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Paz y Ciencia

sábado, 5 de enero de 2013

Wilhelm Reich (1897-1957)



Reich fue el cuarto analista de Perls (precisamente por recomendación de Karen Horney) y uno de sus maestros, al que reconoce en sus escritos y con quien mantuvo contacto hasta el final, en la etapa americana de ambos.
En su época de estudiante de Medicina, Reich creó el Seminario Estudiantil de Sexología de Viena. Su informe sobre el concepto de libido de Forel a Jung (1919) le llevó a conocer personalmente a Freud y ser admitido en la Asociación Psicoanalítica (1920), dos años antes de doctorarse como médico. Sus divergencias con el pensamiento freudiano empezaron enseguida: Freud se alejaba de su concepción energetista de la libido y de la insistencia en la sofocación de lo pulsional. El psicoanálisis se encaminaba hacia una psicología del yo en cuyo centro estaban la estructura del aparato psíquico y las instancias defensivas. Mientras Freud y el psicoanálisis separaban cada vez más "estructura" de "energía" (interesándose en la primera), Reich siguió trabajando en los problemas de la economía energética a través de la cual se manifestaba y se mantenía la neurosis. Investigó cómo en las perturbaciones psíquicas se solidificaba esta energía y se le impedía fluir, desarrollando las nociones de potencia orgásmica y estructura de carácter. El estudio de los ritmos corporales y de la coraza caracterial desembocó en la vegetoterapia, nombre dado a su enfoque y origen de la bioenergética (Lowen) y core-energética (Pierrakos).
El manuscrito de la Función del orgasmo que Reich envió a Freud en 1926 marca el principio de la disidencia. La ruptura definitiva será en 1933, aunque Reich ya se había sentido "traicionado por el Freud de después de 1920".
Resumiendo, el pensamiento reichiano cifra la salud anímica en la "potencia orgásmica", que no hay que interpretar literalmente, sino como la capacidad de entregarse, sin inhibiciones ni bloqueos, a la corriente de energía biológica que se descarga preferentemente en contracciones musculares involuntarias. Afecta por tanto a la relación total de un individuo con su cuerpo y con su pareja, es sinónimo de salud (capacidad de amar) por oposición a la angustia y al espasmo. Comparte con Freud la represión de la libido infantil (de los padres hacia el niño) como origen de la neurosis, pero añadiendo su concepción marxista: "Los padres sofocan la sexualidad de niños y adolescentes, pero lo hacen inconscientemente por encargo de la sociedad mecanizada y autoritaria" (La función del orgasmo). Freud explica esta sofocación "en aras de la cultura", lo cual cuestiona Reich: "La represión de la sexualidad no se instituyó en los comienzos del desarrollo cultural... sino en una época relativamente tardía, con la propiedad privada de los medios de producción y con el comienzo de la división de clases". Su actividad terapéutica y política (Movimiento Sexpol) en los años treinta desembocó curiosamente en la expulsión tanto de la Asociación Psicoanalítica como del Partido Comunista.
La persecución nazi contra los judíos le hizo huir a Escandinavia y posteriormente instalarse en Estados Unidos, donde pudo trabajar tranquilamente una década hasta que fue a la cárcel, donde murió. Se destruyeron sus aparatos, se quemaron sus libros, con la misma saña que el nazismo aplicó al nazismo europeo.
Cuando Perls le conoció estaba redactando Análisis del Carácter, donde dice:

En mis casos puse el cómo al lado del qué de la vieja técnica freudiana. Sin embargo ya sabía que el cómo, la forma del comportamiento y de las comunicaciones, importaba más que lo que el paciente relataba. Las palabras pueden mentir; el modo de expresión no miente nunca. Es la manifestación inconsciente inmediata del carácter... el comportamiento del paciente, su mirada, su manera de hablar, su expresión facial, su ropa, su modo de dar la mano, etc., son cosas no solo subestimadas en su significación analítica, sino por lo general completamente pasadas por alto. En el Congreso de Innsbruck, Ferenczi y yo, cada uno por separado, acentuamos la significación de estos elementos formales para la terapia... Cómo se dicen las cosas es un material tan importante para la interpretación como qué dice el paciente. A menudo oímos los analistas lamentarse de que el paciente no aporta material... Nuestra es la falta si somos incapaces de utilizar su conducta como material. Lo específico de la resistencia caracterológica no es lo que el paciente dice o hace sino cómo habla y obra, no lo que denuncia en un sueño sino cómo censura, distorsiona, etcétera.

http://youtu.be/7_iVSwZDmqU

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