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Paz y Ciencia

viernes, 5 de febrero de 2010

"El suicidio se evita hablando de él" Carmen Tejedor


Carmen Tejedor, psiquiatra: ''El suicidio se evita hablando de él''
El hospital donde ejerce, el de Sant Pau, de Barcelona, atiende a diario a tres o cuatro personas, muy jóvenes, que acaban de intentar, sin éxito, morir

Foto: JOAN CORTADELLAS
ÀNGELS GALLARDO
--¿Qué le dicen un bombero o un policía a quien se balancea colgando del balcón de un sexto piso?--Si esa persona está sobrecargada de cocaína, irritable y delirando, le dirá pocas cosas. En cualquier caso, intentará ganar tiempo, distraerla hasta que venga alguien por detrás y la coja. Entretenerla para asegurar la supervivencia. Luego vendrán los discursos persuasivos.--¿Y cómo se entretiene a alguien en esas circunstancias?--Transmitiéndole tranquilidad y dándole las claves de su identidad. Los bomberos lo saben: le repiten su nombre muchas veces, como se hace al salir del quirófano para que el enfermo despierte. Hay que decirle: "Fulanita, eres tú; Fulanita, estás aquí; nunca me opondré del todo a que te suicides, pero espera un poco. Hablemos primero, Fulanita". En ese momento no se debe hacer un canto a la libertad o a la belleza de la vida. No serviría de nada.--¿Qué intenta un suicida?--Hacerse daño, con mayor o menor intención de matarse. Poner en juego la vida para que cambie su vida, eso que se ha llamado "el grito de ayuda". Quien intenta un suicidio siempre querría vivir de otra manera. El que lo tiene muy claro, ya no hace un intento: lo suele conseguir, excepto esos que sobreviven de milagro tras lanzarse al vacío porque abajo había un toldo que los frenó.--¿Por qué personas en situaciones terribles se proponen vivir, y viven, y otras con circunstancias menos graves deciden matarse?--Es una cosa muy misteriosa. Nadie quiere vivir del todo o morir del todo. No me preguntes por qué, pero la humanidad se divide entre los que piensan que el suicidio es la solución del dolor insoportable e irresistible, y los que no lo ven así. Tus pensamientos y tus sentimientos determinan tu realidad. Cómo piensas y sientes hace que enfoques un aspecto u otro. Lo que nos hace sufrir no son los acontecimientos, sino la valoración que hacemos de ellos.--Puntos de vista cambiantes.--Sí. Personas que han sobrevivido tras precipitarse desde una gran altura relatan que un segundo después de tirarse ya se decían: "¡Qué horror! ¡Quiero volver atrás!". Y les aterroriza lo que tenían dentro. Esto se ve claramente en un documental, brillante y polémico, The Brigde, en el que entrevistan a supervivientes del Golden Gate, el puente de San Francisco en el que cada dos semanas se suicida una persona. Casi todas reconocen que, si hubieran podido, habrían retrocedido al instante.--¿Eran suicidas por equivocación?--No. Eran suicidas verdaderos. Hay líneas filosóficas que sostienen que el suicidio es libre, voluntario, que se elige tras pensárselo. Eso es falso. El suicidio es la muerte más desoladora: se convierte en la única salida, y no se ve más solución que esa.--¿Se pierde la libertad de decidir?--No tienen esa libertad. ¿Es usted libre para elegir una hepatitis o una depresión? El suicida deja de sentir la vida. Se le queda el cerebro vacío de las sustancias que nos atan a la vida. Como si estuviera muerto.--¿Qué motivo más recurrente tienen quienes intentan un suicidio?--El amor. El primer y principal motivo siempre es la ruptura de una relación amorosa. Nos seguimos suicidando por amor. En todas las edades. Recuerdo un payés de 88 años que intentó suicidarse seis meses después de que muriera su chica, la mujer con la que se había casado a los 20. Me decía: "Ella murió diciéndome 'te quiero'". Precioso. Él se colgó con el tubo del oxígeno.--¿Y los adolescentes?--Aún más. Si una chica de 15 años ve que su chaval se besa con otra en la discoteca, eso puede llevarla al suicidio, aunque, vista desde fuera, la circunstancia no tenga sentido.--¿Influye la situación económica?--La escasez económica ocupa el cuarto o quinto lugar entre los motivos para intentar suicidarse. Antes están, además del tema amoroso, la familia, los límites que ponemos, los hijos. Y la enfermedad mental, que conlleva un gran riesgo de suicidio.--¿La crisis financiera actual incide?--Pues no lo sé. Pero creo que incluso cuando parece que alguien se intenta matar por eso, en el fondo suele haber un conflicto grave con su pareja. Perder mucho dinero no influye más que el hecho de ganar el gordo de la lotería. Pueden ser factores de acorralamiento vital, acontecimientos estresantes susceptibles de descompensar por exceso de ansiedad. Aunque no he visto a nadie que se suicide por ser feliz.--Este asunto aún es un tema tabú.--Así es. Existe la creencia de que hablar del suicidio aumenta el riesgo. Se cree que es contagioso, porque un 90% de la conducta humana se aprende por imitación. Yo pienso que el suicidio se evita hablando de él. ¿Sabe qué es lo que más preocupa a quien ha intentado matarse y se lo han llevado en ambulancia de casa?: Volver a casa. Un vecino con tendencia suicida es mucho más censurado en el barrio que un borracho.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Estoy totalmente de acuerdo.