La templanza, una saludable forma de conservarse y conservar a los demás. Los demás se angustian ante la forma agónica de comportarse del otro.
No solo hay que querer lo posible. Hay que tener solo lo razonablemente necesario. Más, es un estorbo.
La fantasía es una cosa; la imaginación otra. Una forma de fecundidad, hacer de la fantasía imaginación.
Lo religioso siente pudor ante lo irracional y se reviste de pensamiento lógico. Un disfraz.
Al nacer se pregunta: "¿Qué es, niño o niña?" El "quién" se adquiere más tarde (primero hay que ponerle nombre).
El teólogo no es creyente sino vidente. Y delira además cuando dedica su tiempo a contarnos las propiedades de la entidad.
martes, 27 de marzo de 2012
Pensamientos de Castilla del Pino
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