El tratamiento básico del TLP es una forma contrastada de Psicoterapia, bien sea la psicoterapia focalizada en la transferencia de Otto Kernberg, la Terapia dialéctica-conductual de Marsha Linehan, la Psicoterapia basada en la "mentalización" de Fonagy y otras. Gunderson propone un modelo holístico muy atractivo y, también contrastado.
Los tratamientos eficaces para las principales comorbilidades del trastorno límite son los siguientes:
La depresión mayor, el del uso de antidepresivos combinados con alguna forma de psicoterapia, que puede ser psicodinámica, interpersonal o cognitivo-conductual. La meta con estos tratamientos es alcanzar la remisión completa del trastorno y luego prevenir las recurrencias, que son muy frecuentes. Para esto se recomienda en el primer episodio de depresión sostener la medicación durante 9 meses, en el segundo por 2 años y después del tercer episodio, dejarlos de por vida. La psicoterapia en general se encuadra en una o dos visitas semanales durante seis meses al menos, hasta un año. Se piensa que es útil por no decir, imprescindible, un refuerzo con psicoterapia a la mayor señal de reaparición de la depresión, cada tres meses o cuando reaparezcan los estresantes psicosociales asociados al inicio del trastorno.
Para el trastorno por estrés postraumático se ha visto que las sesiones inmediatas de revisión del trauma no son tan útiles y pueden interrumpir el proceso normal de afrontamiento. Ha surgido recientemente un modelo llamado EMDR, para el trastorno de estrés postraumático. Además del uso de antidepresivos, las psicoterapias eficaces son la terapia congnitivo-conductual y la de reprocesamiento y desensibilización (EMDR), aunque ésta última haya sido cuestionada.
Los trastornos de abuso y dependencia al alcohol deben ser tratados de acuerdo a la severidad del trastorno a la severidad del consumo, dentro de programas dirigidos a la mayor cantidad de factores asociados al trastorno. Los programas de internamiento para la desintoxicación y rehabilitación, basados en los doce pasos y apoyados en psicoterapia individual y de grupo, adiestramiento en habilidades sociales y otras terapias auxiliares, parece ser de las mejores opciones en estos casos. De los medicamentos los que han dado buenos resultados son el disulfirán, la naltrexona y el acamprosato.
La anorexia nerviosa requiere siempre de dietista, psiquiatra y psicólogo. Es, al decir de Nicolás Caparrós: "La locura del cuerpo". Lo mejor es hacerlo en un hospital. La psicoterapia más eficaz es la cognitiva-conductual, aunque también la psicodinámica ha resultado eficaz. En menores de 18 años es indispensable la terapia familiar. El tratamiento de la bulimia y del trastorno por atracón se hace con psicoterapia cognitivo-conductual que también puede ser interpersonal o psicodinámica y con antidepresivos, además de dietista. También en menores de 18 años es imprescindible la terapia familiar, son trastornos que se rigen por aspectos de identidad, autoconcepto, percepción y fuerza del Yo, así como apoyos y amistades.
Los otros trastornos de personalidad se tratan tal y como se tratarían según su naturaleza, su etiología, la biografía del paciente, los recursos, habilidades y, tal y cómo valoremos esas variables, se diseña, se arma un tratamiento singular, esto es, para cada sujeto. Siempre teniendo en cuenta que se trata de COMORBILIDAD, por tanto esto es una manera de aproximación desde un enfoque descriptivo, de clasificación.
Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo y Psicoterapeuta. Experto en Trastornos de Personalidad.
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