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Paz y Ciencia

viernes, 7 de octubre de 2016

Acoso Moral en el Trabajo. Hirigoyen



Falta un conocimiento, apoyo y conciencia social sobre este problema, así como una legislación clara.
Si hablamos de acoso moral, estamos diciendo lo que significa moral: "someter sin reposo a pequeños ataques repetidos". Está claro que este acto se da cuando es duradero.

Si tantas personas se expresan como acoso moral es por la elección del término moral. Si hablamos de acoso psicológico, estaríamos hablando de algo relacionado íntimamente sólo a los profesionales de la psicología. El concepto acoso moral es más apropiado y hace justicia de la situación de la persona y del contexto en que se desenvuelve, si le dejan.

El término moral supone tomar una postura. Se trata efectivamete de bien y mal, de lo que se hace y no se hace, de lo que consideramos aceptable y de lo que no. No se puede estudiar este feómeno sin reparar en la pérspectiva ética o moral, ya que las personas que han recibido este trato se sienten manipuladas, despreciadas, humilladas, rechazadas. 

En cuanto a los agresores, frente a la agresividad de dicha violencia no podemos dejar de preguntarnos sobre la intencionalidad.

Hay que delimitar bien el contexto para comprender la situación, el contexto, pues el fenómeno puede abordarse de muchas maneras, según la perspectiva de los juristas, médicos, psicólogos...
Los médicos de empresa que observan este fenómeno no saben cómo proteger a las víctimas.
En cuanto a los juristas buscan una definición con las mínimas connotaciones de subjetividad.

La Asamblea Nacional francesa del 14 de diciembre de 1999 lo definió como "toda degradación deliberada de las condiciones de trabajo". Para el diputao Georges Hage, que apoyó esta propuesta de ley, la finalidad del acoso es precisamente el perjuicio moral. Se trata de desestabilizar al otro, degradarlo, maltrarlo, es decir, causar prejucio, de desestabilizarlo.

La Asamblea Nacional Francesa hizo una definición más amplia en el Código Laboral: "Ningún asalariado debe sufrir las conductas repetidas de acoso moral por parte de un empresario, de su representante o de todo aquel que abuse de la autoridad que le confieren sus funciones [y que tienen] por objeto o como efecto un atentado contra su dignidad y la creación de condiciones de trabajo humillantes o degradantes"

Hirigoyen propuso otra definición según las consecuencias de dichos actos:
El acoso moral en el trabajo se define como toda conducta abusiva (gesto, palabra, comportamiento, actitud...) que atenta, por su repetición o sistematización, contra la dignidad o la integridad psíquica o física de una persona, poniendo su empleo o degradando al ambiente de trabajo.

El abuso moral es un daño sutil, en pequeñas dosis, muy destructiva. Dicho ataque, tomado por separado, no es realmente grave; es el efecto acumulativo de microtraumanismos frecuentes y repetidos lo que constituye la agresión

El modo específico de acoso y agresión varía según los medios socioculturales y los sectores profesionales. En los sectores de producción, la violencia es más directas, verbal o física. Cuanto más arriba subimos en la jerarquía y en la escala sociocultural, más sofisticadas, perversas y difíciles de advertir son las agresiones.

Marie-France Hirigoyen: "El acoso moral en el trabajo".

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