Se cuenta que la gente decía al gran maestro sufí:
- Tu círculo está compuesto sobre todo por mendigos, labradores y artesanos. ¿No puedes encontrar gente de cultura que te siga, para que se preste una atención más cualificada y merecedora de tus enseñanzas?
- Cuando haya hombres influyentes y eruditos cantando mis alabanzas, el Día de la Calamidad estará muchísimo más cerca; porque sin duda lo estarán haciendo por su propio bien, ¡y no por el bien de nuestra obra!
Los hombres que no tienen ningún rango ni un estatus social, hombres comunes, pueden ser capaces de abrir sus corazones y entregar su vida a la búsqueda de la verdad, pero no por saciar ningún instinto personal, sino por el bien de todos los hombres.
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