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Paz y Ciencia

jueves, 29 de noviembre de 2012

Fe en tu Creatividad



"Fe" es una palabra engañosa. Aquí, cuando decimos "tener fe en algo", nos referimos a poder confiar en ello sin pensarlo dos veces. Tener fe es "saber" que hay en tu interior un poder que siempre está disponible para ti. Tu creatividad puede convertirse en eso para ti. Tu creatividad puede convertirse en eso para ti, y la fe en ella fortalece su presencia en tu vida cotidiana.
Como dijo san Pablo en su Epístola a los Hebreos, la fe es "la sustancia de lo que se espera, la prueba de lo que no se ve". Cuando alguien tiene fe en su creatividad, demuestra una claridad de propósito capaz de sorprender a quienes le rodean.
Una segunda herramienta es la ausencia de crítica, es decir, aprender a silenciar esa voz interior autocrítica que censura tus ideas antes de que den frutos. Tu "voz de juicio" puede hacer que te resulte difícil creer que tienes alguna buena idea. Una manera eficaz de callar la cháchara negativa de la VDJ consiste en practicar los ejercicios de respiración.
Ahora llegamos a la tercera herramienta: la observación precisa. Esto significa ver el mundo con el asombro de un niño y la precisión de un científico. Significa mirar y abarcar todo lo que te rodea con una conciencia renovada.
La cuarta herramienta es tu habilidad y tus ganas de hacer preguntas que van al fondo de la cuestión. Algunas de las preguntas más incisivas son aquellas que suelen llamarse "preguntas tontas". El inventor Paul MacReady nos recuerda: "La única pregunta tonta es la pregunta que no haces".
Para ayudarte a dominar estas herramientas, hemos creado una serie de ejercicios que puedes adaptar a tus propios horarios y necesidades. Los ejercicios requieren que incorpores en tu vida cotidiana una guía o un método práctico particular. Denominamos "heurísticas" a estas pautas, y esto parece especialmente apropiado, ya que la palabra tiene la misma raíz griega que "¡Eureka!", tan a menudo conectada con el momento creativo.
Te pedimos que adoptes una de estas heurísticas durante un tiempo: idealmente, no menos de veinticuatro horas y no más de una semana.
Por ejemplo, para vivir el "Prestar atención" heurístico (destinado a fortalecer la observación precisa), podrías programar tu reloj para que suene a determinada hora y te recuerde que debes estar plenamente consciente de todo lo que te rodea en ese momento. La idea consiste en salir de lo preestablecido, romper de pronto la conciencia de rutina que pone a dormir tus poderes de observación.
Otra manera de salir de lo preestablecido (en especial si pasas mucho tiempo en una oficina) consiste en encontrar un lugar tranquilo en un parque. Solo sal y siéntate un rato y permite que tus sentidos absorban lo que veas y huelas.

Daniel Goleman: "El Espíritu Creativo"

1 comentario:

Silvia Parque dijo...

Mi voz crítica no solamente parece siempre presente, sino que tiene el volumen muy elevado.