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Paz y Ciencia

viernes, 30 de noviembre de 2018

El analista y el dolor



"El amor es una esperanza;
y el dolor,
la ruptura súbita e imprevisible
de esa esperanza". J.-D. Nasio

"El psicoanalista es un intermediario que recibe el dolor inasimilable de su paciente y lo transforma en un dolor simbolizado". J.-D. Nasio

¿Pero qué significa transformar el dolor en símbolo para darle sentido? No significa en absoluto postular una interpretación de aquello que lo causa, intentar consolar al que lo sufre o alentarlo a vivir so pena como una experiencia formadora que templará su carácter. Según J.-D. Nasio, la función del psicoanalista consiste en la de ser el oyente que, por su sola presencia, puede disipar el sufrimiento recibiendo sus irradiaciones. Según una metáfora musical, el psicoanalista armoniza con el dolor del otro, trata de vibrar con él y, en ese estado de resonancia, espera que el tiempo y las palabras lo desgasten.




jueves, 29 de noviembre de 2018

Cosificación

En la medida en que la alienación hace al hombre distinto a como quisiera ser, y en la medida en que el hacer del hombre es impuesto, y, por tanto, impuesto por otro, este hombre alienado se constituye en objeto, mera cosa para ese otro que le impone la alienación, esto es, para su explotador. La cosificación implica la referencia a una situación fáctica, a una situación resultante de una alienación de la cual no se es consciente; una alienación que no se sabe a sí misma como tal y que, por tanto, se autolimita y se contrae a sí misma, incapaz ya de plantearse la posibilidad de su propia liberación.
:: Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo y Psicoterapeuta.
:: Tfno. Citaciones: 653 379 269
:: Zaragoza. C/ Lacarra de Miguel 27. 2C (Antes General Sueiro)

Alienación

El término "alienación", sinónimo de enajenación, procede de Hegel, y fue puesto en uso por Karl Marx en sus primeros escritos de 1844. ¿Qué quiere decir exactamente alienación?
Etimológicamente alienación proviene de un vocablo latino, alienus, que significa lo ajeno, lo extraño a uno, lo que no es de uno. Hegel y Marx traducen el término alienación de dos formas, como Entfremdung, es decir, extrañación, y como Entäuserung, esto es, como desapropiación. Una persona está alienada cuando es de manera distinta, ajena, extraña a como debiera ser.
Lo que caracteriza a la alienación es el hecho, pues, doble de hacer de ese hombre que está alienado un hombre distinto, alguien que no es el que es, porque no hace lo que le es propio. Por otra parte, también que ese hacer es forzoso, impuesto, e impuesto, pues, desde fuera de sí mismo. Las formas de imposición son muy varias y, como es lógico, históricamente cambiantes.
:: Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo y Psicoterapeuta.
:: Tfno. Citaciones: 653 379 269
:: Zaragoza: C/ Lacarra de Miguel 27. 2C (Antes General Sueiro)

lunes, 26 de noviembre de 2018

El Padre

En El Porvenir de una Ilusión, Freud, en la estela del Nietzsche ilustrado, evocaba la fe en la razón como antídoto crítico frente a la ilusión que toda religión representa. El duelo del Padre significaba para él la reivindicación orgullosa del carácter finito de la existencia. Pero ¿por qué este carácter finito de la existencia debería ser tal que suprimiera cualquier forma de misterio? La existencia, su "contingencia ilimitada", ¿acaso no es un misterio en sí misma? ¿No estamos aquí frente a un aspecto fundamental de la función paterna en la época hipermoderna? ¿Cómo preservar la apertura de la existencia al misterio evitando hacer de la desilusión una nueva religión, una nueva forma de ilusión? ¿Cómo hacer posible la experiencia del límite? La experiencia de nuestra castración ¿acaso no es la experiencia central de cualquier auténtica oración? ¿Y no es una tarea crucial de la función paterna hacer posible el encuentro con nuestro límite más radical?
El Padre ya no es una cuestión de género o de sangre. Su Imago ideal ya no gobierna ni la familia ni el cuerpo social. Sin embargo, no se trata ni de añorar su reino ni de decretar su desaparición irreversible. Para prescindir de un Padre es necesario ser capaz servirse de él, diría Lacan.
:: Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo y Psicoterapeuta.
:: Tfno. Citaciones: 653 379 269
:: Zaragoza (Zona Centro).

Tipos de Trastorno Bipolar

El diagnóstico de TB (trastorno bipolar) no siempre es fácil, por la complejidad y evolución del trastorno. Además, suele ser frecuente que las personas con TB no lleguen a tener el diagnóstico hasta varios años después de padecerlo. Esto muestra la complejidad del trastorno, y la dificultad en muchas ocasiones de realizar un diagnóstico adecuado.
Aunque solemos hablar de TB, es un grupo heterogéneo, tal como indicaba el DSM-IV-TR y deja más claro el DSM-V.
El DSM-5 distingue tres grandes grupos de TB: tipo I, tipo II y trastorno ciclotímico. El tipo I se caracteriza por la existencia de uno o más episodios maníacos, y es frecuente que previamente hayan tenido uno o más episodios depresivos. El TB tipo II se caracteriza por la existencia de episodios depresivos mayores a lo largo del tiempo, junto a episodios hipomaníacos. De ahí que para su diagnóstico tenga que haber presencia, o historia, de uno o más episodios de depresión mayor; presencia, o historia, de al menos un episodio hipomaníaco; y no haberse producido ningún episodio maníaco.
En ambos casos, la sintomatología no se explica mejor por la presencia de un trastorno esquizoafectivo, esquizofrenia, trastorno esquizofreniforme, trastorno delirante u otros trastornos del espectro esquizofrénico no especificado o psicóticos. También, en ambos casos, los síntomas provocan un malestar clínicamente significativo y deterioro a nivel laboral, social o en otras áreas de la vida del individuo.
El trastorno ciclotímico se caracteriza por una alteración del estado de ánimo crónica y con fluctuaciones, que comprende numerosos síntomas hipomaníacos y numerosos síntomas depresivos. Son síntomas y no trastorno, tanto depresivos como hipomaníacos, y de ahí que para poder hacer este diagnóstico deben no haber tenido en los dos años anteriores ningún episodio depresivo mayor, maníaco o mixto.
:: Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo y Psicoterapeuta.
:: Tfno. Citaciones: 653 379 269

jueves, 22 de noviembre de 2018

¿Qué fármacos inducen aumento de peso?

El aumento de peso puede estar favorecido por algunos tratamientos pero siempre es multifactorial. Para evitarlo es fundamental tener buenos hábitos alimentarios, y practicar ejercicio o deporte regularmente. Aunque algunos fármacos pueden inducir aumento de peso, ello no ocurre en todos los pacientes. Al igual que la eficacia no es previsible a priori en un paciente concreto, tampoco es posible adivinar quién ganará peso con un tratamiento. Con estas salvedades, es cierto que hay antipsicóticos que tienden a inducir con mayor frecuencia aumento de peso, como son la clozapina, la olanzapina y la tioridacina. Otros fármacos se asocian con cierta frecuencia a aumento de peso, aunque generalmente en menor medida que los anteriores, son el litio, el valproato, la quetiapina, la risperidona y el antidepresivo mirtazapina. Otros fármacos pueden inducir cierto aumento de peso, pero, generalmente, no lo hacen e incluso se asocian a ligera pérdida de peso.
:: Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo y Psicoterapeuta.
:: Zaragoza Zona León XIII (Centro).
:: Página Web: www.rcordobasanz.es

domingo, 18 de noviembre de 2018

Depresión y Melancolía



La mirada médico-psicológica de los dos últimos siglos ha desustanciado la melancolía. Resulta chocante que durante más de dos mil años la depresión fuera únicamente uno de los signos de la melancolía y, por parte de birlibirloque, en poco más de una centuria, la depresión absorbiera la melancolía y la devaluara hasta hacer de ella una forma clínica un tanto excepcional y ambigua. En el mejor de los casos, de resultas de ese prodigio metonímico, la melancolía es hoy día un tipo básico de la enfermedad depresiva; en el peor, suscrito por la mayoría, la melancolía se reconvirtió en un mero subtipo clínico de la depresión unipolar. Esta marginación no es casual sino premeditada. Muestra la potencia del discurso cientificista, capaz de quitarse de encima un referente occidental bimilenario. Y pone de relieve también tres aspectos cruciales en el estudio médico-psicológico del pathos: primero, el oscurecimiento de la vertiente subjetiva en favor de la enfermedad; segundo, la ruptura de la psicopatología psiquiátrica con la tradición cultural y la historia; tercero, el ascenso del determinismo de la materia.

Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo y Psicoterapeuta. Zaragoza. Zona Centro.
Página Web: www.rcordobasanz.es

sábado, 17 de noviembre de 2018

Sobre el saber

La locura es una práctica de saber. Esta idea choca con el sentir popular, que considera a los enfermos como seres irracionales a los que les están negadas las virtudes del intelecto. La opinión común, en cambio, sí que admite la locura de algunos por exceso de razón, por pasarse de rosca cuando la inteligencia les desborda. Chesterton afirmó en Ortodoxia que los poetas, a diferencia de los matemáticos, no se vuelven locos con la misma facilidad. La imaginación no enloquece, pero la razón tiende a hacerlo. Enloquecemos por exceso de pensamiento antes que por carencia, al revés de lo que les sucede a los dementes. Pues el demente que ha perdido la memoria y los recursos cognoscitivos no es un loco. Un loco, a juicio del mismo Chesterton, ha perdido todo menos la razón. Así lo sostiene también Schreber en el capítulo quinto de su obra, cuando reconoce que su obligación principal es, por supuesto, pensar. Pensar sin interrupción ni descanso. Pensar como modo de postular un ánimo más tranquilo y mejores materiales para su identidad.
:: Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo y Psicoterapeuta.
:: Teléfono Citaciones: 653 379 269
:: Zaragoza (Zona Centro).

viernes, 16 de noviembre de 2018

Las tres características del síntoma



Un síntoma reviste tres características:
- La manera de expresar mi sufrimiento.
- La teoría sobre la causa de mi sufrimiento.
- El analista forma parte de mi síntoma.

1. La primera es la manera en la cual el paciente dice su sufrimiento, los detalles inesperados de su relato y, en particular, sus palabras improvisadas.

2. La segunda característica del síntoma es la teoría formulada por el analizante para comprender su malestar, ya que no hay sufrimiento en análisis sin que uno se pregunte por qué sufre. Así como Freud subrayaba la presencia en los niños de una teoría sexual infantil, nosotros comprobamos que también el paciente construye su teoría totalmente personal, su teoría de bolsillo para explicar su sufrimiento. El síntoma es un acontecimiento doloroso que está siempre acompañado de la interpretación que hace el paciente de las causas de su malestar. Ahora bien, esto es fundamental. A tal punto es fundamental que si en un análisis, durante las entrevistas preliminares, por ejemplo, el sujeto no está intrigado por sus propios cuestionamientos, si no tiene idea acerca del motivo de su sufrimiento, entonces será el psicoanalista el que deberá favorecer el surgimiento de una "teoría" conduciendo al paciente a interrogarse sobre sí mismo. Pero a medida que en el análisis el paciente va interpretando y diciéndose el porqué de su sufrimiento, se instala un fenómeno esencial: el analista pasa a ser, progresiva e insensiblemente, el destinatario del síntoma. Cuanto más explico la causa de mi sufrimiento, más se vuelve quien me escucha el Otro de mi síntoma. Con esto tienen la tercera característica del síntoma: el síntoma apela a la presencia del psicoanalista y la incluye, esto es, el psicoanalista forma parte de mi síntoma.

Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo y Psicoterapeuta.
Psicología Zaragoza José María Lacarra 27, 2C. (Antigua General Sueiro).
Teléfono: 653 379 269
Web: www.rcordobasanz.es


sábado, 10 de noviembre de 2018

Foucault, salud mental y poder

La denuncia de Foucault sobre el sometimiento que puede llevar a cabo cualquier medida terapéutica, incluso la más liberadora, ha despertado virulentas críticas contra sus ideas apelando a la posible imprecisión histórica de sus datos. Pero sus planteamientos siguen teniendo sentido si juzgamos por la capacidad singular que poseen para seguir escociendo a sus adversarios. La sospecha que propone irrita al psiquiatra porque, al fin y al cabo, no hay ningún tratamiento psíquico, ni uno solo, que no obligue a interrogarnos acerca del poder que ejercemos sobre nuestros pacientes. Durante la psicoterapia, en la transferencia, en el diagnóstico, en el consejo prestado o en los fármacos prescritos, los factores de mando, influencia, dependencia o poderío presentan sus credenciales de forma continuada, y no pocas veces se traducen en una manipulación desproporcionada.
:: Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo y Psicoterapeuta.
:: Tfno. Citaciones: 653 379 269
:: Zaragoza (Zona Centro).

viernes, 9 de noviembre de 2018

Los psicóticos tienen derecho a estarlo

Los locos tienen derecho a estarlo. Fernando Colina

Lo tienen bajo una legitimidad que concuerda directamente con la tarea más noble de la psiquiatría, que no es curativa en sentido estricto sino liberal y emancipadora. Emancipadora del hospital, por supuesto, y de cualquier refugio institucional, pero también de los tratamientos, de los diagnósticos y de los apegos pobres o excesivos. La cuestión más relevante y primera que se deriva de este principio liberador, amén del compromiso de cumplirlo, reside en fijar las fronteras de ese fuero. Sobre todo a la hora de conocer el momento en que los ideales se vuelven del revés y nos obligan a tomar las riendas de la decisión, traicionar las propias normas y anular el derecho de los enfermos. El momento decisivo, entonces, será cuando nos veamos comprometidos a suspender, en palabras de Max Weber, la ética de las convicciones a favor de la ética de la responsabilidad.
:: Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo y Psicoterapeuta.
:: Tfno. Citaciones: 653 379 269
:: Zaragoza (Zona Centro).