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Paz y Ciencia

domingo, 25 de marzo de 2012

Antipsiquiatría

La antipsiquiatría -movimiento de origen inglés- es definida por uno de sus fundadores, el psiquiatra sudafricano David Cooper, como una "psiquiatría ideal". En consecuencia, se funda en una crítica de la psiquiatría clásica, en la que se cuestiona la consideración de los problemas mentales desde una perspectiva estrictamente médica. Según los psiquiatras clásicos, las alteraciones de las relaciones del sujeto con su edio se deberían principalmente a lesiones orgánicas todavía ignoradas. Asimismo, se trata orgánicamente al sujeto (drogas, electroshock, etc). Por añadidura priva de la libertad , del trabajo, del amor y de la comunicación.

La psicoterapia institucional -que intenta una reforma terapéutica fundada en la comunicación más amplia y en cierta participación del paciente -y también la psiquiatría de sector- que intenta evitar la hospitalización del paciente, asistiéndolo dentro de lo posible en su domicilio- no escapan a las críticas de los antipsiquiatras. Éstos invierten el problema y consideran que la locura no es una enfermedad del sujeto sino una conducta útil que permite al individuo liberarse de los conflictos afectivos que sufre. Así, deben crearse nuevas estructuras en las que pueda vivirse la experiencia delirante en absoluta libertad.

En 1965, los doctores Laing, Cooper y Esterson crearon tres lugares acogedores, el más importante de los cuales, el Kingsley Hall, funcionaría durante cinco años. Allí, los enfermos entraban y salían libremente. Cada uno vivía según sus propias reglas. Allí el paciente se libraba de su psicosis a través de regresiones y un movimiento psicodramático del que participaban todos los residentes. Lograban el "viaje", que Ronald Laing designa como "metanoia" y que consiste en un retorno a la época precedente al conflicto patógeno. Algunos aspiran a retroceder hasta su nacimiento.

La Antipsiquiatría alcanzó pronto una dimensión filosófica y política. En 1967, los antispiquiatras organizaron "Congreso Internacional de la Dialéctica de la Liberación", cuyo objeto consistía en poner en evidencia de qué forma progresa el "enfermo" en el mundo, en investigar nuevas formas de acción. En ese congreso -que se prolongó seis días- partiparon filósofos, economistas, grupos políticos y personalidades como Gregory Bateson, Stokeley Carmichael, Herbert Marcuse, Paul Sweezy, además de representantes de Amsterdam, estudiantes de Berlín occidental y otros. Los debates fueron publicados en forma de libro: "Counter Culture"

Tanto por las ideas desarolladas en el transcurso del congreso como por sus obras -especialmente "Psiquiatría y Antipsiquiatría", de Cooper, y "La Política de la experiencia" y "El yo dividido", de Laing-, los antipsiquiatras aparecen como precursores de todo el movimiento de protesta teórica y práctica de las sociedades industriales que se han desarrollado en Estados Unidos, Alemania Occidental e Inglaterra, ,las "antiuniversidades", las "comunas", los "teatros libres", las radios piratas y los periódicos y cines clandestinos. Este ideal de contracultura también ha jercido gran influencia en Francia a partir de Mayo de 1968 en numerosos estudiantes e intelectuales.

1 comentario:

Anónimo dijo...

La antipsiquiatria es una ideologia o no?