Perls tiene el mismo punto de vista que Reich sobre la estasis energética como origen de la angustia: "La angustia es la excitación, el elan vital que llevamos en nosotros y que se estanca si estamos inseguros del rol quie debemos representar... la angustia es la brecha entre el ahora y el después. Si están en el ahora no pueden sentir angustia, porque la excitación fluye inmediatamente hacia la actividad espontánea en el transcurso".
La angustia, pues, no es solo elan vital, sino el elan vital estancado, bloqueado y estasico, como describe de una manera clara unas páginas más adelante: "Si estas excitaciones no se pueden transformar en sus actividades específicas y se estancan, tenemos el estado llamado de angustia, que es una excitación tremenda, embotellada". Perls dice que necesitamos "desensibilizar el sistema sensorial para reducir la excitación", pero, según este modo de expresarlo, si solo desensibilizamos el sistema sensorial no es la excitación lo que se reduce, sino solamente su percepción; por ello la excitación no solo continuará, sino que aumentará su intensidad y tenderá a manifestarse como angustia. A ello se refiere Reich en el capítulo sobre Carácter y estasis sexual: "En la medida que se evita la angustia actual (no dando salida a determinados impulsos), aumenta la estasis libidinal y, con ella, la angustia estasica. La angustia estasica y la angustia actual, evocan en el presente asuntos inconclusos, ejercen una acción recíproca: cuanta más angustia actual se evita tanto más se intensifica la angustia estásica y viceversa. El individuo libre de temores satisface sus necesidades libidinales aún a riesgo del ostracismo social"
La intensidad de la angustia aumentará porque, tal y como expondré en el texto al hablar sobre las funciones de los subimpulsos, bloqueamos o distorsionamos la autopercepción del subimpulso tierno, evitando el contacto con la necesidad insatisfecha (desensibilizando el sistema sensorial), ante el fracaso del subimpulso agresivo (sistema motor) para cumplir la función de satisfacción; lo cual ocasiona que no solo quede bloqueada la energía del subimpulso tierno que no pudo cumplir su función de dar cuenta de la necesidad, sino también la del agresivo que tampoco pudo cumplir la función de satisfacerla y cerrar la gestalt para volver al estado de reposo.
El origen de la angustia está en la estasis energética que implican las gestalts que quedaron inconclusas y contenidas por los bloqueos. Esta angustia potencial está ligada a las distorsiones cognitivas y emocionales correspondientes; es decir, a aquellas necesidades que fueron inhibidas en su momento por no lograr expresión y/o satisfacción, y que en el presente están siendo mantenidas por dichos bloqueos; si estos contenidos son activados, generalmente por evocaciones no plenamente conscientes, esta activación puede ocasionar que los bloqueos; si estos contenidos son activados, generalmente por evocaciones no plenamente conscientes, esta activación puede ocasionar que los bloqueos (mecanismos de defensa corporales) sean insuficientes para seguir manteniendo en equilibrio la energía estasica, la cual, al aumentar la intensidad de su pulsación, desencadena la vivencia de la excitación angustiosa...
Tengamos en cuenta que el aquí es eminentemente corporal, mientras que el ahora es eminentemente emoional, y que ambos están como encapsulados por la cognición que tenemos de nosotros mismos, es decir por el apego a nuestra imagen, al rol de nuestro personaje.
Se trata, pues, de re-conocer en el aquí y ahora las necesidades y deseos que han quedado incompletos e insatisfechos a lo largo de la historia evolutiva, y es a partir de este darse cuenta cuando aparece la posibilidad de cerrar esos procesos de una manera más sana, restablecer un nuevo equilibrio, pudiendo la persona satisfacerse completamente o no, pero asumiendo la realidad de su relación consigo mismo y con el mundo. Es decir, recuperando su equilibrio organísmico arraigado en sí mismo y en el entorno, con lo que se posibilita una capacidad de contacto -retirada más sana-.
O como explica Perls: "Nuestra historia es el trasfondo de nuestra existencia, no es una acumulación de datos sino el registro de cómo llegamos a ser quien somos. Únicamente las perturbaciones en el fondo que interfieren con el apoyo de nuestras vidas presentes, terminan empujando hacia delante y tienen que pasar a primer plano para que puedan ser atendidas. Solo entonces pueden transformarse de un déficit (gestalts incompletas) a funciones de apoyo..." "El apoyo pleno del sí mismo -superar la necesidad de apoyo ambiental- puede venir únicamente mediante el uso creativo de las energías que están comprometidas en los bloqueos que impiden el autoapoyo".
Juan José Albert Gutiérrez: "Ternura y Agresividad. Carácter: Gestalt, Bioenergética y Eneagrama".
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