Así como un terrón de arena no puede resistir el efecto erosivo de las olas del mar, el individuo que carece de una paz interior imperturbable es incapaz de estar tranquilo durante los conflictos mentales. Sin embargo, al igual que un diamante permanece inalterable sin importar cuántas olas se arremolinen a su alrededor, el individuo que ha logrado cristalizar la paz en su interior se mantiene radiantemente sereno aun cuando las pruebas le acosen por todas partes. Rescatemos de las inconstantes aguas de la vida, por medio de la meditación, el diamante inmutable de la conciencia del alma, que brilla con el eterno gozo del Espíritu.
Si eres capaz de conservar la paz interior, has logrado tu victoria suprema. Sea cual sea tu situación en la vida, jamás te sientas justificado para perder la paz. Cuando esta te abandona y no puedes pensar con claridad, has perdido la batalla. Si nunca malogras tu paz, te darás cuenta de que la victoria te acompaña siempre, con independencia de cómo se resuelvan tus problemas. Esa es la forma de conquistar la vida.
LA PAZ INTERIOR. EL ARTE DE SER CALMADAMENTE ACTIVO Y ACTIVAMENTE CALMADO.
PARAMAHANSA YOGANANDA
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