p. 115. "Aflorismos. Pensamientos Póstumos". Ed. Tusquets. 2011. Barcelona.
Los sentimientos, si se controlan, desaparecen. Por eso hay que saber qué hacer con cada uno de ellos.
La ciencia es la razón depurada y aplicada a un objeto a su vez racionalmente delimitado. El valor de la ciencia está en ser razón y dar razón de su objeto.
Vivir en una multiplicidad de círculos en los que la inteligencia se aúne a la amistad. Es el ideal de vida.
La interpretación de un acto humano no tiene fin; se le pone fin.
No nos vencen los demás; somos nosotros los derrotados.
Es más peligroso el triunfo que la derrota, porque ésta, por definición, lleva el recogimiento y hasta a la reflexión. Pero el triunfo emborracha y aturde, y a la posibilidad del comportamiento ridículo está a la vuelta de la esquina.
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