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Paz y Ciencia

miércoles, 3 de julio de 2013

Psicosis Cicloide


Una joya de libro, un clásico y, tal vez, algo poco difundido que bien pudiera dar buena cuenta de la clínica de diagnósticos como esquizoafectivo, bipolar, esquizofrenia... Rodrigo Córdoba Sanz
 
Tengo una pregunta que a veces me tortura: estoy loco yo o los locos son los demás. Albert Einstein

El término de psicosis cicloide fue acuñado por primera vez por Kleist en 1926. Las psicosis con síntomas atípicos se describieron en el siglo XIX, bajo el nombre de: “bouffées délirantes des dégenerées”, “degeneractionspsychose” psicosis esquizoafectiva aguda, “degenertiepsychose” y psicosis atípica.
Se caracterizan por su inicio brusco, polimorfismo sintomático, ciclación rápida de síntomas opuestos, delirios y experiencias alucinatorias, vivencias avasalladoras de angustia y miedo, trastornos de la motilidad especialmente expresiva y refleja, etc., además de curar totalmente en cada fase. La clasificación de Leonhard es una clasificación puramente empírica, basada en la fácil observación y/o elección de síntomas y signos. Leonhard describe 3 formas clínicas según el área principal afecta:
1. Área del afecto: Psicosis angustia-felicidad,
2. Área del pensamiento: Psicosis confusional excitada-inhibida
3. Área de la motricidad: Psicosis de la motilidad hipercinética-acinética.
Actualmente en el CIE-10 se clasifica dentro de la categoría “Trastorno psicótico polimórfico agudo con/sin criterios de esquizofrenia”.
Aquí las psicosis cicloides son asignadas a los “trastornos psicóticos agudos y transitorios”. Este concepto comprende una amplia clasificación de varios trastornos heterogéneos.
Una característica principal de las psicosis cicloides es un curso fásico con un resultado favorable. Aquí es muy importante no confundir los posibles problemas con los que se enfrentan los pacientes que sufren repetidas fases del trastorno, que pueden resultar a veces en una simple disminución reactiva de la tensión psíquica, pero que nunca llegan a conformar síndromes residuales genuinos. El defecto nunca ocurre en las psicosis cicloides ya que éstas siempre remiten del todo, aun cuando las fases perduren por un tiempo prolongado.
Otra característica general es la estructura bipolar y polimorfa de los síntomas. No son infrecuentes los estados mixtos que mezclan dos o tres subformas con una labilidad intrasindrómica, teniendo en cuenta que en los cuadros cicloides los polos nunca se superponen, como sucede en las esquizofrenias asistemáticas. A causa de su sintomatología polimorfa, es posible que no estén presentes al mismo tiempo todos los síntomas típicos. Algunas veces también los síntomas de otra subforma pueden modificar el cuadro clínico de un subsíndrome específico. Sin embargo, casi siempre es posible hacer un diagnóstico preciso de una subforma considerando los cuadros clínicos como totalidades, respecto de sus características esenciales.
En cuanto a las psicosis cicloides, Barcia cita que una serie de estudios (Mattsson y Perris, 1973; Perris, 1978; Perris y Smigan, 1984; Maj, 1984) parecen sugerir que la utilización del litio solo, o más raras veces en combinación con un antipsicótico, es eficaz para reducir la frecuencia de aparición de episodios a largo plazo, lo que no ocurre si se utilizan antipsicóticos en forma aislada.
El único estudio farmacológico (Perris C, 1978) muestra respuesta beneficiosa a litio. Jabs y colaboradores (2002) muestran que los antipsicóticos pueden ser útiles en fase aguda.
Una característica principal de las psicosis cicloides es un curso fásico con evolución hacia la remisión clínica completa. El pronóstico suele ser favorable.

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