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Paz y Ciencia

sábado, 13 de julio de 2013

Somnolencia como filosofía de vida



Existen algunos aspectos que resultan duros de metabolizar en la contratransferencia, esto significa, los sentimientos vividos por el psicoterapeuta, por lo que el paciente transfiere. Desde rabia, un curioso disfraz de la tristeza; síntomas intensos de ansiedad, disociación o psicóticos. La psicoterapia no se limita a dar pautas de conducta o a cambiar los pensamientos. En este tipo de pacientes, los consejos son bien admitidos, necesitan y recogen con entusiasmo cualquier sugerencia que se les puede hacer como una técnica que les puede ayudar a estar mejor.
En psicoterapia el objetivo es trabajar con la estructura, esto es, con lo que la persona ES, con su SER, con su SELF.
Esto es más complicado, requiere cierto nivel de tolerancia a la frustración, requiere un buen vínculo terapéutico, una alianza, una relación terapéutica respetuosa y, sobretodo, cálida.
En las transferencias, por explicar el ejemplo más plástico, me centraré en las transferencias de prepsicóticos y de psicóticos. En el primer caso, el terapeuta ocupa un lugar "como si" fuera el padre (si es varón), mujer (si es mujer).
En la transferencia psicótica, el terapeuta ocupa el lugar, ya no como si, sino Es el padre o la madre, o los dos, o cualquier otra construcción imaginaria. La capacidad creativa de estos últimos pueden alcanzar límites insospechados y es interesante sondear este tipo de transferencias para que no haya lugar a equívocos, por ejemplo a Erotomanías o situaciones semejantes.
La psicoterapia tiene unos objetivos, pero no suelen coincidir con el paciente, al menos en etapas iniciales.
¿Qué sucede en ese proceso entre el encuentro de dos personas con objetivos diferentes?
Primero, el psicoterapeuta debe escuchar y atender a las necesidades y objetivos del paciente (esto lo marca el código deontológico).
Segundo, el psicoterapeuta debe invitar a que el paciente se responsabilice de su vida. No me refiero solo a que se levante a trabajar o realice sus estudios, me quiero referir, a que el ser humano es mucho más que una persona cargada de sufrimiento tapado o taponado (reprimido). Podíamos citar los mecanismos de defensa del célebre libro de Anna Freud al respecto.
Por tanto, ser feliz, tener bienestar no es estar adaptado a la sociedad. Existen personas que no están adaptadas en el sentido psicológico y son felices, también hay personas adaptadas que no son felices.
Yo trato a cada persona en función de lo que puede llegar a alcanzar, eso, a veces, puede dar vértigo, porque supone cambiar algo más que una conducta o una cognición.
Al mismo tiempo, lo honesto es transmitir lo dicho previamente, y lo más sensato es RESPETAR a la persona. Cada sujeto es singular, tiene sus tiempos, unas circunstancias, unos prejuicios y unas vivencias tempranas que han podido "modelar" su estructura de personalidad.
Pondré un ejemplo: las ostras hacen perlas; ¿Cómo? Las ostras cuando tienen ataques del medio acuoso (por ejemplo arena), desprenden carbonato cálcico y nácar, estos elementos generan una hermosa ostra.
La persona que acude a consulta puede ser una hermosa persona, por fuera y por dentro, pero ser el resultado de una sobreadaptación al medio para funcionar con una personalidad "como si" (Helen Deutsch) y un "falso self" (Winnicott), Abraham Maslow no se complicó tanto, y su compañero Carl Rogers y hablaron del "falso yo". Esto es una patología extendida en la cultura industrial de occidente, donde prima el Valer al SER, donde prima el Parecer al Ser, donde prima la Productividad antes que el Ser y así podríamos seguir hablando indefinidamente. Les dejo, pero vuelvo prontito. Besos.
Rodrigo Córdoba Sanz, Psicólogo, Psicoterapeuta.


http://youtu.be/ddUpnF0Epdc Mi Unicornio Azul -Silvio Rodríguez-
http://youtu.be/FqcHYIVu2k8 La Canción del Elegido -Silvio Rodríguez-
http://youtu.be/6UQSIDzWL5o Cover de Amaranth. Elisa Jordan.

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