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Paz y Ciencia

jueves, 31 de enero de 2019

La paradoja de la Alta Capacidad




Una de las mayores paradojas de la alta capacidad son las emociones.
Muchos de los niños con alta capacidad tienen hiperemotividad, sienten todo de manera amplificada. Sufren unas oscilaciones tremendas de su volumen emotivo por así decirlo, como olas que recorren su cuerpo. Son amplificadores emocionales.
La emoción nos lleva a la empatía. Si yo siento adecuadamente, seré capaz de ponerme en la piel del otro y comprenderlo, pero también me llevará a sufrir como propias, cosas que no son mías, sino de los demás. Eso es algo que no siempre es bien entendido por los otros y que puede acarrear problemas en la socialización del niño.
También produce mucha tristeza. Si yo siento como mías las preocupaciones de los demás, si me angustia como propia cada una de las injusticias que veo en el mundo, ¿cómo voy a ser feliz?, sería egoísta por mi parte, siquiera pretender serlo.
Sin embargo, en otros casos, como uno de los rasgos de personalidad de muchas altas capacidades, está el egocentrismo, en el que ocurre todo lo contrario. El niño se centra únicamente en sí mismo, alejándose de la percepción de los demás.
¿Qué ocurre si los dos aspectos se unen?, ¿si alguien fuera enormemente empático y egocéntrico a la vez? Que se produce un enorme desequilibrio entre lo que sienten y lo que son.
Una de las características de los niños y personas con altas capacidades es un alto componente emocional en su personalidad. Un componente emocional que está presente todo el tiempo y, por tanto, altera el modo en el que la persona se conduce. No podemos afirmar que un niño con alta capacidad actúe primero con la emoción y luego con la razón.
Como decíamos, la emoción y el raciocinio deberían dar una respuesta en la misma dirección. Cuando eso no ocurre, se producen desajustes que ocasionan problemas, que se manifiestan de muy diversas formas.
Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo y Psicoterapeuta.
Tfno. Contacto: 653 379 269
Dirección: Lacarra de Miguel 27. 2C
Antes General Sueiro.
Página Web: www.rcordobasanz.es

Bloqueos emocionales




"Los principales obstáculos o bloqueos psicológicos provocan perjuicios en todas las áreas vitales y, en especial, en el proceso de toma de decisiones. Son inconscientes, generalmente actúan juntos y se nutren unos a otros lo cual, no obstante, trae la ventaja de que al superar uno o varios de ellos se puede enfrentar a los demás".

Theodore Rubin, el psiquiatra americano expuso 17 tipos diferentes de bloqueos, muchos de los cuales en realidad se pueden ajustar a una persona con TLP, y son objetivos para la terapia, por ejemplo: la mejora de la autoestima, saber lo que uno quiere; así como las causas: infancia y experiencias, sobre todo.

TIPOS DE BLOQUEOS:

1. Pérdida de contacto con los propios sentimientos
2. Evitación de los problemas y de la ansiedad, con la finalidad de no experimentar sufrimiento
3. Carencia de una escala de valores
4. Escasa autoestima o falta de confianza en sí mismo
5. La desesperanza, depresión y ansiedad
6. Idealización o imagen irreal del propio yo
7. Anulación del propio yo, dependencia de los demás y necesidad obsesiva de agradar
8. Búsqueda obsesiva de reconocimiento y del primer lugar
9. Perfeccionismo y afán de tenerlo todo
10. Esperanza de cosas mejores, anhelo de lo que no se tiene, desprecio por lo que se tiene y vivir de ilusiones
11. Vivir en la imaginación
12. Temor al autodesprecio que pueda generarse si se toma una decisión errónea
13. Autoreproches provocados por exigencias desmedidas
14. Ceguera ante las distintas opciones
15. Temor y distorsión de la presión del tiempo
16. Criterios erróneos
17. Falta de integración interna o grave desorganización

Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo y Psicoterapeuta.
Tfno.: 653 379 269
Zaragoza (Zona Centro)
Página Web: www.rcordobasanz.es

miércoles, 30 de enero de 2019

Personas con Alta Sensibilidad

Más de la mitad de las personas entrevistadas padecen el síndrome del intestino irritable. Sufren dolores de abdomen, alternan las diarreas con el estreñimiento, tienen náuseas y acumulan gran cantidad de gases intestinales. Estas molestias pueden estar causadas tanto por estímulos externos como por experiencias internas como el miedo, la excitación, el enfado, el desasosiego y la tensión. La persona sensible transforma una y otra vez sus sensaciones en síntomas vegetativos. Tienen tendencia a sufrir trastornos funcionales. Unas son propensas a tener dolor de cabeza, migrañas o ansiedad; otras tienen dolores en la espalda, el cuello o los hombros, y a otras les duele todo el cuerpo.
La piel también puede reaccionar a las tensiones. Aparecen picores, manchas rojas o eccemas. Es curioso que popularmente se hable de que algo nos cala hondo o nos pica, de ponerse en el pellejo del otro.
En comparación con el resto de la población, existe un número muy elevado de personas altamente sensibles que sufren fibromialgia, una enfermedad cuyo principal síntoma es el dolor crónico en músculos y tendones.
La cifra de las que padecen trastornos del sueño también es considerablemente alta. Algunas personas dicen tener problemas circulatorios o tendencia a marearse y desmayarse.
Más de la mitad de las personas encuestadas afirma tener alergias e intolerancias. A menudo el alcohol, el café, el té negro, les produce efectos indeseados.
Algunas de las entrevistadas padecen un fuerte síndrome premenstrual, es decir, malestares físicos y psicológicos antes de la menstruación debidos a cambios hormonales. Estos incluyen, entre otros, dolores de cabeza y de espalda, estreñimiento, piel con impurezas o sensibilidad en el pecho, decaimiento, sobreexcitación, apatía y una gran vulnerabilidad. Estos síntomas también parecen ser más frecuentes en estas mujeres que en el promedio de la población.

Vivir con Alta Sensibilidad. Entre el talento y la fragilidad. Págs.: 42-43. Herder.
Antje Sabine Naegeli. Analista Existencial

Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo y Psicoterapeuta.
Zaragoza (Zona Centro).
Teléfono: 653 379 269


Ideas de Marsha Linehan





Estas son algunas ideas que ofrece Marsha Linehan en sus "Fichas", para distraerse, experimentar emociones agradables y mejorar el momento presente:

Llevar a cabo actividades distractoras:
Practicar una afición, limpiar, ir a ver espectáculos, llamar o visitar a un amigo, practicar juegos de ordenador, pasear, trabajar, practicar deportes, salir a comer o cenar, tomarse un café o un té descafeinado, pescar, cortar leña, arreglar el jardín, jugar a la máquina del millón.

Comparar nuestra situación con otras:
Compararse con gente que está en la misma situación que nosotros o peor.
Compararse con gente menos afortunada. Ver series de televisión; leer sobre desastres o sobre el sufrimiento ajeno.

Generar emociones opuestas:
Leer libros, cartas o cuentos que provoquen emociones opuestas; ir a ver películas que nos animen; escuchar música que nos motive. (Asegurémonos de que el evento crea en nosotros diferentes ; ). Ideas: películas de miedo, libros cómicos, comedias, discos divertidos, música religiosa, marchas militares, ir a unos grandes almacenes y comprar tarjetas de felicitación.

Dejar de lado situaciones negativas:
Dejar de lado la situación durante un rato a nivel mental. Construir un muro imaginario entre uno mismo y la situación. O hacerlo bloqueando la situación en la mente. Rechazar pensar en los aspectos negativos de la situación. Poner el dolor en un estante. Encerrarlo en una caja y dejarlo ahí durante un rato.

Tener pensamientos distractores:
Contar hasta 10; contar los colores de un cuadro, de las ventanas, de cualquier cosa; hacer rompecabezas; ver la televisión; leer.

Experimentar sensaciones intensas:
Sostener hielo en la mano; apretar una bola de goma con la mano, ducharse con agua muy caliente; escuchar música a muy alto volumen a muy alto volumen; practicar sexo; ponerse una goma elástica en la muñeca, estirar y soltar de repente.


martes, 29 de enero de 2019

La insoportabilidad del Ser (sobre el TLP)




Según refieren, metiéndome en su mundo interno en la medida en que sus defensas lo dejan, observo algo así:

Una fría mañana de invierno, donde no hay esperanzas, donde el llanto es incontrolable y repentino, donde la pena está como un garfio en el corazón aguardando el mínimo estímulo para clavarse la persona no se encuentra. Una cama, mantas donde abrigarse del mundo y una salida efímera del mundo. La persiana bajada, la televisión agotada, el cigarro entre los labios y la tos del constipado invernal. Dolor de cabeza, tristeza, pesadumbre y el cuerpo pesado.

No sé si puedo dar buena cuenta del sufrimiento que lleva a lesionarse pero la autodestrucción se da en muchas facetas, desde el autosabotaje hasta negarse el derecho a vivir mejor por creer no merecerlo. Todas estas falacias son verdades incontestables y quien se atreva a cuestionarlas puede pasar a ser un gran enemigo porque el corazón está ultrajado y quemado, lleva mucho recorrido en el sinsabor.

Ahora sólo queda seguir "igual" porque no hay posibilidad de mejoría, los psicólogos son charlatanes que no me comprenden ni me han comprendido y los psiquiatras me han drogado hasta dejarme "estupidizada". Creo que voy a dejarme ir, me echaré en la cama, una suerte de muerte simbólica donde se pone la oscuridad.

Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo y Psicoterapeuta
Teléfono: 653 379 269

lunes, 28 de enero de 2019

El padre de Freud

El padre de Freud, Jakob, comerciante de tejidos, figura de pequeño burgués sin grandes ideales y sin cultura, no es en absoluto la figura resplandeciente del padre ideal. El padre de Freud no es el padre que detenta el cetro fálico del poder. Es, más bien, la imagen de un padre en dificultades, debilitado, sumiso, la imagen de aquel padre humillado que el neorrealismo de Vitorio De Sica retrata de forma despiadada y melancólica en Ladrón de bicicletas. Freud refiere en La interpretación de los sueños un relato escuchado durante su infancia y que lo acompañará para siempre como una imagen indeleble: cuando el padre estaba paseando por Freiberg se encontró frente a un hombre en su misma acera que venía en dirección opuesta. Con arrogancia, éste quiso que le cediese el paso y tiró al barro su gorra, al tiempo que gritaba ofensivamente: "¡fuera de la acera, judío!". Ante esta escena de humillación el pequeño Sigmund pregunta con apremio: "y tú ¿qué hiciste?" El padre respondió lacónicamente: "bajé de la acera y recogí el gorro".

Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo y Psicoterapeuta.
Zaragoza (Zona Centro)
Teléfono: 653 379 269
Página Web: www.rcordobasanz.es

domingo, 27 de enero de 2019

Dolores Mosquera: virtudes del terapeuta del TLP

DOLORES MOSQUERA


Con frecuencia, se dice que las personas con TLP son impacientes y que tienen grandes dificultades para ser constantes en aquello que se proponen. Es sabido que son pacientes que generan una gran variedad de respuestas contratransferenciales y esto, puede interferir en la capacidad del clínico para atenderles correctamente,

Estas respuestas oscilan desde un rechazo absoluto hacia el paciente hasta una sensación y/o necesidad de salvarle. Algunos profesionales con experiencia en este campo mencionan que si un terapeuta no ha tenido dificultades con el manejo de la contratransferencia es porque no se han visto envuelto en un caso de estas características y en parte, tiene su lógica, pues como comentan Glen Owen Gabbard y Sallye M. Wilkinson en la introducción de su libro "Management of countertransference with borderline patients", pocos trastornos podrían dedicar un volumen entero a las reacciones emocionales que generan aquellos que los padecen en los profesionales que los atienden. De hecho, es frecuente escuchar comentarios muy negativos hacia estos pacientes que reflejan la actitud que se pueden encontrar cuando acuden a pedir ayuda.

Por esto es necesario hablar de las cualidades y dificultades del clínico y no sólo de las del paciente. Atribuir la responsabilidad de la terapia y la mejoría exclusivamente al paciente, es una postura cómoda en la que se obvia la parte de responsabilidad atribuible al terapeuta. Si el profesional tiene prejuicios ante las personas con este diagnóstico, es fácil que se lo transmita al paciente y esto, puede provocar que este no se involucre en la terapia, se ponga a la defensiva o empiece a emplear mecanismos de defensa que impidan que se consolide una adecuada alianza terapéutica. Es decir, las posibilidades de que el tratamiento sea efectivo disminuyen automáticamente y el fracaso estará casi garantizado desde la primera toma de contacto.

Uno de los aspectos básicos para obtener resultados en el tratamiento del Trastorno Límite de la Personalidad, es la constancia en terapia en tanto por parte del paciente como por parte del terapeuta. Encuentro, que en algunos casos, el paciente puede ser más constante con la terapia que el propio profesional que le atiende, sólo que los avances son mucho más lentos y difíciles de apreciar por ambas partes. En los casos de pacientes más "funcionales", los resultados se pueden empezar a ver con relativa rapidez (el paciente puede dejar de lesionarse durante los primeros meses, puede aprender a pedir ayuda de una forma más efectiva, puede estar más tranquilo y centrado en la terapia y el tratamiento, etc.). Sin embargo, en los casos de pacientes "menos funcionales" o que ya llevan años de tratamiento, sin resultados, que acuden totalmente desmotivados y casi resignados, nuestra labor se hace más difícil y es fácil perder la perspectiva y dar el caso por imposible.

Para reducir la frustración y no perder la perspectiva, es importante revisar los objetivos de forma periódica y recordar aquellos pasos que el paciente sí ha dado (por pequeños que nos parezcan a nosotros).

Existen 4 aspectos básicos en el tratamiento de los pacientes con TLP:

1. La constancia.
2. La paciencia para repetir lo mismo una y otra vez, cuando es necesario.
3. No desviarse de los objetivos por la sensación de no avanzar.
4. El mantenimiento de la mejoría por pequeña que parezca.

Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo y Psicoterapeuta. 
Zaragoza (Zona Centro).
Teléfono: 653 379 269
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sábado, 26 de enero de 2019

Terapia Dialéctica Conductual


La principal característica de la TDC es buscar la síntesis entre la aceptación y el cambio; por lo tanto, la validación y las estrategias para la resolución de problemas son partes esenciales de la TDC. La validación es la estrategia más importante en la aceptación, ya que conduce a la persona a entender sus acciones, emociones y pensamientos. Por su parte, la resolución de problemas es la estrategia directa para el cambio, pues lleva al paciente a analizar su comportamiento y a tomar medidas activas en el camino hacia el cambio.
La esencia de la validación es que el terapeuta le comunique al paciente que sus respuestas tienen sentido y son entendibles si se tiene en cuenta el contexto y la situación actual. Es importante tener presente que validar no significa estar de acuerdo ni darle la razón al otro; es aceptar y reconocer las emociones como expresión auténtica de su propia visión del mundo y sus sentimientos. Por lo tanto, lo que se valida son las emociones, no las conductas.

Este tratamiento integra principios de práctica Zen, la Atención Plena. Marsha Linehan investigó y viajó mucho para conocer personalmente los beneficios de estas técnicas.

La conciencia plena (traducción del término en inglés mindfulness) se refiere a la habilidad de adquirir una mayor conciencia de sí mismo y del contexto donde se encuentra. Implica adoptar una postura no sentenciosa, enfocarse en una sola cosa cada vez y ser efectivo. El objetivo es identificar las acciones más adecuadas para generar soluciones efectivas y aplicables, atendiendo al estado emocional actual y a los pensamientos asociados, que muchas veces son disfuncionales.

La conciencia plena facilita los estados de "mente sabia", que son una integración entre la "mente racional" y la "mente emocional", es decir, son estados en los cuales el individuo puede encontrar la síntesis entre la experiencia emocional y los pensamientos lógicos.

La TDC es un tratamiento completo, diseñado para cumplir cinco funciones básicas: reforzar las capacidades y aptitudes del paciente, mejorar la motivación, realizar la importancia de generalizar a la vida diaria lo aprendido durante el tratamiento, estructurar el ambiente y destacar las capacidades y motivaciones del terapeuta para tratar a los pacientes con TLP.

Bibliografía: ¿Tengo TLP? y si lo tengo, ¿qué?, páginas 44-45. "Lauri". Para adquirirlo www.ideasylibros.com

Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo y Psicoterapeuta. Zaragoza (Zona Centro)
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viernes, 25 de enero de 2019

Terapia Familiar en el TLP

JOHN G. GUNDERSON


El psiquiatra John G. Gunderson señala que las intervenciones psicoeducativas estructuradas para las familias con un miembro límite han tenido buena acogida, enfatizando el carácter socioterapéutico de las mismas, las cuales inciden principalmente en la adaptación social del paciente.

Considera que, a menudo, las intervenciones tienen lugar una vez realizado el diagnóstico y cuando el paciente límite se encuentra en niveles de asistencia más restrictivos (hospitalización, o residencia u hospitalización parcial). Estas primeras intervenciones familiares pueden hacer que las interacciones resulten menos estresantes para la familia.

Sin embargo, las intervenciones más prolongadas suelen ser necesarias para cambiar la manera que tiene la familia de comunicarse o relacionarse, a través de su implicación en los objetivos terapéuticos y adquisición de habilidades, y así, mejorar la comunicación y disminuir las hostilidades hacia el miembro de la familia afectado por un Trastorno Límite de la Personalidad.

Las primeras fases del tratamiento, según Gunderson, se encuentran destinadas a calmar la ansiedad de la familia y al establecimiento de una alianza.

Por su parte, las últimas fases están dirigidas a tratar propiamente a la familia, es decir, se pueden identificar como terapia.

Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo y Psicoterapeuta.
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jueves, 24 de enero de 2019

TLP. Dificultades en la terapia



Dice Marsha Linehan:

"Como es lógico, los pacientes TLP con una capacidad funcional mínima, especialmente aquéllos que ya han sido diagnosticados y tratados del trastorno, con frecuencia llegan a su terapia con una actitud derrotista, después de todo el tiempo que han estado en tratamiento en uno o varios centros de salud mental sin haber logrado una mejoría. Por lo general, durante las primeras sesiones de terapia, los pacientes suelen hacer observaciones como: "No puede ayudarme", "¿Por qué habría usted de ser diferente de los demás que en el pasado me traicionaron?", "Yo soy demasiado defectuoso para ser reparado.

Todo esto tiene que ver con el hecho de que los pacientes Borderline probablemente son los clientes más difíciles que un terapeuta pueda atender. Los TLP ponen a prueba las habilidades del terapeuta más experimentado y capacitado. Un dilema común es encontrar tiempo para explorar los temas más profundos siempre que un TLP sufra una recaída y entre en crisis.

Otra es que algunos terapeutas, especialmente los inexpertos en el tratamiento de este trastorno, tiene dificultades para cumplir con sus propios límites, como el recibir llamadas por teléfono a altas horas de la noche y limitarlas a un número razonable. Una vez que comienzan los problemas, es difícil para el terapeuta invertir el curso sin ser demasiado crítico, negligente o desatento. En situaciones como éstas, un terapeuta no capacitado puede ser peor que ninguno en absoluto.

Los profesionales de salud mental son seres humanos. Como tales, tienen las mismas reacciones temperamentales de las demás personas cuando se enfrentan a la rabia y a la culpa a pesar de que intelectualmente sepan que no es personal".

Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo y Psicoterapeuta.
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miércoles, 23 de enero de 2019

De los fallos en los diagnósticos


"La evidencia existente es insuficiente para mantener el concepto de que el Trastorno Límite cae dentro del espectro bipolar", como otros médicos han apuntado, afirma Marisa Serrano Raya.

Debido, en parte, a la complejidad de las personas (que implica que no siempre se tienen los criterios del manual diagnóstico), y la falta de rigor y conocimiento, en otros casos, el diagnóstico de TLP a veces no se detecta ni se da con claridad y por ello resulta que muchas personas han recibido diagnósticos erróneos. Según las estadísticas bipolaridad e hiperactividad.

Es importante decir que el Trastorno Bipolar tiene un tratamiento diferente y hay que ir con cuidado para no confundirlo con el Trastorno Límite de Personalidad porque comparte la inestabilidad emocional pero no otros de tipo más interpersonal.

Algunas ideas de la página web, "Médicos y pacientes", que también se pueden consultar en la página sin-límite, informan sobre esta realidad:

"Dados los borrosos límites que el TLP mantiene con otros diagnósticos y la gran cantidad que, con frecuencia, comparte con otros diagnósticos psiquiátricos, es frecuente la confusión. Por ello, no es de extrañar que las personas con este problema reciban varios diagnósticos diferentes a lo largo de su vida", según afirma la doctora Marisa Serrano Raya.

"LAURI". Community Manager de www.Sin-Limite.org
Para conseguir sus libros introducir TLP en el buscador de la página www.ideasylibros.com
A finales del 2018 ha publicado ¿Qué hago si tengo TLP? Pon soluciones


Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo y Psicoterapeuta.
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martes, 22 de enero de 2019

Diagnóstico de TLP




Diagnóstico es una palabra que proviene del griego (Dia: a través de)  (Gnosis: conocimiento) y se define como una clasificación que da el médico o psicólogo según los síntomas que advierte.
El Manual DSM-5 es muy corto de miras y no da buena cuenta de la complejidad de este trastorno, de su profundidad y de su capacidad para paliar y curar.
El nihilismo terapéutico viene de las relaciones contratransferenciales del terapeuta y de el miedo de los pacientes, fundamentalmente, si especificamos "miedo al cambio", como subraya Vicente Rubio Larrosa. Otra experta en TLP, además afectada en la adolescencia del trastorno, es Marsha Linehan, quien dice que un terapeuta no capacitado puede ser peor que ninguno en absoluto.
Dolores Mosquera ha realizado una labor enciclopédica para divulgar el trastorno y va, también, mucho más allá del Manual de Clasificación DSM. Pensemos que los árboles no dejan ver el bosque y se convierte en un cajón de sastre.

Un consejo es dejar de lado los prejuicios acerca del trastorno, probar con profesionales que se dediquen a esto, quizá no a la primera pero seguro que se puede encontrar un buen terapeuta. Se requiere paciencia. 

El primer impacto tras recibir el diagnóstico es duro porque supone una "etiqueta de enfermo mental grave", además se suele investigar, lo cual es desastroso, hay que dejarse guiar por el terapeuta, médico o psicólogo y filtrar la información para que no se convierta en desinformación. Al respecto, hay dos libros de "Lauri" en www.ideasylibros.com, busquen por TLP. Es Community Manager del portal sin-limite.org de la Fundación ACAI-TLP y sabe vivencialmente, profesional y teóricamente mucho acerca de esta afección. Escribe con cariño y finura.


Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo y Psicoterapeuta.
Teléfono: 653 379 269
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lunes, 21 de enero de 2019

Síndrome de Peter Pan




Dan Kiley aludió a la figura de Peter Pan para ejemplificar los casos de personas que no quieren crecer

Piensa: ¿tienes dentro un Peter Pan, como le llama el norteamericano Dan Kiley? Es decir, que eres como un niño pequeño que no quiere hacerse mayor. Esto da para un autoanálisis:

Peter posee el deseo interno de ser cuidado, que sus demandas sean satisfechas y da por sentado que los demás se encargarán de todo eso. Se sorprende y se enfada si no es así. Además considera que sus necesidades son apremiantes y no se pueden postergar.

No cree que tenga la obligación de contribuir a amar, dar o hacer. Más bien, su inquietud se concreta en recibir, pedir y criticar. No está hecho para la vida adulta. No puede cumplir promesas, mantener un trabajo, pareja o casa, porque no se puede comprometer. Nada puede obstaculizar su libertad.

Las necesidades básicas de Peter Pan suelen ser cubiertas por otra persona, alguien le gusta cuidarlo.

No se responsabiliza de sus emociones, siempre cree que el otro es el responsable de sus sinsabores y contrariedades.

Está centrado en sí mismo, sus disgustos, su rabia, su desaliento, su estrés y su trabajo excesivo. Un mártir.


Tolerancia a la frustración en niños con altas capacidades




En los niños con alta capacidad, se produce una disfunción del lóbulo frontal que alberga las funciones ejecutivas, debido a un excesivo funcionamiento del hemisferio derecho del cerebro, que produce ondas alfa y como resultado de ellas, se inhibe el lóbulo frontal ocasionando una caída de las funciones ejecutivas. Pues bien, una de las funciones ejecutivas regula la tolerancia a la frustración.

Tenemos otro factor que nos influye, otra característica de la personalidad muy acusada en estos niños: el egocentrismo excesivo. Ellos ven la vida desde un punto de vista y no se paran a pensar en el de los demás. El egocentrismo va desapareciendo cuando somos capaces de ponernos en el lugar del otro, pero para hacerlo, necesitamos una función ejecutiva. De nuevo nos encontramos con el lóbulo frontal. En este caso con las llamadas neuronas espejo, y de nuevo, observamos que en este tipo de niños, estas neuronas no funcionan igual que en la población normal.

Así que tenemos un conjunto de población con un gran control criterial, una disfunción del lóbulo frontal y un egocentrismo superior a lo normal. ¿A qué hora ya no os parece la culpa del mal comportamiento de vuestros hijos sea enteramente vuestra?

No tenemos que perder de vista el agotamiento al que este comportamiento somete a las familias. Es un desgaste que se produce poco a poco, como la gota que cae muchas veces y acaba por horadar la piedra. Hay veces en que las familias soportan peleas diarias y eso, lógicamente, termina por pasarles factura.

A mí no me parece. Casos prácticos para comprender la alta capacidad. Ed. Paraninfo. 2015. Madrid.

Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo y Psicoterapeuta.
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Características comunes a niños con altas capacidades




Algunas características comunes a los niños con altas capacidades serían:

- Presentan una gran curiosidad. Preguntan mucho sobre temas variados.
- Son capaces de aprender muy rápido cuando algo les interesa.
- Tienen cambios de humor súbitos. Pasan a de alegría al llanto sin motivo aparente.
- Son muy sensibles. Les afecta mucho el estado de ánimo de los demás y presentan una empatía alta hacia el sufrimiento ajeno.
- Son capaces de razonamientos abstractos profundos a una edad temprana.
- Tienen una gran memoria.
- Se expresan bien, utilizando el lenguaje con gran precisión.
- A una edad temprana pueden empezar a tener dificultades de relación social.

El libro es una recomendación para padres y educadores de todo tipo, estos niños son mal diagnosticados y mal tratados todavía por ignorancia. Como padre de una niña con esta condición y profesional les sugiero el texto. Un abrazo.

Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo y Psicoterapeuta.
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domingo, 20 de enero de 2019

¿Qué hago si tengo TLP?




De nuevo comparto con ustedes unos consejos de una persona que pasó por este calvario del TLP y ahora se ha recuperado, aunque a muchos no les entre en la cabeza. Ella ("Lauri"), explica en su libro ¿Qué hago si tengo TLP? su proceso terapéutico y lo que se puede conseguir. Alienta a otros desde sus escritos y desde la plataforma sin-limite.org de la Fundación TLP a seguir un buen tratamiento; cómo y por qué. Ella transmite un cierto escepticismo con respecto a la adecuación a la primera del profesional, dice que es un proceso de ensayo-error, podríamos decir. Todo el texto está salpicado de referencias bibliográficas de las cabezas pensantes del TLP, desde Dolores Mosquera o Vicente Rubio, hasta Marsha Linehan, Otto Kernberg o Gunderson.

Rodrigo Córdoba Sanz.

"Yo he hecho un ejercicio de recopilación de los siguientes objetivos para superar la impulsividad, el control de la ira excesiva, la mala relación con el entorno, la inconstancia, la falta de definición de lo que quieres y el sufrimiento, en suma, que es consecuencia de unas carencias y puede configurar una compleja estructura de forma de ser que se debe desmontar y rehacer. Pero siempre se han de tener en cuenta dos cosas:

1) Que las terapias requieren de mucho esfuerzo. No es coser y cantar de un día a otro.
2) Llevan tiempo.

[...]

PIENSA EN CADA UNO

- Autocrítica
- Aumentar la fuerza de voluntad, por tanto la constancia
- No dejarse llevar por el descontrol emocional, por tanto fomentar el control
- Tolerar las frustraciones y manejarlas, por tanto hacerse fuertes y desarrollar estrategias para estar bien
- Controlar la ira, por tanto ser más amables
- Aprender a ser más asertivos, por tanto comunicarse con fluidez
- Controlar la impulsividad, por tanto reflexionar más
- No idealizar a las personas, por tanto ser más realistas con respecto a ellas
- Aumentar la autoestima, por tanto estar seguro de nosotros mismos
- Descubrir qué actividades sabes hacer, por tanto saber mejor lo que quieres
- Tomar decisiones, por tanto no estar bloqueados
- Responsabilizarse de ti mismo, por tanto no esperar que te solucionen la vida los demás
- Mejorar las relaciones de pareja, por tanto disfrutar de ellas
- Mejorar la confianza en otras personas, por tanto sentirse bien socialmente
- Evitar el consumo de drogas
- Tomar medicación si cabe
- Hacer vida sana y cuidar tu cuerpo, por tanto beneficiar la salud en general
- Comer sano
- Aprender a relajarse, por tanto mejorar el estado de humor
- Fomentar las emociones positivas
- Entenderse, por tanto ser sabios y tener inteligencia emocional
- Reforzarse. Y recaigo, ¿y qué?"

Vídeo de LAURIhttps://youtu.be/hf1Btg3L434


sábado, 19 de enero de 2019

Marsha Linehan: TLP




"La principal característica de la terapia es buscar la síntesis entre la aceptación y el cambio; por lo tanto, la validación y las estrategias para la resolución de problemas son partes esenciales de la terapia. La validación es la estrategia más importante en la aceptación, ya que conduce a la persona a entender sus acciones, emociones y pensamientos. Por su parte, la resolución de problemas es la estrategia directa para el cambio, pues llevar al paciente a analizar su comportamiento y a tomar medidas activas en el camino hacia el cambio.

La esencia de la validación es que el terapeuta le comunique al paciente que sus respuestas tienen sentido y son entendibles si se tiene en cuenta el contexto y la situación actual. Es importante tener presente que validar no significa estar de acuerdo ni darle la razón al otro; es aceptar y reconocer las emociones como expresión auténtica de su propia visión del mundo y de sus sentimientos. Por lo tanto, lo que se valida son las emociones, no las conductas".

Marsha Linehan. Fundadora de la Terapia Dialéctica-Conductual
Experta en TLP que comunicó que durante su adolescencia padeció tal trastorno al jubilarse.

Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo y Psicoterapeuta.
Zaragoza. Zona Centro.
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Testimonio sobre hacer terapia para el TLP




"Hacer una terapia tiene como principal objetivo, bajo mi punto de vista, tomar conciencia de que tienes trastorno límite y conocerte mejor de que lo hacías hasta un momento dado para mejorar con mucha voluntad y lograr ser funcional y sentirte más bien que mal. Es puede pasar gracias a la orientación profesional específica que te dé un médico/psicólogo. No digo que el objetivo sea sentirse directamente bien porque creo que una clave del éxito en la vida y en la superación del Trastorno de Inestabilidad Emocional, en concreto, es saber que no eres feliz todo el tiempo, que ciertos cambios los tienes y aunque no te guste, debes aceptarlos, como aceptas los cambios del clima. Debes compensar lo emocional con lo racional porque eres muy emocional y puesto que tienes cambios de humor, has de pensar que tampoco todo es bueno o malo en la vida. Hay un poco de todo.

Si no haces alguna terapia no reflexionas, dedicas un tiempo a la autocrítica ni recibes apoyo externo de ninguna clase. No aprendes a modificar tus conductas y en consecuencia a ser de otro modo.

La voluntad de cambio es tan importante que la primera pregunta ante el inicio de un tratamiento es: ¿estás dispuesto a admitir que necesitas ayuda? ¿Quieres cambiar? Es un primer paso. Bien hecho"

[...]

Yo entiendo que los buenos profesionales no se limitan a constatar la presencia de esos síntomas sino que tratan de ver más allá de las clasificaciones y entender a las personas desde el fondo para trabajar en su mejoría.

LAURI

viernes, 18 de enero de 2019

"Soy un telepé"




Marta Chiarelli, psicóloga integradora, denuncia el abuso de la clasificación diagnóstica, porque es un estigma y porque acude a compensar el déficit identitario.

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¡Qué de nombres que tienen que manejar ahora las personas que tienen síntomas muy penosos! Sufren por estar muy mal y después de la consulta se enteran que son: un Trastorno Límite de la Personalidad, Borderline, Esquizo o Fronterizo.

Denominaciones que pasaron a ser el reservorio de una buena cantidad de síntomas de otras denominaciones más estados mentales... síntesis que está siendo más de lo mismo en esto de poner un nombre vacío, como quien dice en un buen castellano: "El que mucho abarca poco aprieta" por lo cual, como usted es un Trastorno Límite de la Personalidad, familiarmente usted es un Telepé.
Una vez dado el diagnóstico, puede que los médicos prescriban a los pacientes "instruirse" sobre la enfermedad, en Internet, y la persona o familiares van a buscar información allí, sobre lo que el doctor le diagnostica.

Así, a personas que están sufriendo un montón de síntomas que las agobian se los expone a recibir variadas interpretaciones que, aunque posibles, se las toman como ciertas. Entonces incorporan además ideas acerca de sí mismo como, tengo desconfianza paranoide, un estado que puede llegar a descomponerse en un brote psicótico (posteriormente a leer esto el paso siguiente es ir a buscar de qué se trata y comienza el terror de estar volviéndose loco, dificultades para establecer límites personales, alteración de la identidad, incapacidad para sentir (¡Léase bien! INCAPACIDAD).

¿Qué más?

Dar el diagnóstico "Trastorno Límite de la Personalidad", ¿sería una técnica para darle a la persona una identidad distinta para que se sienta mejor?, ¿entra en la cabeza de alguien esta posibilidad?

Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo y Psicoterapeuta.
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jueves, 17 de enero de 2019

Moralidad, ego y agresión




Dentro de cada límite del ego encontramos las fuerzas cohesivas de la integración, que llamamos lo bueno, y en el otro lado, las fuerzas destructivas de la agresión, que llamamos lo malo. En el interior está lo que aceptamos o nos es familiar, y afuera está lo que rechazamos como ajeno o extraño. Las leyes del límite del ego, la identificación y la alienación, se aplican a todos los fenómenos de límites. Se aplican a relaciones interpersonales, a relaciones intrapersonales; podemos llenar libros completos con ejemplos de nuestras disociaciones de parte de nosotros mismos, debidas a represiones, proyecciones, autocontrol y otros medios de alienar la discriminación organísmica.
La agresión y la cohesión son mutuamente dependientes.

Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo y Psicoterapeuta.
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miércoles, 16 de enero de 2019

¿Qué es un padre?

La disolución hipermoderna de Padre y Ley de nuestro tiempo parece sancionar el irremediable declive de la representación edípica del padre situándose bajo el signo del "anti-Edipo", ejerciendo una crítica radical de la equivalencia freudiana Padre y Ley.
Lacan mostrará el carácter virtuosamente traumático de esta operación: el ejercicio simbólico de la paternidad asegura al hijo la posibilidad de salir del pantano indiferenciado del goce y de aventurarse hacia la asunción singular del propio deseo.
En realidad, el propio Freud, mucho antes de la crítica antiedípica de los '70, anunciaba la época de la disolución del padre, desde los orígenes de la doctrina psicoanalítica, fuese un padre evanescente, castrado, opuesto y alternativo a la reconocida grandeza del pater familias. Como si este padre, el padre del que habla Freud, no fuese sólo agente de la castración -aquel que introduce el límite de la Cosa materna- sino también aquel que lleva consigo las marcas de la castración. Se trata de una ambivalencia interna al concepto freudiano de padre. Por una parte el Padre-Norma, el padre que equivale a la Ley, el padre que ejerce la amenaza de eviración y que instala la Ley en la familia; por la otra el padre ausente, vulnerable, demasiado humano para sostener la tarea de representar esa equivalencia.

Massimo Recalcati: ¿Qué queda del padre? La paternidad en la época hipermoderna.

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El saber esquizofrénico




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La certeza inflexible que identifica el saber esquizofrénico no es una convicción cualquiera. Es una suerte de dogma que, al margen de su contenido, posee dos requisitos formales que van más allá de la seguridad irrebatible compartida con cualquier otra manifestación de fe o certidumbre. El primero, su capacidad para detener el pensamiento y establecer una verdad inamovible. En su presencia no estamos ante un mero axioma que potencia con su solidez una línea de reflexión, bajo la confianza que presta una idea que sirve de punto de apoyo. Funciona, por el contrario, como un pivote central que bloquea el desarrollo de la razón y la obliga a girar en un estrecho círculo del que no puede salir.

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Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo y Psicoterapeuta. Zaragoza (Zona Centro).
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martes, 15 de enero de 2019

Sociología de la "Institución" Mental




Propongo llamar aquí psicosociología del establecimiento psiquiátrico a dicha evolución que reduce, en lo esencial, el estudio de la "institución" al análisis de su organización interna, de sus tradiciones, de sus prácticas profesionales, de los tipos de interacción que permite entre las distintas categorías de personal y de enfermos, etc. Su característica general consiste en plantear el conjunto de estas conductas institucionalizadas en función de su mayor o menor pertinencia respecto de la finalidad proclamada por la menor pertinencia respecto de la finalidad proclamada por la psiquiatría, la curación de los enfermos. Esta orientación debería ser claramente diferenciada de la sociología de la institución psiquiátrica propiamente dicha que constituye uno de los momentos estratégicos de la teoría del sistema psiquiátrico en general, enfocado éste como aparato de poder y control social. Si se trata, por tanto, de poner fin a una serie de supervivencias, de recuperar un retraso, de reabsorber unos disfuncionamientos, la buena marcha de los establecimientos psiquiátricos no plantea problemas cualitativamente diferentes de aquéllos que se le presentan al experto en técnica organizativa ante el funcionamiento de cualquier establecimiento social y el sociólogo está perfectamente calificado para intervenir como auxiliar del administrador. Desde el otro punto de vista, el interés principal del estudio de la "institución" psiquiátrica radica en que ésta representa uno de los lugares en donde estalla, bajo la forma menos velada, una de las contradicciones fundamentales de las sociedades modernas entre una ideología humanista, liberal y racionalizadora, por una parte y, por otra, la existencia de instancias oficiales que institucionalizan la segregación social y perpetúan las formas más absolutistas de poder sobre el hombre.

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lunes, 14 de enero de 2019

Altamente Sensible e Intensidad Perceptiva

Las personas con alta sensibilidad perciben su entorno, a las demás personas y sus sentimientos a través de filtros extremadamente sensibles, que detectan el estado de ánimo de los demás con la misma claridad que las sensaciones presentes en la naturaleza o la atmósfera de una determinada pieza musical.
La escritora Luise Rinser, que como muchos artistas es una persona altamente sensible, refiere en su relato Un día de septoembre que al oír cantar una canción nostálgica a una empleada doméstica de la vecindad, se contagió de inmediato de la tristeza que transmitía. Para distraerse, cerró las ventanas y puso las noticias, pero enseguida se dio cuenta de que no podía huir del sentimiento que tan abruptamente había surgido en ella: "Esa canción del desierto ha transformado la habitación, la ha contagiado con su tristeza, [...] la canción me envuelve, se acerca a mí cada vez más, penetra en mi piel".

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Implosión



“Miedo a la muerte significa miedo de la vida.”
“El organismo lo sabe todo. Nosotros sabemos muy poco.
La intuición es la inteligencia del organismo.”


Lo que está sucediendo en la implosión es una falta de acting out. Hay miedo a ser, hay una contradicción básica o congelamiento. Esto es el equivalente de lo que Freud sintió como el instinto de muerte. Pero no es un instinto que nos lleva a la muerte; en todo caso, es lo opuesto, como lo has visto cuando es trabajado y llevado a la explosión, ¡es algo muy vital! Si mantengo un equilibrio exacto entre músculos extensores y contractores, puedo llegar a tener una garra extremadamente rígida que no puede moverse. Una posición muy rígida. Sin embargo, hay allí una doble cantidad de energía, dos partes de mí mismo tratando de tomar el control y en un equilibrio exacto. Aún es vida; si bien está catatónica.

Algunas veces se encuentra que sólo un pequeño sentimiento es liberado por explosión, y luego la energía es liberada en la personalidad total. La persona se torna más viva. Entonces es capaz de entenderse mejor con otros niveles de sentimiento. La emoción más fácil de alcanzar es generalmente la pena, porque es, en la mayoría de los casos, aceptable socialmente. La explosión al amor es a menudo difícil. La más difícil para el neurótico es la explosión a la alegría.

Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo y Psicoterapeuta.
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sábado, 12 de enero de 2019

Antipsiquiatría. Una visión histórica




En el siglo XIX, un análisis léxico-gráfico incluso grosero muestra una medicalización creciente del vocabulario de la intervención terapéutica. Pocos psiquiatras o psicoanalistas hablan explícitamente hoy en día de orden, de disciplina, de buenas costumbres, de la necesidad de sumisión, etc., pero, sin embargo, si hablan de control de la agresividad, de reinvestimiento de la realidad, de maduración de los afectos, de transferencia institucional, etc. Pero este cambio en el lenguaje no significa necesariamente que las dos series de conceptos no pueden tener unos efectos normativos comparables. La situación es hoy en día mucho más compleja que en el siglo XIX porque los progresos del saber médico hacen cada vez más difícil la transposición de los intereses de control social a una síntesis médica; sin embargo, ésta no tiene un significado absolutamente distinto dado que la progresiva autonomía de los conocimientos médicos marcha a la par con su difusión y la reinterpretación en función de estos mismos intereses. Sería objeto de otro estudio, al que este esbozo histórico podría servir de introducción, el intentar apreciar el impacto de cada una de estas dos lógicas en la coyuntura inestable de la medicina mental contemporánea.

Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo y Psicoterapeuta.
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viernes, 11 de enero de 2019

Acting Out y Fritz Perls



Fritz Perls habla de su época (larga) freudiana en estos términos:

Este término me hace volver a mi época como psicoanalista, cuando el acting out era algo malo. La rígida exigencia de Freud era: "No debes actuar, sino recordar". En su preocupación con el pasado, Freud decía que las personas deberían recordar en vez de actuar, pero en mi opinión, su idea era que deberían darse cuenta o tener la suficiente distancia frente al problema, de modo que pudieran trabajar en ello. En términos freudianos, las personas deberían estar más conscientes de lo que están haciendo. En cierto modo, la idea de Freud era correcta. Él creía que las personas viven ciertas actitudes neuróticas y que, al vivirlas y actuarlas, escapan al tratamiento. Ahora, cuando en terapia gestáltica hablamos de acting out, no queremos decir: "Vívelo", sino "Sé un actor". Tenemos un guión bajo la forma de un sueño o una fantasía. Vemos que el sueño o la fantasía es una historia, un drama, y lo actuamos de nuevo en la terapia para darnos más cuenta de lo que somos, de nuestras potencialidades.

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jueves, 10 de enero de 2019

La oportunidad del hablar y del callar

Desde la metapsicología que construyó Freud, podemos comprender dos situaciones básicas que nos ayudan a determinar de qué manera el cómo, el cuándo y el qué de nuestro decir y de nuestro callar pueden influir en mantener la intensidad de la transferencia (y de la contratransferencia) dentro de los límites tolerables.

Una de ellas ocurre cuando el mayor compromiso emocional del paciente no se dirige, en ese momento, hacia su psicoanalista, sino, por el contrario, hacia las representaciones de otras personas que, durante la sesión, ocupan su consciencia. En esa situación parece ser lo más conveniente que el enunciado verbal del psicoanalista se dirija a esclarecer los pormenores de ese vínculo y algunos de sus concomitantes inconscientes, dejando implícito el carácter transferencial de impulsos y afectos comprometidos.

Otra es la situación, en cambio, que ocurre cuando las representaciones que retienen un mayor compromiso emocional en la consciencia del paciente son las del psicoanalista. En ese caso, parece conveniente que, durante la sesión se escuche, o se interprete, sin aducir que los impulsos o afectos no son más que el producto de la transferencia.

Todorov: Si las palabras crean la realidad que antes evocaban de un modo ficticio, el silencio, por su parte, hace desaparecer esa misma realidad.

Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo
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¿Por qué usar el aquí y ahora?




La razón por la cual usar el "aquí y ahora" reposa sobre un par de supuestos básicos: 1) la importancia de las relaciones interpersonales, y 2) la idea de la terapia como un microcosmos social.

Para el científico social y para el terapeuta contemporáneo las relaciones interpersonales son tan obvias y monumentalmente importantes que machacar sobre el asunto es correr el riesgo de predicar a los conversos. Baste decir que más allá de nuestra perspectiva profesional -si estudiamos a nuestros parientes no humanos, los primates, las culturas primitivas, la historia del desarrollo individual o los patrones de la vida moderna-, es evidente que somos criaturas intrínsecamente sociales. A lo largo de toda la vida, el ambiente interpersonal que nos rodea- colegas, amigos, maestros, así también como la familia- tiene una enorme influencia sobre la clase de individuos que somos. Nuestra autoimagen se formula en gran medida apoyada en las valoraciones reflejadas que percibimos en los ojos de las personas importantes de nuestra vida.

El segundo postulado -la terapia es un microcosmos social- significa de forma eventual (siempre y cuando no lo estructuremos demasiado) los problemas interpersonales del paciente se manifestarán en el "aquí y ahora" de la relación terapéutica. Si en su vida el paciente es demandante o temeroso o arrogante o tímido o seductor o controlador o crítico o inadaptado interpersonalmente de cualquier otro modo, entonces estos rasgos entrarán en la relación del paciente con el terapeuta. Repito que este enfoque es básicamente ahistórico: casi no hace falta indagar de forma extensa en la historia para captar la naturaleza de la mala adaptación, porque muy pronto se exhibirán con claridad en el "aquí y ahora" de la sesión de terapia.

Para resumir, la razón por la cual usar el "aquí y ahora" es que los problemas humanos son en gran medida relacionales, y por lo tanto los problemas interpersonales de un individuo terminarán por manifestarse en el "aquí y ahora" del encuentro terapéutico.

Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo y Psicoterapeuta. Zaragoza (Zona Centro).
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miércoles, 9 de enero de 2019

Perro de arriba Perro de abajo




Según Fritz Perls el perro de arriba puede ser descrito como virtuoso, amenazante, castigador, autoritario y primitivo. Equivale al Superyó freudiano. Continuamente dirige con afirmaciones tales como "tú deberías", "tú debes" y "¿por qué tú no?". En forma bastante extraña, todos estamos tan identificados con nuestro perro de arriba, que ya no cuestionamos su autoridad. Tomamos su virtuosismo como un hecho.

El perro de abajo, que equivale al ello freudiano, desarrolla una gran habilidad para evadir las órdenes del perro de arriba. Intentando cumplir a medias con esas exigencias, el perro de abajo responde: "Sí, pero...". "Le pongo tanto empeño, pero la próxima vez lo haré mejor" y "Mañana". Usualmente obtiene lo mejor del conflicto.

En otras palabras, el perro de arriba y el de abajo son en realidad dos "payasos" que representan sus roles bizarros e inútiles en el escenario de un yo mudo y tolerante. La integración, o cura, se puede lograr sólo cuando cesa la mutua necesidad de control entre los dos perros. Sólo entonces se escucharán el uno al otro. Una vez que vuelven a la cordura (en este caso, al escucharse mutuamente) se abre la puerta a la integración y a la unificación. La oportunidad de unificar las partes separadas de la persona se constituye entonces en una certeza. El impasse o el eterno conflicto de la terapia interminable puede ser separado.

martes, 8 de enero de 2019

Frederick Perls y la sociedad

《La sociedad exige conformidad a través de la educación; enfatiza y recompensa el desarrollo intelectual del individuo. En mi lenguaje llamo al intelecto "la computadora  incorporada". Cada cultura y los individuos que la componen crean ciertos conceptos e imágenes, los que constituyen la conducta social ideal, o maneras como el individuo debería funcionar dentro de este marco de referencia. Con el objeto de ser aceptado por la sociedad, el individuo responde con una serie de respuestas fijas. Llega a esas respuestas "computando" lo que considera es la reacción apropiada. Para estar de acuerdo con los "deberías" exigidos por la sociedad, aprende a pasar por alto sus propios sentimientos, deseos y emociones. Ocurre, entonces, que también se separa de la naturaleza.》

Fritz Perls. Terapia Gestáltica y las Potencialidades Humanas

Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo.
Teléfono citaciones: 653 379 269

Sensibilidad.

1《Está demostrado que los temores y desequilibrios emocionales graves de los padres influyen en el niño desde que está en el útero, pero las consecuencias se prolongan durante los primeros meses de vida y siguientes etapas formativas. Cuando una (futura) madre está muy estresada, transmite a su hijo la predisposición al estrés. Por lo tanto, el sistema de procesamiento del estrés no se forma primordialmente a partir de los genes en el cerebro del niño. Las interacciones con las figuras de apego más importante marcan el carácter de una persona. Dicho de otro modo: lo decisivo no es los genes que tenemos, sino cuáles de ellos se activan gracias a la figura de apego y al entorno en el que nos desarrollamos. Esto es lo que nos enseña la neurociencia moderna.

Una madre totalmente sobrecargada y a la que las experiencias traumáticas han vuelto insegura, un padre ausente, un matrimonio cansado o la imposibilidad de confiar en el cariño de los padres activan todas las alarmas en el niño. Este afina cada vez más sus antenas para captar el ambiente reinante y averiguar si existe alguna amenaza en el lugar en el que se encuentra. El resultado es un estado de vigilancia constante. El niño no sabe nunca qué le espera. La inseguridad prevalece sobre la seguridad emocional. Y la falta de experiencias de apego supone una mayor propensión al estrés. Cada vez se necesitan menos desencadenantes para que se active el sistema de alarma. Las antenas, extremadamente refinadas, reaccionan intensamente ante cualquier señal alarmante. El niño responde ante esta incertidumbre activando aún más los genes del estrés. Se encuentra en un estado de atención permanente [...]

El médico y neurólogo Joachim Bauer lo expresa así: "Las experiencias tempranas de falta de atención dejan una especie de huella biológica, en la medida en que alternan el patrón según el cual los genes reaccionan después a los estímulos ambientales". 》

Antje Sabine Naegeli

viernes, 4 de enero de 2019

El "Aquí y Ahora" en Terapia



El "aquí y ahora" en terapia es la fuente principal del poder del tratamiento, la mina de oro de la terapia, el mejor amigo del terapeuta (y también del paciente). El "aquí y ahora" es tan vital para la terapia que se podrían arrojar con cariño centenas de entradas en el Blog.

El "aquí y ahora" se refiere a los acontecimientos inmediatos de la sesión terapéutica, a lo que está ocurriendo aquí (en este consultorio, en esta relación, en el espacio particular entre usted y yo) y ahora, en los minutos de esta sesión inmediata. Es básicamente un enfoque ahistórico y desenfatiza (pero no niega la importancia de) la historia pasada o los acontecimientos de la vida exterior del paciente.

Freud, una vez señaló lo importante que es que el terapeuta ocupe un lugar especial en la mente del paciente de manera que las interacciones entre éste y aquél comiencen a influir en el curso de su sintomatología (es decir, que la psiconeurosis sea gradualmente reemplazada por una neurosis de transferencia). Queremos que la hora de la terapia sea uno de los hechos más importantes de la vida del paciente.

Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo y Psicoterapeuta. Zaragoza (Zona Centro).
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jueves, 3 de enero de 2019

Terapia Gestáltica

《 La terapia gestáltica es una de las fuerzas rebeldes, humanistas y existenciales de la psicología que buscan detener la avalancha de fuerzas autoderrotantes y autodestructivas presentes en algunos miembros de nuestra sociedad. Es "existencial" en un sentido más amplio de la palabra. Todas las escuelas existencialistas enfatizan la experiencia directa, pero la mayoría de ellas tienen un marco conceptual: Kierkegaard tenía su teología protestante; Buber, su judaísmo; Sartre su comunismo; y Binswanger, su psicoanálisis. La terapia gestáltica es completamente ontológica, en el sentido en que reconoce tanto la actividad conceptual como la formación biológica de la Gestalten. Así, resulta autónoma y verdaderamente experiencial.

Nuestra meta como terapeutas es incrementar el potencial humano a través del proceso de integración. Hacemos esto apoyando los intereses, deseos y necesidades genuinos del individuo.

Muchas de las necesidades del individuo se contraponen a las necesidades de la sociedad. La competitividad, la necesidad de control, la exigencia de perfección y la inmadurez son características de nuestra cultura actual. De este trasfondo es que emerge la maldición y la causa de nuestra conducta social neurótica. En un contexto así, ninguna psicoterapia puede ser exitosa, como tampoco un matrimonio insatisfactorio puede ser mejorado. Pero lo más importante es que el individuo es incapaz de disolver sus propios conflictos internos y lograr una integración [...]

Terapia Gestáltica y las Potencialidades Humanas.
Reimpreso de "Explorations in Human Potentialities"

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PAS Personas Altamente Sensibles

《 Son muchas las personas que perciben de manera más intensa que el resto, tanto a nivel emocional como corporal. Aunque esto les otorga un talento especial, su intensa conciencia les hace moverse constantemente entre la duda y el aislamiento interior, la vulnerabilidad y la baja autoestima. Además, existe una enorme falta de comprensión hacia este fenómeno: la sociedad se ha mostrado reticente a integrar el concepto "alta sensibilidad", y se le ha prestado muy poca atención tanto en los estudios generales como en la praxis de la psicoterapia》.

Vivir con alta sensibilidad. Entre el talento y la fragilidad. Antje Sabine Naegeli. Herder. Barcelona. 2018.

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miércoles, 2 de enero de 2019

Gestalt como forma de vida

《La terapia gestáltica, aunque formalmente presentada como un tipo de psicoterapia, está basada en principios considerados como una sólida forma de vida. En otras palabras, primero es una filosofía, una forma de ser, y superimpuesto a esto hay formas de aplicar este conocimiento de modo que otros puedan beneficiarse de ello. La terapia gestáltica es la aplicación práctica de la filosofía gestáltica. En el mejor de los casos, el terapeuta gestáltico es identificado más por quien es que por lo que es o hace. El supuesto, entonces, es que las premisas fundamentales que subyacen al modelo psicoterapéutico son tan apropiadas en esta casa como en la oficina, tan aplicables a un niño sano como a uno perturbado, tan relevantes en una fiesta como en un seminario; como profesor o estudiante, como supervisor o senador》.
Gestalt Therapy, de Walter Kempler.
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Subtipos del TLP o tr. Borderline

Algunos autores plantean que existen distintos subtipos en la patología límite, en función de los rasgos que predominen. (Millon y Davies, 1998). Así, el subtipo "límite dependiente o desanimado" corresponde a personas necesitadas, impotentes, deprimidas, en un estado de desesperanza, implicados en exceso en alguna relación que no es segura. Puede ser necesario hospitalizarlos debido a procesos regresivos intensos.
Las personas clasificadas en el subtipo "límite histriónico o impulsivo" tienen muchos tropiezos sociales, intensifican su irresponsabilidad y seducción cuando aparecen dificultades y suelen manifestar conductas conductas y procesos cognitivos de naturaleza bizarra. Pasan períodos de acercamiento a los demás que podrían parecer adecuados, y en otros momentos son hiperactivos, eufóricos, hablan sin freno y llaman constantemente la atención.
El subtipo "límite pasivo-agresivo o petulante" corresponde a personas propensas a la queja crónica, la irritabilidad, la impaciencia y el descontento, que se expresa en forma de preocupaciones hipocondríacas y autoculpabilización. Muestran resentimiento hacia las personas de quienes se sienten dependientes, llegando a un estado de amargura crónica.
Por último, el subtipo "límite autodestructivo" también muestra resentimiento hacia quienes más necesita, pero se caracteriza por encerrarse progresivamente en sí mismo, por autodespreciarse y autocastigarse, presentando un importante riesgo de suicidio.
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