PEACE

PEACE
Paz y Ciencia

domingo, 27 de enero de 2013

Óptica personal

Cierto maestro sufí contaba siempre una parábola al finalizar cada clase, pero los alumnos no siempre entendiían por completo el sentido de la misma.
- Maestro -le dijo en tono desafiante uno de ellos una tarde-, tú siempre que nos hablas nos cuentas los cuentos pero no nos explicas nunca su significado más profundo...
- Pido perdón por haber realizado estas acciones que dices- se disculpó el maestro-, permíteme que en señal de reparación te convide con un rico durazno.
- Gracias maestro.
- Quisiera, para agasajarte como verdaderamente te mereces, pelarte tu durazno yo mismo. ¿Me permites?
- Sí, muchas gracias -se sorprendiò el alumno, halagado por el gentil ofrecimiento que recibía del maestro.
- ¿Te gustaría mi querido alumno que, ya que tengo en mi mano el cuchillo, te lo corte en trozos para que te sea más cómodo a la hora de ingerirlo?
- Me encantaría, pero no quisiera abusar de tu hospitalidad, maestro.
- No es un abuso si yo te lo ofrezco. Solo deseo complacerte en todo lo que buenamente esté en mi mano. Permíteme que también te lo mastique antes de dártelo.
- ¡No maestro, no me gustaría que hicieras eso! -se quejó sorprendido a la vez que contrariado el discípulo-
El maestro hizo una pausa reflexiva al tiempo que interiorizaba y dijo:
- Si yo les explicara el sentido de cada cuento a mis alumnos, sería xomo darles a comer una fruta masticada.

No hay comentarios: