PEACE

PEACE
Paz y Ciencia

miércoles, 20 de septiembre de 2023

PAZ INTERIOR Y BUDISMO

 


La paz interior se relaciona con la calma mental. La experiencia física no determina necesariamente nuestra paz mental. Si tenemos paz mental, entonces el nivel físico no es tan importante.

Ahora, ¿desarrollamos paz interior al orar? No, en realidad no. ¿A través de entrenamiento físico? No. ¿Al obtener conocimiento? No. ¿A través de adormecer nuestras emociones? Tampoco. Sin embargo, cuando nos enfrentamos a una situación difícil: si encaramos la situación, basados en una atención plena en los beneficios y desventajas de cualquier acción posible y sus consecuencias, entonces nuestra mente no se encuentra perturbada y esto es verdadera paz interior.

Por ello, la compasión y una perspectiva realista son extremadamente importantes. Cuando actuamos en forma no realista surgen consecuencias inesperadas que traen consigo una gran cantidad de temor. En tales casos no consideramos todas las consecuencias, por lo que no nos damos cuenta ni entendemos. Nuestro temor proviene de una falta de investigación adecuada, por lo que necesitamos analizar desde las cuatro direcciones, arriba y abajo para obtener una visión completa. Siempre existe una brecha entre la realidad y la apariencia, por eso es necesario investigar desde todas las direcciones.

No es posible determinar si algo es positivo o negativo con tan sólo verlo. Cuando lo investigamos cabalmente y nos damos cuenta de la verdad acerca de algo, es cuando podemos evaluar si es positivo o negativo. Entonces, necesitamos hacer una evaluación racional de nuestra situación. Si empezamos a investigar con deseo: "Quiero este resultado, ese otro resultado", entonces nuestra investigación está sesgada. La tradición nalanda de la India dice que es necesario siempre ser escépticos e investigar objetivamente todos los temas, incluso la religión.

domingo, 17 de septiembre de 2023

ANSIEDAD Y BUDISMO

 


@psicoletrazaragoza en IG.


simple y clara: Si te encuentras con un problema del cual puedes hacer algo para cambiar, házlo. ¿Por qué preocuparse? Y si no puedes hacer nada al respecto, entonces que así sea. ¿por qué preocuparse? Las emociones, como la ansiedad, tienen dos caras. Son mensajeros; tienen algo que enseñarnos, pero rápidamente cobran fuerza y se apoderan de nosotros, ahí nos perdemos. 

Hay cierto punto en el que la excitación o los nervios se tornan en ansiedad. Ese es un punto que hay que notar. La excitación o los nervios pueden ser algo bueno. Como escritora y maestra, mi vida es un ciclo sin fin de fechas límites de entrega. A medida que me aproximo a la fecha de entrega de un artículo o el inicio de una clase, la experiencia aumenta y se intensifica. Una vez que terminé, la energía se asienta y se relaja. Me parece que este tipo de ciclo de estrés-relajación nos beneficia. Nos da un límite.

Pero la ansiedad por sí misma no nos beneficia. Entre más ansiosos y cautos nos volvemos, más atraemos el desastre. Si alguna vez te has metido al coche con un conductor nervioso, puedes recordar cuánto miedo puede causar la ansiedad. Cuando Simone Biles experimentó una ansiedad extrema en su competencia Olímpica, ella se dio cuenta cuán peligroso sería continuar en tal estado.

Así que aquí estamos. Cada uno de nosotros tenemos nuestras fuentes particulares de ansiedad. Y además de ellas, no podemos evitar ser afectados por las amenazas más grandes de la escala nacional y global.  Hay realidades de nuestro mundo que son aterradoras y perturbadoras, hay muchas cosas allá afuera que dan miedo, pero la ansiedad que resulta de ellas es nuestra. No está allá afuera, sino en nosotros. Es un hábito de reacción, uno que no ayuda y que causa mucho dolor, y nos corresponde a nosotros el trabajar con él. 

La meditación no es un asalto frontal a la ansiedad. Mientras que sí hay técnicas de meditación como la respiración consciente, que pueden ser de mucha ayuda para calmar un brote de ansiedad, la meditación no se trata realmente de arreglar cosas, de deshacerse de, o de negar cosas. Se trata de encontrar la salud y la calma en medio del mundo tal cual es, así como es. ¿Qué más podemos hacer?

 

domingo, 10 de septiembre de 2023

CONTRA LA ANSIEDAD

 



La ansiedad no es algo divertido. Quienes han sentido sus efectos lo saben bien. La persona que padece este estado experimenta una gran gama de síntomas, que van desde lo físico (como gastritis, sudoración o palpitaciones) hasta la sensación de que no tienen control sobre sus vidas ni son capaces de hacer lo que desean.

Los terapeutas están profesionalmente capacitados para enseñar a las personas ansiosas distintas herramientas para ayudarlas a sobrellevar sus síntomas. La psicóloga Anna Prudovski, directora clínica de Turning Point Psychological Services explica que existen métodos tomados de la praxis clínica para aprender a controlar la ansiedad. La doctora aclara que, con estas prácticas, el individio aprenderá que “la ansiedad no tiene que controlar su vida”.

Con algunos de los ejercicios explicados a continuación, recomendados por especialistas en el área, usted podrá empezar a lidiar en el día a día con su ansiedad, logrando sentirse cada vez mejor. Recuerde que la ansiedad es difícil de sobrellevar, pero no tiene por qué apoderarse de su vida.

Todas estas técnicas, como verá a continuación, tienen como objetivo sacar a la persona de la espiral ascendente de ansiedad y llevarla de vuelta hacia el mundo real. Practíquelas y notará una gran diferencia.

1. Sostener un cubo de hielo
Parece una sugerencia irracional, pero funciona sostener un cubo de hielo en su mano cuando tenga dificultades para controlarse. La psicoterapeuta Edie Stark explica que el cerebro opta por concentrarse en la frialdad de la mano en vez de alimentar la sensación de pánico. La incomodad ocasionada por el frío también actúa como una “distracción intencional”.

2. Nombrarla en voz alta
¿Reconoce que está empezando a sentirse atacado por los nervios? Solo dígalo: “Oh, ahí viene mi ansiedad de nuevo”. Prudovski aclara las razones de este truco: “Esto transfiere la actividad cerebral de la parte emocional del cerebro al lado del pensamiento, reduciendo así la ansiedad”. Por lo tanto, al separar la reacción ansiosa de la emoción que la genera, la ansiedad disminuye.

3. Beber algo caliente
Las razones por las que funciona este truco son similares a las del cubo de hielo. El sistema nervioso y el cerebro deben atender de inmediato a otras señales: el cambio de temperatura, la necesidad de concentrarse en el proceso de elaboración del té o el café, los sabores, olores y sensaciones que llegan al organismo y que necesitan ser identificados, todos ellos restan atención a la ansiedad. Incluso puede agregar a esta técnica una respiración controlada y acompasada entre sorbo y sorbo.

4. Oler una fragancia
La aromaterapia conoce este truco. Asociar un olor (Stark recomienda la lavanda, el eucalipto o la menta) con la relajación es una buena idea, así como llevar siempre consigo un pequeño frasco para oler cada vez que se sienta ansioso.

5. Escribir sobre la ansiedad
La doctora Sarah Allen invita a la persona con ansiedad a poner sus preocupaciones por escrito. No solo debe ser lo más específico posible en las descripciones, sino también relatar si lo que lo preocupaba ocurrió en verdad, si era tan malo como lo esperaba y lo que hizo para lidiar con el evento. “Esto lo ayuda a entender mejor su ansiedad, a distinguir entre las preocupaciones que son útiles y las que son inútiles”. De este modo podrá conocer tanto su ansiedad que finalmente logrará tenerla bajo control.

6. Investigar
Existen modos de aprender sobre la ansiedad. Leer de noche hasta la saciedad buscando sus síntomas puede que solo contribuya a ponerlo más ansioso. Pero ir aprendiendo a identificar sus síntomas físicos (la sudoración de las manos, malestares intestinales, ataques de rabia o pánico) así como las experiencias emocionales y cognitivas es positivo porque reconocer los síntomas cuando empiezan ayuda a reducir la ansiedad.

El psicólogo Fawn McNeil-Haber dice que no es inmensamente difícil comprender la ansiedad. Todo lo contrario. Y conocerla es un modo de aprender a dominarla.

7. Dedicar tiempo a la preocupación
Puede sonar paradójico, pero saber que tiene un rato de su tiempo cada día destinado única y exclusivamente a angustiarse ayuda a que esta no se dispare insistentemente. Al principio la persona deberá entrenarse para no pensar en sus preocupaciones en otros momentos del día distintos al escogido, pero progresivamente el truco funcionará. La terapeuta Allen recomienda seleccionar que el individuo escoja el momento, lugar y duración más conveniente para él. En ese tiempo podrá sentirse tan ansioso como quiera así como evaluar opciones para controlar su trastorno.

8. Alejarse un paso
En un ataque de ansiedad, salir al aire libre a tomar un descanso puede ser de ayuda pues evita la sensación de estar prisionero, lo que dispara los síntomas. Caminar y sentir el aire fresco vuelve a activar la capacidad de concentración del cerebro, según el psicoterapeuta Stark. Pero no se limita exclusivamente al exterior: caminar por los pasillos de una oficina o vivienda cumple el mismo efecto. Lo importante es alejarse unos momentos.

9. Respirar
Esta es una recomendación que incluso las abuelas hacen. La respiración es indispensable para la supervivencia y se puede controlar a voluntad. Por eso también es empleada como una herramienta de relajación efectiva. Stark describe una técnica de respiración profunda: “Inhalar a la cuenta de cinco, aguantar contando dos y exhalar a la cuenta de diez. Repitiendo el proceso le envía señales al sistema nervioso para que se relaje”.

10. Volver a la realidad
Cuando la ansiedad se apodera de su cerebro puede emplear la siguiente técnica de la doctora Crystal I. Lee para “tocar tierra”. La misma consiste en mencionar cinco cosas que vea a su alrededor, cuatro cosas que sienta en su piel, tres cosas que pueda oír donde se encuentre, dos que pueda oler en ese momento y una que tenga la posibilidad de probar. Obligar a sus sentidos y su cerebro a responder (como en los primeros cuatro trucos anteriormente descritos) trae a la persona de vuelta al presente y baja los niveles de ansiedad.

11. Ir despacio
Muchas personas ansiosas tienen la tendencia de “aumentar la velocidad” cuando se sienten ansiosos, empeorando la situación. Por ello debe aprender a “desacelerarse”. Existen avisos de relajación para el cerebro como empezar a caminar más despacio, sentarse unos minutos para buscar la calma. Esos son modos que la terapeuta Patricia A. Farrel sugiere para romper con el ciclo de la ansiedad.


martes, 5 de septiembre de 2023

¿Qué es Om?

 


Ig: @psicoletrazaragoza


Además, las vibraciones y la pronunciación rítmica también tienen un efecto físico en nuestro cuerpo.

La sílaba Om y su vibración, ralentiza el sistema nervioso y calma la mente, consiguiendo un efecto similar a la meditación.

Cuando la mente está relajada, la presión arterial disminuye y, con ello se beneficia también, la salud de nuestro corazón.

Finalmente, el símbolo  Om es también una forma conectar con nuestro interior y crear un estado de conciencia.

Dejar un momento al día para sentarnos a meditar y recitar este mantra significa crear un tiempo diferente dentro de nuestra rutina diaria con el fin de conocernos y cuidarnos.

Si te fijas hay muchas personas que llevan el tatuaje del Om en su piel, como forma de recordar la gran conexión que tenemos con el Universo a través de este sonido.