TAO

Del poder más alto el pueblo solo sabe que existe.
Al poder inferior a este el pueblo lo ama y lo alaba.
Al poder inferior a este el pueblo lo teme.
Del poder inferior a este el pueblo se aprovecha.
La desconfianza genera desconfianza.
El cauto ahorra las palabras.
Cuando ha terminado su obra y los asuntos funcionan, el pueblo dice: "Lo hemos hecho nosotros".

Lao-Tse: El Libro del Tao.

Es un hallazgo el leer a este penetrante pensador. Justo ahora, donde en España se está viviendo una situación de "recortes" cuyo nombre no es fortuito. Se está castrando a todas las clases sociales, excepto los que más poseen en lo material, exigua relación con la calidad humana. El poder siempre resulta ser dominación y control cuando una ética, inexistente durante la socialización, no filtra la perversión del político. Es indiferente la pigmentación de sus banderas porque el celoso "misterio" está en empujar al vacío a decenas de personas. Me refiero a conducirles a la muerte. Un diario anunciaba que el presidente había cambiado de opinión por los suicidios debidos a los desahucios.
Los niveles de poder no están en jerarquía sino en una red interrelacionada donde se cruzan los mensajes, bombas de humo, de un único factor, la supervivencia de las grandes empresas.
Dejando el debate abierto, ¿acaso no han observado un marketing más salvaje?
La gran empresa, su empresario y los filibusteros que están en connivencia, nos acercan a la célebre palabra INDIGNACIÓN, derivada del octogenario autor de INDIGNAOS.
La revuelta está siendo muy pasiva, el ruido social y las manifestaciones están a mucha distancia.
Tal vez se actualicen los ideólogos contestarios de antaño, en honor al más recurrente: EL CAPITAL DE ESTADOS UNIDOS GOBIERNA Y NO LO PODEMOS CONTROLAR.

Y si les suena: ORGANIZATE Y LUCHA