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Paz y Ciencia

domingo, 28 de marzo de 2010

Presentación del libro "Winnicott para principiantes"

Presentación del libroWinnicott para Principiantes

por Raúl Yafar
(1)

(1) Presentación en el Centro de Salud Mental Nro. 3 Arturo Ameghino.



En ocasión de la presentación del libro en el Centro de Salud Mental Nro. 3, A. Ameghino elLic. Raúl Yafar -profesor de Posgrado, comentó con sensibilidad y profundo sentido crítico este reciente texto, que sus autoresDaniel Ripesi y Eduardo Smalinsky, dedicaron al pensamiento de D. W. Winnicott.

Buenas noches, es un gusto para mí presentarles este libro de mis amigos Eduardo Smalinsky y Daniel Ripesi. Vamos al grano, conversemos con ellos, que vale la pena. En www.espaciopotencial.com.ar

I

Quiero empezar señalando un punto crucial, que me ha generado una sorpresa muy agradable apenas he abierto el libro. Los primeros tópicos winnicotttianos que los autores toman avanzan en una línea definida. Estos representan, todos ellos, deslindes teóricos muy precisos. Los autores eligen:

1) Comenzar por contraponer desde la primera página a D. W. Winnicott a M. Klein es toda una toma de posición.

2) Diferenciar las supuestas resistencias del niño --- se supondría que éste no querría hablar de lo que le pasa --- de las resistencias del medio --- que no lo deja hablar desde sí mismo ---.

3) Diferenciar el mero “vivir la existencia”, es decir, transitarla o transcurrirla, de una vida que sea digna de ser vivida ---el tema de la dignidad remite al amor, es decir, recibir la “gracia” de Dios, lo que llamaríamos hoy, mejor, ser causa del Deseo del Otro ---.

4) No partir de la idea de dolencia a curar, de lo que hay que “curarle” al niño, aquello que es malo en él ---- con la connotación religioso-protestante que conlleva ínsitamente ----, sino partir de lo sano y de la capacidad de autocuracióndel propio niño.

5) Situar un punto a no olvidar: el tema de la crueldad, tan poco discernido en psicoanálisis. La idea de que el analista puede fragilizar (o no) con un goce propio lo que está en generación y desenvolvimiento.

6) No buscar el “niño” en el adulto, al modo freudiano, sino las huellas del “adulto” en el niño, aquel medio ambiente que lo determinó. Los niños “no mienten”, ellos dicen del Otro. Esto pone en primer plano la sanción de ese Otro, que permite despegarnos de él.

Como vemos, nuestros dos autores han salido de entrada, como se dice en futbol, “con los tapones de punta”. Si esperábamos unos dulces winnicottianos vestidos con ositos celestes, pues, nos hemos equivocado. Y me parece muy bien, es un buen homenaje a un combatiente. Pues eso fue Winnicott, un combatiente de la dignidad humana. Aquella que se basa en un más allá de los bienes materiales, que apunta a alguna forma de posicionamiento ético.

II

¿Cuáles son las cosas que más me gustaron de este libro? Me refiero a los hallazgos de los autores pero, por supuesto, a los hallazgos de Winnicott e, incluso, algunas reflexiones propias a partir de la lectura. Pero entonces, antes de situarlas, también me digo: ¿en qué espacio se sitúa lo que voy a decir, si ya no es propiedad de los autores, ni mía, ni de Winnicott y se despliega en un magma difuso y vibrante de entusiasmo que no tiene bordes claros ni autoría genuina deslindable? Intuyo que nuestro autor es precisamente quién me contestaría esta pregunta mejor que nadie.

  1. Es importante no ser encontrado, pero aterrador no estar siendo buscado.Esto sitúa al deseo en su punto de enigma, con su doble cara de, por un lado, camuflaje, pero también de esperanza.

  1. Donald = poderoso; winn = amigo; cott =hogar. Nuestro Donald es un poderoso amigo del hogar. Y hogar es heim, pero el juego del hogar puede ser unheimlich, por eso Winnicott no deja de decir que el juego es “aterrador”, detrás de su cortina no hay nada.
  1. La vida es una “conquista de territorios a partir de la calle de nuestra casa.” Espacios que son mares sin costa, bosques profusos, juego que se despliega en la mira de la aventura. Hay una idea de horizonte que se aleja: un cosmos abierto.

  1. Padre es aquél que sabe estar para dejarse, que sabe quedarse para que learranquen aquello que vale, para confrontar… sin venganza. Para Nietzsche, en cambio, más lacaniano que el propio Lacan en este punto, padre es el que sabe… partir. No son ideas incompatibles.
  1. No hay realidad ni fantasía puras. Toda realidad es fantasía y viceversa. Lacan decía que la fantasía es la realidad. Me pregunto por qué suena mejor decirlo así, poéticamente, que cuándo el maestro francés lo explica según el más ajustado modelo del Cross-cap.

III

Tres notas desagradables:

  1. El grupo kleiniano prohibió a sus miembros la lectura de los textos de Winnicott. A mi juicio un fascismo “psicoanalítico” sigue siendo… un fascismo.
  2. El último texto que escribió Winnicott fue rechazado por…. no psicoanalítico.
  3. Cuando lee el texto “El uso del objeto” en EEUU es tan maltratado que Winnicott padece un infarto. Veremos de inmediato qué molestó tanto de lo que decía allí.

IV

¿Hay algunos ítems que eche de menos? Siempre es un poco imprudente pensar en un libro-otro que no existe --- no sé si mi verdadero o mi falso self me agradecerían imaginarlo ---.
Como sea, me asombró el magnífico y puntilloso desarrollo del tema de los cuidados maternos, pero eché de menos un más extenso panorama del tema del self. También me sorprendió que no fueran mencionados tres temas: el miedo al derrumbe (fear to breakdown), la capacidad de estar a solas en presencia de alguien y la diferencia entre playing y game.

V

Tres líneas a proseguir y complementar:

  1. Si el jugar tiene en Winnicott tan extenso desarrollo, podríamos vincular el área de juego a los avatares de la sexualidad ---- tema que él casi no tomó, que estuvo lejano a sus preocupaciones ----, es decir: ¿qué podemos pensar sobre el juego amoroso --- dentro y fuera del coito ----?
  2. En el texto leído en EEUU sobre el uso del objeto, Winnicott plantea que es necesario que el niño haga un uso despiadado de los padres, así como debe “gastar” al analista para poder abandonarlo luego. Como decía Lacan, dejarlo tras la última sesión, colgado en un perchero como un impermeable ya viejo.
  3. En toda relación de objeto hay un elemento extra: algo de la “presencia inquietante, extraña e impredecible” del analista escapa a esa relación misma. Es en esa área donde empieza lo que Winnicott llama el “uso del analista”. Este aspecto se da en un clima de cierta angustia, lo que nos recuerda el sentimiento ominoso, misterioso, de la presencia del analistadel que Lacan habló ya desde el comienzo de su obra.

VI

En el final de su vida Winnicott traba un lazo fuerte de amistad con Masud Khan. La relación es profunda y cortés. Este analista lo acompaña hasta su muerte y es tan iconoclasta que sólo la presencia de Winnicott evita que Khan fuese expulsado de la IPA.
Nuestros autores le dedican a esta relación buenas ocho carillas de su libro. Asombra un poco lo que ocurre luego: vienen nueve sobre la relación de Winnicott con Lacan, incluso sobre lo que éste último hizo y deshizo con los conceptos winnicottianos --- más allá de la relación entre ambos --- a lo largo de su seminario, posteriormente a la muerte del analista inglés. Vienen luego siete merecidas páginas dedicadas a Bion y tres, algo injustas a mi gusto, a Ferenzci.

VII

Conversando con una analista de este hospital2, ella me decía que éste es un libro muy winnicottiano… por lo lúdico. Yo quisiera agregar varias cosas:

  1. Que toda la serie “para principiantes” es muy winnicottiana.
  2. Que debería haber sido el primer libro de la colección.
  3. Que tardaron muchos libros pero al final encontraron a “su” autor.
  4. Que tal vez sea este el único verdadero libro de la serie.
  5. Que, como sea, este es sin dudas, el mejor libro de la colección.

Muchas gracias a todos por escucharme.


2 Lic Silvia Cossio.
Rodrigo Córdoba Sanz: todavía no he podido leer el texto porque no ha llegado a España lamentablemente, este sitio hermano hace las veces de una presentación que se muestra también muy winnicottiana.

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