Fuego intachable gobernando los retazos de ira que se deslizan por tu cuerpo herido
listas inagotables de razones y motivos viscerales para el odio y la repulsa
esto es el alimento de la tristeza, es la sin razón del dolor propio y ajeno
mientras navegas en caminos resbaladizos otros contemplan el andar errático de tu persona
procurando la venganza
pero mientras tanto te consumes y además fatigas a cuantos te rodean.
La vida es un trasiego de amor y límites, como decía un músico el viernes en un ágape,
la vida es más sencilla que todo eso y el odio acaba con la esperanza y la ilusión,
dando de comer a la tristeza y la desilusión, rompiendo lazos y alienando al sujeto en una misión desmesurada sin salida alguna hacia la felicidad.
domingo, 28 de febrero de 2010
Movidos por el odio
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