en psicoterapia por la European Federation of Psychologists Associations (EFPA), con consulta en Avilés. “Si el trabajo es ya un problema grave, es muy probable que el síndrome del domingo se dilate hasta el jueves y, en ese caso, lo mejor es ir buscando un nuevo empleo. Pero lo curioso es que este cuadro puede darse también en personas con una aceptable relación laboral y las causas no hay que buscarlas siempre en la vuelta al trabajo. Mi práctica clínica me ha enseñado que las personas que sufren este trastorno suelen ser aquellas que se centran en lo negativo de las cosas, las que no saben gestionar su tiempo libre, aquellas con una estrategia clara de evitación ante situaciones complicadas o las que tienen poca tolerancia a la frustración y no aceptan que las cosas terminen, que el fin de semana se acabe”.

Es fundamental encontrar u n ocio a nuestro favor, no en nuestra contra

El cuerpo y la mente, siempre en actividad frenética, se ven de un momento a otro sin un plan que llevar a cabo y la perspectiva de las horas sin un quehacer definido crea la sensación de vacío y falta de propósito. Aunque parezca sorprendente, la libertad de los momentos sin obligación es el segundo factor que define el síndrome del domingo. ¿Y ahora qué hago? “Es aquí cuando muchas personas empiezan a darle vueltas a todas las cosas que le preocupan: el trabajo, los hijos, la economía, la pareja. Rumiando de forma circular sobre sus preocupaciones”, sentencia Delgado, “el sábado es también un día libre para muchos pero la mayoría lo utiliza para hacer la compra, arreglar la casa, limpiar y todas esas tareas que se acumulan a lo largo de la semana. El domingo incita más a la reflexión porque hay menos cosas que hacer, la mayoría de las tiendas están cerradas y el ritmo de la vida se ralentiza”, señala esta psicóloga.

Esta capacidad de introspección inherente al domingo es algo que, en opinión de Nacho Bañeras, filósofo y director de la escuela filosófica Cura Sui, deberíamos utilizar, en vez de despreciar o enmascarar. “Para empezar, yo creo que esta pequeña depresión es algo real y que no solo depende de la persona sino de la sociedad que nos enajena”, señala Bañeras. “Hay una dicotomía trabajo-ocio, que a menudo se traduce en dos vidas paralelas, pero con valores y leyes opuestas. Nos sentimos culpables, pero también si no nos divertimos como es debido. Por eso, cuanto más enajenada es la semana, mayor será el papel salvador que le daremos a los días libres”.

La difícil tarea de no anticipar y vivir el presente


Una cosa es planear y otra muy distinta anticipar. Y nuestra mente tienen un master en lo segundo, especialmente cuando se trata de acontecimientos desagradables o desastres. Gran parte del síndrome del domingo se debe a que, independientemente de que estemos embarcados en alguna actividad placentera (ir al cine o cenar con los amigos), nuestros pensamientos no están con nosotros. Ellos han viajado al futuro y se encuentran ya en la reunión de trabajo o junto al compañero de oficina que no tragamos.


El mindfulness se encarga de comprender los mecanismos de la mente para luego tratar de neutralizarlos. La mente ha sido ensalzada a lo largo de la historia de la humanidad y, ciertamente, es una potente arma pero también es la culpable de la mayor parte de nuestros quebraderos de cabeza. Según Elena Alfaya, miembro del personal docente e investigador de la Universidad de A Coruña, especializada en mindfulness y creadora del Centro Karuna, en esa misma ciudad gallega, “dos de las enfermedades de nuestra era: la depresión y la ansiedad provienen de no vivir el presente. La primera es un exceso de pasado y la segunda de futuro; y el síndrome del domingo tiene sus raíces en la anticipación. En vez de disfrutar del día libre, estamos ya en el mañana. Para traer la mente al momento presente el mindfulness cuenta con varias técnicas. Una de las más socorridas es la respiración consciente, concentrarse en ella para desviar la atención de la corriente subyacente de pensamientos. Centrarse en el cuerpo, el ejercicio físico, es también una opción, pero si el problema está en la mente hay que trabajar con la mente, lo que hará que la verborrea mental se vaya debilitando poco a poco”.


Una premisa básica del mindfulness es que la mente cuenta con tres sistemas: el de calma, el de impulso (planear cosas) y el de amenaza. “Si el primero está mal, afecta a los dos segundos y los dispara. Por eso la importancia de vivir en un entorno de serenidad”, señala esta experta. “Una técnica que empleamos a menudo para centrarnos en el momento es la del ‘5,4,3,2,1’ que utiliza los cinco sentidos. Pongo la atención en 5 cosas con la vista, luego toco 4 cosas con las manos, después oigo 3 sonidos