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Paz y Ciencia

miércoles, 31 de julio de 2013

Psicosis

 
 
"UN MUNDO COMPLEJO, INTENSO Y VIOLENTO"

El psicótico sigue su propio camino dentro de sus delirios, donde a menudo se pierde. A veces, descubre o crea nuevos espacios al tiempo quimérico. Pero otras veces se le escapa el hilo y da la vuelta. La ideología delirante es un desafío al mundo. Intentar cambiar la naturaleza e imponerle sus reglas. Pero como sus capacidades se emprobrecen, el delirio se "desinfla". La desilusión, la pérdida de una ilusión delirante, lleva al desespero y al estado depresivo. Entonces el paciente puede sentir la necesidad de una ayuda que le sirva de guía.

La depresión narcisista (pérdida del "Yo delirante") provoca un estado melancólico profundo que puede conducir al paciente al acto suicida. Entonces la hospitalización se impone y el trabajo en equipo es indispensable. A pesar de todos los desacuerdos entre las diferentes escuelas psiquiátricas y psicoanalíticas, el entendimiento y la colaboración se vuelven necesarios.

Por desgracia, el paciente psicótico a menudo es víctima de una falta de entendimiento, de una "rivalidad" entre colegas. Así, una ideología disociativa (esquizofrenia) será reforzada patológicamente por una realidad social también disociativa.

Como trabajo con psicóticos, apoyo la necesidad de colaboración y motivación por parte de un equipo institucional
cuidador...

Aunque la farmacología ha hecho grandes progresos sobre la angustia, la contención de los pacientes y sus problemas neuróticos y psicóticos, su ayuda es parcial. Ninguna medicación farmacológica puede dar comprensión al paciente...

El sistema de ideas de un individuo puede llegar a imponerse como ideología -delirante o no- a los demás. Así, el paciente puede sentir la necesidad de deprimir a su analistas para librarse de la propia angustia depresiva, y, de modo recíproco, el analista en una contratransferencia patológica puede intentar deshacerse de la propia ansiedad paranoide o depresiva evacuante sobre el paciente o el grupo. Eso forma parte de lo que Bion ha descrito en su concepción de ensueño en la transferencia.

El tema de Tiempo de Glaciaciones trata de cuando el psicótico siente que su capacidad de sentir la vida se bloquea. Aparece una ruptura entre la realidad que le rodea y la vida intrapsíquica. Pero eso no es suficiente para resolver el dolor psíquico y la persecución. Se trata aún más de enfriar los afectos y la ansiedad psicótica para evitar un sufrimiento intolerable. Es así como se instala la anestesia por "congelación".

Hablar de4 desglaciación supone que uno se interese de cerca por el punto crítico en que el paciente se descongela y vuelve a la vida. En ese momento reaparece el dolor psíquico. La desglaciación toma a menudo la forma de una hemorragia psíquica o de un deshielo catastrófico, que evoca el mito del Diluvio Universal. Se trata de negociar de nuevo con la vida de cada día. Así, entre el sufrimiento y el placer, se abre camino una posible mediación.

Toda evocación, dijo Henri Bergson, es una transformación, ya que inevitablemente el recuerdo se mezcla con las sensaciones y experiencias actuales.

Salomon Resnik: "Tiempos de glaciaciones. Viaje al mundo de la locura". Herder.

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