Un optimista es el que cree que todo tiene arreglo. Un pesimista es el que piensa lo mismo, pero sabe que nadie va a intentarlo.
Jaume Perich (1941-1995) Humorista español.
La importancia del optimismo ha sido demostrada, por ejemplo, a partir de pruebas efectuadas por el psicólogo C.R. Snyder de la Universidad de Kansas, entre alumnos universitarios de Estados Unidos. En ese estudio se concluyó que el rendimiento académico universitario de un alumno depende más de la actitud de éste que de su Coeficiente Intelectual (C.I.). Así, vieron que unos buenos resultados académicos eran obtenidos más por alumnos con una actitud positiva y optimista (evaluados a través de test especiales) que por alumnos con una buena nota en el S.A.T., un test con una elevada correlación con el Coeficiente Intelectual. El S.A.T. (Scholastic Aptitude Test) es el examen de aptitud escolar que realizan los estudiantes estadounidenses que acceden a la Universidad (el equivalente a la prueba de Selectividad en España).
Según Snyder, "los estudiantes con un alto nivel de expectativas se proponen objetivos elevados y saben lo que deben hacer para alcanzarlos. El único factor responsable del distinto rendimiento académico de estudiantes con similar aptitud intelectual parece ser su nivel de expectativas".
1 comentario:
Encuentro "a ojo de buen cubero" -en mi práctica- que los estudiantes efectivamente tienen un rendimiento que responde a su actitud, y que tener una actitud optimista respecto a los diferentes objetos presentes en la vida universitaria, resulta fundamental, tanto para el aprendizaje en sí mismo, como para la posibilidad de evidenciar el aprendizaje.
Sin embargo, encuentro que muchas de las altas expectativas de los estudiantes con los que trabajo, responden más bien, por ejemplo, a presiones ambientales o a la necesidad de compensar deficiencias en otras áreas; muchos de estos estudiantes con altas expectativas viven con altos niveles de estrés y se angustian -algunos hasta enfermarse- en tiempos de exámenes. Tienen la expectativa porque saben que tienen la capacidad y la preparación, y porque antes la han alcanzado; pero les importa demasiado...
Creo que esos estudiantes optimistas, con una buena actitud, a los que les "va bien" (a veces estudiando menos que otros), suponen que les "irá bien", pero no necesariamente tienen "altas-expectativas"... A lo mejor el asunto está en la definición de "altas expectativas"...
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