Mirarse por dentro es el proceso de una psicoterapia de expresión destinada a favorecer el insight. A través de las intervenciones del terapeuta se van conectando las ideas con los afectos. Se va instalando un lugar en el vivir biográfico del consultante.
No obstante existe un mirar hacia dentro obsesivo, que tiene que ver con focalizar en el dolor, en la carencia, en la falta. El sentimiento de vacío, de "me falta algo". Esto contribuye a que haya siempre un desdibujamiento de la mirada interna, con la subjetividad que convierte los objetos objetivos en subjetivos. Esto explica porqué las personas de fuera discrepan del sentir de estas personas que confusas en su mismidad acaban ahogadas en su sufrimiento sin poder ir más allá en su discurso.
En psicoterapia se trata de validar las percepciones y sentimientos de estas personas, no obstante es interesante el señalar el hecho de este refugio psíquico, de esta tendencia obsesivoide y poner encima de la mesa la existencia objetiva de un sufrimiento psíquico que se autoperpetúa de manera condicionada con el mantenimiento de estas estructuras de rumiación. Por otro lado, suelen ser personas con tendencia a la intelectualización y la racionalización, inteligentes pero refugiadas en el intelecto, que a veces, hipertrofiado, compensa la falla narcisista.
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