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Paz y Ciencia

lunes, 16 de julio de 2018

El Hombre de Genio

Entre la fisiología del hombre de genio y la patología del enfermo hay muchos puntos de coincidencia; en realidad existe un continuo entre ellos. La frecuencia de genios entre lunáticos y de locos entre los hombres geniales explica el hecho de que el destino de las naciones haya estado tan a menudo en manos de enfermos, y muestra como los desequilibrados han sido capaces de contribuir tanto al progreso de la humanidad. Por medio de estas analogías y coincidencias entre los fenómenos de la genialidad y la aberración mental, parece como si la naturaleza hubiera querido enseñarnos a tener respeto por las más supremas desgracias de la enfermedad; y, también, para prevenirnos de la fascinación ante la brillantez de esos hombres de genio que bien podrían ser comparados, no a los planetas que mantienen sus órbitas, sino a las estrellas caídas, perdidas y dispersas sobre la faz de la tierra.
Cesare Lombroso, 1895, The Man of Genius.

La Vergüenza

La vergüenza es un sentimiento intensamente humillante y doloroso. Es muy difícil liberarse de ese sentimiento pegajoso y repelente. Si tienes algunos de estos síntomas es posible que estés experimentando vergüenza:
- El impulso de encogerte o de ocultarte.
- El deseo de desaparecer.
- La sensación de que todo tu cuerpo se está debilitando.
- La sensación de que hablar es incluso más difícil de lo normal.

La vergüenza está relacionada con ser. Sentimos vergüenza cuando creemos que somos indignos o que tenemos defectos innatos. El resultado de la vergüenza es la impotencia y desesperación. La vergüenza nos incita a replegarnos y ocultarnos. La vergüenza es un sentimiento miserable que aplasta la alegría de compartir nuestro mundo interior con los que nos rodean. En lugar de eso, sentimos que exponerse duele demasiado y que tenemos que permanecer ocultos.
La vergüenza es compleja y confusa, y las condiciones tienen que ser justamente las correctas para que se dispare. Para que alguien experimente vergüenza ha de estar muy involucrado en revelar algo profundamente personal a otro individuo. Si en lugar de agradecimiento lo que recibes es un gesto o una mirada de repugnancia, de ira, de reprobación o de indiferencia, eso puede disparar un deseo intenso de ocultarte. Dicho de otra manera, vergüenza.
:: Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo.
:: Psicoterapeuta Zaragoza.
:: Teléfono: 653 379 269
:: Zaragoza (Zona Centro).

miércoles, 4 de julio de 2018

Sueños

Hoy nadie duda de que los sueños sean "alucinaciones oníricas" en las que veamos "realizados" deseos que durante la vigilia no asumimos. En consulta la represión puede cuestionar esta afirmación. Es allí, durante el dormir que suspende nuestras acciones sobre el mundo, donde nos atrevemos a vivirlos. El lenguaje habitual lo testimonia cuando decimos, por ejemplo, "esto no se me habría ocurrido ni en sueños".

Sin embargo, mientras dormimos, una cierta censura funciona todavía, y la realización de los deseos transcurre enmascarada bajo una forma simbólica, mediante un trabajo que, cuando fracasa, convierte el sueño en una pesadilla que interrumpe la alucinación y nos despierta. Una pesadilla que, a veces, ni siquiera recordamos, pero que suele constiruir un motivo, oculto, de algunas formas de insomnio.

La afirmación de que los sueños constituyen la vía regia no significa, necesariamente, que constituyan, siempre, el material que debe ser privilegiado en una sesión de psicoanálisis. Tiene el valor, en cambio, de subrayar el hecho de que "la arquitectura" de los sueños transparenta, de la mejor manera, la forma y los caminos que los procesos inconscientes adoptan en su trayecto hacia la consciencia.

Freud, a pesar de la importancia que asignaba a la interpretación de los sueños, se ocupó de señalar la frecuencia con que sucumbían a la represión, hasta el punto que consideraba innecesario pedir a sus pacientes que los anotaran, ya que el motivo por el que no podían recordarlos influiría, de todos modos, para que no pudieran llevarle al psicoanalista sus anotaciones.

Rodrigo Córdoba Sanz
Psicólogo y Psicoterapeuta
Zaragoza (Zona Centro)
Tfno.: 653 379 269