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Paz y Ciencia

jueves, 8 de marzo de 2012

Trastorno Bipolar

La psiquiatría y la psicología oficial y académica sostienen que el tratamiento de primer orden en el trastorno bipolar es la medicación: eutimizantes, antipsicóticos y benzodiacepinas. Y es fundamental la psicoterapia. Desde la psicoeducación, en la que me formé con Dolores Mosquera y de forma autodidacta y la terapia cognitivo-coductual. En esos manuales se dice que el psicoanálisis está contraindicado, sin embargo, existen especialistas en el trastorno bipolar, lo cierto es que hay pocos en España, con la formación adecuada, especialmente en Zaragoza.
Si no se utiliza bien esta técnica puede ser yatrogénica, es decir, ser contraproducente.
Los fármacos están contrastados y hay que tomarlos porque regulan el estado de ánimo y disminuyen la ansiedad, la agitación, la inquietud, etc.
La terapia ayuda a que el paciente pueda movilizar recursos, aprender habilidades y poder manejar las situaciones de estrés, inestabilidad emocional y tormentas afectivas. Se trata, también, de que la persona conozca su trastorno, lo comprenda y sepa manejarlo de manera autónoma. Es importante el apoyo del terapeuta y la comprensión de los allegados, así como su apoyo y sostén. Las personas que vivan con la persona afectada deben conocer qué le sucede a la persona y cómo ayudarla, de forma que puedan operar como co-terapeutas. Ellos también pueden necesitar ayuda en determinados casos. Con un buen tratamiento es un problema que se puede llevar con mucha soltura, se puede trabajar y tener una vida funcional pero claro está, existen tres tipos de casos de bipolaridad. Dependiendo del subtipo será más fácil la intervención y llevar una vida con bienestar y calidad de vida. No obstante es un trastorno complicado para el terapeuta y para el paciente.

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