PEACE

PEACE
Paz y Ciencia

lunes, 21 de enero de 2013

Proyección: Gestalt



[...] Fritz habla de la ansiedad, del resentimiento y de la culpabilidad con comentarios especiales, que son importantes en la estructura de la terapia Gestalt. Considera la ansiedad como miedo al público. Nos imaginamos que estamos llevando a cabo una representación, pues producimos cierta variedad de conducta observable por otros. Ensayamos nuestra representación, nos imaginamos que no está a la altura de las normas que demanda nuestro orgullo y nos torturamos con la incomodidad física que llamamos ansiedad. La ansiedad indica un viaje imaginario hacia el futuro. Por definición, estar ansioso significa estar envuelto en fantasía y en el futuro. Al volver al momento presente, al comenzar a oír y a ver, la ansiedad disminuye y desaparece. El retraimiento y la ansiedad están asociados. Me parece que se encuentra la clave del terapista. La ansiedad es una emoción "sustituta", que ocurre cuando deseamos expresar o representar y no nos permitimos revelar lo que ocurre dentro. Debe permitirse que la potente excitación interna fluya en alguna forma de conducta expresiva, pues de otra suerte el resultado inevitable es la ansiedad.

El resentimiento presenta el caso clásico de que no estamos dispuestos a decirlo o a olvidarlo. Fritz, con mucho acierto, llama a eso "la mordida que no suelta". El resentimiento llega con algo insospechado: la demanda que oculta. Resentir es quedar detenido, detenido con la demanda que ocultamos, con el objeto de sostener nuestra posición. Preferimos alimentar nuestro enojo y evadir toda posible resolución. Preferimos conservar una situación inconclusa y hacer que la otra persona pague. El resentimiento sugiere: "Él me debe", y la culpabilidad invierte el balance, pues denota: "Yo le debo". Fritz señala que la culpabilidad es un resentimiento proyectado. Para resolver los sentimientos de culpabilidad, debemos trabajar con el paciente, para descubrir el resentimiento en el centro mismo de su culpabilidad. Para salir del estancamiento y permitir que desaparezca un esfuerzo perjudicial, pídase al paciente que exprese primero sus resentimientos, después sus demandas y, por último, que asuma la responsabilidad por sus propias demandas.

Repetidas veces afirma Fritz que más del noventa por ciento de la conducta es proyección. Yo también lo creo así. Se confunde la cuestión de lo que soy yo de lo que no soy yo. Nos mostramos renuentes a poseer algunas partes de nosotros mismos y preferimos percibir esas partes en algún lugar fuera de nosotros mismos y como si pertenecieran a otros. El rechazo ocurre como una forma de evitar la percepción y el precio que pagamos por el resultado. Fritz plantea una sencilla educación, que se convierte en un principio teórico de consecuencias trascendentales. Desprenderse de parte de uno mismo significa prescindir de algo de nuestro propio poder. La suposición básica pertinente de la teoría Gestalt es que puede recuperarse gran parte de nuestro potencial perdido. Para el terapista Gestalt, observar la proyección es conocer el trabajo de la reexperimentación, que será necesario para que el cliente recupere sus sentimientos enajenados y aumente su poder.

Terapia Gestalt: Fritz Perls y P. Baumgardner

http://youtu.be/79luldHCWtg Amaia Montero -Te voy a decir una cosa-
http://youtu.be/40h9ifBJpYk Amaia Montero -A tu lado- Tributo a Duncan Dhu
http://youtu.be/PPgmb2UG6kc Álex Ubago y Amaia Montero
http://youtu.be/GGhz_XxeGwk Amaia Montero

1 comentario:

Danza Palabra dijo...

Genial explicación. Muchas gracias!