Manejo de la Transferencia y Contratransferencia
Greenson y Wexler: “La relación no transferencial en la situación analítica”, International Journal of Psychoanalysis, vol 50, parte I, 1969.
La transferencia es la experiencia de impulsos, sentimientos, fantasías, actitudes y defensas con respecto a una persona en el presente que no se adecuan a esa persona sino que constituyen una repetición de respuestas originadas en la relación con personas significativas de la temprana infancia, desplazadas inconscientemente a personas en el presente. Las dos características salientes de los fenómenos transferenciales son: 1) constituyen una repetición indiscriminada y no selectiva del pasado; y 2) pasan por alto o distorsionan la realidad. Es inadecuada.
El hecho mismo de que el concepto de transferencia haya llegado, a lo largo de los años, a tener este significado bastante preciso, implica que fue técnica y teóricamente necesario diferenciarla de otras relaciones que están relativamente libres de transferencia.
Todas las relaciones objetales incluyen algunos elementos de repetición del pasado, pero la llamada relación “real”, no transferencial, difiere de la transferencia en cuanto al grado de relevancia, adecuación, exactitud e inmediatez de lo que se expresa. Además, las respuestas no transferenciales son, en esencia, fáciles de modificar mediante la realidad interna y externa. Son adaptativas y “realistas”.
La alianza de trabajo es el rapport razonable, racional y no neurótico que el paciente tiene con su analista y que le permite trabajar intencionalmente en la situación analítica, a pesar de sus impulsos transferenciales. El paciente y el psicoanalista contribuyen a la formación de la alianza de trabajo. La conciencia que el paciente tiene de su padecimiento neurótico y la posibilidad de recibir ayuda del analista lo mueven a buscar la situación analítica y a trabajar en ella. La transferencia positiva, la sobreestimación y sobrevaloración del psicoanalista, también pueden constituir aliados poderosos, pero a menudo resultan traicioneros. El núcleo confiable de la alianza de trabajo es sobre todo la relación “real” o no transferencial entre paciente y analista. Las reacciones transferenciales, sean de amor o de odio, desde las más infantiles hasta las más maduras, llevan a la idealización, la sexualización o la agresión, y se convierten en fuentes importantes de resistencia.
En cuanto al analista, lo que contribuye a la alianza de trabajo es su búsqueda constante y sin vacilaciones de insight, mas su preocupación, respeto y cuidado con respecto a la totalidad de la personalidad del paciente, sana y enferma. El analista debe ayudar al Yo bloqueado del paciente a distinguir lo adecuado de lo distorsionado, lo correcto de lo falso, lo realista de lo fantástico, en sus reacciones frente a la gente y, sobre todo hacia su psicoanalista.
Las reacciones transferenciales son el vehículo que permite al paciente traer a la situación analítica el material inaccesible evitado. La alianza de trabajo permite al paciente comprender los insights del analista, revisar y organizar las interpretaciones y reconstrucciones y, por último, integrar y asimilar el material del análisis. La base para la alianza de trabajo es la capacidad para un funcionamiento yoico relativamente libre de conflicto y la capacidad, hasta cierto punto, para restablecer una relación no transferencial, real, con el analista.
“Analizar” es una expresión abreviada que se refiere a todos los procedimientos que tienen como meta directa aumentar el insight del paciente con respecto a sí mismo. Analizar suele incluir cuatro procedimientos distintos: confrontación, clarificación, interpretación y elaboración.
Algunos procedimientos utilizados por los psicoanalistas no aumentan el insight de lo inconsciente per se, sino que fortalecen aquellas funciones yoicas que se requieren para lograr comprensión. Cumplen el propósito de preparar para el insight o hacerlo más eficaz.
Los procedimientos antianalíticos son los que bloquean o debilitan la capacidad del paciente para el insight y la compresión. Cualquier medida que disminuya la función o la capacidad del Yo para observar, pensar, recordar y juzgar se incluiría en esta categoría.
Se necesitan empatía e insight para percibir los elementos transferenciales en el material del paciente. Se necesitan flexibilidad y valentía para percibir lo que es “real”, libre de transferencia, y apoyar los esfuerzos del paciente por distinguir las evaluaciones objetivas de las distorsiones neuróticas.
A veces un paciente interrumpe un prolongado análisis debido a la súbita erupción de sentimientos hostiles intensos. Esto puede atribuirse a que no se hacen interpretaciones correctas, pero hemos comprobado que este factor rara vez es decisivo por sí solo. Todos hemos hecho muchas interpretaciones incorrectas y muchos de nuestros pacientes se dieron cuenta o lo percibieron y, sin embargo, no huyeron. El elemento decisivo fue la fuerza relativa de la relación “real”, el grado en que existía no solo una transferencia positiva, sino también genuino respeto, aprecio y compresión por ambas partes.
En nuestra opinión sólo son analizables los pacientes que tienen una capacidad para las relaciones libres de transferencia. Esto es necesario para “meterse” en el análisis. Los pacientes que carecen de esta capacidad para una relación libre de transferencia requieren una psicoterapia preparatoria. Esto significa que es necesario ayudarlos a construir una relación objetal basada en percepciones, juicios y respuestas confiables y previsibles.
Hemos encontrado útil explicar al paciente todo procedimiento o medida nueva o desconocida, de modo que pueda comprender porque trabajamos de determinada manera.
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