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sábado, 22 de julio de 2023

THICH NHAT HANH

 


@psicoletrazaragoza


No digas que partiré mañana
porque todavía estoy llegando.

Mira profundamente: llego a cada instante
para ser el brote de una rama de primavera,
para ser un pequeño pájaro de alas aún frágiles
que aprende a cantar en su nuevo nido,
para ser oruga en el corazón de una flor,
para ser una piedra preciosa escondida en una roca.

Todavía estoy llegando para reír y llorar,
para temer y esperar,
pues el ritmo de mi corazón es el nacimiento y la muerte
de todo lo que vive.

Soy el efímero insecto en metamorfosis
sobre la superficie del río,
y soy el pájaro que cuando llega la primavera
llega a tiempo para devorar este insecto.

Soy una rana que nada feliz
en el agua clara de un estanque,
y soy la culebra que se acerca
sigilosa para alimentarse de la rana.

Soy el niño de Uganda, todo piel y huesos,
con piernas delgadas como cañas de bambú,
y soy el comerciante de armas
que vende armas mortales a Uganda.

Soy la niña de 12 años
refugiada en un pequeño bote,
que se arroja al mar
tras haber sido violada por un pirata,
y soy el pirata
cuyo corazón es incapaz de amar.

Soy el miembro del Politburó
con todo el poder en mis manos,
y soy el hombre que ha de pagar su deuda de sangre
a mi pueblo, muriendo lentamente
en un campo de concentración.

Mi alegría es como la primavera, tan cálida
que abre las flores de toda la Tierra.
mi dolor es como un rio de lágrimas,
tan desbordante que llena todos los Océanos.

Llámame por mis verdaderos nombres
para poder oír al mismo tiempo mis llantos y mis risas,
para poder ver que mi dolor y mi alegría son la misma cosa.

Por favor, llámame por mis verdaderos nombres
para que pueda despertar
y quede abierta la puerta de mi corazón,
la puerta de la compasión.


Thich Nhat Hanh nació en Hue (Vietnam) y era monje budista, poeta, erudito y activista por los derechos humanos.
El maestro vietnamita Thich Nhat Hanh fue uno de los principales impulsores del budismo zen en Occidente. Desde los 16 años fue monje budista y activista social. Durante la guerra del Vietnam trabajó incansablemente por la reconciliación de Vietnam del Norte y Vietnam del Sur.

Fundador de universidades y organizaciones de servicios sociales. Sus últimos años vivió en Plum Village, una comunidad de meditación en el sur de Francia a la que acuden anualmente cientos de personas para escuchar sus enseñanzas y aprender sus sencillas técnicas de meditación.

Propuesto para el premio Nobel de la Paz, Thich Nhat Hanh fue uno de los líderes espirituales más importantes de nuestro tiempo. 

viernes, 4 de junio de 2021

Marsha Linehan: TLP Borderline

 

MARSHA LINEHAN

Rodrigo Córdoba Sanz
Psicólogo y Psicoterapeuta
Zaragoza 
Teléfono: (+34) 653 379 269

¿Qué es la Terapia Conductual Dialéctica?

La Terapia Dialéctica Conductual (TDC) es un tratamiento especialmente diseñado para individuos que presentan conductas autolesivas como autocortarse, pensamientos, deseos e intentos suicidas, problemas alimentarios y uso o abuso de psicofármacos y drogas. Muchos consultantes cumplen criterios para un desorden llamado Personalidad Límite (DPL). No es raro que los individuos diagnosticados con DPL también presenten otros problemas –depresión, desorden bipolar, desorden por estrés post traumático (DSPT), ansiedad.

TDC es una modificación de la terapia cognitiva conductual (TCC). Marsha Linehan Ph.D. (1993a), intentó al principio aplicar TCC estándar en personas con conductas autolesivas, intentos de suicidio y desequilibrio emocional. Cuando la TCC no funcionó del modo esperado, la Dra. Linehan y su grupo de investigación incorporaron otras técnicas hasta que desarrollaron un tratamiento que obtuvo mejores resultados.

Más adelante se proporcionará detalles acerca de las técnicas, pero por el momento es importante hacer notar que TDC es un ”tratamiento validado empíricamente”. Esto significa que ha sido evaluado en ensayos clínicos del mismo modo en que los nuevos medicamentos son evaluados para determinar si son o no más efectivos que un placebo (píldora de azúcar). La investigación en TCD estuvo inicialmente restringida a mujeres diagnosticadas con DPL pero en la actualidad es utilizada en mujeres y hombres con trastornos alimentarios, adolescentes deprimidas, y pacientes adultos con depresión crónica.

¿Por qué las personas se involucran en comportamientos autodestructivos?

Un supuesto clave en TCD es que los comportamientos autodestructivos son formas aprendidas que tiene la gente para manejar emociones negativas intensas e intolerables. Las emociones negativas como la vergüenza, la tristeza, el miedo y el enojo son una parte normal de la vida. Sin embargo algunas personas parecen tener una particular tendencia a presentar emociones negativas muy intensas y frecuentes. A veces el cerebro humano simplemente esta "conectado" para sentir emociones intensas como un equipo de música costoso esta "conectado" para producir una serie compleja de sonidos. O puede suceder que severos traumas emocionales o fisicos causen cambios en el cerebro hasta hacerlo mas vulnerable a los estados emocionales intensos. Además los consultantes pueden presentar desordenes afectivos –depresión mayor o ansiedad generalizada- que al no responder a la medicación estándar los enfrenta a un mayor sufrimiento emocional. Cualquiera de estos factores o cualquier combinación de ellos, puede conducir a la vulnerabilidad emocional. Una persona emocionalmente vulnerable tiende a tener reacciones emocionales rápidas, intensas y difíciles de controlar lo que hace que su vida se parezca a una montaña rusa.

La vulnerabilidad emocional extrema rara vez es la única causa de los problemas psicológicos. La mayoría de las veces un ambiente invalidante es también necesario.

¿Qué es un ambiente invalidante? Generalmente el ambiente está constituido por otras personas. "Invalidante" se refiere al fracaso en tratar a una persona de una manera que le transmita atención, respeto y comprensión. Ejemplos de ambiente invalidante puede variar entre una falla en la articulación de las personalidades de hijos y padres (ej: un niño tímido criado en una familia de extrovertidos que se burlan de su timidez); a extremos de abuso físico o emocional. En TDC, creemos que el DPL surge de la relación entre una vulnerabilidad emocional y un ambiente invalidante.

Volviendo al ejemplo del niño tímido: si sus hermanos se burlan de él o lo fuerzan a participar en situaciones sociales que desea evitar aprenderá a tener una rabieta para hacerles entender que realmente tiene miedo. Si su timidez es solo tomada en serio después de un arranque, aprenderá, (sin ser conciente de ello), que enojarse funciona. Él no ha sido “validado”. Las formas de validación que se podrían haber incluido en este caso son enseñarle que ser tímido es normal, que las personas tímidas tienen que trabajar muy duro para superar la ansiedad social o se lo podría haber ayudado a aprender habilidades para controlar la vergüenza de modo que no interfiera con su vida.

Este es un ejemplo relativamente común. Sin embargo, algunas personas criadas bajo circunstancias de abuso o abandono, probablemente adopten modos más extremos para que se las tome en serio. A causa de estar en situaciones tan dolorosas, puede que incluso aprendan a enfrentar el dolor emocional pensando en el suicidio, cortándose, restringiendo la ingesta de comida, vomitando o con el uso de alcohol y drogas. Un círculo vicioso puede comenzar: la persona esta verdaderamente triste y asustada, no tiene a nadie que la escuche, tiene miedo de pedir ayuda o sabe que nadie va a responder y entonces intenta suicidarse. Cuando su dolor es tratado seriamente en el hospital, aprende (sin ser conciente de ello), que cuando intenta suicidarse, otras personas entienden lo mal que ella se siente. Los intentos reiterados de autolesionarse pueden resultar funcionales si son vistos como el único medio de conseguir una mejor comprensión de otras personas.

¿Qué clase de terapia reciben los consultantes en TDC?

Los consultantes en TDC estándar reciben tres modalidades básicas de tratamiento: terapia individual, grupo de habilidades y asistencia telefónica.

Asisten al menos a una sesión semanal de terapia individual de aproximadamente una hora de duración y deben participar del grupo de habilidades de dos horas semanales al menos durante un año.

A diferencia de la terapia de grupo tradicional estos grupos de entrenamiento se parecen más a clases durante las cuales se aprenden habilidades –Conciencia Plena, Efectividad Interpersonal, Regulación de la Emociones, y Tolerancia al Malestar-.

A los consultantes también se les pide que llamen a sus terapeutas individuales antes de desplegar una conducta problema: cortarse, consumir sustancias, vomitar o hacer una tentativa de suicidio. El terapeuta y el paciente buscarán entonces alternativas a la conducta autolesiva.

En algunas ocasiones, un psiquiatra, puede prescribir medicamentos como parte del tratamiento.

En TDC estándar el terapeuta individual es quien esta "a cargo" del tratamiento. Esto significa que el trabajo del terapeuta individual es coordinar el tratamiento con las otras personas –líderes del grupo de habilidades, psiquiatra y otros profesionales del equipo-. Con la colaboración del consultante, el terapeuta hace un seguimiento de la evolución del tratamiento, como van las cosas con los otros integrantes y si esto ayuda a cumplir los objetivos.

¿Cuáles son los objetivos y metas más importantes del tratamiento TDC?

El más importante de todos los objetivos en TDC es ayudar a las personas a crear una vida que “valga la pena de ser vivida”. Qué es lo que hace que una vida “valga la pena de ser vivida” varía de persona a persona. Para algunos es casarse y tener hijos, para otros terminar la escuela, encontrar un compañero o compañera, ser exitosos en sus trabajos, encontrar una vida espiritual o incluso comprarse una casa.

Si bien todos estos objetivos pueden ser diferentes, todos los consultantes tienen la tarea de mantener sus conductas, especialmente aquellas que pueden poner en riesgo su vida, bajo control.

Por este motivo la TDC organiza el tratamiento en cuatro etapas con sus propios objetivos. El objetivo de cada etapa es un tipo de problema en particular por lo que puede ser necesario volver a ellos en diferentes momentos de la terapia. Estos son las cuatro etapas y las conductas problema asociadas a cada una:

Etapa I

Pasar de tener conductas fuera de control a estar en control

Objetivo 1: Reducir y luego eliminar comportamientos letales (ej. Intentos de suicidio, pensamientos suicidas, conductas autolesivas).

Objetivo 2: Reducir y luego eliminar comportamientos que interfieren con el tratamiento (ej: comportamientos que “desgastan“ a las personas que intentan ayudar, cumplimiento esporádico de tareas asignadas, inasistencia a sesiones, no colaborar con los terapeutas, entre otros). Este objetivo incluye reducir y luego eliminar el uso de hospitalizaciones como método para manejar las crisis.

Objetivo 3: Disminuir comportamientos que afectan la calidad de vida (ej: depresión, fobias, desórdenes alimentarios, inasistencias al trabajo o a la escuela, descuido de problemas médicos, falta de dinero, malas condiciones de vivienda, falta de amistades. e incrementar los comportamientos que conducen a una vida más plena (ej: ir a la escuela o tener un trabajo gratificante, tener amigos, tener suficiente dinero para mantenerse, vivir en un departamento decente, no sentirse deprimido y ansioso todo el tiempo).

Objetivo 4: Aprender habilidades que ayuden a las personas a hacer lo siguiente:

a) Controlar la atención de modo que dejen de preocuparse acerca del futuro o de obsesionarse con el pasado. Incrementar la conciencia del "presente" así aprenden que es lo que los hace sentir bien y lo que los hace sentir mal.

b) Comenzar nuevas relaciones, mejorar las actuales y terminar aquellas que sean problemáticas.

c) Entender que son las emociones, como funcionan y como experimentarlas de modo que no resulten avasallantes.

d) Tolerar el dolor emocional sin recurrir a conductas de autolesivas o auto destructivas.

Fase II

De la clausura emocional a experimentar las emociones plenamente

El objetivo principal de esta fase es ayudar al consultante a experimentar las emociones sin necesidad de disociarse, evitar la vida o desarrollar síntomas de estrés post traumático (EPT). Estos últimos relacionados con momentos muy traumáticos de las vidas de las personas que aún hoy son vividos dolorosamente y causan malestar.

En TDC, decimos que el que entra en esta fase tiene control sobre su conducta, pero se encuentra en una “tranquila desesperación”. Enseñar a alguien a sufrir en silencio no es el objetivo de ningún tratamiento. En esta fase, el terapeuta trabaja con el cliente para tratar el EPT y le enseña a experimentar todas sus emociones sin negarlas y permitiendo que lo orienten y conduzcan.

Fase III

Construir una vida normal, resolver problemas de la vida cotidiana

En esta fase los consultantes trabajan con problemas cotidianos como conflictos matrimoniales o de pareja, insatisfacción laboral, aspiraciones profesionales, entre otras.

Algunos consultantes optan por continuar con el mismo terapeuta para lograr estos objetivos. Otros interrumpen la terapia durante un tiempo y trabajan en estas metas sin un terapeuta. Algunos deciden tomarse un descanso y luego continuar trabajando con un terapeuta distinto en otra clase de terapia.

Fase IV

De la sensación de falta de sentido a la sensación de plenitud / conexión

Varias personas probablemente enfrenten problemas "existenciales" a pesar de haber completado terapia hasta la fase III. Más allá de haber conseguido lo que buscaban en la vida, puede que se sientan vacíos ó incompletos. Algunos se refieren a esto como "vacío intelectual" o como "un sentimiento de vacío". A pesar de la falta de investigación en esta fase, Marsha Linehan la incluyó al darse cuenta que muchos s encuentran un nuevo sentido a través de caminos espirituales, iglesias, sinagogas o templos. Los consultantes además cambian de rumbo en sus carreras o relaciones. 

Aunque las fases y metas principales del tratamiento sean presentadas por orden de importancia, creemos que están interconectadas. Si alguien se suicida no obtendrá la ayuda que buscaba para mejorar su calidad de vida. De este modo TDC se enfoca primero en conductas amenazantes para la vida.

Sin embargo si el consultante se mantiene con vida, pero nunca asiste a terapia, ni hace ninguna de las tareas consignadas, no conseguirá ayuda para solucionar problemas que amenazan la vida, como la depresión o el abuso de sustancias. Por esta razón, problemas que interfieran con el tratamiento son la segunda prioridad en la fase I. Pero asistir a terapia ciertamente no es suficiente. Un cliente se mantiene vivo y concurre a terapia para resolver los problemas que lo hacen sentir miserable. Para tener una vida plena las personas deben aprender nuevas habilidades, aprender a experimentar emociones y a alcanzar metas de la vida. La terapia no termina hasta que todas estas metas sean alcanzadas.

¿En que se diferencia la TDC de la TCC estándar?

La TDC es una modificación del tratamiento cognitivo-conductual estándar. Como explicamos anteriormente, Marsha Linehan y su equipo de terapeutas utilizaron técnicas de TCC estándar como entrenamiento de habilidades, asignación de tareas, escala de evaluación de tareas y análisis conductual en resolución de problemas del cliente. Estas técnicas funcionaron para algunas personas y dejaron a otras fuera por hallarse constantemente enfocadas en el cambio.

Los consultantes sentían que su sufrimiento era subestimado por los terapeutas y a la vez que los terapeutas sobreestimaban cuan útiles estaban siendo para ellos. Como resultado los consultantes abandonaban tratamiento, se sentían muy frustrados, o se aislaban.

El equipo de investigación de Linehan filmó todas sus sesiones con consultantes y comenzó a notar nuevas estrategias que ayudaban a tolerar el dolor y funcionaban para alcanzar una vida “que valía la pena de ser vivida”.

A medida que las estrategias de aceptación fueron agregadas a las estrategias de cambio, los consultantes sintieron que sus terapeutas los entendían mucho mejor. Permanecieron en terapia en lugar de abandonar, se sintieron mejor en la relación con sus terapeutas y mejoraron más rápidamente.

El balance entre estrategias de cambio y de aceptación forman la dialéctica fundamental que da nombre al tratamiento. Dialéctica significa ’evaluar e integrar ideas y hechos contradictorios en una visión que resuelve las contradicciones aparentes.’ En TDC, terapeutas y consultantes trabajan arduo para balancear cambio y aceptación, dos fuerzas o estrategias aparentemente contradictorias.

Así como en la vida cotidiana fuera de la terapia, las personas luchan por conseguir un equilibrio en sus acciones, sentimientos, y pensamientos, en TCD trabajamos para integrar ambos, sentimientos pasionales y pensamientos lógicos. Nos esforzamos para alcanzar nuestras necesidades y deseos mientras alcanzamos las necesidades y deseos de los otros. Nos esforzamos por conseguir la mejor combinación entre trabajo y placer.

LOS TRES FUNDAMENTOS DE TCD: TCC (terapia cognitiva conductual), ACEPTACIÓN Y DIALÉCTICA

1) Terapia cognitiva conductual

Los terapeutas TCC y TDC no piensan que los consultantes puedan ser ayudados con la toma de conciencia, a pesar de que a veces la comprensión puede ser útil. Aprender nuevas conductas es crucial en TCD y se le dedica atención en toda sesión individual, grupo de habilidades y llamados telefónicos. Llamamos conducta a cualquier pensamiento, sentimiento o comportamiento de una persona. La terapia cognitiva conductual utiliza una amplia variedad de técnicas para ayudar a las personas a cambiar comportamientos que le impidan vivir una vida que valga la pena de ser vivida.

En TDC, al igual que en TCC, se le pide a los consultantes que cambien. Los consultantes indagan y registran sus problemas conductuales en una tarjeta semanal diaria. Además asisten a grupos de habilidades, cumplen tareas asignadas y realizan rol playing de nuevas formas de interactuar durante sesión con la presencia de su terapeuta. Los consultantes trabajan con su terapeuta en identificar cuando son recompensados por comportamientos mal adaptativos, o castigados por conductas adaptativas.

Se exponen a sentimientos, pensamientos, o situaciones que temen o evitan y modifican modos autodestructivos de pensar. Acabamos de describir, según Layman, las cuatro estrategias principales de cambio:

Entrenamiento de Habilidades, Terapia por Exposición, Terapia Cognitiva y Manejo de Contingencias.

Un excepcional libro sobre una de las técnicas fundamentales en terapia conductual –manejo de contingencias- es la obra de Karen Pryor, Don’t Shoot the Dog. Karen Pryor es una entrenadora de delfines quien inauguró el primer parque oceánico en Hawai. Los principios que utiliza son los mismos principios que podemos utilizar nosotros para cambiar y mejorar nuestras relaciones. El libro de Karen Pryor es divertido, humano y fácil de comprender. Contrariamente a la creencia popular, la terapia conductual no es fría y técnica. El libro trata sobre como cambiar mientras mantenemos un trato amable y respetuoso tanto con otros, como con nosotros mismos. Si leés el libro (que puede ser leído en una tarde), vas a entender mucho más acerca de como funciona las principales estrategias de terapia cognitiva conductual. También podes probar algunas de las técnicas aplicándolas en tu casa, en tu trabajo o en el estudio.

2) Validación y Aceptación

Como vimos en los párrafos anteriores las técnicas de terapia cognitiva conductual estándares no bastaron para ayudar a s conductas suicidas y con conductas crónicas de auto daño en el contexto del Desorden de Personalidad Límite (DPL).

El problema no reside en que las técnicas hayan sido ineficaces sino que como intervenciones aisladas causaron malestar en los consultantes, que sintieron la insistencia en el cambio como invalidante. Era como si el terapeuta le hubiera dicho a alguien con quemaduras graves en los pies “solo sigue caminando y tus pies se fortalecerán, intentá no pensar en el dolor”. Cada paso que el consultante daba era penoso, se sentía deprimido y no tenía experiencia en mantener su mente apartada del dolor.

Linehan y su grupo de investigación descubrieron que cuando el terapeuta otorga igual importancia a validación que al cambio las personas se muestran más colaboradoras y menos propensas a abandonar el tratamiento.

Entonces, ¿qué es la validación? La palabra posee muchos significados. Una de las cosas que no significa es que uno esté necesariamente de acuerdo. Un terapeuta, por ejemplo, puede entender que un abuse del alcohol para superar su ansiedad social y aún así saber que cuando el está ebrio toma decisiones impulsivas que pueden llevarlo a autodañarse. El terapeuta podría validar que: a) su conducta tiene sentido en tanto ha sido el único método que siempre dispuso para calmar su ansiedad; b) que sus padres siempre se embriagaron en fiestas; y c) que a veces cuando ella o él está ebria y hace algo impulsivo, la conducta impulsiva puede ser “divertida”.

En este caso el terapeuta puede validar que el abuso de sustancias tiene sentido dada su historia y desde su punto de vista. Pero el terapeuta no tiene por que estar de acuerdo con que el consumo abusivo de alcohol es la mejor manera de solucionar la ansiedad del paciente.

En TDC hay distintos niveles y tipos de validación. El nivel más básico es estar atento a la otra persona. Esto significa mantener respeto por lo que ella dice, siente y hace.

Otros niveles de validación implican ayudar a recuperar confianza afirmando que su conducta tiene perfecto sentido (ej: por supuesto que estas enojada o enojado con el dueño del negocio porque intentó cobrarte de más y luego mentir al respecto), tratándola como una semejante (ej: en oposición a tratar al consultante como un paciente débil mental).

En TDC, del mismo modo en que los consultantes son entrenados en el uso de estrategias cognitivas conductuales, también son educados y motivados a usar la validación.

Tanto en el tratamiento como en la vida, es importante saber que cosas podemos cambiar de nosotros y que cosas debemos aceptar (ya sea a largo o corto plazo). Por esta razón, las habilidades de aceptación y validación se han incluido en los módulos de habilidades.

Hay cuatro módulos de habilidades en total, – dos enfatizan en el cambio y dos en la aceptación - . Por ejemplo es extremadamente importante que los consultantes que se auto dañan aprendan a aceptar la experiencia de dolor en lugar de recurrir a las conductas destructivas para solucionar sus problemas. De modo que si se cortan, tienen atracones y se purgan, abusan de alcohol y drogas, disocian, etc., deben aprender a simplemente "estar en" la realidad, por mas doloroso que pueda ser en determinado momento, de modo que aprendan que "pueden soportarlo". TDC enseña un conjunto habilidades para que los consultantes puedan aprender a permanecer en calma en lugar de huir.

TDC además enseña como trabajar para comprender porqué sus vidas son tan difíciles.

3) Dialéctica

La dialéctica es un concepto complejo que tiene sus raíces en la filosofía y en la ciencia. No profundizaremos demasiado en su significado, pero si intentaremos explicar a que nos referimos con dialéctica y daremos ejemplos de pensamiento dialéctico. La Dialéctica involucra varios supuestos sobre la naturaleza de la realidad:

1) cada cosa esta conectada con todo lo demás;

2) el cambio es constante e inevitable; y

3) los opuestos pueden ser integrados para formar una aproximación más cercana a la verdad (que siempre es incompleta).

Este es un breve ejemplo sobre como estos supuestos intervienen en un programa de TDC. Supongamos que sos callada o callado. A los integrantes del grupo les incomoda tu silencio e intentan hacerte hablar. Vos influís en el grupo y el grupo influye en vos. Tal vez el grupo insista tanto que te den menos ganas de hablar y mas ganas de retraerte. Quizás entonces los demás miembros se cansen de insistir y ya no te presten atención.

Paradójicamente, esto te hace sentir mejor y hablás un poco más. A medida que te convertís en un miembro del grupo, los líderes cambian el modo de conducir el grupo de modo de balancear la tensión entre vos y el resto de los miembros. En otras palabras, están todos interconectados, influenciándose mutuamente a cada momento.

A medida que el tiempo pasa suceden cambios inevitables. A lo mejor los miembros del grupo se vuelven más hábiles en hacerte hablar. O quizás te vuelvas más osada u osado, y comiences a hablar. Tal vez un nuevo miembro se una al grupo al tiempo que un viejo integrante se va y el grupo se esfuerce por ajustarse a la nueva composición. Quizás adviertas que tus pensamientos y sentimientos hacia cada miembro del grupo cambian al igual que cambian los pensamientos y sentimientos de los otros integrantes. Quizás te des cuenta que el grupo evoluciona constantemente, se auto regula constantemente. Pensar dialécticamente significa reconocer que todos los puntos de vista, –el tuyo, el de los demás miembros-, tienen validez y que no obstante todos pueden ser erróneos al mismo tiempo. Si el grupo trabaja en conjunto dialécticamente, los líderes del grupo y sus miembros están en constante flujo, observando como los puntos de vista opuestos pueden coexistir y sintetizarse. En pocas palabras, el grupo está constantemente equilibrando cambio y aceptación. Los líderes y los demás miembros intentarán mantener la idea de que cada uno hace lo mejor que puede Y que cada uno tiene que mejorar.

La TDC también involucra estrategias dialécticas específicas para ayudar a los consultantes a destrabar sus formas rígidas de pensamiento o de ver el mundo. Algunas de estas son intervenciones tradicionales de Occidente y otras basadas en formas Orientales de ver la vida. Si leés el texto de Linehan (1993a), podés enterarte de otras estrategias en el capítulo siete y revisar los ejemplos que ella describe pero acá ofrecemos dos ejemplos.

Supongamos que uno se compromete inicialmente a realizar un año de TDC. En lugar de expresar "¡Eso es fantástico!" el terapeuta puede dar vuelta amablemente el tablero preguntando al paciente, "¿Estás seguro que es eso lo que querés? Va a ser un trabajo difícil". Esta estrategia, llamada el "abogado del diablo", produce que el consultante argumente a favor y explique porqué y cómo completará la terapia sin abandonar.

En este caso, el terapeuta guía al paciente para que fortalezca sus argumentos para ser aceptado en tratamiento, en lugar de ser el terapeuta el que intenta convencerla de que permanezca en el tratamiento. "Hacer limonada de los limones", es otra de las estrategias, que ayuda que el profesional a manejar situaciones difíciles. Una persona puede, por ejemplo, quejarse y rechazar terminantemente a su terapeuta grupal y expresar que desea cambiar de grupo de habilidades. El terapeuta puede responder con una sugerencia opuesta: El problema puede ser visto como una oportunidad deaprendizaje en el control de emociones negativas intensas hacia personas con autoridad.

El terapeuta podría entonces señalar la similitud entre el terapeuta grupal y otras personas con autoridad (profesores, jefes, supervisores) en la vida de la paciente y presentar esto como una oportunidad para tolerar a una persona que uno no soporta pero con quien tiene que trabajar.

Estos ejemplos ilustran como las estrategias dialécticas intentan promover el movimiento, la velocidad y la fluidez para que el paciente y el terapeuta no se queden estancados en "No puedo hacer eso" vs. "Si podés".

Esperamos haberte respondido a algunas preguntas, y hecho formular otras nuevas…Si tenés más preguntas o sugerencias sobre este texto, no dudes en enviárnosla o hacerla a algún terapeuta.

miércoles, 17 de febrero de 2021

Alan Watts: Filósofo y Teólogo

 


Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo Zaragoza y Psicoterapeuta. Zaragoza. Presencial / Online rcordobasanz@gmail.com  Tfno.: 653 379 269 Página Web: www.rcordobasanz.es.        Instagram: @psicoletrazaragoza

Observar es mejor que pensar: Alan Watts sobre lo nocivo del pensamiento compulsivo


El británico Alan Watts (1915-1973) fue uno de los distinguidos filósofos que acercó el budismo zen al mundo occidental recomienda usar la mente sólo para lo necesario y no permitir que la mente nos aleje de la realidad.

“Una persona que piensa todo el tiempo, no tiene más en qué pensar que en los pensamientos mismos, de esta manera pierde el contacto con la realidad y está destinado a vivir en un mundo de ilusiones”, afirma Alan Watts —filósofo del espíritu y uno de los principales responsables de acercar el budismo zen al pensamiento occidental— en una iluminadora conferencia.

Al momento de explicar a qué se refiere exactamente con “pensamientos”, Watts los describe como esas “charlas dentro del cráneo”, una manera simple y precisa de hablar sobre nuestros frecuentes (y también evitables) diálogos y cálculos internos, repeticiones esclavizantes de palabras que, al presentarse compulsivamente, son la fuente principal de la angustia en la que muchas personas viven cotidianamente.

El pensamiento, reflejo de nuestra mente racional (“un buen sirviente, pero un mal amo”), como afirma Watts y también lo hace la filosofía budista, no es malo por sí mismo; es quizá una de las herramientas más poderosas que un hombre tiene a la mano, pero debe ser usada con moderación, como un instrumento que podemos utilizar para resolver problemas y dejar a un lado cuando no nos sirve más, y de esta manera, vivir el resto del tiempo habitando la realidad. De otra forma, esto sólo puede llevarnos a confundir los símbolos, las palabras, las ideas y los números con el mundo real.

Pensamientos de dimensiones épicas y tan comunes como la idea de que tenemos que sobrevivir en el mundo, seguir adelante, no fallar, mantenernos vivos (aún cuando sabemos que la muerte se avecina) y para ello hacer dinero, o, simplemente, la noción de que tenemos que no ser lo que somos, agotan nuestra mente impidiéndonos disfrutar del mundo que habitamos, ese que existe afuera de nuestra mente.

Para Watts, la respuesta es simple: no tenemos que ser algo más que lo que somos o sentir una cosa distinta a la que sentimos. Cuando nos rendimos a lo que estamos siendo y estamos sintiendo en el presente, el callejón sin salida te permite el paso, te dice algo, un mensaje que vale la pena escuchar.


El ego y la idea del yo son, según el filósofo estadounidense, el principal problema: esa pesada imagen de nosotros mismos que está hecha de lo que nos han dicho que somos o que tenemos que ser, de nuestra educación y nuestro estilo de vida. No hay nada más alejado de lo que realmente somos que todas estas ideas. Nosotros somos el universo, de la misma forma que un río, una galaxia o una nube lo son; somos el universo expresado en el lugar que sentimos como aquí y ahora. En otras palabras, a través de nuestros ojos, el universo se observa a sí mismo.

Watts asegura que la observación en calma del universo es la respuesta, y es también el principio de la meditación. Si no sabemos qué hacer, hay que observar. Watts utiliza como ejemplo el acto de escuchar música, escucharla hasta que eventualmente la entendemos, no en palabras, pero sí de otra forma, porque el punto es la música, hasta que nos convertimos en la música. De la misma manera, la vida adquiere un sentido insospechado con el simple acto de observarla, no solamente lo que pasa afuera de nosotros, sino también lo que pasa dentro. Los pensamientos, las emociones, los miedos deben observarse desde el punto de vista de un espectador, sin querer cambiarlos o juzgarlos, como nubes que pasan velozmente por el cielo.

Es preciso despertar a la realidad y vivir en el presente, explica finalmente Watts con una elocuencia resplandeciente y un encantador sentido del humor, observar la vida hasta que logremos transformarnos en ella, dejar de pensarla y codificarla, para finalmente vivirla.

Algunas frases de Alan Watts que despertarán tu conciencia

1. “No podemos ser más sensibles al placer sin ser más sensibles al dolor.”

2. “La vida existe sólo en este preciso momento y es en este momento cuando es infinita y eterna. Ya que el momento presente es infinitamente pequeño, antes de que podamos medirlo ha desaparecido, y sin embargo persiste para siempre.”

3. “Siempre habrá sufrimiento, pero no debemos sufrir por el sufrimiento.”

4. “Cada persona es una manifestación única del todo, ya que cada rama es una extensión particular del árbol.”

5. “La única manera de darle sentido a los cambios es sumergirse en ellos, moverse con ellos y unirse al baile.”

6. “Pero te diré algo que solo los ermitaños conocen. Si te adentras en las profundidades de un bosque, y permaneces en silencio. Llegarás a comprender que estás conectado con el todo.”

 7. “Cuando te liberas de ciertos conceptos fijos acerca de cómo es el mundo, descubres que es mucho más sutil y mucho más milagroso de lo que creías.”

8. “Tener fe es confiarte al agua. Cuando nadas, no te agarras del agua porque si lo haces te hundirás y te ahogarás. En cambio lo que haces es relajarte y flotar.”

9. “Tratar de definirte a ti mismo es como intentar morderte tus propios dientes.”

10. “No pueden hacer planes válidos para el futuro aquellos que no tienen la capacidad de vivir el ahora. Me he dado cuenta de que el pasado y el futuro son las verdaderas ilusiones y existen en el presente, que es todo lo que realmente hay.”

 

jueves, 1 de diciembre de 2016

Historia Zen.



Tragarse la Serpiente

Un día, en un monasterio zen, se presentó de improviso un gran maestro. El jefe de cocina tuvo que prepararle al punto una comida. Se apresuró a coger unas legumbres en el huerto, a cortarlas y a hacer con ellas una suculenta sopa. La saboreó hasta el momento en que se encontró una cabeza de serpiente  en la cuchara. Hizo venir al cocinero para pedirle una explicación. Éste, al ver la cabeza de serpiente, alargó el brazo, la cogió y se la tragó de golpe ante la mirada atónita de los presentes. Acto seguido, muy digno, se dio media vuelta y volvió a la cocina sin decir palabra.

Tragándose en seguida la serpiente, fue de hecho su error lo que el cocinero se tragó. En general, no estamos dispuestos a hacer lo mismo.
En una ocasión, mientras le echaba un tarot a Ejo Takata, le dije:
- Escucha, Ejo, perdóname que te lo diga, eres monje, eres un maestro, pero, según este tarot, tienes problemas sexuales. 

No se puso a la defensiva, no tergiversó las cosas ni trató de justificarse, se tragó inmediatamente la cabeza de la serpiente: alzó su puño exclamando: "¡Los tengo!" y, al día siguiente, partió en busca de una mujer al Japón.

Alejandro Jodorowsky: "El dedo y la luna".
Historias zen y japonesas. Cuentos Zen, Haikus y Koans

jueves, 31 de octubre de 2013

Bienes Materiales

Creo que es un error esperar que nuestros problemas puedan resolverse con dinero o bienes materiales. Resulta poco realista pensar que algo positivo pueda surgir desde el exterior y llegar hasta nosotros. No cabe duda de que nuestra situación material es importante y que nos resulta útil. Sin embargo, nuestras actitudes mentales, internas, son tanto o más trascendentes para nuestea felicidad.
Dalai Lama

viernes, 16 de agosto de 2013

Disertación

El futuro de nuestra praxis, me refiero a los que trabajamos en psicoterapia, ya saca la cabeza.
Las técnicas psicofisiológicas del budismo y la teoría de esta misma corriente. Se trata de trabajar en el aquí y ahora.
Los divanes, cada vez son más pieza de museo, que algo utilizado para un psicoanálisis.
Bien es cierto que el corpus teórico del psicoanálisis ha impregnado la práctica profesional. Ha tenido históricos esquejes como la gestalt o los disidentes del dogma de Freud.
Tengamos los oídos atentos. Escuchemos al cliente no a la teoría.
Rodrigo Córdoba Sanz
Psicólogo y Psicoterapeuta

lunes, 12 de agosto de 2013

Abonar las simientes sanas

La conciencia existe a dos niveles: como simiente y como manifestación de dicha simiente.
La simiente puede manifestarse como una zona de energía a la que llamamos ira. Es incisiva y nos hace sufrir mucho. En esos momentos, en los que la simiente de la ira se manifiesta, nos resulta muy difícil estar alegres.
Por esa razón, debemos seleccionar cuidadosamente el tipo de vida que elegimos y las emociones que expresamos. Cuando sonreímos la simiente de la alegría y de la sonrisa germinan en nosotros, y mientras lo hacemos plantamos nuevas simientes de sonrisa y alegría. Sin embargo, si dejamos que pasen años sin practicar la sonrisa, su simiente puede debilitarse y ya nunca más podremos hacerlo.

domingo, 11 de agosto de 2013

Formaciones Internas

Existe un térnimo en psicología budista que se denomina "formaciones internas", "vínculos" o "ataduras". Ciertas percepciones nuestras, y sobre todo, ciertas formas de percibir, atan nudos en nuestro interior.
El fundamento de toda atadura está en la carencia de una comprensión clara...
Si no desatamos nuestras ataduras cuando se forman, estas se fortalecen y se identisifican...
Como mecanismo de defensa contra el sufrimiento, negamos la existencia de estos sentimientos negativos y nos creamos una imagen ficticia de paz. Sin embargo, nuestras formaciones internas insisten inagotablemente en manifestar sus imágenes, sentimientos, reflexiones, palabras y conductas destructivas.
Si hacemos meditación para identificar esas formaciones internas, es posible que desviemos nuestra atención. En psicología llamamos resistencia a esta conducta.
Thich Nhat Hanh: "Hacia la Paz Interior"

Las Raíces de la Ira

La ira enraiza en el desconocimiento de nosotros mismos y de lo que nos rodea y arraiga en profundidad velozmente cuando la situación de nuestros asuntos nos es hostil. La ira también está arraigada en el deseo, la soberbia, la inquietud y la desconfianza. Las primeras raíces de la ira están en nuestro ser. Nuestro entorno o los demás son solo secundarios. Aceptar el enorme dolor que provoca una tragedia natural no es tan arduo.
Sin embargo, cuando el dolor nos lo provoca otra persona no somos tan pacientes.
Los terremotos e inundaciones tienen sus causas, y deberíamos pensar que las personas que provocan nuestra ira también deben tener sus razones ineludibles e inexorables para obrar de ese modo.
Thich Nhat Hanh: "Hacia la Paz Interior".

viernes, 9 de agosto de 2013

Transformar los Sentimientos

El primer paso para tratar los sentimientos consiste en reconocerlos cuando aparezcan. El agente de este proceso es la conciencia.
El siguiente paso es asumir que el sentimiento y nosotros somos uno. Mientras la conciencia nos asista, puede hacer de carabina al miedo. Lo fundamental es alimentar con nuestra respiración concentrada nuestra conciencia, viva y resistente.
El tercer paso es mitigar los sentimientos. Un ejemplo claro es la protección de la madre a su bebé. Cuando el niño siente la ternura de su madre deja de llorar. La madre es la concentración, nacida de nuestra propia conciencia y protegerá a vuestros sentimientos de sufrimiento.
El cuarto paso consiste en liberar los sentimientos, en dejarlos fluir. Como ya te has calmado, e incluso a pesar del miedo te encuentras bien, sabes que la ira no conseguirá desarrollarse en un medio hostil a ti.
El quinto paso es mirar con mayor profundidad. Si observas podrás saber cuáles son los factores
que le hacen llorar al niño y si observas tus sentimientos, sabrás qué debes y qué no debes hacer para transformarlos y ser libre.
Thich Nhat Hanh: "Hacia la Paz Interior"

Anticirugía

En Occidente no solo hay un gran interés por la cirugía física sino que también existe una cirugía psicoterápica. Algunos terapeutas quieren ayudarnos a expulsar irregularidades y a conservar únicamente lo "normal". Y sin embargo lo "normal" puede no ser la solución. Si pretendemos expulsar todo lo indeseable puede que estemos expulsando la mayor parte de nosotros mismos.
Podemos transformar la ira en algo más sano: el conocimiento. Y no necesitamos cirugía para reconvertir la ira.
Si nos sentimos en paz podremos pacificar nuestra ira. Podemos tratar la depresión, la ansiedad, el miedo y cualquier otro sentimiento desagradable del mismo modo.

Thich Nhat Hanh: "Hacia la Paz Interior"

El río de los sentimientos

Los sentimientos juegan un papel muy importante en la dirección de tus pensamientos y acciones. Un río de sentimientos fluye a través de nosotros; cada una de sus gotas de agua es un sentimiento distinto y todos ellos se unen entre sí para formarlo. Si queremos observarlo basta con que nos sentemos en la orilla e identifiquemos cada sentimiento que flota, fluye y desaparece.
Thich Nhat Hanh: "Hacia la Paz interior"

miércoles, 7 de agosto de 2013

La Flor de Buda

Un día Buda alzó una flor ante una audiencia de 1250 monjes y religiosos. Guardó un silencio durante un largo rato. La audiencia se mantuvo en absoluto silencio... Entonces, de pronto, Buda sonrió. Sonrió porque entre el público había alguien que le sonrió a él y a la flor. Le dijo al monje: "Poseía el tesoro de una revelación y se la he transmitido a Mahakashyapa".

Cuando alguien te muestra una flor intenta que la veas, no que pienses. La persona que no piensa, la que es ella misma, puede hallar la flor en toda su intensidad y sonreír.

Thich Nhat Hanh: "Hacia la Paz Interior"

martes, 6 de agosto de 2013

Esperanza

Cuando nos aferramos a la esperanza para el futuro nos acercamos a la magia y no enfocamos nuestras capacidades y energías en el presente.
Si nos abstenemos de esperar nos dedicamos enteramente al presente y la alegría, que está aquí, a nuestro alcance.
Nadie puede garantizarnos alegría, paz o iluminación. Lo mejor de la vida está en nuestro interior.
Vivir intensamente significa vivir en el presente, al instante en el que todo está ocurriendo.
La esperanza es para el futuro.

lunes, 5 de agosto de 2013

Arte y Vida

Nuestro arte aflora cuando actuamos con sabiduría e integridad y entonces es innecesario referirse a él.

Sabiendo cómo ser paz comprendemos que el arte es una maravillosa manera de cuidar de nuestra paz de espíritu. Lo esencial es ser, la expresión artística ya tomará forma de un modo u otro.

jueves, 11 de julio de 2013

Conceptos de Psicoterapia Gestalt

 
 
Aquí y ahora: Las sensaciones, las vivencias, la experiencia sensorial, el contacto que describen una situación en el momento en el que acontece. Alude a un continuo estado de presente. Significa, según Deshimaru, “estar enteramente en lo que se hace y no pensar ni en el pasado ni en el futuro”.
Conflicto: Situación que sobreviene cuando dos fuerzas internas (en Gestalt generalmente el perro de arriba y el perro de abajo) están en pugna. Muchas de las técnicas de la Terapia gestaltica apuntan a que el individuo discrimine a estas fuerzas, se identifique con cada una de ellas, la haga dialogar y encuentre el punto desde el cual puedan interactuar. El conflicto básico aparece, se dice en Gestalt, cuando una persona no se acepta como es.
Darse cuenta: Toma de conciencia global en el momento presente. Esto significa atención al conjunto de los procesos corporales y emocionales internos y del medio. Denominado awareness por Perls, se trata de una experiencia siempre subjetiva, que no pasa por la comprensión intelectual de ese flujo. Es un proceso total, organísmico, en el que están comprometidas todas las respuestas que una persona pueda dar en todos los campos posibles de su conducta. Significa darse cuenta de sí, darse cuenta del mundo y darse cuenta de la zona intermedia (de la fantasía). A diferencia del insight, incluye comportamientos psíquicos y físicos. Latner define al darse cuenta como «un aspecto final del funcionamiento sano del individuo; significa aprehender con todos los sentidos el mundo fenomenológico interno y externo, tal como éste es y ocurre». Quien se da cuenta sólo puede hacerlo en el momento presente, en contacto con lo que en ese momento emerge como figura. Por lo tanto, se da cuenta del campo gestáltico total.
Dialogo: Técnica que se usa en la Terapia Gestalt para buscar la integración de partes en conflicto. Se usa en los casos en que se advierte una disociación en el individuo: entonces se lo hace experimentar tomando cada una de las partes en lucha y hablando o actuando desde ella. También se lo puede hace dialogar con una persona importante para él y que está ausente, pidiéndole que se identifique con ella. El diálogo puede establecerse entre diferentes partes del cuerpo (mano derecha con mano izquierda, cerebro con corazón, etc.)
Gestalt: Palabra de origen alemán que significa totalidad o configuración. No sólo alude a esa configuración en sí, sino particularmente al modo en que se organizan las partes individuales que la constituyen. La psicología de la Gestalt parte de la premia de que la naturaleza humana se organiza en formas y totalidades y es en estos términos como la vivencia el individuo. Por lo tanto, sólo puede, ser comprendida en función de las formas o totalidades de las cuales se compone. Gestalt es así la totalidad del proceso que incluye acciones, emociones y pensamientos que fluyen desde la aparición de una necesidad hasta su satisfacción.
Integración: Proceso por el cual una proyección llega a ser aceptada como propia. El individuo deja de comportarse desde uno solo de dos polos opuestos de su personalidad y recupera un aspecto alienado, desvalorizado y colocado «afuera». El camino de la integración pasa por llegar al fondo de una sensación o sentimiento, haciéndose responsable de !os propias sentimientos, pensamientos, palabras y acciones.
Monodrama: Técnica proveniente del psicodrama y muchas veces utilizada en Gestalt. Consiste en hacer representar al paciente diferentes papeles dentro de la situación que él evoca. De este modo puede dialogar con distintas partes de su cuerpo o personas de su vida y emitir él mismo las respuestas imaginadas, deseadas o temida.
Resistencia: Concepto fundamental en Terapia Gestalt. Designa a aquellos mecanismos del comportamiento que, a fuerza de repetición, se oponen al libre desarrollo del ciclo de contacto o de satisfacción de las necesidades. Fritz Perls  definió cuatro resistencias (o «mecanismos de perturbación 'de los límites de contacto») básicos: introyección, proyección, confluencia y retroflexión. Otros autores agregan otros (como deflexión, proflexión, egotismo, etc.)
Silla vacia: Técnica preferida por Perls, quien la usó especialmente a partir de 1964. Consiste en pedirle al paciente que se instale frente a un asiento vacío y que imagine sobre éste a un personaje (por ejemplo, su padre) a quien necesita dirigirse. La «silla vacía» puede ser un almohadón y puede situarse en lugares venables según el paciente lo vaya colocando.

domingo, 12 de mayo de 2013

Erich Fromm: Apuntes sobre el Budismo

 
 
Fue Rainer Funk, quien dio permiso para imprimir estas líneas (Apuntes sobre el Budismo), el trabajo cabe en unas pocas páginas. Fromm tuvo cariño hacia esta corriente, más bien, una forma de SER. Rodrigo Córdoba Sanz
 
1.

El budismo fue un sistema de pensamiento radical, opuesto a la

enseñanza religiosa hindú dominante en su época. Por esta razón

fue perseguido durante generaciones por el sacerdocio reinante

acusándolo de ateismo y de ser un enemigo de la religión y por

lo tanto peligroso.


2.

El budismo era en verdad ateo; rechazaba el concepto de un dios

y la idea de que el hombre debería someterse a un líder y

obedecerlo. Constantemente enfatizó la autonomía del hombre y

el deber de hacer sus propias decisiones y responsabilizarse

completamente de ellas. Buda no es un Dios sino un gran

maestro, que no trata de imponerse sino de convencer.


3.

El budismo es un sistema completamente racional, que no

demanda un sacrificio ni del intelecto ni de la razón, sino que

propone iniciar con el análisis de la experiencia humana como la

base de la enseñanza.


4.

El budismo es un sistema filosófico y antropológico, basado en la

observación racional. Para los observadores occidentales esto


3

Constituye un obstáculo el comprender que existe una religión sin

Dios. ¿Puede el ateísmo ser una religión? ¿Se encuentra la

religión necesariamente ligada a la creencia en un ser superior?

Más aun, el pensamiento budista es mucho más radical que el de

la vasta mayoría de hoy, a quienes resulta difícil comprender su

radicalismo y prefieren creer que es un sistema irracional muy

inferior a nuestra racionalidad.


5.

El único elemento irracional en el budismo es la creencia en el

renacimiento, cuya idea es que en tanto el ser humano desea


existir o vivir, volverá a renacer y que esto solo terminará

con la cesación de toda sed de existencia, cuando el

nirvana es realizado. Sin embargo hay que señalar que la

idea de renacimiento y la cesación de este por la

cesación de la avidez, fue la forma en que el buda

expresó su oposición al concepto hindú de

trasmigración del alma, un concepto que significaba que

la rueda de las transformaciones no terminaba nunca. La

negación del budismo toma la forma de que la

trasmigración puede detenerse si la avidez termina. El

viviendo en una cultura

en la que la creencia en la

trasmigración de las almas era parte importante del sentido

común, no podría simplemente negar este sentido común

diciendo lo impensable: “después de la muerte no hay nada”. El

hizo algo que con frecuencia ha sucedido en la historia, expresar

la negación por una revisión de la vieja teoría.

Se debe reconocer que mientras el renacimiento es todavía un

dogma válido para la ortodoxia budista, actualmente se


4

Considera un aspecto históricamente condicionado, que no tiene

nada que ver con la enseñanza central del budismo.

lunes, 8 de abril de 2013

Eterna es la vida, no la forma individual

Después del nacimiento, la muerte es el suceso más importante de nuestra vida. Es la consumación de nuestro nacimiento. No nos sometemos a la muerte cuando morimos, nos sometemos al seguimiento de la vida que no sabe detenerse.

Vida y muerte son únicamente en apariencia, opuestos que se excluyen mutuamente. En realidad son dos aspectos diferentes de la misma dinámica de la vida, como los polos positivo y negativo de la corriente eléctrica. La inexistencia de uno de los dos significaría la desaparición del otro. Al morir no es que perdamos algo, ganamos algo; volvemos a ganar el universo entero, que se esconde detrás de nuestro yo o, utilizando términos religiosos, volvemos a ganar a Dios enteramente, sin que el yo lo tape. No se cierra una puerta cuando morimos, se abre una puerta.
Willigis Jäger: "La vida no termina nunca". Desclée de Brouwer

Antes de existir en este mundo jardín, vid o uva, nuestra alma ya estaba ebria del vino de la inmortalidad. Rumi

lunes, 28 de enero de 2013

Budismo Zen

La filosofía zen explora en nuestro ser interior en la búsqueda de la liberación personal, sus orígenes se remonta en el budismo instaurado por Shakyamuni Buda a principios del siglo VI.


Frases Zen.La filosofia zen

El zen al principio parece abstracto o sin sentido, pero tiene su razón de ser, lo que la mente trata de complicar el zen trata de simplificar, el zen es escurridizo como el aire o el agua para que no pueda ser atrapado, pero siempre esta ahí.
Cada cosa o persona que conozcas te aportara un poco de zen a tu vida, no hay nada, ni nadie que en mayor o menor medida te aporte algo a tu zen, solo depende de tu capacidad de verlo.

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Una vez iniciado en el zen, aunque desesperes y abandones, tu zen siempre estará contigo y no te abandonara.

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-¡Maestro, no te merezco, pues yo no creo en el zen, para mi no existe!.

-Creas o no creas en el zen, estas haciendo zen, por tanto existe.

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El zen no es lo que estas pensando que vas hacer, sino lo que estas haciendo.

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El momento de hacer las cosas, es cuando tu decides hacerlas.

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Intentar comprenderlo es alejarte del zen, esta tan cerca y ligado a nosotros que no podemos verlo.

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La filosofía habla sobre la vida. El zen es la vida. Si entiendes el zen, entonces no es zen y si no lo entiendes, entonces si estas haciendo zen.

jueves, 29 de noviembre de 2012

Fritz Perls y el budismo zen




No creo que nadie recibiera la "iluminación" ni llegara al satori, pero la experiencia fue interesante. Cuando llegó el mo momento de pagar tuve un shock. El precio era de diez dólares, y esto incluye, y esto incluía el alojamiento y comida por una semana entera. Cuando se me anunció esto, no lo pude aceptar y le di treinta dólares, los que fueron graciosamente aceptados.

El zen me había atraído como la posibilidad de una religión sin un dios. Estaba sorprendido de ver que antes de cada sesión debíamos invocar e inclinarnos ante una estatua de Buda. Fuera o no fuera un mero simbolismo, para mí era nuevamente una reificación que llevaba a una deificación.
Debíamos respirar de un cierto modo y mantener nuestra atención en la respiración para minimizar la intromisión de los pensamientos, mientras que el maestro se pavoneaba por las hileras, ocasionalmente corrigiéndonos la postura. Cada vez que se acercaba, a mí me angustiaba. Esto desde luego que echaba por tierra mi respiración...
Me dio únicamente un koan simple e infantil: "¿De qué color es el viento?·, y estuvo satisfecho cuando por respuesta le soplé en la cara.

Mi búsqueda acetuó más aún la creación de un método viable de hacer algo alcanzable este tipo de autotrascendencia humana al hombre occidental. En esto fui alentado por Aldos Huxley, quien dijo de mi libro Terapia Gestalt: "El único libro psicoterapéutico que vale la pena leer".

Mi visita al Japón fue un fracaso, al menos en lo que se refiere a cualquier logro en materia de zen. Hizo reforzar mi opinión de que algo tiene que andar mal tanto con el zen como con el psicoanálisis si se demora años y años el llegar a ninguna parte. Lo más halagador que puede decirse es que el psicoanálisis engendra psicoanalistas y el zen engendra monjes zen. Hay que recalcar, sí, lo valioso que hay en ambos métodos: el engrandecimiento de la capacidad de darse cuenta y la liberación del potencial humano. Sin embargo, hay que negar su eficiencia. No pueden ser eficientes porque no se basan en las polaridades de contacto y retirada, que es precisamente el ritmo de la vida.

Fritz Perls