miércoles, 23 de enero de 2013
Willigis Jäger
"Si hay alguien que ama en este mundo, oh musulmanes, ese soy yo. -Si hay algún creyente o ermitaño cristiano, ese soy yo. -Los posos del vino, es encanciador y cantante, el arpa y la música, el amado y la vela, la bebida y también la alegría del bebedor, ese soy yo. -Los setenta y dos credos y sectas del mundo no existen en realidad: lo juro por Dios-. Todo credo, toda secta, lo soy yo. -El fuego infernal, podéis creerme, con sus antesalas de llamas vivas, sí, y también el paraíso, el jardín del Edén con sus vírgenes paradisíacas, lo soy yo-. Esta tierra, este cielo y todo lo que abarcan: ángeles, sílfides, genios y la humanidad entera, lo soy yo" Rumi
"¡Oh, Servidor! ¿Dónde me buscas? ¿No ves que estoy a tu lado? No estoy en el templo, ni en la mezquita, ni en la Kaaba, ni en el Kailash. No estoy en los ritos, ni en las ceremonias, ni en el yoga, ni en la renuncia. Si eres un verdadero buscador, me verás enseguida; en un instante me encontrarás. Kabir dice: "¡Oh, Sadhu!, Dios es el aliento de todos los alientos!". Kabir
No aconsejaría a nadie abandonar su religión, como yo tampoco quisiera abandonar mi cristianismo. Pero la religión para mí significa solamente el indicador del camino, no la meta. Cuando me dé cuenta de que el indicador se da demasiada importancia y me retiene, entonces no le haré caso. Por supuesto que les resulta difícil a las personas abandonar lo que ha sido lo más natural desde su infancia. No lo hace nadie a no ser que antes resultaba evidente. Y esto ocurre cada vez con más frecuencia en la medida en que aumenta la discrepancia entre la concepción cotidiana del mundo y las ideas religiosas tradicionales. Yo, al menos, constato que las personas que se acercan a mí lo hacen generalmente por haber entrado en una crisis de falta de sentido. De repente se ven confrontadas con preguntas a las que no encuentran respuesta: ¿por qué vivo?, ¿adónde voy?, ¿por qué me ha sucedido esto a mí? Las religiones intentan desde siempre dar respuestas a este tipo de preguntas, pero ya no satisfacen a muchas personas de nuestra época. De golpe, estas personas se han quedado sin apoyo, lo que les produce una gran inseguridad. En estas condiciones acuden a mí, y yo las recibo, por así decir, para mostrarles las perspectivas que se ofrecen para una marcha hacia adelante y hacia un nuevo comienzo, ya sea dentro del marco de su religión o al margen de ella.
Texto Extraído del libro de Willigis Jäger: "LA OLA ES EL MAR"
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