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Paz y Ciencia

lunes, 29 de marzo de 2010

Factores comunes en Psicoanálisis



La realidad es para nosotros como es, porque nosotros somos como somos (Ibáñez, T., 2001)

[...] el hecho, aparentemente paradójico, de que basándose en diferentes teorías, que incluyen su peculiar técnica, las diversas escuelas pretenden todas ellas ayudar a sus analizados puede explicarse a través de la concomitante presencia de cuatro factores o elementos en todo proceso psicoanalítico:
1) Todos los analizados adquieren, a través del insight, un incremento del conocimiento de sí mismos, pese a que la clase de este nuevo conocimiento dependerá de la teoría con la que trabaja el analista, y, a la vez, han internalizado una actitud de autoanálisis y búsqueda de su realidad, todo lo cual promueve una modificación beneficiosa de su personalidad.
2) Todo proceso psicoanalítico se fundamenta en dos agentes: la interpretación que promueve el insight y la experiencia de la nueva relación paciente-analista. Estos dos agentes son complementarios y circulares, de manera que la nueva experiencia de relación es el basamento sobre el que puede tener lugar el insight, y este último es el principal artífice de la nueva experiencia de relación. Esta relación e interacción paciente-terapeuta está presente siempre, sea cual sea la orientación teórica y técnica del analista, y basta para dar razón de la mejoría obtenida en análisis llevados a cabo bajo distintas orientaciones.
3) Todo acto interpretativo, en virtud de ser un acto de habla, posee dos distintos componentes, de acuerdo con la actual filosofía del lenguaje. Uno, el más visible de ellos, es el que denominamos semántico-referencial, constituido por la proposición o conjunto de proposiciones sobre la realidad de la mente del paciente, las cuales pueden ser verdaderas o falsas. El otro componente, más implícito, es el denominado pragmático-comunicativo, el cual es una acción que expresa la subjetividad del hablante y sus intenciones hacia el interlocutor. Según mi parecer, las diversas teorías psicoanalíticas se distinguen por sus diferencias en cuanto al contenido semántico-referencial, es decir, por la proposiciones que acerca de la mente del paciente emite el analista. Pero el componente pragmático-comunicativo depende de la personalidad del analista y, pese a que cada uno de ellos tiene su peculiar psicología, este elemento revela siempre al analizado un factor común en todo proceso psicoanalítico, en tanto que el analista trabaje honesta y adecuadamente: el deseo de este último por ayudar, entender y hacerse entender por el analizado. Lo cual da lugar a una relación que éste experimenta como contenedora y cargada de un significado de afecto positivo. En este sentido dice Ferrer (2002):

[...] todos los analistas estarían más o menos de acuerdo con que en la interpretación existen una serie de elementos implícitos que reflejan aquello que el analista piensa, su manera de comprender al paciente y, especialmente, su coherencia interior.

Joan Coderch. "Pluralidad y Diálogo en Psicoanálisis". Ed. Herder. 2006, Barcelona.
Epígrafe: El pluralismo crítico en psicoanálisis. pág. 53-54

1 comentario:

Anónimo dijo...

Instructivo y original. Además, terapéutico. La imagen de Sigmund Freud es fenomenal.